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Baltasar Garzón, que es a la judicatura española lo que Pío Moa a los diversos campos del saber universal, acapara, una vez más, portadas por el expeditivo procedimiento de mandar a la gente a la cárcel (huelga decir que sin juicio previo de ningun tipo, en aplicación de sus peculiares criterios para interpretar la figura de la prisión provisional). En estas ocasión, el show que ha montado, con despliegue de fotos, incluye a unos cuantos septagenarios esposados y encarcelados antes de cualquier juicio por cargos de corrupción y diversos delitos económicos. Por supuesto, los tabloides españoles especializados en subirse al carro del populismo, han jaleado en portada la medida: esposados y a la cárcel, proclama entusiasmada una de las portadas más vergonzosas de la historia del periodismo español (por lo visto, no poco del fervor se deriva de la supuesta convalidación retroactiva que el grotesco espectáculo de estos días supone en relación a previas exhibiciones vejatorias de detenidos que afectaron a políticos del PP).
Al margen del amplio abanico de irregularidades que las aventuras de El Juez suelen llevar asociadas y que son a la vez reflejo de problemas estructurales en materia de garantías de nuestro Estado de Derecho (que Él se limita a replicar) y punta de lanza de nuevas y agresivas técnicas procesales que otros jueces imitan (detenciones prolongadas más allá del plazo legal para presionar a los detenidos, abusivas declaraciones de secreto del sumario que dificultan el derecho de defensa, aplicación generalizada de medidas excepcionales previstas para casos de terrorismo a todo tipo de delitos, abuso de las escuchas telefónicas con dudosa cobertura, increíbles quiebras como grabar a los abogados de los sospechosos y sus estrategias de defensa, inicio de causas generales aplicando técnicas inquisitoriales, prisiones provisionales decretadas como en un festival, empleo de los medios de comunicación para propiciar juicios paralelos…), hay una cuestión que cada vez con más frecuencia se pregunta mucha gente. Si en España hay unos 5.000 jueces, ¿por qué parece que todos los casos le «tocan» a Garzón? ¿Cómo es posible que dé la sensación de que en España un solo juez sea el responsable, con todo el poder y el riesgo que ello supone, de decidir si han de acabar en la cárcel desde sospechosos de terrorismo a todo su entorno ideológico, desde narcotraficantes a corruptos de cualquier Comunidad Autónoma, desde dictadores de todo el mundo a espíritus de generales franquistas muertos hace años, pasando por Ministros o Presidentes del Gobierno? ¿Acaso no hay más jueces en España?
Más allá de que es imposible que cualquier juez, incluso el más formado y mejor conocedor del Derecho, el más respetuoso con las garantías y más trabajador, pueda desarrollar un trabajo de calidad si ha de preocuparse de estar pendiente, a la vez, como en un circo de tres pistas (pero actuando personalmente en las tres), de meter en la cárcel a Pinochet, a la X de los Gal, a la cúpula del Partido comunista chino, al general Franco, a media dirección del Partido Popular valenciano, a prácticamente cualquier etarra detenido en España, a corruptos convergentes catalanes, al Gobierno de Israel, al entorno de ETA y sus medios de comunicación, al general Mola, a algún alcalde catalán, a Barrionuevo, a Vera, a sindicalistas nacionalistas, a varios corruptos del PP madrileño… y a tantos otros hay una cuestión adicional, aneja a la preocupación que pueda generar que ese trabajo de instrucción no se haga bien por falta de tiempo (sobre todo si, además, ese súper-juez ha de tener horas en el día para su vida familiar, para ir de caza, para dar conferencias por todo el globo….), de enorme importancia: es peligrosísimo que tantas y tantas decisiones sobre la vida y libertad de tantas personas estén en las manos de una única persona. No es sano que nadie acapare tanto poder.
De hecho, la Constitución española es perfectamente consciente de que tal riesgo existe y es algo que ha de ser conjurado. Por ese motivo la función jurisdiccional está dividida en miles de jueces individuales, que conocen de los casos que les tocan a partir de un sistema de reparto que se basa en una distribución que tiene en cuenta al menos tres factores: el territorial, la materia objeto de análisis y la suerte (dentro de una misma materia y zona hay varios jueces y se supone que entre ellos se reparten los casos a partir de reglas de reparto que dejan en manos del azar la distribución última de los asuntos de que conoce cada cual). Una de las garantías constitucionales más importantes, el derecho al juez predeterminado por la ley, se basa justamente en la idea de que a una persona le juzgará el juez del órgano jurisdiccional que le toque a partir de la aplicación de estas reglas de reparto, que son previas y buscan garantizar un reparto que impida que todo se concentre en unos pocos jueces (o en El Juez) y que se pueda determinar de antemano qué juez conocerá de un asunto.
¿Cómo es posible, entonces, que todo le toque siempre (o casi siempre) a Garzón? Sencillamente, porque se lleva produciendo desde hace ya muchos años una triple perversión, que afecta a cada uno de los elementos estructurales del reparto. Una anomalía peligrosa que, llegados a cierto momento de descontrol, empieza a ser urgente que se repare. Y que tiene mucho que ver tanto con la propia naturaleza de la Audiencia Nacional como con algunas prácticas policiales viciadas y peligrosas.
– Territorialmente, la Audiencia Nacional, opera de modo excepcional al margen de la planta judicial ordinaria para ciertos delitos cuando se producen en más de una provincia. Para evitar solapamientos competenciales entre varias audiencias provinciales, en esos casos es competente la AN. ¿A nadie le llama la atención la facilidad con la que se considera de modo creciente que es competente la AN, a pesar de que se trate de delitos cometidos en una única provincia? Por ejemplo, y referido a los últimos shows, con delitos cometidos en la provincia de Barcelona, ¿qué pinta la AN investigando?
– Materialmente, la Audiencia Nacional tiene competencias, se cometan donde se cometan, sobre delitos de terrorismo y redes de crimen organizado (esencialmente narcotráfico). La idea era «alejar» ciertos casos del lugar donde correspondía juzgarlos en principio para evitar conflictos o situaciones que puedieran afectar a la independencia judicial. Esta quiebra se aceptó en origen en materia de terrorismo, por motivos obvios. Porque no apeecía mucho que los jueces que juzgaban a etarras vivieran en el País Vasco. Luego, por la vía de argumentar que solían actuar en más de una provincia, la AN acabó quedándose el narcotráfico y cualquier red organizada con una mínima implantación en más de una provincia. Pero de ahí a llegar a entender que cualquier grupo de personas organizadas para delinquir es «crimen organizado» media un abismo. Que cuatro tipos montando sobornos en la provincia de Barcelona se entienda que es «crimen organizado» y justifique que intervenga la AN es, quizás, pasarse de la raya.
– Por último, las reglas de reparto dependen de un sorteo y de qué juez esté de guardia cuando se haya de hacer una operación policial. Por esta vía la Policía y la Guardia Civil se han acostumbrado más de la cuenta (y esto pasa en cualquier provincia, pero por supuesto también en la AN) a pervertir el sistema, simplemente esperando a lanzar sus operaciones hasta que coincidan con la guardia del juez que más les gusta. Huelga decir que, además, el juez que más les gusta es aquél que menos cortapisas les pone. Son por lo demás fáciles de identificar: suelen tener, como El Juez, la cruz al mérito policial y todo tipo de distinciones policiales y políticas. Pero más fácil que eso es, simplemente, atender a un dato: son los jueces a los que, mágicamente, les acaba tocando siempre supervisar las operaciones policiales de más relumbrón.
Que El Juez acapare más y más operaciones no tiene nada que ver con la casualidad. Tiene que ver con que la Policía, la Guardia Civil y la Fiscalía quieren trabajar con Él y esperan a que Él esté de guardia, a que a Él le vaya a tocar, para poner en marcha operaciones. Tanto les gusta trabajar con Él, y tan receptivo saben que es a la hora de poner en marcha ciertas operaciones, que incluso, de modo creciente, empiezan a encargarle también la dirección de actuaciones contra casos de sobornos y recalificaciones de escala provincial y donde no aparece por ninguna parte el componente territorial que justifica la intervención de la Audiencia Nacional. Pero todo vale, y cada vez con más descaro, para que la rueda salvaje de legitimación populista en que vive instalado El Juez pueda tener materiales que deglutir. Aunque sea más trabajo del que nadie pueda humanamente llevar a cabo con un mínimo de rigor. Aunque suponga poner en riesgo principios básicos de la democracia y del Estado de Derecho. Aunque implique renunciar a garantías como la del juez legal predeterminado por la norma y a muchas otras. O precisamente por ello.
Analicemos brevemente qué consiguen los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado retorciendo hasta estos extremos las normas de reparto. Y pongamos como ejemplo la última operación, con una dudosísima base para que la AN sea competente:
– En primer lugar, manos libres para hacer casi lo que quieran, y un juez que les da luz verde a cambio de tener titulares seguros.
– En segundo lugar, una quiebra de la garantía constitucional en materia de duración de la detención, que ha de durar, según la Constitución, lo mínimo imprescindible para la investigación (y nunca más de 72 horas). A pesar de que este último umbral no es el límite sino un máximo infranqueable, las fuerzas policiales ya anunciaron desde el primer día que el juez les había dado permiso para detener hasta las 72 horas a los sospechosos, poniéndolos a disposición policial el viernes. ¿Era necesaria esta prolongación de la detención para la investigación? Huelga mencionar que, como es sabido, toda prolongación destinada únicamente a «presionar» a los sospechosos es ilegal y, de hecho, se equipara a la tortura.
– En tercer lugar, y frente a la ejemplar resistencia del juez catalán que lleva el caso Millet (¿alguien no ve lo curioso que un caso lo instruya un juez de Barcelona y en cambio este se radique en la AN?) a meter en la cárcel, por delitos económicos, a personas sobre las que el riesgo de fuga se presume mínimo y cuya capacidad de destruir pruebas es también nula, El Juez se lo monta de un modo totalmente distinto: a la cárcel. Porque sí. Y, recordemos, con el entusiasta apoyo de la prensa.
– En cuarto lugar, se ha autorizado un trato a los detenidos absolutamente degradante y que no tiene ninguna justificación (esposar a presuntos delincuentes que no han mostrado la más mínima intención de reaccionar con violencia o agresividad y de los que no hay forma de justificar riesgo de fuga alguno es una vergüenza impropia de un Estado de Derecho), así como su exposición pública, con la consiguiente «pena de banquillo» y «pena de telediario» que en no pocos países de nuestro entorno se considera inadmisible por ir radicalmente contra la presunción de inocencia.
Eso, de momento. Porque a la vista de episodios pasados uno puede esperar cualquier cosa en el futuro.
Se trata de una situación anómala y muy peligrosa en un Estado de Derecho. Contra el terrorismo, contra la corrupción, contra cualquier delito ha de reaccionar la sociedad y han de actuar, cómo no, los jueces. Pero todos ellos, según y cómo define la ley. Y siempre, por supuesto, con las debidas garantías.
43 comentarios en El Juez
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Es llamativo cómo los que vais de élite intelectual estáis en una misma onda, más preocupados por si los chorizos van o no esposados que de la cuestión de fondo, o sea, el dinero que se han llevado. Veamos, como ejemplo, lo que dice el gurú de La Vanguardia, y la llamativa sintonía del «centro» político del oasis catalán con esas posiciones:
http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20091031/53814733738/tratados-como-si-fuesen-terroristas.html
Comentario escrito por Català emprenyat — 31 de octubre de 2009 a las 4:39 pm
Con todo el cariño: pocas portadas de periódicos españoles has visto si crees que esa es una de las más escandalosas de la historia del periodismo español. Hombre, de las 50.000 más escandalosas, o 10.000 si comenzamos a contar sólo desde la muerte del Caudillo, pues quizás entra, pero aún queda mucho trecho para superar hitos como la portada de La Rázon con Carod Rovira estrechando la mano de un etarra y Zapatero de fondo, por poner sólo un ejemplo.
Un cordial saludo
Comentario escrito por Guillermo (LPD) — 31 de octubre de 2009 a las 5:38 pm
Eso no lo voy a discutir, desde un criterio periodístico y de seriedad en el tratamiento de los temas probablemente tienes toda la razón. Y no cabe duda de que la expresión que he usado sin duda es exagerada. Ahora bien, que de modo tan abierto un periódico, en portada, se deslice hacia el populismo de corte camisa-negra, es algo que yo no recuerdo desde «El Alcázar».
Con todo, he de reconocer que me he equivocado al focalizar en «Público» mis críticas. El editorial de «El País» de hoy es exactamente igual de vomitivo, aprovechando para tirar mierda contra el juez Juli Solaz, que ha demostrado hasta la fecha tener un comportamiento ejemplar y que, al contrario de lo que los tribunos del pueblo que desean meter a ancianos sospechosos de haber cometido delitos económicos (no de sangre ni nada semejante) pero todavía no condenados en la cárcel, se ha comportado de una manera intachable:
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Justicia/discrecion/elpepuopi/20091031elpepiopi_1/Tes
En cuanto a lo que comenta Català, el artículo de Juliana me parece muy interesante, como siempre. Y apunta muy bien por dónde van los tiros. Y, sí, quizás es indicativo, sobre todo, de dónde están empezando a situarse las clases medias ilustradas, el centro político, las elites socioeconómicas (del oasis y de fuera del oasis)…
Yo no sé si será o no significativo lo que piense yo, lo que escriba Juliana, lo que los colegios de abogados de España están haciendo. Pero quizás a los medios de comunicación y a los partidos políticos les debiera interesar algo más atender a qué está ocurriendo por ahí. Y a qué motivos hay para ello.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 31 de octubre de 2009 a las 5:58 pm
A mi me da un poco de pena el pobre Macia Alavedra, supongo que porque mis recuerdos de infancia incluyen un chiste en el que salía, a pesar de que nunca supe quien era. Y que lo tengan que esposar para que Público demuestre que aquí a los corruptos se los trata a todos igual (es decir, con poca delicadeza) pues es una putada.
Yo diría que si hace 20 años ya era secundario de chiste, hoy se merecería portadas puramente suyas, y no segundas partes de portadas que, además, eran veraniegas!
Comentario escrito por Johnnie Alemania — 31 de octubre de 2009 a las 6:34 pm
Lo de «El Juez» existe desde hace mucho, y no sólo con Garzón. Ha habido varios jueces que se han hecho famosillos, y tienen todos algo en común: hacen lo que la policía les pide, y como los milicos no son tontos, en muchos partidos judiciales ya se sabe que las autorizaciones de entrada en domicilio o las intervenciones telefónicas se piden siempre al mismo (¿para qué perder el tiempo con otro?, y el día de los ángeles custodios, el jefe superior de policía le pone una medalla. Hay -insisto- muchos casos, aunque el de «El Juez», por reiteración e intensidad, no tiene parangón y se constituye en paradigma del detestable fenómeno.
Para Català: eso es precisamente lo que no entiende mucha gente, que la «cuestión de fondo» no es el dienro que se han llevado, sino el respeto a las garantías individuales, que -conviene recordarlo- no admite gradación: si deja de haber garantías para algunos (porque son muy malos y muy corruptos), no las habrá para nadie. Sé que es difícil de entender para ciertas mentalidades simples, pero es la pura verdad. Lo siento.
Comentario escrito por Luisa — 31 de octubre de 2009 a las 7:12 pm
La verdad es que creo que tenéis toda la razón en señalar que he exagerado mucho al calificar la portada. No sólo en lo periodístico, sino en lo político y en lo ético.
También es cierto que, probablemente, eso no hable demasiado bien del país.
Gracias por las correcciones.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 31 de octubre de 2009 a las 7:13 pm
Por cierto, Johnnie, acabas de dejar clarísimo por qué a ciertas personas nos indigna ese trato. Te cito textualmente:
«…aquí a los corruptos se los trata a todos igual».
Ese trato es indecente porque provoca que, al igual que te ocurre a ti, el mero hecho de ver a unos tipos en comisaría, detenidos durante días, enviados a la prisión, esposados, etc. genera en todo el mundo la sensación de que, en efecto, son unos corruptos. Y eso está todavía por demostrar. No puede ser que, sin ninguna necesidad, se aplique la escenografía del condenado a alguien que es mero sospechoso y que todavía ha de ser juzgado.
Al margen de que cualquier persona normal entiende que el Estado no ha de someter a malos tratos, ni físicos ni psíquicos, a nadie salvo que haya una causa justificadísima y no exista una alternativa menos lesiva.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 31 de octubre de 2009 a las 7:17 pm
La verdad es que es para descojonarse con la gente del Derecho. ¿Qué se supone que hay que hacer, dejarlos que anden tranquilos por la calle, esperando a un juicio dentro de 10 años donde saldrán libres por defectos de forma y que mientras tanto puedan ocultar lo robado? Manda cojones con tanto garantismo y tanta tontería. ¿Qué pasa, que aquí nadie se fía de la policía y los jueces?
Comentario escrito por el Otro — 31 de octubre de 2009 a las 7:21 pm
Pues a mí me ha encantado el editorial de hoy de La Vanguardia, muy en línea con la tradición de responsabilidad de la casa: un poco de Blair, y un poco de falta de valores en las aulas.
La Consellera de Justícia y el TSJC, por otra parte, también han hecho un glups a costa del show mediático de las esposas.
En cuanto a la prisión incondicional, el propio anti-juez dice en su auto que no existe riesgo de fuga, ahondando en esa sustitución de la aplicación de la justicia por shows ejemplarizantes.
En fin: a ver si el TS se lo cepilla de una vez y le podemos ver encabezando una candidatura con Rosa Díez y Marichalar para regenerar de una vez todo esto.
Saludos,
Comentario escrito por popota — 31 de octubre de 2009 a las 7:21 pm
Hombre, pues que nos expliquen tanto Andrés como Luisa los motivos por los que, sabiendo que tienes a un delincuente pillado y que si le pones escuchas y le metes 3 días en el calabozo te va a cantar la traviata vamos a arriesgarnos a que nos toque un juez tiquismiquis. Se esperan un par días y todos sabemos, en cada Audiencia, a quién buscar. Tenemos las escuchas autorizadas, un poquito de presión en calabozo (que manda cojones que los abogados empiecen a decir que es tortura el mero hecho de tenerlos allí unas horitas, un día de estos será tortura hasta detener a un delincuente, joder) y un chorizo menos en la calle.
Comentario escrito por policia — 31 de octubre de 2009 a las 7:25 pm
¿Policía, te suena eso de que nadie es culpable hasta que no se demuestre lo contrario? Pues es uno de los engorrosos trámites del estado de derecho, y que marca la diferencia entre «tener un delincuente pillado» -algo que no puede hacer un policía, ni un taxista- y la defensa de los derechos fundamentales de las personas.
Saludos,
Comentario escrito por popota — 31 de octubre de 2009 a las 8:12 pm
Hola Andrés, buenas noches
El trato que recibe esta gente no es correcto, pero no es correcto para nadie. Ni para los que entran en los Juzgados por robar una cartera ni para los acusados de violencia de genero. Aunque me parece fácil elegir un cabeza de turco, un juez egolatra, quiza humanamente chapucero y convertirlo en objeto de un ataque que debería ir dirigido a toda la plantilla judicial, a la que en la mayoría de los casos se la bufa todo y hace gala de un corporativismo más que sospechoso.
Pero la infantería – o sea el vulgar pueblo – agradecería este furor justiciero, esta santa indignación, estos colegios de abogados en pie de guerra cuando :
– Cualquiera puede echarse más de dos años de prisión provisional, sin necesariamente haber matado a nadie y con un riesgo mínimo de fuga, basicamente porque no tienen a donde ir y, muchas veces, si se fueran , nos haríana un favor
– Cualquiera puede cometer un delito y tardar años en ser juzgado y , cuando finalmente es sentenciado , su situación puede haber cambiado tanto que la aplicación de la condena sea una autentica e inutil putada. Dejando la solución al problema en manos de «la ley es la ley» y del Ministerio de Gracia.
– La figura del Juez se aproxima a la de Dios en la tierra. Solo responden ante su conciencia y de nada son culpables. Y si se equivocan ya lo arreglará el Supremo.
– Su elección y reparto por esta tierra depende de criterios, cuando menos dados a la suspicacia. Como ejemplo el escandalo de los repartidores de Justicia de Nules – Castellón. ¿Nueve? jueces en seis años y ahora tenemos un posible «juez medicamento» . O los Jueces de asuntos económico-Administrativos, con los casos que nos ilustras día si/ día tambien. Y no pasa nada.
Y con esta base del sistema, podrido desde la base, ¿Debe preocuparnos que las elites se indignen,alarmen y toquen a rebato cuando son las elites las padecen al sistema? ¿ Debe asustarnos que la policia recurra a los sistemas que utilizan las elites para buscarse , ellos tambien, los jueces más benevolos? ¿Podemos tomarnos en serio un sistema que necesita dos jueces de la AN, varios forenses y una semana de trabajo para no aclarar si un mozalbete somalí que va a ser liberado si ó si cuando se resuelva un secuestro tien diecisiete años y 11 meses ó dieciocho años y un día?
¿Hasta cuándo, Justicia, vas a abusar de nuestra paciencia?
Comentario escrito por galaico67 — 31 de octubre de 2009 a las 9:16 pm
Si Garzón fuera equivalente en algo a Pío Moa, sería, desde luego, el mejor juez de España. Pero no tiene nada que ver. La realidad es que la corrupción es el signo más distintivo de la política española actual, con mayor relevancia en Cataluña y Andalucía. Es un cáncer que corroe la democracia, aunque hay mucha gente que se siente tan a gusto en ella.
Comentario escrito por Sobrarbe — 01 de noviembre de 2009 a las 11:10 am
«Al margen de que cualquier persona normal entiende que el Estado no ha de someter a malos tratos, ni físicos ni psíquicos, a nadie salvo que haya una causa justificadísima y no exista una alternativa menos lesiva.»
Por curiosidad malsana Andrés, ¿en qué casos justificadísimos en la que no exista una alternativa menos lesiva el Estado puede someter a malos tratos físicos o psíquicos?
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¿Crees que prosperará lo de Manos Limpias y se acabará llevando por delante al de Jaén?
Saludos.
Comentario escrito por Jaime de Andrade — 01 de noviembre de 2009 a las 12:03 pm
Pues yo como Revilla: encantado de que aparezcan esposados..
Es más, les ponía un traje de rayas, les metía en una jaula rodante y les daba una vuelta por la Castellana o la Diagonal.
Y que quieres que te diga, lo que pensamos todos: que Garzón es un mal necesario como lo es la Audiencia Nacional. ¿Nos podemos imaginar como sería la instrucción -si la hubiese- del Juez- de Santa Coloma de Gramanet o la del Juez de Nulles si le diera por investigar a Carlos Fabra, cuando resulta que es íntimo amigo de su papa?
Así que cada vez creo menos en el principio del juez ordinario predeterminado por la Ley, porque la independencia es imposible. No hay más que ver el terrible y provocador desatino prevaricador del Juez de La Rúa -ya se sabe, más que amigos- dictando un auto de SOBRESEIMIENTO LIBRE, cuando este tipo de sobreseimientos debería de saber que jursprudencialmente no han de utilizarse nunca.
en el caso Camps.
Alegret
Comentario escrito por alegret — 01 de noviembre de 2009 a las 9:26 pm
Santa indignación por la pena de telediario de los señoritos presuntos. Me viene a la memoria el caso de 2 personas condenadas por violación y cumpliendo pena en prisión. Tras unos cuantos años de cárcel se verifica que no fueron los autores del delito, pero siguieron en prisión unos añitos más; de hecho uno murió antes de que les dejaran salir. Claro que ellos eran inmigrantes marroquíes. Al que salió vivo seguro que le hará gracia saber que ahora hay mucha gente preocupada por las garantías procesales de nuestra Justicia. Lo curioso es que de esto sólo se habla cuando las «víctimas» llevan corbata y forman parte del establishment. Cuando forman parte del poder.
Comentario escrito por Ruiseñor — 01 de noviembre de 2009 a las 11:46 pm
Gracias por los comentarios, y especialmente a Luisa y policía, cuyas aportaciones sirven para que quienes no viven en su día a día cómo funcionan estas cosas comprendan hasta qué punto es frecuente esa «búsqueda del juez más apropiado» por parte de la policía. Y, a partir de ahí, es evidente cuál es la razón de que tantos y tantos casos esenciales, en la Audiencia Nacional, le toquen a El Juez.
Por otra parte, creo que conviene aclarar que, por supuesto, las críticas a este tipo de conductas no se producen sólo cuando afectan a tipos importantes. Afortunadamente, en España, ha habido colectivos de juristas (abogados, jueces, fiscales) que han luchado desde hace años por las garantías y gracias a los cuales ahora la situación es mucho mejor. Ocurre que hay un riesgo cuando estamos con casos como estos, como demuestran las posiciones de alegret, Johnnie o el ínclito Revilla: que se inflame la vena justiciera y no sólo olvidemos todo se esfuerzo sino que empecemos a justificar cierto modo de actuar.
No sé si me explico. ¿Por qué creo que es importante decir ahora estas cosas? Porque, al margen de la notoriedad de los hechos y de los imputados, las quiebras que se producen con los choricillos de poca monta no suelen ser justificadas por nadie. Todos las podemos ver más o menos graves, nos preocupan más o menos, pero a nadie se le ocurre justificarlas. En cambio, como estamos viendo estos días, cuando los afectados son supuestos terroristas, violadores o corruptos famosos parece que todo vale. Y esa retórica legitimadora de los excesos, más peligrosa que los excesos en sí, es lo que creo que obliga a responder.
En cuanto a las preguntas de Jaime de Andrade, no tengo ni idea de si prosperará lo de Manos Limpias. No conozco con una mínima profundidad el asunto. Sí creo que la querella que le ha presentado el ICAM, al menos, debiera prosperar. Y, en general, el «feeling», que diría Guardiola, no es que El Juez vaya a estar muchos más años instruyendo en la AN. Pero eso es una sensación mía sin ninguna base más allá, ya digo, del «feeeling».
Por último, por supuesto, hay casos en que el Estado puede someter a sufrimiento físico o psíquico a sus ciudadanos, por no haber una alternativa viable menos lesiva. Por ejemplo, con un detenido que ha demostrado agresividad, donde sí estará justificado esposarlo. El problema es cuando se adoptan estas medidas lesivas siendo de todo punto evidente que se pueden lograr los mismos objetivos (evitar la huida y asegurar la integridad física de los agentes) empleando otras alternativas.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 02 de noviembre de 2009 a las 9:08 am
¿Sabes, Andrés, que los leguleyos (y vuestros hijos bastardos, los políticos legisladores) sois uno de los colectivos más odiados por la sociedad?
Quizá tenga algo que ver esa obsesión vuestra de garantizar al supermáximo los derechos del presunto delincuente, obviando al hipermáximo los derechos de la presunta víctima (salvo si se trata de violaciones, maltratos o asesinatos «de género»; ya sabemos que ese no es tu caso, Mr. Boix). Por no mencionar el gran cuelgue de marihuana que soléis sufrir con vuestra dialéctica: «los que justificáis que los chorizos aparezcan esposados, no os dais cuenta de que eso conducirá a que la policía instale cámaras en vuestra taza del váter».
Pero, claro, la gente es una pobre ignorante, mientras que vosotros sois los grandes gurús nacidos para educarlos convenientemente. Democracia, sí, pero sólo cuando se acepta democráticamente lo que decís. En caso contrario, es demagogia que graciosamente nos hacéis el favor de denunciar.
Comentario escrito por bocanegra — 02 de noviembre de 2009 a las 10:49 am
Como aspirante a juez, creo que todos los que tenemos la función jurisdiccional como meta en la vida sentimos el ordenamiento, y las garantías que le son propias, como algo propio, intocable e inherente a nuestra conciencia personal y profesional. Llamadme idealista, soñador o inconsciente, pero todos al menos arrancamos así.
Como amigo de varios policías (tanto locales como nacionales), todos aseguran lo mismo: si se respetan total y escrupulosamente la letra y las garantías legales y constitucionales, es casi imposible «trincar a los malos». Paso del discurso más espiritual al más crudo y terrenal.
Comentario escrito por piterino — 02 de noviembre de 2009 a las 10:54 am
Gracias, bocanegra, por reconocerme cierta coherencia en la hipertrofiada, a tu juicio, defensa de los derechos de los sospechosos. Que, como nadie está excluido de poder ser así considerado un día de estos, es en realidad defensa de derechos de los ciudadanos.
Dicho lo cual, tienes toda la razón en que los juristas hemos sido incapaces de lograr que las razones que a nosotros nos hacen tener por razonables e imprescindibles estas garantías sean comprendidas por el resto de la población. Es algo que he reconocido una y mil veces en este bloc. De hecho, es una de las razones por las que lo escribo: tratar de «exportar» a la sociedad cierta luz sobre la manera en que vemos los juristas las cosas y las razones de que así sea.
Ahora bien, de igual modo que me parece fantástico que mis posiciones se rebatan y cuestionen, creo que también ha de aceptarse que yo (y en general el mundo del Derecho) pueda opinar también. Incluso hacerlo con virulencia cuando se trate de aspectos que entendamos que lo requieren. Y que no se pretenda que, si nuestra visión no coincide con la del cuerpo social, hayamos de acomodarnos a ella porque sí (del mismo modo que nadie aceptaría, digo yo, que nosotros pudiéramos imponer a nuestro gusto lo que pensamos).
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 02 de noviembre de 2009 a las 12:12 pm
Hola Andrés;
Es una alegría encontrar un lugar donde se produzca un debate y un analisis sosegado y fundamentado a la realidad actual.
Como tú percibo cada día esto que comentas, pero que no sólo pasa con nuestro Juez campeador -ese que veia amanecer- más cercano a las historietas del Oeste que a una democracia europea avanzada, sino que a pequeña escala cada vez es más habitual que existán practicas poco respetuosas con los derechos fundamentales.
Uno sabía que cuando tocaba un tema economico de Audiencia Nacional el tema podía acabar de cualquier manera -con gente con delitos leves pasandose 72 horas en prisión preventiva, con escuchas en moviles…-, y sobre todo con muchas pruebas recabadas sin ser empleadas… Y con una falta de fundamentación juridica cercana a lo risible ya que el Juez no sabe nada de contabilidad ni de finanzas y está alo que diga el Fiscal…
Además los delitos economicos son muy complejos, donde a veces algo que parece incorrecto es correcto, o legal… ¿cuantas veces algo que puede parecer ilogico es legal -p.e. en el ámbito fiscal -?
En fin, confio en que al Juez lo manden al TS -aunque a la sala de lo militar- o a un Tribunal Internacional -eso si donde no haya que estudiar mucho…- y nos deja en paz.
Comentario escrito por Alberto — 02 de noviembre de 2009 a las 12:14 pm
«Por último, por supuesto, hay casos en que el Estado puede someter a sufrimiento físico o psíquico a sus ciudadanos, por no haber una alternativa viable menos lesiva. Por ejemplo, con un detenido que ha demostrado agresividad, donde sí estará justificado esposarlo.»
Creo que aquí hay una confusión de concepto. El esposar aun detenido ó no tendría que ser una cuestión de procedimiento, si ya no lo es. No puede dejarse a la interpretación de un funcionario si un preso es peligroso para el funcionario, para el mismno ó si va a intentar cualquier cosa y poner en riesgo a terceras partes. A no ser que la clarividencia esté entre las facultades de los policias. A no ser que consideremos que, claro, como son gente bien y es un delito económico con una pena de chichinabo y una vez salgan en libertad provisional van a seguir viviendo de puta madre y no se van a fugar ni evidentemente , a suicidarse por la verguenza, como unos orientales cualesquiera. Puede que sea un poco peliculero, pero en yankilandia, cuando te detienen , irremediablemnte te esposan. No son taxistas llevando a un cliente. Si estoy equivocado, agradecería que me corrijieran.
Otro tema es si se pueden ó deben seguir usando esas amanillas del far west ó sustituirlas por otras más «comodas», pero creo que todos nos sentimos más «iguales» sabiendo que nos van a tratar a todos igual, esposadicos por detrás, independiemente del rolex ó el casio. Lo contrario lleva a que una de las partes siempre vaya con las manos en los bolsillos y la otra, depende..
Aparte es la «humillación» de que te graben recogiendo tus pertenencias de una bolsa de basura, que si que son imagenes prescindibles del todo.
Y, de verdad, los juristas apareceis como marcianos, preocupados de detalles que siempre favorecen a los que pueden pagarse la mejor defensa, mientras los demás ven un sistema que no funciona, arbitrario desde el juez de pueblo hasta el de la AN, y en el que somos meros subditos.
saludos
Comentario escrito por galaico67 — 02 de noviembre de 2009 a las 3:00 pm
Buenas,
yo no soy jurista ni nada parecido pero estoy bastante alucinado por cómo la gente se salta el derecho a la presunción de inocencia. Que sí, que tiene toda la pinta de que estos tíos han robado, pero cuando están entrando a declarar son inocentes, señores!
Se empieza saltando los derechos de estos politicastros, porque se lo tienen merecido, coño, pero el día que nos toque a nosotros qué vamos a hacer? ¿Alguien duda de que algún día le puede tocar? Igual te hacen soplar un día y el alcoholímetro está estropeado y das positivo… ¿eres inocente o eres culpable? ¿Te gustaría que hubiera un equipo de «Callejeros» en ese momento y salieras retratado en toda España? ¿Te gustaría que los policias te presionaran para confesar que habías bebido?
Vaya, no sé si el ejemplo es muy acertado, no se me ocurre algúna situación donde cualquier persona pudiera estar involucrada, pero bueno, está claro que si no protestamos cuando le afecta a otros (por muy ladrones que sean) nadie nos ayudará cuando nos toque a nosotros.
Saludos
Comentario escrito por Rrr — 02 de noviembre de 2009 a las 3:25 pm
En fin, que vistos algunos comentarios es evidente la necesidad de artículos como el presente, y previsible su escaso éxito entre la concurrencia. Esto está perdido.
Comentario escrito por l.g. — 02 de noviembre de 2009 a las 3:44 pm
Es muy gracioso el análisis que hace Arcadi Espada del auto de Garzón que envía a la cárcel a Prenafeta y Alavedra:
http://blogs.elmundo.es/elmundo/2009/10/31/elmundopordentro/1256986768.html
La verdad es que estaría muy bien que se pusiera a desentrañar el auto por el que envía a la cárcel Garzón a Otegi y Cia.
Señala una cosa en la que tiene toda la razón. Esto es lo que se hace, en medio del aplauso general, con luz y taquígrafos. Imaginad qué tipo de cosas pueden pasar a veces cuando no hay atención mediática sobre un asunto.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 02 de noviembre de 2009 a las 6:41 pm
Hombre, está muy bien que alguien me lea con gran atención y me saque la paja del ojo, se agradece.
Yo respeto la presunción de inocencia, estoy de acuerdo con que esas personas tienen derecho a una defensa y que, en caso de no que no se pruebe su culpabilidad tendrán que ser puestos en libertad y quizás incluso tengan derecho a una reparación adecuada. Eso, entiendo yo, es respetar la presunción de inocencia.
Llamar corrupto a un tío en un blog no tiene nada que ver con la presunción de inocencia. Si acaso tiene que ver con la libertad de expresión, la mía, y con creerme capaz de emitir un juicio de valor porqueyolovalgo y que alguien me escuche. Y si el TS o el TC o el TSJV han dictaminado sentencia diciendo que la presunción de inocencia de Millet mola más que mi libertad de expresión, ruego me corrijan.
Y ruego también que se publique un post en este mismo blog justificando tal atentado contra mis derechos fundamentales, sobre todo a la vista de lo poco que le va a importar a un presunto corrupto que yo lo llame corrupto (ni siquiera corrupto de mierda) y lo mucho que me va a importar a mi tener que circunnavegar la acusación cada vez que me salga de las teclas llamar, a un presunto corrupto, corrupto (y no, no es que me importe mucho, pero seguro que me importa más a mi que a él).
Comentario escrito por Johnnie Alemania — 02 de noviembre de 2009 a las 7:12 pm
Totalmente de acuerdo con el artículo de Andrés. Respetar las reglas del estado de derecho no significa ser blando con las élites, ni poner palos en las ruedas de la investigación, yo diría que más bien al contrario. En este caso, en lugar de estar todos (prensa, analistas y los que seguimos las noticias) leyendo o investigando los detalles de las posibles operaciones ilegales, estamos enfrascados en discutir sobre la legalidad de la detención, el trato humillante y la capacidad del juez para escribir un mínimo párrafo coherente. A ver si aprendemos de una vez que no hay atajos ni en la persecución del terrorismo ni en el de la corrupción. Convertir los casos en un circo de tres pistas no ayuda en nada.
Comentario escrito por Jordi P. — 02 de noviembre de 2009 a las 11:37 pm
El Juez, como aquel señor pequeño y con bigote, también opina que esos de la ONU no se enteran:
http://www.gara.net/paperezkoa/20091104/164866/es/Garzon-carga-contra-ONU-calificar-arbitraria-detencion-Landa
Comentario escrito por popota — 04 de noviembre de 2009 a las 2:01 am
Un ejemplo de como el Juez está siendo copiado, fijaos en el detalle de detener a la persona que al final es una testigo… o un año con el telefono pinchado… incomprensible
http://www.elpais.com/articulo/Galicia/implacable/juez/San/Jose/elpepuespgal/20091104elpgal_14/Tes
Comentario escrito por Alberto — 04 de noviembre de 2009 a las 9:53 am
Johnnie, creo que estás muy confundido desde el principio. Nadie te niega el derecho a pensar que alguien es un corrupto. O incluso a decirlo (aunque en eso, si lo haces en público, es mejor que tengas cuidado y sólo lo digas con pruebas). Lo que aquí se está criticando, y en concreto critica Andrés, como creo que cualquier entiende, no es lo que tú pienses, dejes de pensar o digas. Es la actuación estatal que, sin duda, tiene bastante que ver con lo que piensas y con cómo se ha acabado formando tu convicción de que este tío o ese otro son unos chorizos. A eso es a lo que no hay derecho.
Respecto del otro comentario de ahí, argumentar que el daño que se haga da igual porque si luego les absuelven se les puede indemnizar, la verdad, no es muy serio. ¿No es mejor y más sencillo evitar el daño?
Comentario escrito por Clara M. — 04 de noviembre de 2009 a las 11:47 am
Pero, ¿acaso habría derecho a que yo me formara la convicción de que son unos chorizos en el caso de que lo fueran? Quiero decir, ¿creemos o no creemos en que un ladrón se puede rehabilitar? ¿le estoy negando el derecho a rehabilitarse al Violador del Eixample II por llamarle Violador del Eixample II? Yo no creo que haya diferencia en el daño moral producido a una persona por el hecho de estar diciendo la verdad y no creo que sea nada justo machacar a alguien públicamente por tener una sentencia firme en su contra. Y decir que, como es culpable «él se lo ha buscado» es ya darle al poder judicial una autoridad sobre lo que debemos pensar y cómo debemos actuar que se acerca mucho al autoritarismo que tantas veces se denuncia en este blog.
Además, Andrés comenta que es injusto aplicar la escenografía del condenado a un simple acusado, pero yo la escenografía del condenado sólo la he visto en las películas. El que sale con la capucha rodeado de periodistas y lo meten en un coche para que el mundo entero opine que es un corrupto aunque «parecía un chico normal» o lo que sea es, y siempre ha sido, el acusado.
Igual tenéis razón, pero sacar este tema ahora cuando todos los acusados han sido tratados así siempre me parece, como tantas otras cosas, oportunista (la semana pasada en TeleMadrid acusaban a TV3 de no sacar las imágenes de los detenidos, por poner otro ejemplo). Yo, ya puestos, propondría una «Ley de defensa del imputado» que acabara con todas estas actitudes intolerables, pero en todos los casos, no sólo con los políticos*.
Saludos,
*Soy consciente de que en el caso que nos ocupa se cometió una injusticia adicional, al exponer a los presuntos corruptos en una situación extra que no les tocaba.
Comentario escrito por Johnnie Alemania — 06 de noviembre de 2009 a las 6:11 pm
Johnnie,
La información de Telemadrid me parece incorrecta. Creo que las imágenes se han visto en TV3, es más, de lo que estoy seguro es que el otro día sacaron unas escenas de otros acusados, por delitos comunes, en situaciones similares como ejemplo de que la situación actual no era nueva y antes nadie se había quejado. Yo te diría que si en TV3 hubiera una intención, en el sentido del que apunta Telemadrid, pasarían imágenes del traslado a todas horas ya que cada vez que se ven perjudican a la acusación. Tal vez la novedad del caso actual es el escenario, verlo en la Audiencia Nacional no es lo mismo que en un juzgado provincial y también el hecho de ver a personas mayores, sin ninguna evidencia de fuga, esposados.
Yo en definitiva diría que la injusticia adicional es independiente de la culpabilidad o no del acusado (ya que no ha sido juzgado en el momento en que se produce y si fuera posteriormente culpable la pena sería de cárcel no de exposición pública). Por todo ello se debería respetar totalmente los derechos de privacidad de los acusados en este aspecto, creo que además es una cuestión legalmente regulada.
Comentario escrito por Jordi P. — 06 de noviembre de 2009 a las 11:20 pm
Aquí hay otra cosa que apunta Andrés pero casi nadie más ha resaltado, ¿qué coño hace la Audiencia Nacional y Garzón investigando un asunto del que son manifiestamente incompetentes? Al igual que lo de Millet lo lleva un juez de Barcelona esto debiera juzgarse allí. Se trata de una usurpación de funciones jurisdiccionales brutal y dictatorial, buscada por el Fiscal y la Policía. ¿Pero qué pasa aquí? ¿A cualquiera puede venirnos Garzón con sus obsesiones a meternos en la cárcel?
Comentario escrito por Juanita Calamidad — 07 de noviembre de 2009 a las 8:13 am
Gracias por el comentario, Jordi. Vi lo de Telemadrid en «Alguna Pregunta Més?» y no sabía si era cierto o no, pero, como digo, me pareció propio del oportunismo que reina en estos tiempos.
Yo venía a comentar que lo de Matas es un asalto a la intimidad y una vergüenza, que ahora toda España sepa que el tío tenía 8 teles en su pequeño Buckingham a pesar de no haber sido siquiera imputado.
Saludos,
Comentario escrito por Johnnie Alemania — 07 de noviembre de 2009 a las 1:23 pm
Juanita, ya se ha comentado por ahi arriba. Si tu robas en Barcelona pero tienes un socio y cooperador necesario es de Matalascañas, donde invierte lo robado y con ello compra a otro tio de Ponferrada, a Audiencia Nacional ya tiene tajo. Que no sea lógico y/o adecuado es otra cosa. Que hubiera que abrir tres procedimientos, uno en Barcelona por robo, otro en Matalascañas por receptación y otro en Ponferrada por cohecho y trasladarlos de un sitio para otro en función del juicio, sería, cuando menos ameno. Otra desventaja de que viajemos en avión y tengamos internet. Esto a Curro Jimenz no le pasaba.
Para esto creo que se inventó lo del «delito federal» y «tribunal federal», pero su uso y parecido con la AN deben ser similares al huevo y la castaña.
Asi que si delinques en casita ó no te buscas socios en otra Comunidad, duerme tranquila, Garssonón no te sacará de la cama
Comentario escrito por galaico67 — 07 de noviembre de 2009 a las 1:34 pm
Sobre las escuchas, Gara recoge algunas opiniones aparecidas últimamente:
http://www.gara.net/paperezkoa/20091113/166354/es/Sitel-Gresca-PSOE-PP-sistema-para-malos
Comentario escrito por popota — 13 de noviembre de 2009 a las 8:35 am
Entiendo tu postura Andrés sobre la innecesidad de la prisión incondicional de estos ancianos y de que entren esposados. Si bien también creo que todos estamos opinando sobre la necesidad o no sin conocer los datos del sumario que de momento es «secreto».
Pero a mi no me parece que los argumentos sean validos cuando cada día en un juzgado entran detenidos esposados por la misma puerta que entran los invitados de una boda civil. Cuando el detenido esposado está el banco de la puerta de cualquier juzgado a la vista de todos( del cartero que viene con las cartas y del perito de un juicio civil).
El ser delito económico y ser ancianos no debería justificar un trato diferente, el acusado de un hurto pequeño ha obtenido de ser declarado culpable mucho menos beneficio.
En definitiva creo que debería abrirse un debate sobre el trato a acusados y victimas porque actualmente empleamos los mismos sistemas que en el siglo pasado.
Saludos
Comentario escrito por Vicki — 13 de noviembre de 2009 a las 11:56 am
De las respuestas a un articulo del Escudier
http://www.elfarodecantabria.com/article.php3?id_article=57240
Si esto no es para acordarse de la madre que parió a los jueces y a los abogados….a ver cuando sale el Colegio de abogados de Cantabría quejandose de la desproporción de la ley y poniendo de chupa de domine a su Audiencia…
A estos no se le sobresee nada, ni se les deja responder a lo Camps..
Comentario escrito por galaici67 — 14 de noviembre de 2009 a las 7:58 pm
Siempre se ha dicho que nuestro sistema penal castiga más al que roba una gallina que al que distrae miles de millones.
De todos modos, no hay que alarmarse, la solución ya está en camino. El Gobierno, con el presumible apoyo del PP, al igual que hicieron antes, en 2006, en 2005, en 2003, en 2000, en 1998… sucesivos gobiernos con el leal apoyo de la oposición, sigue en la brecha de reformar el Código penal:
http://www.la-moncloa.es/ConsejodeMinistros/Videoteca/_2009/131109-consejov.htm
Y, como siempre, respondiendo a lo que pide público y crítica, con muchos más delitos nuevos de trinki y penas más largas para cualquier ilícito.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 15 de noviembre de 2009 a las 10:10 am
No es una cuestión de huevo, es una cuestión de fuero…echo de menos a los letrados indignados por tamaña desproporción y por aplicar, dentro de su magnanimidad, toda la severidad que dan las circunstancias. Aunque , alomojo, les parece lógico encerrarlo no sea que vuelva a robar aceite y a empujar a una cajera, cosa que los «MilletEs» y «CampEs», nunca harían, porque son buena gente.
Y en relación a esa reforma «ad hoc», te respondo lo mismo. A ver cuando empieza la protesta de los abogados y un plante de los jueces para protestar con toda su firmeza por ello.Venga, aclaren sus tonantes gargantes y clamen( mos ) todos a una…
Una birra a que no dicen ni mú. Más faena para todos..
PD.- A un Juez deberían decirle lo que cuesta encerrar a un fulano un año. O ,alomojó también, lo que pretende es que se desintoxique en la trena y le esta haciendo un favor
Comentario escrito por galaici67 — 15 de noviembre de 2009 a las 12:25 pm
El Vídeo de la intervención del juez, para todos aquellos que lo habéis reclamado, en al akelarre a las libertades y el principio de legalidad montado en su honor en mi Facultad:
http://www.uv.es/legalskills/audiovi/mediateca/mediatecadret/Entradas/2009/10/21_Jornadas%2C_justicia_o_impunidad__La_jurisdiccion_Penal_Universal_a_debate.html
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 20 de noviembre de 2009 a las 4:41 pm
<p>Pero, EL JUEZ, ¿cobró o no cobró por la conferencia? Y, si cobró, la pregunta clave aquí es: ¿CUÁNTO?</p>
<p>Porque la charla, la verdad, es jurídicamente inane. No dice NADA ni justifica NADA que tenga jurídicamente la más mínima complejidad. Son todo lugares comunes muy generales.</p>
Comentario escrito por Juanjo Celma — 21 de noviembre de 2009 a las 9:10 am
Parece que Garzón se va. Después de más de tres décadas en la Audiencia Nacional.
http://www.elpais.com/articulo/espana/Garzon/pide/traslado/Corte/Penal/Internacional/elpepuesp/20100511elpepunac_12/Tes
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 11 de mayo de 2010 a las 2:40 pm