Cargas policiales y proporcionalidad

Ante el show que tenemos montado en Valencia (que de momento está todavía en la fase de espiral creciente, esperemos que por poco tiempo) parece que toca recordar una serie de obviedades sobre la labor policial en materia de orden público. El hecho de que haya cuatro o cinco ideas relativamente sencillas y sobre las que todos estamos de acuerdo en este tema no convierte este asunto, sin embargo, en fácil, porque el paso de la teoría a la práctica es especialmente comprometido en algo de naturaleza inevitablemente viscosa como es el empleo de la violencia, donde los límites no son claros y las soluciones llega un momento en que son todas (o casi todas) malas, siendo la clave cuál sea la menos mala de todas. Pero al menos puede ayudar a analizar con algo de calma qué está pasando y permite encuadrarlo un poco. Tratando de explicar todo con sencillez, y sin saturar con referencias jurídicas, pues estas ideas están suficientemente consolidadas, allá va un resumen en 5 ideas:


1. La policía, en ocasiones, no tiene más remedio que aplicar ciertas dosis de violencia para mantener el orden público. Ello puede incluir desde acciones muy poco lesivas (impedir el paso a cierta zona, empujar, llevarse a alguien por la fuerza…) a otras mucho más agresivas, como por ejemplo una carga policial porra en mano. La cuestión es que, siempre, y en todo caso, se ha de optar por aquella solución que sea menos conflictiva para los intereses en juego. Para todos ellos (orden público, derechos de todos, riesgos para la seguridad de las personas latentes en una decisión u otra…). Y, por supuesto, dado que la violencia es siempre especialmente problemática y potencialmente generadora de más violencia, hay que evaluar muy cuidadosamente si el recurso al palo vale la pena, por liquidar un problema, o puede fácilmente agravarlo. Meter la porra tiene que ser un recurso extremo, cuando no haya más remedio y esto es algo que desgraciadamente en España distamos de tener claro.

2. El Derecho, en general, tiene bastante claro que esta idea de empleo de la alternativa menos lesiva y cierta contención en el uso de la compulsión física, sea en el grado de intensidad que sea, ha de regir la actuación policial. La realidad, sin embargo, es bastante más difícil y la tentación de resolver el problema por las bravas aparece con cierta frecuencia. Es hasta cierto punto inevitable porque el calle los riesgos a veces aparecen más claros que en frío y porque la toma de decisiones concretas se realiza en caliente, sin toda la información y con una absoluta ignorancia, en el fondo, sobre si en ese caso concreto podrían o no haberse apurado con éxito otras vías. La realidad, como es sabido, es una putada y mucho más complicada que cualquier elaboración teórica. Sin embargo, conviene tener siempre lo más presente la directriz jurídica al respecto y ponerla en relación con una idea complementaria: asumiendo que es difícil acertar siempre y calibrar a la perfección el grado justo de agresividad requerida para mantener el orden público, por lo general es menos grave equivocarse por pasarse de «blando» que por un exceso de dureza. En el primer caso, todo lo más, tendrás problemas de imagen por pasividad policial y algún daño material que acabe produciéndose y que podría haberse evitado (enojoso, pero subsanable) que empezará a indicar que, entonces sí, conviene empezar a intervenir con más dureza. En cambio, si te pasas de duro, al margen del problema de imagen y legitimidad que en ocasiones puedes tener, estás arriesgándote a que haya daños a personas o a generar una espiral de violencia que pueda convertir en peor el remedio que la enfermedad. Puestos a equivocarte, que sea por haber sido lo más flexible posible y haber asumido con naturalidad que ciertas acciones no perfectamente legales y causadoras de molestias a veces son inevitables y que es mejor dejarlas seguir su curso a generar más problemas tratando de liquidarlas.

3. A la vista de los resultados de las acciones policiales habidas estos días, así como de la explicación cuando menos peculiar de los responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (que califica como si nada de «enemigos» a los ciudadanos ignorando que su función es justamente protegerlos), resulta obvio que las decisiones adoptadas por la policía estos días no han sido afortunadas. Un problema menor se ha ido complicando cada vez más en una típica espiral de acción-reacción-acción. Puede afirmarse que a posteriori resulta muy fácil emitir este juicio. Y es verdad. Nadie puede saber si una reacción más flexible (asumiendo como un mal menor el corte de ciertas calles durante horas) habría acabado con las protestas y alteraciones de orden público de manera más eficaz. Pero es razonable pensar que mucho peor no habría sido la cosa. Sin embargo, la clave no es tanto el juego de contrafácticos como el hecho de que, de nuevo, puestos a equivocarte en estas cosas, mejor pasarte de generoso. Dicho lo cual, tampoco conviene olvidar que esa elección también tiene sus costes: consentir manifestaciones que no han sido notificadas es un mal precedente, dejar que se alarguen cortes de calles de manera indiscriminada a gusto de quienes protestan afecta a los derechos de otras personas… y todo ello puede acabar conduciendo a más conflicto o, sencillamente, a que cierta sensación de impunidad acabe incitando a quienes tengan ganas de más lío. Ahora bien, y de nuevo conviene recordar esta idea, nunca puedes saber a priori si esto va a ocurrir o no. Por lo que, puestos a equivocarte, conviene hacerlo desde una perspectiva generosa con el ciudadano. Incluso con el ciudadano revoltoso. Todos somos potenciales incumplidores y es bueno recordar que una sociedad sana asume como normal cierta disrupción sin que pase demasiado. Sólo una visión un tanto psicopática del orden público pretende vivir en un mundo donde no haya ningún problema de orden. No pasa nada por asumir algo de lío y esperar a que pase el temporal.

4. Aunque esto a veces no se entienda bien, y menos en estos momentos, una carga policial no es una alternativa especialmente violenta. O no tiene que serlo. De hecho, muchos expertos en intervención policial explican, si se les deja, que es un manera de actuar que minimiza la violencia a que pueden conducir ciertas situaciones (concentraciones masivas de gente alterada) por la simple vía de «disolverlas» (a porrazos, sí, pero disolverlas). Al ciudadano que corta la calle solo o en grupo y se niega a retirarse se le puede intentar convencer o esperar a que se canse y deje expedito el paso. Ambas son las mejores alternativas. Pero es obvio que si persevera y se empecina llegará un momento en que, si esa ocupación deviene molesta y afecta a derechos de otros, habrá que hacer algo. Una carga policial a estos efectos suele ser mejor opción que, por ejemplo, detener a los implicados (por mucho que en ocasiones pueda estar justificada una detención) por consideraciones de «eficacia»: liquidas el tema con menos lío (y menos afección a la situación de las personas implicadas). Si logras disolver y el problema se resuelve, asunto liquidado. Piénsese, porque esto no suele tenerse en cuenta, que es mucho menos lesivo para el ciudadano, en el fondo, recibir en un porrazo que ser detenido, imputado por desórdenes públicos (o lo que sea) y acabar con un lío judicial de cierta importancia (aunque luego quede en nada el malestar y el follón no te los quita nadie; y como la cosa acabe en una condena, aunque sea testimonial, el marrón es tremendo en mucho sentidos). De hecho, es otra de las consecuencias malas de lo que estamos viendo en Valencia. Como las cargas, lejos de resolver el problema, lo han agravado, esto acabará cortándose a base de que se generalicen intervenciones menos impactantes visualmente pero mucho más agresivas. Debemos de ir ya por la cincuentena de detenidos, que acaban pasando una noche en comisaría, son puestos luego a disposición judicial y, en muchos casos, ha sido ya imputados con diversos cargos. Si cualquiera de nosotros lo pensamos, mejor un porrazo que unos antecedentes penales. Lamentablemente, cuando los porrazos no son suficientes hay que recurrir al Derecho penal, que en esas situaciones es especialmente injusto (porque se aplica sólo al que le «toca» de manera particularmente aleatoria y poco discriminada). Recordemos los disturbios de Londres del verano pasado. Donde la policía no llegó y no fue capaz de detener a masas cada vez más envalentonadas y muy numerosas acabó llegando la generalización de procesos penales a mucha gente que generó un efecto desincentivador definitivo. Jugarte condenas, estigmatización social, perder opciones laborales futuras o tu trabajo presente… no es ninguna broma. Cuando se empieza a detener a gente el problema ha pasado ya a ser gordo, las consecuencias pueden ser verdaderamente graves y la situación descontrolarse en cualquier momento.

5. Entre las muchas chorradas y cosas desagradables que hemos visto estos días ciertos vídeos impactantes (pero que conviene poner en su contexto) han sido muy comentados. El orden público también es una batalla de imagen y esto ha de tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones. Medidas quizás no especialmente violentas han sido convertidas en agresiones. Por mucho que en la policía estén muy enfadados con Twitter, con ciertas exageraciones, con fotos y vídeos de hace años, con políticos diciendo que han sido agredidos cuando no es cierto y demás cosas absurdas, es ridículo quejarse por eso cuando eres responsable del orden público. Porque son elementos con los que tienes que jugar y que debes saber que forman parte del ecosistema. Sentada esta base, también estaría bien empezar a denunciar ciertas ideas impresentables que se están introduciendo en el debate sobre las cargas. Por ejemplo, esa delirante convención de que jóvenes de 16 , 18 o 20 años son «niños» (tanto más increíble por cuanto quienes se escandalizan por el trato a estos supuestos niños no tratan de protegerlos sacándolos de primera línea como sería razonable si de verdad los creyeran merecedores de una especial vulnerabilidad que debiera merecer más protección) que es de un paternalismo ridículo y comodón. O la extravagante afirmación de que la policía no puede cargar contra «estudiantes» porque no son gente «antisistema» sino de orden y «normal» (en Valencia se ha llegado a decir que la prueba de que no había que cargar era que se trata de un conflicto originado en un instituto del centro de la ciudad) o porque sus protestas tienen que ver con causas justas. En una democracia y en un Estado de Derecho la justificación de las cargas no tiene que ver con quién está haciendo algo sino con lo que se está haciendo y los riesgos que conlleva para el orden público. Como tampoco tiene que ver con que unos supuestos guardianes de las esencias dictaminen que las protestas son «justas» y en consecuencia han de tener vía libre. Cualquier reivindicación, por aberrante que nos parezca, ha de ser legítima en una democracia liberal si se realiza por los cauces adecuados y, a su vez, todas ellas debieran ser combatidas si emplean medios que pongan en peligro a otras personas. Parece bastante obvio, pero son cosas que todas esas defensas basadas en «son niños», «son estudiantes» o «protestan por una causa justa, por la educación y contra recortes» están olvidando. Ya sé que la batalla de la imagen es importante, pero si las cargas no tienen sentido ni justificación no es por nada de eso y resulta descorazonador que el debate se oriente con tanto descaro en esa dirección. La carga debiera de disgustarnos no por temas de imagen o de forofismo sino por desproporcionada y contraproducente.

Y dos notas adicionales sobre la Policía y su imagen: Es cierto que la frase del Jefe de la Policía en Valencia se saca de contexto y que, com un mínimo de buena voluntad, se puede entender lo que quiere decir. Pero eso no quita que sea un error evidente que dé él las explicaciones. La Delegada del Gobierno está justamente para eso, para transmitir qué ha pasado a la opinión pública y dar la cara. Es su trabajo. Es la que debe hacerlo. Es la que, se supone, tiene experiencia en ello y su misión es controlar que las cosas se hagan bien, dar las instrucciones pertinentes en este sentido y asumir la representación pública de los policías a sus órdenes. También, por cierto, es quién debiera exigir responsabilidades en su caso. En el mundo en que vivimos, con sociedades maduras e informadas, esta labor ha de hacerse bien y con profesionalidad. Y la imagen cuenta. La Policía debería saberlo. Y cuidarlo. Para protegerse, incluso. Porque en el fondo que ahora todo se grabe y aparezca en Youtube es bueno para aquellas acciones proporcionadas y realizadas profesionalmente. Como lo es también a la postre ir identificado. Lo saben muchos policías, que son los primeros que reclaman que normas como la del tripartito catalán (que duró en vigor apenas unos meses) que exigía a los antidisturbios ir debidamente identificados incluso con el uniforme de protección. La transparencia es un excelente acicate para la profesionalidad y la mejor defensa de quien actúa correctamente.



50 comentarios en Cargas policiales y proporcionalidad
  1. 1

    Pues tienes razón. Gracias por tu exposición. Nos dejamos caer por la mala hostia que producen las imágenes. En cualquier caso creo que cuando pensamos en que solo son niños creo que nos referimos a que no son personas con una complexión fuerte, que están empezando a vivir y que ni siquiera tienen derecho al voto. Y que todo esto es una lección vital importante para el resto de sus vidas.

    Comentario escrito por teresa — 21 de febrero de 2012 a las 12:34 am

  2. 2

    De acuerdo en lo técnico, Andrés, pero si circular por la vía pública en coche es un derecho (como se desprende de tu artículo, no creo que los cortes de los chavales impidiesen el paso a ningún peatón), cualquier celebración deportiva debería ser disuelta a porrazos desde el minuto cero, cuando importantes partes de la ciudad (mucho más que dos o tres calles) quedan inutilizadas por bloqueos que, por mucho que se vieran venir, dudo que estén convocados apropiadamente.

    Por otro lado, las cargas policiales podrían ser una medida adecuada siempre dependiendo de la profesionalidad del cuerpo. Los cuerpos de seguridad españoles está bastante claro que cuando reciben orden de cargar consideran que les han dado una carta blanca para ensañarse con la ciudadanía.

    Comentario escrito por Nacho Pepe — 21 de febrero de 2012 a las 2:46 am

  3. 3

    Por supuesto, Nacho Pepe. Por esa misma razón no es, de hecho, infrecuente que ocurra lo que dices y muchas celebraciones deportivas acaben con cargas policiales en España (Barcelona es especialista en esto) y en el mundo.

    Por lo demáss, y para responder a tu pregunta, ¿habría que disolver a un grupo de 200 tíos de ultraderecha que cortaran una vía céntrica de una ciudad durante horas para quejarse porque España se está llenando de moros? ¿A partir de qué momento, tiempo o grado de molestias al tráfico y al resto de la ciudadanía, y constatado que ni piensan moverse por las buenas, habría que actuar? ¿O piensas que mientras dejaran pasar a los peatones no habría que actuar nunca? ¿La clave entonces es que puedan pasar los peatones aunque no los coches?

    Porque como digo, según mi criterio, hay que tener claro que la regla que decidamos para las manifestaciones que nos caen «simpáticas» es la que, si tenemos un mínimo de respeto por el Estado de Derecho, deberemos aplicar a las que nos parezcan asquerosas.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de febrero de 2012 a las 7:03 am

  4. 4

    Vaya, me acabo de dar cuenta que el artículo de Justo Serna que enlazó Guillermoe n Twitter explicaba mucho mejor que yo el cocepto…
    Siento repetirme

    Comentario escrito por Nacho Pepe — 21 de febrero de 2012 a las 2:48 am

  5. 5

    El diagnóstico ya lo dio Engels: cuando hay correlación de fuerzas entre las clases de una sociedad, el Estado se convierte en mediador. Cuando la correlación está desequilibrada, el Estado se convierte en la herramienta de los fuertes para oprimir a los débiles. Esto es lo que hace la policía: te quejas por la calefacción? pues te jodes y bailas, y si no, porrazo al canto.

    Tu relato pertenecería al primer escenario, pero es que no es así.

    Comentario escrito por parvulesco — 21 de febrero de 2012 a las 6:52 am

  6. 6

    No sé, Parvulesco. En este caso concreto, si analizamos la realidad socioeconómica de los implicados, podría decirse que es al revés: la poli está hostiando esencialmente a estudiantes «pijos», por decirlo en plan simplista (del Ensanche, no de barrios marginales, reforzados por mucho estudiante universitario), que son hijos de abogados, médicos y profesionales liberales. La prensa contaba, por ejemplo, el caso de muchos identificados cuyos padres eran abogados. Ciertos medios, de hecho, aducen que habría que dejar algo más de manga ancha de lo habitual justamente por este factor. No creo que esto sea un problema de lucha de clases. Creo que es un problema de profesionalidad y de falta de comprensión sobre la importancia de respetar los derechos de los ciudadanos y adoptar una visión flexible de la noción de orde público, más adaptada a una democracia supuestamente civilizada.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de febrero de 2012 a las 7:16 am

  7. 7

    Falta de proporcionalidad los cojones. Se nota que no estabas estos días por el centro. Cortes de calles agresivos, insultos, naranjas y botellas volando, coches zarandeados… Y luego, ya se sabe, la ritual quema de contenedores. Yo iba por la calle tranquilamente y tuve que aguantar insultos e incluso escupitajos por lo visto por llevar gomina («engominado, hijo puta»). No me dan ninguna pena estos chicos. Que asuman las consecuencias de sus actos.

    Comentario escrito por indignado — 21 de febrero de 2012 a las 8:20 am

  8. 8

    Es obvio que la falta de cintura del partido en el gobierno es más que evidente. Lo de «enemigos» me ha llegado al alma. Tampoco hay que olvidar que, para bien ó para mal, en última instancia el poder del estado descansa en el monopolio de la violencia.

    Comentario escrito por desempleado — 21 de febrero de 2012 a las 8:42 am

  9. 9

    Vaya con los textos propios de un hooligan de alguien que se dice Profesor. Que no extrañe luego a nadie que los estudiantes salgan como salen. El único sensato, de momento, el gran Santiago González en El Mundo.

    http://santiagonzalez.wordpress.com/2012/02/21/el-dia-que-valencia-fue-auschwitz/

    Comentario escrito por indignado — 21 de febrero de 2012 a las 8:47 am

  10. 10

    ¿acaso nos olvidamos de la ley en la que se exige para efectuar una manifestación con un permiso de delegación de gobierno? Si se contraviene el Art. 8 de dicha ley, se les dirá de buenos modos que se vayan y si no se van se tendrá que acudir a medidas menos educadas, pero que desde luego hagan cumplir dicha ley.

    Comentario escrito por Indignada de los indignados — 21 de febrero de 2012 a las 8:57 am

  11. 11

    […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Cargas policiales y proporcionalidad http://www.lapaginadefinitiva.com/aboix/?p=399  por Arista hace […]

    Pingback escrito por Cargas policiales y proporcionalidad — 21 de febrero de 2012 a las 9:07 am

  12. 12

    Yo creo que pensar quién tiene razón aquí es sencillo. ¿A quién preferís de jefe de policía? ¿A los de ahora? ¿A los que critican a saco y denuncian violencia policial en los términos que todos estamos viendo? ¿A alguien que tratara de aplicar esos 5 puntos lo mejor posible? Pues eso.

    Comentario escrito por M. Signes — 21 de febrero de 2012 a las 9:52 am

  13. 13

    Como estudiante de Derecho entiendo gran parte de lo que dices, pero al parecer hay varias personas heridas como consecuencia de las botellas que se lanzaban, incluyendo una señora mayor. En una situación así la Policía sin duda ha de actuar contra los manifestantes pues ha de defender, ante todo, la integridad física de otros ciudadanos inocentes.

    Comentario escrito por Laura — 21 de febrero de 2012 a las 10:00 am

  14. 14

    Al tal «indignado», probablemente nunca has vivido en un país civilizado y por eso no lo sabes, pero la violencia policial al bulto, como se está viendo aquí, NO debn permitirse en un estado de derecho. Si alguien tira una piedra, vas y coges a ese, no detienes a una chica que pasa por ahí en plan «el uno por el otro». Yo he estado en manifestaciones del primero de Mato en Berlín (eso SÍ es una batalla campal) y no ves una sola hostia «al montón». Claro, que eso supone tener a personal con algún tipo de entrenamiento o cualificación en ese tipo de situaciones, cosa que es evidente que no tenemos.

    Comentario escrito por Miguelcrockett — 21 de febrero de 2012 a las 10:02 am

  15. 15

    Quise decir «Primero de Mayo», obviamente

    Comentario escrito por Miguelcrockett — 21 de febrero de 2012 a las 10:02 am

  16. 16

    «El primero de mato en Berlín» es para enmarcar. Es un error muy bueno.

    Comentario escrito por josé luis — 21 de febrero de 2012 a las 10:33 am

  17. 17

    Gracias por los comentarios. Me parece que reflejan muy bien lo que trataba de explicar. Pasar de la teoría a la práctica en estos temas acaba siendo viscoso, pantanoso. Por eso, ante las muchas probabilidades de errar y de meter la pata la prudencia siempre es buena consejera.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de febrero de 2012 a las 10:39 am

  18. 18

    Jefe,

    Más allá sobre el debate sobre si debe ser el Estado el que disponga del espacio público frente a los ciudadanos como si estuviéramos en la URSS -eso sí, sin proveer trabajo ni vivienda-, no compro que resaltar el carácter de menores de edad de los manifestantes sea paternalismo.
    Primero, porque se trata de subespañoles -esto es, no tienen ni tan siquiera el derecho de ir a votar a alguien que les prometa que, en efecto, van a poder ir a clase con calefacción, aun cuando sí pueden ser condenados a penas privativas de libertad- cuya única posibilidad legal de defender sus intereses es hacer exactamente lo que están haciendo -¿a todo esto, un menor de edad puede convocar en el Reino una manifestación?-. Segundo, porque al cortar una calle no están cercenando un sólo derecho fundamental -del mismo modo que los oiloholics tampoco lo hacen al circular por las calles, o la organización de un GP de F1 será una ruina pero no un ataque a derecho fundamental alguno-. Y tercero, porque una democracia lo que debe defender es el derecho a ciscarte en ella, sean menores desarmados o polis de paisano armados y gritando consignas de centro reformista.
    #13 Discrepo, en todo caso el trabajo de los maderos será localizar al energúmeno y ponerlo a disposición judicial, no apalear a civiles desarmados e inocentes. Y ello, por el mismo motivo por el que la reacción correcta a una agresión impresentable de un madero no es la inhabilitación y encausamiento de todos sus colegas.
    Saludos,

    Comentario escrito por popota — 21 de febrero de 2012 a las 10:40 am

  19. 19

    Yo no sé si serán todos niños pijos pero seguro que algunos habrá. Y algunos «niños bien» son especialmente violentos. En cualquier caso una leche de un «niño» de 17 años no es una caricia.

    Lo que no quita que las imagenes sean lamentables y que la inteligencia de la Delegación de Gobierno brille por su ausencia.

    Una pregunta:

    ¿Y qué hay de los profesores?, ¿se sabe de alguno que se haya manifestado?, ¿se sabe de alguno que haya animado a los estudiantes para que se manifiesten y ponerlos como carne de cañón de reivindicaciones de otros?.

    Es curioso lo de país civilizado… algunos también se lo aplicación cuando la solución a lo de la Baader-Meinhoff.

    ¿Inglaterra es civilizada?. ¿Estados Unidos, Francia..?. ¿Grecia, no?. Que yo sepa en todos los lados reparten y hay excesos cuando pintan bastos.

    El retrato pigs no me vale.

    Comentario escrito por josé luis — 21 de febrero de 2012 a las 10:54 am

  20. 20

    Fantástico artículo. Solo quiero hacer un apunte que en nada obsta al razonamiento expuesto.

    Sobre el uso de la coacción directa por agentes del poder público y el principio de proporcionalidad hay jurisprudencia constante que, en el caso de reclamación de la responsabilidad patrimonial de la Administración, señala que la mera ilicitud de la conducta del dañado no da carta blanca para emplear cualquier medio en la represión. O dicho más técnicamente, no hay ruptura del nexo causal cuando la reacción policial frente a la ilegalidad es desproporcionada y, por tanto, se causa una lesión antijurídica al ciudadano.

    En este sentido, la STS de 18 de enero de 1982 dice:

    «(…) la doctrina declaratoria de que la culpa o conducta ilícita de la persona que sufre el daño es causa de exoneración de la responsabilidad patrimonial de la Administración no puede entenderse en el sentido general e incondicionado de que toda culpa produce tal efecto exonerativo, pues ello sería tanto como admitir que ante una situación ilícita creada por un ciudadano la Administración puede emplear toda clase de medios y ocasionar lícitamente toda clase de daños». (…) «tal conclusión no es admisible porque la acción de la Administración Pública debe estar siempre regida por criterios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad».

    Esta doctrina ha sido aplicada a muchos supuestos: persona que huye corriendo entre la oscuridad cuando la policía le da el alto, manifestaciones violentas, conductor que huye de un control policial, persecuciones a alta velocidad…

    En relación con la cuestión de las manifestaciones ilícitas y violentas, la jurisprudencia viene siendo particularmente cautelosa con el tipo de arma que se usa. Por ejemplo, la STS de 22 de abril de 1994 aplicó la citada jurisprudencia y determinó que no existía desproporción en el uso de la fuerza en una actuación policial contra una manifestación pública (por la narración de los hechos, se deduce que se trataba de la izquierda abertzale) a pesar de que uno de los manifestantes había perdido un globo ocular como consecuencia del uso de pelotas de goma por la fuerza policial. En ese caso, no obstante, hay que tener en cuenta que el Tribunal consideró que no estaban acreditadas las circunstancias concretas en que se había producido el daño y que los policías habían sido agredidos por los manifestantes.

    Sin embargo, la STS de 1 de julio de 1995 especificó que en aquel supuesto fue totalmente desproporcionado el uso de armas de fuego, puesto que los agentes «en ningún momento (…) se encontraron en situación de extremo peligro».

    Parece más difícil valorar la desproporción cuando se usan mecanismos poco lesivos (porras) y se aplican de manera correcta (golpes a la extremidades, glúteos…).

    En el caso de Valencia, parece que la desproporción puede atribuirse más a actuaciones concretas de agentes determinados que al modus operandi general empleado por la Policía.

    Un saludo.

    Comentario escrito por Mario García — 21 de febrero de 2012 a las 11:01 am

  21. 21

    indignado, que todo el mundo asuma las consecuencias de sus actos. Cada uno de los policías que no tiene ni idea de cómo se carga sin necesidad de darle a los que pasan por ahí, la delegada del gobierno que ordena despejar una calle y consigue bloquearla toda la tarde y, ah sí, los políticos que han arruinado Valencia.
    Demagogia, ya lo sé, pero es que tela, ir diciendo que alguien que insulta a un engominado se merece hostias, detenciones y todo lo que le pase. Te llegan a rayar el A4 y supongo que estarías meditando si te tomabas la justicia por tu mano o contratabas a un asesino a sueldo!

    Comentario escrito por Johnnie — 21 de febrero de 2012 a las 11:27 am

  22. 22

    Pep, creo que estamos de acuerdo, más o menos. Yo no creo que abrir una calle al tránsito justifique una carga policial, como ya he dicho. Más que nada porque, como hemos visto, acaba siendo, además, contraproducente.

    Mario, muchas gracias por el comentario, que abunda en lo que decíamos. La proporcionalidad consiste en eso, precisamente, en responder adecuadamente a un ilícito, sin excesos, yendo a la intervención mínima exigible.

    Es un tema, en el fondo, de profesionalidad. Esta nota del Sindicato Unificado de Policía, de hecho, creo que lo explica también bastante coherentemente:

    http://www.sup.es/10/034.pdf

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de febrero de 2012 a las 11:42 am

  23. 23

    A mi entender, la mejor forma de garantizar el orden público es minimizar las fuentes de conflicto que puedan llevar a grupos de ciudadanos a alterarlo de una forma u otra. En este sentido, había un problema muy concreto en el origen de todo esto que, creo yo, podría haberse solucionado con relativa facilidad si la administración hubiese tenido voluntad para hacerlo. No se hizo, por las razones que sean, y la espiral de descontento ha ido creciendo hasta los sucesos de estos cuatro días.

    Por lo demás, de acuerdo con lo que se expone sobre la falta de proporcionalidad, de acuerdo con Popota, y más que de acuerdo con las críticas a la profesionalidad de la UIP, pero lo de estos últimos ha sido así siempre.

    Comentario escrito por Bah — 21 de febrero de 2012 a las 1:36 pm

  24. 24

    Lo del SUP es de chiste. Poco menos que les han obligado a empotrar a dos niñas contra un coche. Y hacer pasar eso y parecidos como una falta de «profesionalidad» me parece como minimo para ponerse colorado.

    Comentario escrito por Julian — 21 de febrero de 2012 a las 1:51 pm

  25. 25

    A mi lo que me alucina de las imagenes que veo es… no se… lo pateticamente poco profesional de todo el asunto.

    Acabo de ver dos videos. El de las dos chavalas a las que llega un policia ahi, suelto, en mitad de un monton de gente dispersa, y les da un empujon digno de un patio de parvulitos (pero a escala señor bien talludito) y las tira contra un coche.

    La otra es otro policia en la misma actitud, una masa amorfa de gente que esta por ahi y el policia escoge a si a uno, por algo, y le da una bofetada y le tira las gafas.

    En el indice de brutalidad policiaca, las dos son bastante bajas. Pero en cuanto a profesionalidad… ¿A que venian ninguna de las dos? ¿Que se logró con eso, mas que aparecer como unos energúmenos? ¿Si la protesta alguna vez llega a ser violenta de verdad, ese policia suelto por ahi haciendo el cafre no se lo va a comer vivo una masa de gente hasta la polla de ser ridiculizada y humillada?

    Comentario escrito por Latro — 21 de febrero de 2012 a las 2:05 pm

  26. 26

    Pregunta para el respetable
    ¿ y si la carga hubiera sido para los del 15M por ocupar sin permiso la

    Comentario escrito por Garganta Profunda — 21 de febrero de 2012 a las 3:00 pm

  27. 27

    Pues más o menos lo mismo, digo yo. ¿Generaba algún perjuicio grave e inminente la acampada? Pues mejor una reacción flexible.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de febrero de 2012 a las 3:11 pm

  28. 28

    Tiene usted razón don Andrés pero permíta que yo siga en mis trece e insista en que la policía debería dedicarse a perseguir a los ladrones en lugar de pegarle a los niños (aunque talluditos) por orden de los amigos de los ladrones. Y que se digan cosas por ahí como que hayan denunciado a una niña de 14 años por pegarle a 8 agentes pues también da que pensar sobre la profesionalidad de quien sea.

    Comentario escrito por emigrante — 21 de febrero de 2012 a las 3:13 pm

  29. 29

    Latro da en el clavo: un factor indispensable para entender lo que ha pasado reside en la preparación que tienen los señores (y señoras) en los que delegamos para mantener algo tan complicado -como bien explica Andrés- como el orden público. Lo preocupante de los videos de marras es la absoluta falta de profesionalidad de los funcionarios que componen la UIP. No es lícito reaccionar como porteros de discoteca ante situaciones de tensión (contextualizando que dicha tensión se produce en el marco de protestas pacíficas y no «profesionalizadas». Vamos, que no llovían los cócteles molotov, para entendernos). Uno acaba con la sensación de que el registro de respuestas disponible en las UIP´s es inquietantemente corto. Si el primer día cuatro agentes sin uniforme, con un chaleco identificativo, se hubieran acercado al grupo de jóvenes -pijos o no, mayores o menores de edad-, hubieran preguntado qué iban a hacer, hubieran negociado («hacéis una sentada, cortáis la calle media hora y luego os trasladáis a una plaza peatonal») y todo esto se hubiera evitado: pero aquí, no: mandamos a robocop y dejamos en el aire la calidad de los psicotécnicos que usamos para filtrar aspirantes a antidisturbios.

    Comentario escrito por SinanPacha — 21 de febrero de 2012 a las 3:23 pm

  30. 30

    Tenemos teorías complejísimas sobre las branas en nueve dimensiones y no hay modelos para gestionar eficientemente una manifa preservando el orden público? En Alemania no hay cargas al montón, muy cierto, al menos en Berlín donde hubo un cambio de régimen y se trata de hacer las cosas diferentes a la Stasi. Pero aquí no hubo cambio de régimen…

    Andrés,
    Estos chicos, que están ocupando ineficientemente un servicio público del Estado, en España están destinadísimos a ser trabajadores precarios hipercualificados, como máximo, si les dejan utilizar la universidad, claro.

    Comentario escrito por parvulesco — 21 de febrero de 2012 a las 3:37 pm

  31. 31

    Siento volver sobre los primeros comentarios y sí, Andrés, efectivamente me parecería de cafres dispersar una mani de fachas a porrazos si se han limitado a cortar unas calles.
    En los eventos deportivos se acaba a porrazos cuando hay destrozos, pero dudo que nunca cuando la gente aún no ha quemado/roto nada ¿me equivoco?

    Totalmente de acuerdo con Popota y, sobre todo, con Latro. Efectivamente, cuando esto sea Grecia (y el PP está acelerando el proceso), a los policías españoles les va a caer la del pulpo. Sólo echa un ojo a las viejas glorias de los ochenta que andan comentando en el artículo de Guillermo y que aún se acuerdan de como se le plantaba cara de verdad desde las luchas obreras…

    Comentario escrito por Nacho Pepe — 21 de febrero de 2012 a las 3:42 pm

  32. 32

    Yo con #29. Acerca de la profesionalidad de los antidisturbios y las disculpas que reciben,

    Si el video de unos segundos muestra un golpe de un policía a un manifestante. Está sacado de contexto.

    Si el video es una toma larga. Falta el principio, donde no se ha visto a los manifestantes como insultaban (que hay que ver las fuerzas antidisturbios que sensibles han salido, anda que como los GEOS reaccionen igual en situaciones de tensión) o quemaban previamente un contenedor. Y está fuera de contexto.

    Si está completa desde el inicio, falta una película biográfica sobre la vida y circunstancias que llevaron al instante de especial emotividad que sentía ese policía en ese preciso momento al soltar el brazo sin venir a cuento. Por lo que el golpe está fuera de contexto.

    En fin, veo demasiados golpes de gratis. Y no es esa sea su función. Y me preocupa el dinero público destinado a esto de forma tan alegre, ¿catorce furgones para saltarle las gafas a un chico de dieciséis años por una calle que iba a ser despejada por si misma en dos horas?, todo a mayor gloria de un(os) cacique local para una exhibición de “aquí mando yo”. Creo que estos desmanes (y no los de los manifestantes) han de controlarse. Y las normas, y sobre todo, situaciones de intervención de las UIP más claras.

    Comentario escrito por Bunnymen — 21 de febrero de 2012 a las 7:46 pm

  33. 33

    Protesta en la redacción de informativos de Canal 9.

    http://www.youtube.com/watch?v=DiQ0ETBG26U&feature=youtu.be

    Comentario escrito por Jose V — 21 de febrero de 2012 a las 11:18 pm

  34. 34

    Andrés, enhorabuena por el blog, y por la noticia.

    Sobre el tema de la calidad de la UIP, mejor leer los dos comunicados del SUP de los días 19 y 21.
    http://www.sup.es/01/501.pdf
    http://www.sup.es/10/034.pdf

    Primero porqué el calificativo de «enemigos» del Jefe Superior de Policía de Valencia se quedan corto. Y segundo porqué se auto-victimizan y echan la culpa del mantecao a la Delegada de Gobierno y al susodicho Jefe de Policía con la excusa facil del «yo cumplía ordenes».
    Si son tan profesionales como dicen, que lo demustren.

    Como creo que son a título personal y no son comunicados de prensa oficiales, se lo perdonamos…

    Salu2

    Comentario escrito por isblagi — 21 de febrero de 2012 a las 11:55 pm

  35. 35

    Yo he leido el comunicado del SUP mas en plan positivo. Vale, segun ellos, no ha visto incidentes de abuso o que se yo, eso es una metida de pata, porque los estamos viendo todos, aunque sean light como el sopapo en la cara ese, son muestra de una falta de profesionalidad alarmante.

    Pero tienen razón en algo, la responsabilidad última es superior. Por lo que dice Andrés en este mismo artículo. Si a ti te mandan a disolver una manifestación y te mandan a ti y a 20 policias mas, la disuelves a porrazos. Puedes hacerlo bien, o puedes hacerlo mal en plan chulo de barrio portero de discoteca, pero a palos lo vas a hacer, porque sois 20 no 200. Asi que la responsabilidad final de meter la pata y ordenar medidas de demasiado calibre en vez de pensar con la cabeza y con la idea de que todos, incluidos los manifestantes, son ciudadanos a proteger, esa culpa la tiene el que les ordena cargar.

    Comentario escrito por Latro — 22 de febrero de 2012 a las 11:01 am

  36. 36

    Bueno, el primero. El segundo ya es mas cuento de bloguero/twitero contra el mundo y tal. Aunque de nuevo, puedo estar muy en desacuerdo con él, pero coño, al menos dice algunas obviedades importantes como «Por que rayos no vamos identificados y grabamos nosotros lo que pasa»

    Comentario escrito por Latro — 22 de febrero de 2012 a las 11:06 am

  37. 37

    Y si, la que monto en Twitter el tio tampoco es de profesionalidad. Por mucho que la cuenta sea personal.

    Comentario escrito por Latro — 22 de febrero de 2012 a las 11:21 am

  38. 38

    Tal y como yo lo veo, la izquierda se ha olvidado del calentamiento global y el medioambiente pidiendo más calefacción.

    Pobre Pachamama.

    Comentario escrito por josé — 22 de febrero de 2012 a las 11:42 am

  39. 39

    @Latro
    Es que a mi lo que más me molesta es eso. Que se pongan a llorar y a decir que la culpa es de los que ordenan pero que a la hora de dar hostias no tengan reparo. No señor, yo por ahí no paso. Si no estás de acuerdo con tus condiciones de trabajo, monta una buena huelga como todo hijo de vecino.

    Al final parece que canalizan su cabreo contra los responsables hacia las cargas policiales.

    Para mi esa es la piedra de toque. El dia que la UIP y demás FFSS del estado se den cuenta de que son unos currelas como todos (con sus peculiaridades, claro está) entonces empezaremos a hablar de estado democrático y demás… Por que en este país estamos a años luz de que el SUP se movilize y proteste como los demás trabajadores.

    Salu2

    Comentario escrito por isblagi — 22 de febrero de 2012 a las 3:49 pm

  40. 40

    El verdadero problema es la desproporcionalidad de los manifestantes y la falta de respeto a la PN. Además de la falta de imaginación y deslegitimación sistemática de los cauces democráticos ya establecidos para “cambiar” las cosas.

    Unos menores de edad protestan por la falta de calefacción en las aulas; una reclamación que a priori contaría con el apoyo unánime de la sociedad. ¿Cómo es posible que partiendo de ahí, esto se haya acabado convirtiendo en el enésimo debate izquierda-derecha, indignados-policía, etc? Lo único que se ha conseguido es apartar el foco de lo sustancial, colegios que no cuentan con calefacción, para transformarlo en un debate defensores del orden publico vs mano ancha.

    Parece mentira que estando en el 2013 la sociedad, o parte de ella, no haya conseguido una forma mas eficiente de hacer llegar el descontento a sus gobernantes, de presionarlos, de cambiar las cosas, que alterando el orden publico. Claro que puede que para muchos lo realmente importante sea escenificar ese descontento de la forma más espectacular posible para sacar réditos políticos.

    El otro día leía que los “indignados” en USA habían conseguido que ¿600 mil? ciudadanos cambiasen la banca tradicional por otro tipo de alternativas. Desconozco como lo harían pero seguro que no sería con las acampadas en Wall Street, sino con campañas informativas, voluntariado, yendo a explicar detalladamente una y otra opción, etc…claro que con estas acciones no se puede abrir un telediario.

    Tal vez nuestros jóvenes estén dispuestos a insulta a la PN y recibir un porrazo para convertirse en héroes en youtube, pero no a pasearse por el barrio informando de lo que esta sucediendo, sumar apoyos, recogidas de firmas, presentar propuestas que no sean brindis al sol, etc.

    Tampoco entiendo la desproporcionalidad de los manifestantes: no entiendo que puede llevar a un chaval de 16 años a pensar que insultar a la policía es un derecho y que la obligación de este es permanecer impertérrito. Claro que parten de la base que a ellos no les puede pasar nada. Y ese sentimiento de impunidad, les lleva inevitablemente a la desproporcionalidad. El que no se juega nada, es imposible que mida las consecuencias de sus acciones, especialmente los adolescentes. Y a juzgar por la edad de muchos de los que salen en las imagines, la adolescencia en España dura como poco hasta los 40.

    Comentario escrito por Mauricio — 22 de febrero de 2012 a las 4:56 pm

  41. 41

    Andrés, ¿también lee usted Jot Down? Porque el argumento de que son «gente de bien» yo lo he leído allí.

    Comentario escrito por AnonymousCoward — 23 de febrero de 2012 a las 9:33 am

  42. 42

    #39 @isblagi es que no son las condiciones de trabajo. Hay que separar las dos cosas. Una cosa es que N numero de policías se comporte de una manera, digamos irregular por ser buenos.

    Y otra muy distinta es que la policia antidisturbios existe para disolver disturbios y manifestaciones. Si los sacas, y cumplen con su trabajo profesionalmente (y no asi a la española), su trabajo consiste en repartir palos. La responsabilidad es del que mete la pata y les manda a disolver a palos algo que se podia solucionar de otra manera.

    Otra cosa sería que le diesen una orden ilegal y dijeran no, eso no lo hago. Pero si la orden es legal, aunque equivocada, pues la responsabilidad es de quien la da.

    Comentario escrito por Latro — 23 de febrero de 2012 a las 10:22 am

  43. 43

    Tal vez nuestros jóvenes estén dispuestos a insulta a la PN y recibir un porrazo para convertirse en héroes en youtube, pero no a pasearse por el barrio informando de lo que esta sucediendo, sumar apoyos, recogidas de firmas, presentar propuestas que no sean brindis al sol, etc.

    Completamente de acuerdo Mauricio,pero deberías informarte mejor,porque al menos aquí en Madrid y a raiz del 15M,muchos jóvenes universitarios se dedicaron a convocar asambleas en los barrios para informar a todo el que quisiese que significaba «la deuda»,»prima de riesgo»,los origenes de la crisis etc,apoyar a gente que sufre desahucios,recogida de firmas para conseguir la dacción en pago,etc.
    Desconozco si a los chavales que decidieron cortar la calle no les dejaron otra opción para hacerlo (por lo que he oído sus peticiones para hablar con el responsable político de turno,fueron desoídas)es evidente que si hacen una sentada cortando el pasillo de su casa no van a hacer la presión necesaria para que les hagan caso,pero eso sí esta opción no debe comtenplarse sin haber agotado antes la vía del dialogo y la diplomacia, eso no les da derecho a desobedecer las ordenes de la polícia de desalojar la zona y tampoco les da derecho a insultarlos,ni de crear altercados.Dicho esto tampoco entiendo yo la desproporcionalidad policial a la hora de soltar ostias a diestro y siniestro,quizá porque se sientan impunes,y ese sentimiento les lleve también a la desproporcionalidad.Para que entiendas mejor la desproporcionalidad policial de la que te hablo te pongo un ejemplo,ojala no tengas que salir ningún día de tu portal a comprar el pan y te encuentres en la calle a algunos de estos «alegres chicos de la porra» cargando,porque probablemente descubrirás el significado ese de «guerra preventiva»,en su sentido más literal.

    Comentario escrito por CharlyJohn — 23 de febrero de 2012 a las 3:39 pm

  44. 44

    Mauricio, la alternativa a la banca tradicional, hoy por hoy, es el equivalente financiero a Nueva Rumasa. La banca tradicional es muy jodida, la alternativa es aún peor.

    Comentario escrito por AnonymousCoward — 23 de febrero de 2012 a las 9:11 pm

  45. 45

    Mauricio,

    La obligación de un policía, si le insultan, es mantener la calma y no caer en las provocaciones. De hecho, es una obligación que incluso tenemos nosotros como ciudadanos de a pie.
    En cualquier caso, las respuestas han de ser proporcionadas. Y emprenderla a palos cual portero de discoteca bajo los efectos de psicotrópicos no es nada proporcionado.
    Lo único que han conseguido es que un problema menor acabe dando la vuelta al mundo. Podían haber optado por seguir la manifa desde una distancia prudente e intervenir puntualmente en caso que se alguien cometiese actos violentos contra otras personas o propiedades urbanas. La manifa hubiese acabado, por la noche partido de Champions y al día siguiente aquí no ha pasado nada. En fin, algo que se le habría ocurrido a cualquier delegado de gobierno con dos dedos de frente; y si el jefe político no es capaz de pensar, allí están los jefes policiales para hacerlo, porque a ellos si que se les supone una preparación para actuar de la mejor manera posible en esos casos.

    También son muy valientes esos policías emprendiéndola contra jóvenes de 16-18 años desarmados y sin experiencia. Me habría gustado verlos, en los años 80, enfrentándose a gente más curtida y cabreada porque iban a cerrarles el astillero, la mina o la fundición. Allí, a la policía, no se la recibía únicamente con insultos… Es que mandan allí a esos de Valencia, a su jefe y a la delegada del gobierno y, cuando vean lo que hay, echan a correr y no paran hasta la frontera.

    Comentario escrito por Lluís — 24 de febrero de 2012 a las 10:49 am

  46. 46

    Muy interesante el debate que ha iniciado en su grupo de facebook Miguel Presno, que nos recuerda que el artículo 5.b) de la Ley Orgánica reguladora del derecho de reunión señala que “la autoridad gubernativa suspenderá y, en su caso, procederá a disolver las reuniones y manifestaciones cuando se produzcan alteraciones del orden público, con peligro para personas o bienes”. Es decir, que la disolución sólo se justifica “en peligro la integridad de personas o de bienes”, teniendo en cuenta que no lo es “cualquier corte de tráfico o invasión de calzadas producido en el curso de una manifestación” (Sentencia del Tribunal Constitucional 66/1995).

    http://www.facebook.com/groups/175417585871847/permalink/255059384574333/

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 24 de febrero de 2012 a las 2:01 pm

  47. 47

    Mauricio,

    «El otro día leía que los “indignados” en USA habían conseguido que ¿600 mil? ciudadanos cambiasen la banca tradicional por otro tipo de alternativas. Desconozco como lo harían»

    FYI lo hicieron con exactamente las mismas prácticas que el 15M. Siempre criticaaaando nuestros jóvenes, pero si son americanos o egipcios, entonces bien? Por qué ese doble rasero?

    Comentario escrito por parvulesco — 25 de febrero de 2012 a las 12:17 am

  48. 48

    No creo que ninguno de ellos se planteara comunicar que iban a manifestarse.

    Comentario escrito por josé luis — 25 de febrero de 2012 a las 9:56 am

  49. 49

    Como de costumbre, el artículo de Andrés es razonado, y comparto gran parte de sus reflexiones.
    Me gustaría, no obstante, destacar algunas cosas al hilo del mismo.
    En primer lugar, sí que es cierto que en toda sociedad hay determinados comportamientos que, aun suponiendo una infracción de las leyes, deben ser tolerados -por su escasa importancia, por lo limitado de sus efectos territoriales, por la fugacidad de sus consecuencias- sin poner en funcionamiento los mecanismos coercitivos del Estado, impliquen los mismos o no el uso de la fuerza. Así ocurre, por ejemplo, con las «invasiones» de espacios públicos por una multitud que celebra un triunfo deportivo o con la superación de los límites de velocidad pero por debajo de los límites de «tolerancia» que aplica la Administración.
    Pero también es cierto que es difícil determinar donde debe concluir esa relajación y si la misma, para cuestiones menores, no acaba conllevando males mayores que los que se pódrían haber causado siendo más estrictos.
    En segundo lugar, si la policía, en el caso de las últimas manifestaciones, ha actuado sin la mesura debida, si han existido intervenciones desproporcionadas y si se han lesionado los derechos de los ciudadanos o incluso se ha podido cometer alguna infracción penal por parte de algún funcionario autoridad, para eso están los jueces, como también lo están para determinar si ha existido alguna infracción en la conducta de alguno de los manifestantes, sea o no estudiante, que lo de ser estudiante ni el Código Penal ni las leyes sancionadoras administrativas lo contemplan como circunstantia eximente, atenuante o agravante.
    En tercer lugar, comparto las reflexiones sobre las declaraciones del jefe de policía: no fueron oportunas (ni en el hecho en sí de producirse ni en su contenido), están descontextualizadas (en su contexto, su significado era distinto al que se ha pretendido dar) y de ellas no se desprende que el jefe de policía sea un mal funcionario y, mucho menos, un sujeto peligroso para la democracia o un enemigo de la inteligencia.
    En cuarto lugar, si ha existido alguna desproporción, desde mi punto de vista y sin querer quitarle importancia, ésta ha sido más bien leve, contusiones y creo que alguna herida que ha precisado tratamiento médico (o incluso quirúrgico, que esa consideración tienen los puntos de sutura), pero hasta donde yo sé nadie ha sido lesionado gravemente ni, mucho menos, hospitalizado. Además, la policía ha utilizado los elementos de intervención menos intensivos de los que dispone, sin que se haya utilizado material antidisturbios de más difícil control (uno no sabe nunca a quien puede acabar lesionando una pelota de goma).
    Y, en quinto lugar, es indudable (o al menos yo no dudo) de que ha habido intención política en el desarrollo de las manifestaciones y en las desmesuradas conclusiones que algunos medios de comunicación y partidos sacan de ella. Lo cual, por otro lado, no está prohibido.
    Espero las reflexiones de los lectores.

    Comentario escrito por José Marí Olano — 25 de febrero de 2012 a las 9:36 pm

  50. 50

    Ni la policía esta para que la insulten, ni existe el derecho al insulto. Haga la prueba, vaya a la comisaría mas cercana a su casa y tocándose ostensiblemente sus genitales, llame hijo de puta al primer policía con el que se tope, y vera. Que sean muchos, y que pidan por la paz mundial, no varia lo sustancial, aunque si lo circunstancial: básicamente el numero de alborotadores. De ahí que se confunda la posibilidad de insultar a la policía o cortar una calle impunemente, con el tener derecho a ello.

    A hacer la revolución se tiene que ir meado de casa. Y con 20 o 16 años si cortas el tráfico ilegalmente, la policía te conmina a largarte y decides desobedecer y plantar cara, tienes que asumir las consecuencias. Y estar contento si te vas a casa con solo una bofetada o un par de porrazos. Y a partir de ahí reflexionar sobre la conveniencia de tus acciones, es decir ¿mi causa justifica una lucha “a sangre y fuego”? ¿Cortar el tráfico ilegalmente? ¿Desobedecer a la autoridad? Pero para ello es imprescindible la bofetada, porque la bofetada es la piedra de toque de la importancia y fortaleza de nuestra causa, el termómetro de nuestra indignación. Porque sin esa bofetada el crío de 16 años o de 20 o de 40 corre el riesgo de confundir impunidad, con derecho.

    Hay una docena de formas en la que se podría haber solucionado lo de la falta de calefacción (que por cierto la directora ha desmentido) sin tener que cometer ninguna ilegalidad. De ahí que más allá de la desproporcionalidad o no, de la actuación policial, creo que es interesante plantearse la desproporcionalidad de los “manifestantes”.

    Comentario escrito por Mauricio — 26 de febrero de 2012 a las 1:21 pm

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