La burbuja universitaria

La vuelta al cole es dura para todos siempre. Pero este año es un poquito más deprimente de lo habitual, dado que cuatro o cinco años después, y tras un verano agitadito, todo el mundo se ha dado cuenta de la enorme crisis que se nos ha venido encima, proporcional a la ingente burbuja en que durante muchos años hemos vivido instalados. Administraciones públicas, medios de comunicación, empresarios e incluso el ciudadano medio español que pinta en nuestra sociedad (el que tiene entre 45 y 75 años, trabajo fijo o pensión generosa y que ha cortado el bacalao desde la Transición) se han dado cuenta de que, en efecto, algo se ha hecho profundamente mal. Todos estamos ya convencidos. ¿Todos? ¿De verdad? No, existen todavía unos irreductibles que resisten aún y siempre al pesimismo y a todas las evidencias que apuntan a la necesidad de hacérnoslo mirar. Estamos hablando, claramente, de quienes formamos parte del sistema universitario español.

Como saben quienes leen este blog no soy muy entusiasta de la reforma de Bolonia, que resumidamente me parece un ejemplo más de esfuerzos inútiles cuando no contraproducentes. Que el argumento de sus defensores sea que «la cosa tampoco va a cambiar tanto» es la mejor prueba de ello. Poner todo patas arriba y tener al profesorado dedicado a reunirse para chorradas durante años con el resultado de que todo sea más o menos igual da buena idea de que la reforma no tiene sentido. Pero es también prueba de que tenemos una burbuja universitaria de proporciones ingentes. Si nos podemos permitir que desde hace años (y esto tiene visos de continuar durante muchos más) la mayor parte del profesorado dedique unas 20 horas a la semana a reuniones de coordinación, a tareas burocráticas, a rellenar informes sobre lo que hacen y demás mandangas la conclusión sólo puede ser una: tenemos mucho más personal y recursos de los necesarios, dado que podemos desviarlos, en proporción tan importante, a hacer chorradas. El problema es que estos desperdicios en un país rico pueden sostenerse en el tiempo. En un país como el nuestro, en la época ye-ye, pasaban inadvertidos, pasaban inadvertidos. No porque fuéramos ricos, pero sí tontamente irresponsables. Pero la realidad se impone y llegará el día en que se tendrán que acabar, sí o sí, estas chorradas en un país como el nuestro abocado inevitablemente a asumir, guste o no, que los viajes a Cancún cada año son cosa de un pasado loco y que no volverá. E igual que los viajes a Cancún los profesores universitarios pagados por perder el tiempo debieran empezar a despertar sospechas.

No hace mucho, a finales del curso pasado, describía el día a día de un profe universitario cualquiera (mi caso) y cuán deprimente podía llegar a ser. No voy  a repetirme contando mis dos últimas semanas, pero se resumen en una media de dos reuniones al día de «coordinación» y de reelaboración de planes de estudio diversos. En ambos casos, la causa última de esta pérdida de tiempo es Bolonia. Un proceso de Bolonia que  ha generado una burbuja universitaria brutal y que lleva a nuestras Universidades a la muerte por colapso. Alguien, algún día, tendrá que detener esta locura. Pero esta vuelta al cole, de momento, me ha  permitido vislumbrar que el futuro próximo no pasa, todavía, por ahí. No se vislumbran de momento recortes. Las grúas que construyen más y más edificios siguen en mi Universidad. La implacable aplicación de planes de estudio nuevos y de reformas de los ya existentes también. Repasemos, pues, rápidamente, las sub-burbujas en que se divide la burbuja de la Universidad española tras la digestión de Bolonia:

– Burbuja de titulaciones. El proceso de Bolonia, en medio del descontrol generado y la dejación de cualquier responsabilidad por las autoridades,  ha supuesto la relajación de los controles para montar Universidades privadas y ofrecer titulaciones tanto por éstas como por las Universidades públicas. Se tiene que pasar un proceso de acreditación de vergüenza ajena, como demuestra que una Universidad como la Católica de Valencia haya logrado acreditar carreras como Medicina sin contar con doctores para enseñar ni con un hospital para hacer prácticas o que lograra la implantación de Derecho sin disponer de apenas profesores en la materia. Aquí compras un piso céntrico, le  pones una tarima y diez pupitres y lo que antes era una «academia de repaso» puede ser una Universidad si tienes la paciencia de rellenar los papeles. Dada la inexistencia de controles esto ha generado una barra libre con la que las Universidades privadas, compitiendo en los nichos de mercado, precio y otras «facilidades» que  les interesan, se están poniendo las botas y donde las Universidades públicas han corrido a aprobar grados al grito de tonto el último. Tenemos grados de todo lo imaginable. Y habitualmente duplicados o triplicados en menos de 100 kilómetros a la redonda. Como está mal hablar de otros, me limitaré a consignar que mi centro ya no sólo da el grado en Derecho (como otras 4 Universidades públicas situadas a menos de 200 kilómetros y una buena media docena de privadas y centros CCC o equivalentes que lo hacen en Universidades privadas en la propia ciudad) sino que ofertamos Criminología, Ciencias Políticas, títulos combinando estos estudios y Derecho, licenciaturas dobles con ADE…, y todo ello a la vez que el antiguo Trabajo Social se ha  desdoblado en cuatro o cinco titulaciones diferentes (hasta el punto de que no son ya solo una Facultad independiente sino que tienen su propio edificio desde hace unos meses).

– Burbuja de grupos. No sólo es que tengamos muchos grados y títulos. Es que, además, tenemos muchos alumnos y muchos grupos. Al menos oficialmente. Es la ventaja de no expulsar a nadie por muchas convocatorias que haya superado. El otro día un colega me comentaba que en su grupo tenía gente que se había matriculado por decimosegundo año consecutivo. Son casos extremos pero como no se penaliza repetir pues cada vez hay más. De manera que las matrículas están infladísimas. Con las licenciaturas teníamos unos 10 grupos por asignatura de 120 matriculados oficiales (que luego eran,como mucho, 50 reales). Pues Bolonia, que como es sabido requiere de una mayor dedicación al alumno y clases más cercanas y prácticas, ha obligado a reducir a 50 alumnos por grupo la ratio (no quiero ni imaginar de cuántos alumnos reales estamos hablando), multiplicándose así los grupos. Creo que este año hay entre 15 y 20 por cada asignatura. Una salvajada. Creciente. Porque cada año que pasa hay más títulos de Bolonia, más cursos que aplican el nuevo plan y más necesidades de grupos, grupos y más grupos… con cada vez menos alumnos por grupo. Peculiarmente, mientras en el Grado los grupos pueden ser de una o dos decenas de estudiantes, en los Másters oficiales, tras años de caos y varios cambios de normativa, ahora ha aparecido una directriz que recomienda grupos de 40 estudiantes. Peculiar Universidad esta donde tienen oficialmente los mismos alumnos los grupos de Derecho Admnistrativo básico y los de Topología matemática de nivel de máster, por poner un ejemplo.

– Burbuja de profesores y coordinadores. Lógicamente, toda esta cantidad de titulaciones CEAC y CCC, con muchos grupos para que haya sólo 10 ó 12 alumnos por grupo requiere de mucho profesorado. De manera que llevamos unos años ampliando plantilla.  En mi departamento, por ejemplo, y por medio de un procedimiento muy limpio y escrupuloso, hemos seleccionadoa partir de nuestra real gana a más de 10 nuevos profesores para dar clase. La Universitat, además, recientemente ha avalado el criterio seguido, explicando públicamente que para seleccionar a un profe que tiene que dar clase de Derecho administrativo la comisión que selecciona es libre de puntuar en mayor medida la experiencia ejerciendo en Derecho civil o penal que como funcionario especializado de grupo A dado que eso forma parte del «libre ámbito de decisión para seleccionar personal». En fin, nada nuevo bajo el sol, como comentábamos no hace mucho cuando hablábamos de la corrupción de baja intensidad en este país. Lo espectacular, al margen de la franqueza con la que la Universidad dice que lo que tienen que hacer los departamentos es elegir a quien les dé la gana, al margen de cualquier relación de sus méritos con las tareas a desempeñar, es esto de que no hagamos más que contratar a gente, y más gente y más gente (que mayoritariamente lo sean con contratos de mierda y para hacer labores que los funcionarios titulares no quieren hacer, sin el más mínimo futuro profesional, es otro tema, que dice bien a las claras cómo es este país y que también explica las razones por las que a las Universidades les da igual a quién se contrate y les parece muy bien que se empleen estos puestos para para favores inconfesables de todo tipo) para dar alimento a la burbuja. En lugar de contratar a pocos, muy buenos, y con un proceso de selección muy afinado, aquí seguimos con las prácticas burbujistas puras y duras: que entren muchos, siempre y cuando sean los que yo quiera, pero con contratos basura.

No sólo tenemos cada vez más profesores, claro. Toda esta ingente maquinaria requiere para su óptimo funcionamiento de muchos coordinadores. Mi Facultad, como hay crisis, ha puesto en marcha un sistema (retribuido por una de estas tres vías: o quitándote horas de clase, o pagándote o contándote como mérito curricular para futuras acreditaciones y ascensos, cuando no en algunas ocasiones por las tres a la vez) delirante de coordinación y meta-coordinación. Capitaneados por el coordinador en jefe, tenemos coordinadores de grupo, de curso, de asignatura y coordinadores que coordinan a los coordinadores de curso, grupo y asignatura que coinciden en el espacio-tiempo. Todos ellos se dedican a convocar reuniones para definir programas, cronogramas, actividades, horas, preguntas de examen y todo tipo de chorradas. Lo más triste de todo es que los carguitos en cuestión, por estar retribuidos, son de lo más jugosos. La gente se pelea por coparlos. Y luego, algunos, se sienten obligados a hacer cosas. Lo cual es casi peor. De estas dinámicas de coordinación salen cosas como que a mí, por ejemplo, me prohibieran hacer leer dos libros durante el curso a mis alumnos. «La coordinación» no lo aprobaba porque descuadraba el tiempo dedicado a mi asignatura y cosas de esas.

– Burbuja de cargos y carguitos. En un entorno como el descrito, los profesores que cada vez mandan más y cortan el bacalao son los que se mueven bien en esto de los cargos, acumulación de méritos burocráticos, de cobro de complementos y de ascensos por estas vías. Todos ellos tienen una prioridad en cuanto pillan el cargo: reducirse sus horas de docencia. Lo cual viene bien a todo el mundo, porque hay que contratar, en consecuencia, a nuevos profesores de los mal pagados para dar las clases. El resultado es de lo más divertido globalmente: los profesores, por lo general, ya no damos casi clases. Estamos en reuniones, en Másters, con reducciones de docencia, coordinando… y dando algunas de las horas lectivas. Pero luego, a la hora de la verdad, el grueso de las clases lo dan los asociados contratados por 3 horas a partir de estas vías tan españolas arriba descritas. El modelo está coordinadísimo y logra que los profesores, poco a poco, deambulemos hacia cargos y a no dar clase. ¡El viejo sueño de la sociedad sin clases, tan caro a los PNNs de los setenta, logrado gracias a la acumulación de cargos!

– Burbuja de financiación para cosas absurdas.  Los profesores universitarios somos también unos profesionales de trincar pasta, dinero público, para cualquier cosa. Por supuesto, viajamos siempre a congresos y demás a gastos pagados (el Ministerio paga proyectos de investigación para financiar estas cosas) y nos invitamos a saraos constantemente, financiados con dinero público mayormente, con generosidad. Lo más divertido de todo es que estamos hiperespecializados en sablazos a cual más impresentable. Los ejemplos son múltiples pero a mí me gusta particularmente que mi Universidad se ha especializado recientemente en sacar pasta a la Generalitat para hacer cosas en inglés que luego, a la hora de la verdad, se hacen en castellano. Ventajas del bilingüismo y de estar muy habituados a trabajar con él gracias a nuestra lengua vernácula, pues tenemos desde hace años a decenas de profes que cobran incentivos o ganan puntos curriculares por dar clases en valenciano cuando en la práctica las dan en castellano. Todo ese know-how está pasando de manera muy eficiente al tema del inglés, con la Generalitat pagando tan contenta y los periódicos locales saludando la buena nueva.

Y otro día hablaremos de los pantagruélicos aperitivos de Navidad y su disparatadísimo coste. Esta Universitat mía hacía históricamente uno en el edificio de Rectorado al que sólo iba la flor y nata de la burocracia universitaria de la casa. Pero mi Facultad, líder en saraos pagados por todos, se rebeló contra esta práctica y montó el primer aperitivo de centro de la casa en pro de la igualdad. No sólo los gerifaltes tenían derecho a comer gambas y beber cava a cuenta del contribuyente, sino cualquier profesor de a pie. La iniciativa, un éxito de los indignados avant la lettre que ocupaban decanatos y vicedecanatos, fue copiada rápidamente por el resto de Facultades. Y luego se ha logrado mejorarla y la excelencia. Ahora, como tenemos muchos coordinadores, las Facultades también han aprendido a coordinarse en los días de celebración. Por ejemplo, si en mi Campus hay 3 Centros y montamos todos la picadeta el mismo día la cosa es un desperdicio. Pues uno la hace el 21, otro el 22, otro el 23 y cada uno de ellos contando con la asistencia de los profes de todo el campus y así la gente está mucho más contenta. El año pasado, con eso de las vacas flacas, se intentó medio poner coto al tema y se adoptaron medidas drásticas de ahorro. Según me han informado se impidió que los aperitivos costaran más de un milloncejo de las antiguas pesetas por centro. La austeridad, como se ve, ante todo.

En fin, que tarde o temprano esto explotará. Porque habrá quien nos diga, y con razón, que para dar enseñanza a nivel de las academias CCC, pues que mejor se lo encargamos a los expertos del sector. Y como en Valencia ya tenemos una Universidad, que es la Católica, especializada en el tema (sus médicos de la primera promoción acaban el año que viene, 3 años después de ser acreditada la carrera por la ANECA, ¿puede pedirse más eficacia que eso?), ya se va viendo que la sociedad, tarde o temprano, nos mandará con razón a freir espárragos  y, entre títulos sin ningún nivel caros y absurdos y títulos sin ningún nivel, algo más baratos socialmente y con bendición apostólica de regalo, pues elegirá sensatamente.



114 comentarios en La burbuja universitaria
  1. 1

    Madre mía. Qué artículo. No he podido parar de reír. Y es grave, porque conforme más se ríe uno, más motivos hay para llorar.

    Esta frase es para que la Audiencia Nacional te abra diligencias de algo: «¡El viejo sueño de la sociedad sin clases, tan caro a los PNNs de los setenta, logrado gracias a la acumulación de cargos!»

    Comentario escrito por Guillermo López — 20 de septiembre de 2011 a las 4:00 pm

  2. 2

    Ole tus colgajos, pero te van a acabar dando un meneo. Esperemos que no, y que hagas escuela en esta crítica desde el interior hacia una situación de la enseñanza (en general, no sólo la universitaria, porque más abajo tambien se ven los tinglados y chiringuitos montados) que ha hecho perder todo el prestigio que sí, un día sí tuvo en la calle, la Universidad.

    Y otra vez ole.

    Comentario escrito por Conde — 20 de septiembre de 2011 a las 4:23 pm

  3. 3

    Vaites, vaites. Tremebundo!

    Comentario escrito por Luís Cividanes — 20 de septiembre de 2011 a las 4:40 pm

  4. 4

    ¿Es correcto atisbar un rayo de esperanza en el hecho que, entre tanta mierda, alguna universidad decente (privada) puede aparecer, de la misma manera que hay IESEs, Deustos y mandangas parecidas?

    ¿O vamos por un nivel más bien tipo Sálvame donde DEC será un centro de excelencia?

    Comentario escrito por CusCus — 20 de septiembre de 2011 a las 4:44 pm

  5. 5

    Genau! So ises. Leider.

    Comentario escrito por Oliveral — 20 de septiembre de 2011 a las 5:29 pm

  6. 6

    en la facultad de económicas era aún peor, tuvimos catedráticos que eran los titulares de la asignatura, jamás los vimos (nunca*, ni el primer día para presentarse o algo), y combinaban esta nada bien renumerada actividad de la «cátedra con clases = 0 horas anuales» con otros cargos directivos en la cámara de comptos, de comercio, empresas semi-públicas, públicas, organismos, hacienda, auditorias públicas, enfin, toda esa red de enchufismos, peloteos y paga favores donde puede acabar un economista-directivo bien relacionado en la administración foral

    *los veiamos en el diario, por eso sabiamos que el catedrático existia de verdad

    Comentario escrito por pescadilla — 20 de septiembre de 2011 a las 5:54 pm

  7. 7

    Mi más sincera enhorabuena. Dice mucho de ti, de la buena prosa que te gastas, y de lo valiente que eres al decirlo en alto, con nombre y apellidos.

    Chapeau.

    Comentario escrito por Qué país... — 20 de septiembre de 2011 a las 9:02 pm

  8. 8

    Como alumno de Educación Primaria de la UMU, solo puedo afirmar con pesimismo que la mediocridad está instaurada en las aulas y que se busca homogeneizar los contenidos de las asignaturas a la baja, como buscando que cualquiera pueda sacarse un título.

    Además parece que los alumnos son cada vez más inútiles: ¡¿Cómo puede un futuro profesor tenerle miedo a una exposición?!

    Comentario escrito por Alumno frustrado — 20 de septiembre de 2011 a las 9:27 pm

  9. 9

    Bravo, bravo! Autor, autor!

    Y eso que usted es de una carrera literaria…si se mete en el ámbito científico/biosanitario la cosa es el desparrame auténtico.

    Sin ir más lejos, lean, lean sobre como el Gran Buque Insignia de la Investigación Biomédica Valensiana, el Centro Príncipe Felipe, se ha ido a pique por culpa de unos gestores incompetentes (eso si, cobrando una guita) y unos directores de proyectos cuyo único fin en si mismo era la poltrona…

    http://www.elpais.com/articulo/Comunidad/Valenciana/gestores/centro/Principe/Felipe/ganan/Fabra/elpepiespval/20110912elpval_3/Tes

    Como mola todo!

    Comentario escrito por Garganta Profunda — 20 de septiembre de 2011 a las 10:43 pm

  10. 10

    Aguanta Andrés. Y gracias por el articulazo.

    Comentario escrito por orayo — 20 de septiembre de 2011 a las 11:25 pm

  11. 11

    Se puede decir más alto, pero no más claro. ¿Dónde hay que suscribir lo dicho? Una sugerencia… ¿Por qué no envías este post como comunicación a uno de tantos congresos indecentes de innovación docente? No se lo leería nadie, porque no se trata de leer (¡a quién le importa!). Es para que, ya que te has puesto a sistematizar, al menos te den unos puntitos en una futura acreditación.

    Comentario escrito por Avellana — 21 de septiembre de 2011 a las 1:09 am

  12. 12

    Lo peor de todo es que, al final de la fiesta, los del CEU se salen con la suya y los médicos de ese plan acabarán ejerciendo.

    Lamentable.

    Comentario escrito por Carlos — 21 de septiembre de 2011 a las 8:15 am

  13. 13

    Muy bueno.

    Y muy valiente porque la actitud suele serbaceptar el perrum y pensar que bastante se tiene con lo de uno.

    #4 la solucion la va a traer una universidad privada!?!!?

    Comentario escrito por Djiaux — 21 de septiembre de 2011 a las 8:54 am

  14. 14

    Estoy un poco preocupado. Porque todas estas reacciones elogiando mi osadía me recuerdan mucho la mítica serie británica «Yes, Minister» y los escalofríos que sufre Jim Hacker cuando le elogian su actuación por «valiente». Y me pasa un poco como a él, que no tenía demasiada conciencia de estas siendo valiente, ni mucho menos. Es más, quiero creer que escribir lo que he escrito tiene, incluso, un punto obvio y ritual. Vamos, que todo el mundo en la Universidad, en el fondo, no sólo es que lo sepa sino que lo dice, ya sea en petit comité, ya en foros más amplios. Así que me sorprende mucho, la verdad, leer que vuestra reacción consista esencialmente en apreciar la valentía del escrito porque probablemente eso demuestra que ando muy lejos de la realidad. ¡Que vengan los de la Audiencia Nacional ya!

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de septiembre de 2011 a las 9:56 am

  15. 15

    #13: no se quede solo con parte de mi frase, léala toda. ¿Donde se dice solución?

    Lo que yo digo es que en otros países donde tienen universidades-basura a mogollón (EE.UU., p.ej.) también tienen universidades de quitarse el sombrero (públicas, como U. California y privadas, como Harvard, p.ej.). En España tenemos un ejemplo parecido con las escuelas de negocios que, independientemente de si a uno le gusta la ideología que propugnan o no, son consideradas entre las mejores del mundo en lo suyo.

    Algunas voces apuntan a que se debe a la competencia. Por eso pregunto si se atisba algún rayo de esperanza por ese sentido. Que el hecho que haya competencia pueda llevar a una mejora.

    Uno tiene sueños húmedos donde aparecen ránkings de universidades españolas en función de la calidad y las malas se van quedando vacías, sin alumnos y, caso de ser públicas, sin razón de ser ni dinero para ser.

    Comentario escrito por CusCus — 21 de septiembre de 2011 a las 10:12 am

  16. 16

    Decir que en esos mismos sueños, cuando son con psicotrópicos, aparecen unas becas que permiten a los estudiantes estudiar donde les apetece.

    Comentario escrito por CusCus — 21 de septiembre de 2011 a las 10:12 am

  17. 17

    En otras universidades estamos igual. Felicidades por el artículo.
    El tema de las universidades que indicas al final de tu artículo ya clama al cielo. Al menos, antes existía el doble examen, exigido por los acuerdos con el Vaticano. Ahora, no.

    Comentario escrito por joan Amenós — 21 de septiembre de 2011 a las 10:24 am

  18. 18

    Ah, por cierto, yo también alabo tu valentía. Ten cuidado, forastero, procura no entrar sólo en el Saloon.

    Comentario escrito por joan Amenós — 21 de septiembre de 2011 a las 10:26 am

  19. 19

    El tema de la utilidad/inutilidad de la estructura va a plantearse de inmediato. Ya han empezado los recortes. Te dejo una reflexión poco universitaria, pero necesaria, sobre la relación entre universidad y crisis:
    http://blogs.uab.cat/actualitatjuridicaamenos/2011/09/16/universitat-i-rellancament-economic/

    Comentario escrito por joan Amenós — 21 de septiembre de 2011 a las 10:31 am

  20. 20

    Lo penoso del asunto (que no del artículo -magnífico-) es que todo lo que cuentas se puede trasladar al ámbito privado de igual forma, el cual, como todos sabemos, recibe suculentas subvenciones en forma de desgravaciones fiscales. Como, obviamente, el dinero no sale de debajo de las piedras, alguien lo tiene que pagar, y ese alguien ahora somos todos aquellos con sueldos semidecentes españoles, es decir, los que tenemos la suerte de cobrar más de 22.000 brutos anuales y menos de 40.000. Porque no sé si saben que en España, si cobras 22k, ya eres rico y no puedes ni deducirte 200 míseros euros anuales por alquiler, por poner un ejemplo al vuelo. Y con una clase empresarial que declara ingresos por valor de 12.000 euros anuales para no pagar Sociedades ni nada, ya me dirán ustedes cómo va a acabar esto.

    Acabará con el discurso de siempre en el caso público: que el modelo no funciona, que es «insostenible», que «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades», etc, etc, metiendo en ese saco del ‘hemos’ a cualquiera, tenga o no culpa, trabaje más o menos, tribute todo lo que le corresponde o no.

    Y en el ámbito privado, todo el mundo encantado: contratando a gente con dos carreras y un máster para puestos «en prácticas» hasta la edad de Cristo, con sueldos de 600 EUR o menos _legales_, y recibiendo subvenciones por ello. Es decir, estamos al borde de pagar por trabajar, por aquello de que las rentas del trabajo tributan más que las rentas del capital.

    Todo ello, sazonado ahora, con la Comisión Europea, el FMI y el BCE dictando los recortes «necesarios» para «generar competitividad».

    Porque el problema de fondo es que esto no lo solucionamos ya ni con vigilancia, porque, Quis custodiet ipsos custodes? Como decían en Nueve Reinas, no faltan putas, lo que faltan son financistas, y todo el mundo comprado mientras el dinero «no sea de nadie».

    Solo de pensar en cómo estudiarán el comportamiento del hombre durante los siglos XX/XXI dentro de 200 o 300 años -si es que queda alguien aquí, claro-, se me cae la cara de vergüenza.

    Comentario escrito por panceto6 — 21 de septiembre de 2011 a las 11:00 am

  21. 21

    La principal burbuja, una vez más, está en lo «público». Más o menos medio centenar de universidades públicas en todo el país. Solo en Castilla y León, donde vivo, cuatro universidades públicas y campus a mogollón, por supuesto con titulaciones repetidas. En este país hemos pensado durante años que podíamos tener un centro universitario público, un aeropuerto y una sucursal de una caja de ahorro en la puerta de nuestra casa… hasta que ha llegado la resaca. Lo peor es que en materia universitaria la razón de las proliferaciones se escapa del todo de criterios académicos y responde a razones exclusivamente políticas. Por otro lado, habría que plantearse la justicia o injusticia de que con nuestros impuestos paguemos el 80% del coste que tiene una plaza universitaria pública a alumnos de familias con recursos económicos suficientes y que no cumplen con unos mínimos en su rendimiento académico. Sí a la igualdad de oportunidades para buenos estudiantes sin recursos. No a la barra libre que llevamos años viviendo y que ha degenerado por completo el sentido de una Universidad pública de calidad.

    Comentario escrito por Michi — 21 de septiembre de 2011 a las 11:47 am

  22. 22

    Al hilo de lo apuntado por Cuscus en #15 yo recuerdo, y hace ya muchos años de esto, que en las ofertas de trabajo que aperecían en algunos periódicos para puestos de ingeniería informática solicitaban que no enviasen curriculums alumnos de la Facultad de Vilanova i la Geltrú, una especie de escuela adscrita a la Universitat Politècnica de Catalunya y que, por lo visto, era una chapuza indigna.
    Así que cabe esperar que, a menos que los alumnos deseen únicamente cursar estudios para tener un título que poner en un marco en su casa, con su orla y a ser posible follarse a todo compañero/a o Erasmus que se le cruce, muchas de estas instituciones creadas tan alegremente tiendan a desaparecer si no cumplen mínimamente con sus objetivos.

    Comentario escrito por Judge Dredd — 21 de septiembre de 2011 a las 1:06 pm

  23. 23

    Aunque quienes conocemos al Profesor Andrés Boix no podemos sorprendernos de su tendencia a meterse en charcos e ir de enfant terrible por la vida sí que es verdad que llama la atención su desaforada pasión por contar miserias universitarias que, en el fondo, no hacen sino daño a nuestra Universidad y a nuestro colectivo. Con las cosas de comer no conviene jugar, y menos en los tiempos que corren. De modo que alguien tendría que decirle de vez en cuando que los trapos sucios mejor si se lavan en casa.

    Sin ser mentira lo que cuenta tampoco lo es que hay muchas otras cosas que calla convenientemente, provocando que la atención pública se dirija de manera sesgada hacia nosotros. Y lo mejor es que nos dejen tranquilos, porque la ciudadanía en general no comprender cómo se hacen las cosas en la Universidad y es mejor que así sea porque las decisiones que se toman ahora son el resultado de décadas de una evolución que no se puede pretender cambiar con buenismo ni un desquiciado principialismo.

    Es verdad que los profesores recibimos dinero `por viajar, por ir a congresos, por publicar trabajos, por escribir libros y sí, también, por hacer tareas de gestión o de coordinación (lo que Andrés llama «carguitos»). Pero, ¿acaso cobramos mucho por cada una de esas cosas? ¿Acaso es justo que la gente trabaje gratis? ¿Está Andrés dispuesto a trabajar gratis? Aquí lo que nadie dice, porque es impopular, pero es la verdad, es que los profesores universitarios estamos muy mal pagados a pesar de que somos la elite intelectual del país y que hemos estado años preparándonos y hemos pasado un proceso durísimo de selección. Que para llegar a los 3.000 o 3.500 euros mensuales limpios tengas que hacer todas esas cosas es un vergüenza pero no porque se cobren sino porque haya que hacerlas para cobrar un sueldo que aún así es de miseria comparado con lo que es justo que una persona de nuestra preparación cobre. Además, para poder vivir hay que hacer trabajos fuera, que sí te pagan de manera acorde a nuestras capacidades, y va y resulta que ahí la Universidad todo son trabas y encima se empeña en quedarse un impuesto revolucionario.

    Así que menos lobos. Es una irresponsabilidad atraer la atención sobre un colectivo mal pagado, que damos muchísimas horas de clase (8 horas semanales altamente especializadas requieren de una gran preparación y de mucho tiempo extra que nadie computa) y que tenemos todo tipo de trabas para rentabilizar nuestro esfuerzo. Si encima las mínimas compensaciones por los trabajos extras que hacemos se pintan socialmente en tiempos de crisis como «chollitos» y «burbujas» acabaremos teniendo un problema. El Prof. Boix debería darse cuenta de ello. Que también él llegará un día en que se harte de la bici y querrá tener un coche.

    El resto, aunque sea verdad, no deja de ser demagógico. Los ágapes de Navidad cuestan una miseria y sirven para socializar al personal. Andrés y su padre siempre han sido muy críticos, pero más por quién los ideó que otra cosa, me temo. No veo, de hecho, mucha crítica a los ágapes del rectorado en el trabajo. Supongo que será porque a esos sí que es de recibo acudir. Además de que el equipo decanal que los estableció lo hizo como un gesto con el personal subalterno. Quizás a Andrés y su entorno las gambas, canapés y cava no les supongan demasiado cambio, pero a nuestras limpiadoras y auxialiares adminsitrativos les alegran las fiestas. Así que menos coñas con la vicedecana «indignada» que estableció la tradición. Porque es muy clasista pretender que sólo los profesores tenemos derecho a darnos una alegría por Navidad.

    También me parece muy demagógico, y el texto del propio Prof. Boix lo prueba bien a las claras, decir que con los grupos de Bolonia estamos creando una burbuja y dando mala educación. En unas condiciones de mercado cada vez más competitivas tenemos cada vez más alumnos. Por algo será, digo yo. ¿O va y resulta que el hecho de que tengamos cada vez más demanda y que haya que ampliar grupos es una mala noticia y prueba de que hacemos mal las cosas?

    Por otra parte, el texto es terreno abonado para pedir recortes en personal, pero seguro que Boix no está pensando en sí mismo. ¿A quiénes tiramos a la calle, Profesor? Es muy peligroso e irresponsable dar argumentos a quienes desean recortar y limitar la enseñanza. El prof. Boix explicará las razones por las que prefiere grupos muy grandes a grupos más pequeños. Y los grupos, por cierto, son de 50, no de 25 o de 15. Porque si hay 50 alumnos que pagan la matrícula que luego vengan a clase o no es lo de menos. La Universidad, dado que les cobra, ha de estar preparada para darles el servicio.

    Sobre las corruptelas en materia de contratación, el tema es muy largo y mejor no entrar. Simplemente decir que con la actitud del prof. Boix la Universidad sería ingobernable. Es conocido que no hace mucho el Prof. Boix se abstuvo en una comisión de contratación porque a la plaza concurría una amiga suya. ¿Qué hemos de hacer todos, abstenernos cada vez que un conocido se presente? ¿Quién evaluaría entonces? La Universidad se tornaría ingobernable. No cuestiono la buena intención de esa actitud, pero es en el fondo comodona. Uno queda a gusto con su conciencia, no se ensucia las manos y si las cosas no funcionan y se vienen abajo es problema de los demás. Así que, Profesor, siga mi consejo y trata de que estos trapos sucios se laven en casa. Nos irá a todos mucho mejor. Y a ver si empieza por su departamento, ya que le preocupan tanto las contrataciones irregulares de profesores. Por lo que todo el mundo cuenta, ahí tiene mucho trabajo si además de quejarse en público irresponsablemente cree que es importante hacer algo al respecto.

    Comentario escrito por Donoso Cortés — 21 de septiembre de 2011 a las 1:57 pm

  24. 24

    En tu universidad contratan profesores? en serio? aumentan plantilla? En la UPC estan echando a la calle a un montón de asociados, y los que quedamos estamos haciendo encaje de bolillos para poder dar clases a todos los dichosos grupos. O sea que ahora tenemos una pseudo ratio boloñesa con muchos menos docentes para cubrirla.

    Comentario escrito por La Celia — 21 de septiembre de 2011 a las 2:31 pm

  25. 25

    Gran artículo.
    Y más importante si lo dice alguien desde tu posición.
    Esto tendrá que estallar tarde o temprano, y luego dirán que no se lo esperaban.
    Un alumno

    Comentario escrito por tenorio — 21 de septiembre de 2011 a las 2:34 pm

  26. 26

    A M É N.

    A mi me cambiaron 3 VECES EL HORARIO EN 1 SEMANA porque no cuadraban con el «horario de actividades» de los profesores. la puntita del iceberg universitario. A saber como acabamos los que aun nos estamos formando….

    Comentario escrito por Palermo — 21 de septiembre de 2011 a las 2:35 pm

  27. 27

    Joer, que suerte que tenéis «burbuja de profesores». En la mayoría de universidades la mierda de la salsa boloñesa se está haciendo SIN aumentar el número de profesores, que incluso desciende, porque hay gente que se está jubilando y las plazas se «amortizan». Pues nada, felicidades.

    Comentario escrito por eulez — 21 de septiembre de 2011 a las 3:03 pm

  28. 28

    Al leer esto me he acordado de cuando estaba cursando la asignatura Análisis territorial de 4º de Geodesia en la Universitat Politècnica de València (ahora estoy en 4º-5º de Derecho-CCPP en la UV). Pues bien, el profesor de esta asignatura era el titular de universidad Antonio Serrano, que puede ser que a alguien le suene por haber sido llamado por la ministra Cristina Narbona para ocupar un alto cargo en el Ministerio de Medio Ambiente (me acordé de él porque en los títulos de agradecimiento de la estupenda serie sobre las costas españolas que actualmente reponen en La 2 el primer agradecimiento es para la exministra y el segundo es para él). Pero en realidad nos llamó a todos los alumnos la atención de que este hombre vino el primer día a presentar la asignatura y ya no le volvimos a ver. A las clases siguientes vino otro profesor, que ya no era titular de universidad. Después nos dijeron que era lo normal, que viniera el primer día de clase y que el resto de días viniera el que tenía que hacer méritos. Xe ya no me acordaba y esta entrada del blog me lo ha recordado.

    Comentario escrito por Xavier Navarro i Garcia — 21 de septiembre de 2011 a las 3:11 pm

  29. 29

    Prof. Boix, su artículo me parece muy acertado. Pero dése cuenta que lo que cuenta es sólamente una proyección de la euforia y el inexistente ‘savoir faire’ de nuestra sociedad en los últimos años. Más aún en el País Valenciano, tierra del ‘per diners no serà’ y de la ‘Realidad Virtual’ de Canal 9.
    Lo que más me duele es que en la confusión, la Univ. Católica se lleva el gato al agua, y luego a ver quién desmonta el chiringuito.
    Ejemplos del disparate: hoy el Servicio de Política Lingüística de mi universidad nos ha regalado una bonita gramática de la lengua que se dice ‘propia’ y una bolsa de tela para ir al súper, ahora que no nos dan las de plástico. Vale, gastar dinero en libros y más para educar está siempre bien, pero habría que preguntarse cuánto ha costado la broma y dónde andan necesitados de dineros (p.ej., en el modernísimo gimnasio del Campus de ciencias de esta universidad)

    Comentario escrito por Baturrico — 21 de septiembre de 2011 a las 3:13 pm

  30. 30

    Ya lo decía Dali : “lo desgraciado de nuestros días es la monstruosa especialización de cada ciencia; o sea, el que sabe de física no sabe de pintura, el pintor no sabe de física, el biólogo muy poco de física, todo está demasiado especializado[….]Estamos asistiendo al progreso casi monstruoso de la civilización, sin ningún tipo de síntesis”.

    Comentario escrito por Hgsp — 21 de septiembre de 2011 a las 3:57 pm

  31. 31

    Jordi Llovet sacó un libro: «Adiós a la Universidad» relacionado con el tema

    http://www.correo-ciudadano.net/2011/04/04/jordi-llovet-saca-adeu-a-luniversitat-inteligente-alegato-contra-la-banalizacion-de-la-institucion-universitaria-y-su-contaminacion-por-el-nacionalismo-catalan-retrogrado/

    Comentario escrito por Luis — 21 de septiembre de 2011 a las 4:05 pm

  32. 32

    Como casi siempre, Andrés, tienes razón en casi todo. Y supongo que también tienen razón los comentarios en los que se alaba tu valentía por denunciarlo. La denuncia, radical, es necesaria. Pero, una vez hecho el diagnóstico, y creyendo como creo que se trata en tu caso de una persona sinceramente preocupada por el tema, que no denuncias este lamentable estado de cosas por deporte o por pasar el rato o (sólo) por chinchar al decano o al rector, creo que la siguiente pregunta, ineludible, es: ¿qué hacer? Y, sobre todo, ¿quién debe hacerlo? Porque creo que la responsabilidad de que las cosas hayan llegado a este punto es fundamentalmente de los profesores, y por lo mismo creo que si hay alguna posibilidad de revertir la situación es a los profesores a quienes nos compete hacerlo.
    Nosotros hemos permitido año tras año que bajara el nivel en la Universidad bajando cada vez más el nivel del aprobado. Sí, es cierto que los alumnos llegaban cada vez con menos ganas de aprender (estoy hablando de la carrera de Derecho, no sé en qué medida se puede aplicar a otras), menos interés por la materia, y, quizá, con peor formación de los institutos, pero, ante ese hecho, ¿hemos mantenido el nivel de exigencia donde creíamos que debía estar, o hemos ido cediendo a las “presiones”, primero, de los propios alumnos llorándote en el despacho y, también, de las propias autoridades académicas y del sistema en general que, de la forma más absurda que pueda imaginarse, por lo visto beneficia / penaliza (en futuras acreditaciones, “verificas” etc.) a las carreras en función de la ratio número de probados / número de matriculados? Pues no, hemos ido cediendo, es mucho más cómodo bajar el aprobado al 4,5, y luego al 4, y luego al 3 y medio si es necesario, que aguantar a pie firme en las revisiones, y, además, los alumnos te puntúan mejor en las encuestas. ¿Quién, si no nosotros, se ha contentado año tras año con que los alumnos en el examen nos repitan los propios apuntes que nosotros les hemos dictado, en lugar de exigirles que se lean de cabo a rabo (y comprendan) un buen libro, o sentencias, etc.? Y esto, creo que estarás de acuerdo conmigo, Andrés, no es, ni de lejos, producto de Bolonia: yo empecé la carrera en el año 1992, con el Plan de 1965, y lo he vivido como alumna.
    Por otro lado, lo de dar cada vez menos clases: ¿seguro que viene sólo de Bolonia? ¿No conocemos todos a profesores, de muchos años atrás, – como comentaba una persona en una de las entradas anteriores –, catedráticos insignes, que en su vida han corregido una práctica? ¿Qué ni siquiera aparecían en la revisión de exámenes? ¿Qué estaban – o están – continuamente de congresos, de cursos, o atendiendo juicios o a clientes en su despacho particular, mientras los becarios, los ayudantes y hasta los titulares les daban las clases, les corregían los exámenes y les hacían las revisiones? ¿Qué pasa ahora? Pues que, muy a la española, hemos “democratizado la práctica”: ahora ya no son sólo los catedráticos los que se pueden permitir estos lujos; ahora, gracias efectivamente a los cargos y carguitos, y además abiertamente, todos nos podemos descontar unas horitas de clase o tener un pequeño sobresueldo, y que a costa de eso se contrate a asociados por cuatro perras.
    Y, en relación con otro comentario que te leí una vez en otra entrada: dices que con Bolonia las clases cada vez son menos, porque según la normativa (por ejemplo, el Protocolo docente aprobado en nuestra Facultad), aunque te asignan dos horas de “uso de aula” se supone que sólo has de dar una hora y 40 minutos de clase, porque lo demás lo recuperarás haciendo actividades complementarias (como llevarte a los alumnos de excursión al carrer de la Nau; sobre esto de las actividades también se podría hablar largo y tendido pero lo dejaremos para otra ocasión). Pero, ¿es esto en realidad tan novedoso? ¿Se debe únicamente a la implantación del proceso de Bolonia? ¡Por favor! Todo el mundo sabe que, de toda la vida, cuando tienes un día dos horas de clase el 90% de los profesores lo que da es una hora y media (y eso si llega, porque entrando en clase a menos veinte y saliendo a y veinticinco, la cosa se queda en horita y cuarto). Esto lo practica la mayor parte de los profesores y, aún más, lo exige la inmensa mayoría de los alumnos, porque cuando llegas el primer día, como yo llevo haciendo varios años, y les adviertes de que las dos horas se van a dar enteras y verdaderas, con una pausa de cinco minutos, las caras (y aún las protestas) son muy elocuentes (cuando no optan directamente por recoger los trastos a la hora y media porque ya les parece que te estás pasando).
    En resumen: es verdad, todo esto es lamentable, debe denunciarse, pero, sobre todo (creo yo), debemos intentar ponerle remedio. Decir que Bolonia ha “legalizado” prácticas que no por inveteradas son menos impresentables no significa en absoluto una defensa de Bolonia, al contrario, es desolador. Pero creo que hay que tener presente de quién es la responsabilidad y yo creo que es ante todo de los profesores: a todo nos hemos plegado, de todo nos hemos beneficiado, todo lo hemos tolerado y permitido, y ahora estamos donde estamos. Y, de la misma manera que antes no había sólo dictadores de apuntes y catedráticos «ausentes», sino también muy buenos profesores que cumplían con todas sus obligaciones, también ahora tenemos que pensar (si no, es el desastre) que hay gente seria, que aunque va a reuniones y reuniones lo hace porque cree que es su obligación y tratando de sacarles partido, sin cobrar un duro ni descontarse un minuto de clase, y sin que figure en ningún papelito para la Aneca, y que trata de mantener un nivel mínimamente digno en las clases y en los exámenes.
    No me parece correcto que nos limitemos a quejarnos: hay que hacer algo, pero creo que ese algo es más que denunciar. Por ejemplo, creo que nos podemos resistir a la simplificación y al adelgazamiento de contenidos que parece que es inherente o inevitable en los nuevos planes, simplemente, manteniendo en las guías docentes el programa que nos parezca necesario, y recomendando como bibliografía básica verdaderos manuales y no libritos de esquemas, que tanto han proliferado, y haciendo exámenes de verdad, y exigiendo a los alumnos que trabajen un mínimo en casa, y que si no se traen la lección ya estudiada para las prácticas, en clase no se les va a explicar, sino que se hará directamente la práctica y el que por no haberla preparado no la entienda que se vaya a su casa a leer el manual. Y, por supuesto, currándonos unas buenas clases y unas buenas prácticas, cumpliendo con la atención a los estudiantes, y estando al día. Si hay quejas de los alumnos, explicar las veces que haga falta y donde haga falta, con todo respeto pero con toda convicción, las razones de nuestra actuación, y resistir. Si el Decanato no quiere aprobar la guía de la asignatura porque le parece muy exigente, resistir, e insistir hasta que se apruebe. Si algún año por suspender a mucha gente nos recortan la financiación en la facultad, aguantar: si no hay dinero para mantener dignamente a 1000 estudiantes, pues se rebaja la admisión a 500 (con la correspondiente subida de la nota de corte) y a esos 500 se les enseña en condiciones; lo contrario es una estafa a los estudiantes. Claro, toda esta exigencia a los alumnos sólo tiene sentido si nosotros cumplimos también, desde el primer al último tema, desde el primer al último minuto de clase.
    Voy a poner un ejemplo: mi hermano pequeño terminó el año pasado la doble Licenciatura ADE-Derecho, como todos sabemos la “creme de la creme” de nuestra facultad, donde se exigía (si no recuerdo mal) más de un 8 para entrar. Bueno, pues este año se ha matriculado en un máster en Holanda y, nada más llegar, el 1 de septiembre, le han dicho que se tiene que estudiar un manual de Derecho comunitario de más de 1000 páginas en inglés, y que el día 7 de octubre tiene un examen de ese manual. Y, a partir de ahí, puede seguir con el resto de asignaturas. Su reflexión sobre esto en un e-mail era la siguiente: “creo que en Valencia nos llevaban demasiado de la mano, y así la gente luego sale como sale. Aquí a nadie se le ha ocurrido protestar, lo que hemos hecho todos ha sido ponernos a estudiar.”
    ¿De quién depende que algún día en nuestra facultad las cosas puedan llegar a ser remotamente parecidas a esto? Evidentemente, de los profesores. La calidad de una Universidad (o Facultad) depende – en mi opinión, quizá estoy equivocada – fundamentalmente de los profesores (y de que se les deje trabajar mínimamente, claro); la “calidad” de los alumnos es sólo una excusa y quiero pensar que a la larga los alumnos se adaptan a lo que se exige de ellos y, o bien opera la selección natural (se van a otro sitio: a su casa, o a una Universidad privada donde se compra el título con mayor facilidad), o bien descubren que pueden dar más de sí de lo que pensamos. Y por lo que se refiere a las “trabas burocráticas”, tampoco es razón suficiente para claudicar: las reglas en la Universidad las aprueban sus órganos de Gobierno, en los cuales como todo el mundo sabe es el PDI funcionario el que tiene la mayor representación. No estamos condenados a ningún fracaso, ni al desmantelamiento forzoso de la Universidad pública: eso sólo pasará si entre todos lo permitimos. No estamos atados a una rueda inexorable del destino llamada plan de Bolonia de la que no podamos escapar y que nos aboca irremisiblemente al abismo: muchas de las miserias de la Universidad actual creo que hunden sus raíces en procesos y en costumbres arraigadas muy anteriores al plan Bolonia, y lo que ha pasado es que se han adaptado a las nuevas modas y terminologías. Bolonia podría haber sido una oportunidad de repensar la función de la Universidad, sobre todo la docente, y mejorar lo que había que mejorar, que era bastante. Que estemos fracasando en eso no es culpa de un abstracto e inasible “proceso de Bolonia”: es culpa de cómo los profesores (que, repito, controlamos el gobierno de las Universidades, y somos quienes hacemos el plan de estudios y los programas de las asignaturas, y quienes damos las clases) lo estamos entendiendo, aplicando o tolerando que se entienda y aplique.
    Este verano salieron algunas noticias en la prensa (lo ví en El País) con los resultados de una encuesta que se había hecho a la ciudadanía preguntándole su opinión sobre distintas instituciones. La Universidad y los científicos ocupábamos los primeros puestos en esta encuesta sobre – no recuerdo exactamente – nivel de confianza o prestigio de las distintas instituciones. Por lo que parece, aún tenemos credibilidad entre los ciudadanos; por favor, no la dilapidemos con actitudes ni comportamientos grotescos como los que denuncia Andrés con razón en este artículo, pero tampoco nos resignemos quedándonos en la mera denuncia o, alguien podría pensar, revolcándonos gozosos en nuestra propia mierda.

    Comentario escrito por Lucía Martínez Garay — 21 de septiembre de 2011 a las 4:16 pm

  33. 33

    El problema de la Universidad española es que comentarios como el de Donoso Cortés son una parodia o van en serio. Por el nick utilizado me inclino por lo primero, la verdad. Por eso y porque no creo que las cosas estén tan mal. En todo caso, y por si acaso, unas aclaraciones rápidas:

    – No estoy de acuerdo en que la ciudadanía no deba saber lo que pasa en las Universidades. Cobremos mucho o poco, como quienes pagan son los ciudadanos, es bueno que éstos sepan dónde meten el dinero. Y decidan si les convence.

    – No creo haber defendido en ningún momento los ágapes de Rectorado. Es más, todo lo contrario, como cualquier lector puede colegir fácilmente.

    – No creo que un profesor deba abstenerse de evaluar o participar en tribunales que enjuician la labor de conocidos, pero sí cuando estamos hablando de amigos. Y sinceramente pienso que mejor nos iría si todos lo hiciéramos así.

    – No quiero que se despida a nadie. Sí que se racionalice lo que hacemos con los recursos que tenemos y no seguir en una dinámica burbujística que exige más y más recursos. Está claro que cuantos más tengamos, mejor, pero como los recursos no son infinitos habrá que empezar a evaluar la rentabilidad social de meter pasta para que los grupos teóricos de materias como el Derecho acaben siendo de una decena de alumnos. Y, por supuesto, estoy muy en contra de contratar alegremente profesores por decenas y con la Universidad consintiendo que se meta a quien decida el mandamás de turno porque los méritos se aprecian con total discrecionalidad.

    – No estoy de acuerdo en que haya que tener todo a punto para los alumnos matriculados. Porque hay que racionalizar recursos. Y porque es mentira que paguen la matrícula. El 85% la pagamos entre todos.

    – Yo aspiro a cobrar por trabajar, sí. También aspiro a poder creer que mi trabajo tiene un mínimo de sentido y utilidad.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de septiembre de 2011 a las 4:21 pm

  34. 34

    El comentario del tipo que dice ser un tal Donoso Cortés creo que es de lo más delirante que he leído en mucho tiempo. Para empezar, si quiere hablar de sueldos, que hable en términos de bruto anual, y no de neto mensual. A ver ahí en qué categoría cae nuestro amigo Cortés, porque un cálculo a vuelapluma arroja más de 70.000 EUR brutos/año. Para seguir, que nos explique acaso si, para trabajar 40 horas a la semana en la empresa privada no se exige una preparación brutal antes en según que sectores.

    Yo solo puedo hablar con conocimiento y sin miedo a ruborizarme de IT, que es lo que manejo, pero solo de pensar en los médicos, sus 4 años de residencia, las guardias semana sí semana no, VER MORIR A GENTE, etc, en fin, que el tal Donoso está meando fuera de tiesto si cree que 8 horas por semana son demasiadas.

    Y para acabar, eso de que los ágapes de Navidad cuestan «una miseria y sirven para socializar»… en fin, inenarrable xD

    Comentario escrito por panceto6 — 21 de septiembre de 2011 a las 4:27 pm

  35. 35

    Una cosa más, Donoso:

    – No me siento clasista por criticar los aperitivos de Navudad, que desconocía que tenían como objetivo dar algo de caridad al «personal subalterno». Me parece clasista pensar que ciertos colectivos merecen limosnas aunque sean en forma de gambas una vez al año. En su caso merecerían de las autoridades académicas una mejora de sus condiciones laborales. Por ejemplo, empezando a poner coto a la externalización y subcontrata sin demasiado control de los mismos que se ha generalizado.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de septiembre de 2011 a las 4:34 pm

  36. 36

    Solo falta que este artículo lo hayas redactado en tus horas laborales de docente, jajaja.

    Comentario escrito por Jeje — 21 de septiembre de 2011 a las 4:39 pm

  37. 37

    Chapeau para Donoso Cortés en su magistral comentario #23, en el que simula a la perfección la retahíla de supuestos argumentos de chicha y nabo que esgrimiría un apparatchik universitario-Bolonia ante un artículo como el de Andrés. ¡Al principio incluso me lo estaba creyendo! Pero los 3500 euros limpios «pelaos» o las ocho durísimas horas semanales iban un poco demasiado lejos :)

    Por cierto, puedo aportar un grano de arena a lo que comenta Andrés, que certifico desde el principio hasta el final: soy coordinador de segundo curso de mi especialidad (Periodismo). Me dijeron que «había que sacrificarse por el área» porque no somos apenas profesores a tiempo completo. Yo me negué, se montó un minifollón y al final aquí me tenéis. Luego descubrí que mi función era totalmente evanescente, es decir: si quiero puedo dar el coñazo a los profesores con reuniones, pero también puedo no hacerlo (como hice el año pasado, para felicidad de Andrés, que da clase de derecho en «mi» curso).

    Hace unos meses descubrí que, encima, el chorra cargo de coordinador se cobra, cosa que ignoraba (porque me parecía demasiado surrealista cobrar por algo así). 1000 € limpios al año. Una vergüenza más. Así que monté una jornada para los alumnos, trayéndome a antiguos alumnos para que contasen su experiencia de inserción en el mercado laboral, a periodistas valencianos relevantes… Para gran enfado e indignación de las fuerzas vivas de mi área, que consideraron que al montar algo que no fueran reuniones de coordinación psicopedagógica con los profesores les estaba haciendo la cama ninguneándoles, o algo así. Que ellos y solo ellos son el vértice y piedra angular del Periodismo en la Comunidad Valenciana y que, en consecuencia, deberían liderar siempre cualquier iniciativa que tuviera que ver con ello.

    Comentario escrito por Guillermo López — 21 de septiembre de 2011 a las 4:39 pm

  38. 38

    –Es la ventaja de no expulsar a nadie por muchas convocatorias que haya superado. El otro día un colega me comentaba que en su grupo tenía gente que se había matriculado por decimosegundo año consecutivo. Son casos extremos pero como no se penaliza repetir pues cada vez hay más.–

    En la UVa te penalizan el coste del crédito bastante como sea una tercera matrícula.

    Comentario escrito por Usuario — 21 de septiembre de 2011 a las 4:42 pm

  39. 39

    «porque es impopular, pero es la verdad, es que los profesores universitarios estamos muy mal pagados a pesar de que somos la elite intelectual del país y que hemos estado años preparándonos y hemos pasado un proceso durísimo de selección»

    En verdad Donoso Cortés tiene que estar de broma. Pero de broma…

    Comentario escrito por galaico67 — 21 de septiembre de 2011 a las 4:42 pm

  40. 40

    «Son casos extremos pero como no se penaliza repetir pues cada vez hay más». Creo que esta afirmación no es correcta, el repetir curso conlleva un recargo en el precio de la matrícula, dependiendo de las repeticiones, triplicando el precio por crédito si se repite la asignatura.

    Comentario escrito por Uribo — 21 de septiembre de 2011 a las 4:43 pm

  41. 41

    Tiene que ser sarcasmo, no se puede tener tanta cara…

    Comentario escrito por galaico67 — 21 de septiembre de 2011 a las 4:48 pm

  42. 42

    Y luego nos preguntamos como surgen los indignados. Resulta evidente. Lo que comentas es desgraciadamente habitual dentro de la administración española y lo padezco todos los días como profesional que soy (de las antiguas licenciaturas).
    No obstante creo que la educación se ha convertido en el paradigma de la ineficiencia y despilfarro en España, en todos los ámbitos y prueba de ello es lo que está sucediendo en la actualidad. Ciertas gentes, mayoritariamente «estómagos agradecidos», se manifiestan por el simple hecho de que se les haga dar más horas de clase, con sueldos elevados y vacaciones largas y retribuidas. Dicen que se recorta una «educación pública de calidad» cuando somos los últimos en los Informes Pisa y los resultados de nuestras universidades públicas son patéticos (aunque coincido en que las privadas de nuevo cuño son peores todavía, en el sector privado, no te preocupes, lo sabemos). Se resisten a dar más asignaturas cuando en cualquier colegio privado o concertado el profesor por menos dinero da más y obtiene mejores resultados (a las pruebas de selectividad de todas las ciudades me remito).
    Resulta obvio que en la universidad tras lustros de inactividad y mediocridad, de proyectos faraónicos y no meditados así como de falta de racionalidad en la gestión pública y sobreponderancia sindical han provocado la creación de una superclase de servidores públicos que únicamente defienden sus intereses, que son siempre los mismos: trabajar menos y ganar más, todo ello con el mínimo esfuerzo. Dios santo, en qué se ha convertido la libertad de cátedra.

    ¿Dónde está el Estado, al que cedí mi fuerza para que persiguiera el bien común y no el de algunos?¿Cómo quieren aumentar los ingresos fiscales si después lo despilfarran?

    Comentario escrito por Antonio Gómez — 21 de septiembre de 2011 a las 4:50 pm

  43. 43

    Buff, Guillermo, no sé. Una parodia completa debería haber incluido la exaltación de lo mucho que se trabaja de director de departamento o vicedecano, las muchas preocupaciones que da, lo mal pagado que está y la vergüenza de que solo te quiten la mitad de horas de clase. Vamos, que lo hacen por altruismo y ganas de sacrificarse. Falta esa parte y eso me hace dudar sobre si es una parodia o no.

    Bueno, eso y que quiere que me compre un coche.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de septiembre de 2011 a las 4:51 pm

  44. 44

    Antonio Gomez, si vienes a mezclar churras with merinas, lo llevas claro…avogaduooo, ciñase al tema…

    Comentario escrito por galaico67 — 21 de septiembre de 2011 a las 5:07 pm

  45. 45

    chico… burbuja? En mi Universidad desde luego no, va a ser verdad que Cataluña no es España. Ni que el articulo lo hubiera firmado un submarino del PP!

    Comentario escrito por pelan — 21 de septiembre de 2011 a las 5:35 pm

  46. 46

    En serio, voy a ponerme esta entrada en favoritos a ver si me podéis aclarar si el tal «Donoso Cortés» está de coña o va en serio.

    Por favor indicádnoslo en la medida de vuestras posibilidades, claro.

    Comentario escrito por Greg Travis — 21 de septiembre de 2011 a las 6:09 pm

  47. 47

    Es que si conozco a gente que diría eso

    Comentario escrito por Greg Travis — 21 de septiembre de 2011 a las 6:12 pm

  48. 48

    Es bien sabido que para pinchar las burbujas sólo hay que cerrar (para esta clase de casos) el grifo.

    Cuando se saben gestar el poco dinero que se recibe se ajusta hasta los céntimos – parece que dando de más los buenos gestores se harán mejores gestores, cuando en realidad es justo al contrario: para ser buen gestor de grandes cantidades también hay que ser ambicioso, sin perder por ello la honestidad.

    Solución: cerrar el grifo. Hay cosas más importantes actualmente, como la enseñanza básica.

    Comentario escrito por Juan Manuel Dato Ruiz — 21 de septiembre de 2011 a las 6:59 pm

  49. 49

    Yo estoy con Andrés. Donoso está de coña seguro. Los trapos sucios de las Administraciones públicas se lavan en casa, es una vergüenza que los profesores cobren apenas 3.500 euros limpios pelaos por 8 horas de trabajo altamente especializado, el personal de administración y servicios también tiene derecho a comer gambas en Navidad, lo de menos es que los alumnos vengan o no a clase,… Insuperable.

    Comentario escrito por Gabriel Doménech — 21 de septiembre de 2011 a las 8:17 pm

  50. 50

    Naturalmente nos olvidamos de la burbuja principal. ¿Cuántos abogados hay en paro? ¿Por qué debemos seguir pagando a profesores prácticamente en cada provincia de España para que produzcan licenciados en Derecho que no sirven de nada a nadie, empezando por los propios estudiantes?

    Comentario escrito por Daniel Rodríguez — 21 de septiembre de 2011 a las 8:38 pm

  51. 51

    ¿Bolonia causante de la burbuja? FALSO.

    La burbuja viene de mucho tiempo atrás, donde cada CCAA quería tener el máximo número de campus posibles (uno en cada ciudad media) con el máximo número de edificios posibles y cuánto más caros, mejor.

    Lo mismo con las titulaciones, con universidades que ofrecían la misma titulación en dos campus, pero claro… luego resulta que una estaba llena y la otra vacía.

    En todo caso, Bolonia lo que ha provocado es que las Universidades se dejen de gastar el dinero por qué sí.

    Comentario escrito por andresrguez — 21 de septiembre de 2011 a las 9:51 pm

  52. 52

    Por supuesto que buena parte de la culpa de lo que pasa en la Universidad pública es de sus profesores (entre los que me cuento). El problema es precisamente ese, que la Universidad pública está «capturada» por su profesorado, que en líneas generales trata de maximizar la satisfacción de sus intereses, no los de la institución a la que debería servir. Vamos, más o menos como todo el mundo. Por eso mismo es sumamente ingenuo pensar que las llamadas al profesorado para que cambie las cosas vayan a surtir algún efecto. ¡Quién querría soltar semejante chollo!

    El segundo problema es que la Universidad pública todavía goza en ciertos sectores de la sociedad de un notable prestigio (aunque cada vez menor) y que resultaría muy impopular introducir determinados cambios en el sistema universitario (entre otras razones, porque el profesorado universitario ya se encargaría de convencer a los legos de la maldad de aquéllos). Todavía no hemos llegado al punto de degradación necesario para que los poderes públicos se atrevan a modificar sustancialmente las cosas (por ejemplo, cambiando el sistema de gobierno de las Universidades).

    En tales circunstancias, es prácticamente inevitable que las Universidades privadas adquieran cada vez más presencia, especialmente en aquellas Comunidades Autónomas donde el partido gobernante muestra mayor simpatía hacia la «iniciativa privada». Me gustaría saber cuál ha sido la evolución durante las últimas décadas de la ratio estudiantes en universidades privadas/total de estudiantes universitarios, pero me atrevo a decir que ha sido significativamente ascendente.

    He trabajado catorce años en una Universidad privada y casi tres años (los últimos) en una pública, dando clases de Derecho, y, la verdad, no me parece que la calidad de las enseñanzas que se imparten en una y otra difieran significativamente. En ambos casos es bastante mediocre, por cierto. Lo que sí tengo claro es que al Gobierno de turno (sobre todo si es amigo de la «iniciativa privada») y, tal vez, a la sociedad le resulta muchísimo más barato un alumno en una privada que en una pública, máxime si tenemos en cuenta que la mitad de los alumnos de las Universidades públicas son en realidad fantasmas, sólo existen sobre el papel (como Andrés ha notado muy bien), con lo que su coste real, que en un 85% asumen los contribuyentes, es en verdad el doble del oficial.

    Luego hay otro factor importante que juega en contra de las Universidades públicas españolas. A nuestras élites sociales les interesaba antiguamente asegurar el buen funcionamiento y el prestigio de estas instituciones, en la medida en que sólo ellas tenían acceso a las mismas. La jugada era ciertamente maestra: sólo ellas se beneficiaban de las enormes ventajas competitivas derivadas de esta educación, pero los costes se distribuían «solidariamente» entre todos, ricos y pobres. Colegios privados, sí, claro. Universidades privadas, ¿para qué? ¿Qué interés podían tener en montarse una? Mucho les interesaba que la Universidad pública fuese la «unica y verdadera», como le he oído decir a un profesor de mi Facultad.

    Las cosas, obviamente, han cambiado. El acceso a la Universidad se ha abierto(algo más, porque estoy seguro de que el porcentaje de la gente que estudia es superior en las clases medias y altas que en las bajas). Haber estudiado en una Universidad pública española ya no ofrece las mismas ventajas competitivas. El equivalente ahora de lo que antaño era ser universitario es graduarse o hacer un máster en una universidad extranjera o en muy contados centros de negocios nacionales de campanillas, y supercaros. A las clases altas (que siguen teniendo un peso muy importante en la polícita española) les importa hoy un pimiento el deterioro de nuestra Universidad pública. Es más, seguramente les conviene.

    Saludos

    Comentario escrito por Gabriel Doménech — 21 de septiembre de 2011 a las 9:54 pm

  53. 53

    Mejor gastar en educación, congresos, ágapes, reuniones, cargos, carguitos, comisiones, dietas, proyectores…que en otras tantas cosas.Totalmente de acuerdo con Lucía Martínez Garay, lo que hay que hacer es trabajar, dar todas las clases íntegras, estar al día y resistir a las presiones, vengan desde arriba o desde abajo, siempre que ,o agamos en conciencia. La situación, creo, depende mucho de universidades, facultades, departamentos y carreras: yo soy asociado en la más pequeña de las públicas, en alumnado, edificios, comunidad autónoma, a 90 kms UPN y UN, a 80 UPV, a 140 Deusto, a 90 Burgos y UVA… Nada que ver ni con Valencia ni con Cataluña (que no son España, son Valencia y Cataluña, como mi cabeza y mi miembro viril no son yo, son mi cabeza y mi miembro viril…), aquí lo único que falla es el nepotismo vertical (sólo te colocas si eres hijo de) u horizontal (la mujer/marido de), por lo demás se trabaja muy a gusto. Yo creo que tanto Andrés como Donoso están un poco de vacilón, posiblemente con buenas intenciones ambos, pero ni burbuja universitaria ni derroches ni sacacuartos en forma de proyectos de investigación ni futuro sin universidad pública ni sueldos brutos de 3500 € con gambitas para animar a las señoras de la limpieza… Mucho cachondeo. Feliz vendimia a todos y buen curso 11/12

    Comentario escrito por Mateo Vendimiador — 22 de septiembre de 2011 a las 12:07 am

  54. 54

    Pues yo suscribo no sólo el artículo de Andrés sino también su pesimismo antropológico: Donoso Cortes no solo existe, sino que hay muchos. Por otra parte coincido con Lucía en que, aunque la denuncia es necesaria, quizá sería mejor tirar más para el lado del diagnóstico. Para mí el problema de la universidad en España son en realidad dos problemas, que aunque relacionados no son exactamente el mismo.

    El primero de ellos es la incorporación de los universitarios al mercado laboral. O mejor dicho su no incorporación (o en el mejor de los casos su incorporación en condiciones lamentables). Este problema daría para más comentarios que una entrada sobre Juego de Tronos, así que trataré de ser breve: yo creo que los culpables son por un lado la titulitis (una enfermedad hispánica que consiste en creer que las profesiones se crean en el BOE) y por otro la masificación.

    Respecto al segundo problema, el funcionamiento interno de la Universidad, voy a hacer algo inaudito: voy a defender Bolonia. En concreto el plan original, el que dice que conviene adaptar los estudios superiores a un marco europeo y que lo sensato es dividir los estudios en grado y postgrado. El grado para formar ciudadanos y el postgrado para dar competencias profesionales. La aberración hispánica que, invocando estos principios, convierte la Universidad en una guardería 2.0 con clases de 20 alumnos que colorean un logaritmo, no tiene nada que ver con el espíritu original de los acuerdos de Bolonia. En primer lugar porque el postgrado, como capacitación científica o profesional, en España no existe. Y no parece que vaya a existir en un futuro inmediato. En segundo lugar porque la matraca de la innovación docente, los seguimientos pedagógicos y demás mantras de la Logse rediviva son cosas patrias. Nos los han colado con Bolonia, pero no son Bolonia. El problema de la docencia universitaria en España no es que el Catedrático de Física Cuántica se escaquee de dar clase de Cálculo I a 20 de los 500 alumnos de primero, o que cuando tiene que hacerlo lo haga en la pizarra en lugar de usar un powerpoint. En cualquier universidad medianamente buena ese señor estaría dando clases –pocas- a los estudiantes de postgrado y ocuparía la mayor parte de su tiempo en su investigación. Incluso en las mejores universidades la mayor parte de carga lectiva de los cursos de introducción la llevan los estudiantes de doctorado. No pasa nada, entre otras cosas es parte de su formación. No, el problema es que en España el sr catedrático estará, en el mejor de los casos, reunido coordinando algo. Y en el peor, estará palpándose los genitales, protegido por su estatus funcionarial intocable. Y probablemente no es que sea un mal tipo, es que con los años se habrá dado cuenta de que trabajar no le compensa. Que se vive mejor cobrando el sobresueldo de Vicedecano de Relaciones Extracorpóreas, que escribiendo artículos sobre entrelazamiento cuántico. Quizá haciendo un curso sobre Innovación Docente y Uso del Puntero Laser se le pase, pero no creo. Lo más probable es que sólo le sirva para tener puntos para el próximo sexenio.

    Comentario escrito por InVino(Veritas) — 22 de septiembre de 2011 a las 5:05 am

  55. 55

    Enhorabuena por el artículo. Por motivos maritales estoy al tanto de otro tipo de chanchullos dentro del ámbito universitario (relacionados con la investigación) y son para llevarse las manos a la cabeza. Están disparando con pólvora del rey, y no con gambitas solamente…

    Comentario escrito por Rafa — 22 de septiembre de 2011 a las 4:00 pm

  56. 56

    Olé, olé y olé. Aunque es verdad que te puedes buscar problemas.

    Y Donoso Cortés, me da igual que sea una coña o que lo haya escrito en serio. Porque como él son legión. Como decían en Matemáticas, representante canónico de su clase.

    Comentario escrito por Dr. Gregorio de la Casa — 22 de septiembre de 2011 a las 6:49 pm

  57. 57

    Para Donoso (23) que da la réplica al profesor Boix. Eso de “los trapos sucios se lavan en casa” dicho por alguien que es funcionario público (aunque se considere de élite) no solo carga de razón al texto que critica, también pone de manifiesto el modo “patrimonial” de apropiarse de un bien público obligado a la trasparencia social. La casa, en este caso, es de los ciudadanos y si hay trapos sucios (en vez de trajes caros) los ciudadanos debemos de saberlo. El profesor Boix, carga las tintas, eso se nota. Pero no dice nada que no se esté diciendo en cada rincón de los campus.
    Seguramente no es “Bolonia” la responsable de la burbuja, la aluminosis viene de lejos, no olvidemos que estamos en una institución medieval que ha sobrevivido a muchos temporales. Claro que al ser representante del dios de la ciencia, permanecerá, aunque le salgan herejes.
    Gracias Boix

    Comentario escrito por Otoños — 22 de septiembre de 2011 a las 7:32 pm

  58. 58

    Creo que no habría que echar leña al fuego al menos en un detalle: Si comparamos los ‘privilegios’ de los que trabajan en la Universidad con los de otros centros allende nuestras fronteras, algunas cosas son ciertamente disparatadas pero muchas otras son homologables, al menos en el campo de las ciencias puras, que es perfectamente comparable entre países (en otras áreas ya se hace difícil comparar). Ir a congresos, si uno trabaja en ellos y da una charla o presenta un mural, establece contactos e intercambia ideas con colegas de otros lugares, es una de las mejores maneras de gastar dinero. Lo mismo vale para el trabajo de campo fuera de nuestras fronteras (sea para excavar, buscar monos en la selva, mirar las estrellas o hacer encuestas). Ahí no hablaría yo de despilfarro.
    Por lo demás de acuerdo en todas las otras «burbujas», con especial acento en la proliferación de cargos, carguitos, reducciones docentes, sobresueldos y además el efecto cascada de acumular puntitos para nuevos sobresueldos de complemento autonómico o para sabáticos o para promocionar a catedrático. El premiar la gestión y penalizar la investigación y la buena docencia es uno de los ‘efectos burbuja’ más nocivos que imaginarse puede. Pero así son nuestros mandamases, que se premian a sí mismos y establecen muchos mecanismos para que el calentar sillones en reuniones y comisiones se premie por muchos años.

    Comentario escrito por Baturrico — 23 de septiembre de 2011 a las 1:13 am

  59. 59

    Salvando distancias, te pasa como a Araceli Mangas en su famoso artículo criticando la investigación -siendo jefa del cotarro-. Criticas con alegría, y con indecencia, puesto que eres rodamiento del sistema. No solo estás, sino que disfrutas de lo que criticas y además con condón, lo criticas porque estás completamente protegido.
    dicho esto: todo lo que dices -y más- es verdad.
    Araceli Mangas:
    http://www.elmundo.es/opinion/tribuna-libre/2010/03/22936078.html

    Comentario escrito por cholo — 23 de septiembre de 2011 a las 2:17 am

  60. 60

    ¡Donoso Cortes blogero de LPD pero ya!

    Lo que me he tronchado con este tipo…es un figura. Con frases como «8 horas semanales altamente especializadas requieren de una gran preparación y de mucho tiempo extra que nadie computa»…las carcajadas se han podido escuchar en Sevastopol.

    El que ha ido a la Universidad ha podido contemplar con sus propios como más del 70% del profesorado acudía con ese viejo legajo pergaminoso de apuntes preparado tiempo ha y que repetía invariablemente todos los años…

    ¡8 horas de clase! Como dicen por aquí, «a vore si et cauen els ous de la forçà!!!». En fin, el profesorado universitario, con la que esta cayendo, haciendo amigos.

    PD. Queridos Andrés y Guillermo. Dejadme ser maléfico unos segundos. ¿Creéis que sin la magna proliferación de campus/titulaciones/departamentos/profesorado que ha habido en la última década, fruto de la burbuja que describis habría sido posible que dos estudiantes de la UV hayan acabado de profesores titulares en la misma universidad? ¿Se podría calificar de «endogámica» vuestra situación? Sin acritud, chicos. No digo que no lo merezcais, solo que creo que de los Pirineos para arriba no es una situación muy común…

    Comentario escrito por Garganta Profunda — 23 de septiembre de 2011 a las 8:08 am

  61. 61

    Bueno, bueno, ya va quedando claro de qué va el tema. De desacreditar a los profesores de la Universidad Pública, de decir que la privada es más eficiente y de exigir «racionalización» del gasto, es decir, recortes, recortes y recortes en educación para que la gente pueda seguir teniendo regalos de trajes caros y la privada ocupe los espacios de la pública, haga negocio y la igualdad de los ciudadanos sea cada vez menor. Lo raro es que cuenten con caballos de Troya tan dispuestos como el Profesor Boix.

    La coña respecto de los 3.000 euros era previsible, pero aquí lo que nadie cuenta es que un profesional con mi formación se forra en el mercado privado. Por asesorar en un despacho en algún caso me saco esos 3.000 en una mañana exponiendo un informe más o menos currado que me cuesta un par de días hacer. Ese es el nivel retributivo de mi trabajo y mi capacidad, porque el mercado lo define. Y la Universidad, de alguna manera, se aprovecha de mi vocación docente pagando muy mal mis tareas como investigador y profesor. Por no mencionar la retribución ridícula que he tenido por las responsabilidades de gestión. Que sí, son una carga. A ver si no estuvieran pagadas si se encontraba a alguien para hacerlas, con lo pesadas que son. Aquí lo que pasa es que la Universidad pública se aprovecha de nuestra vocación para pagarnos menos. Por no mencionar de que pretendan «rascar» con impuestos revolucionarios por la investigación aplicada que hacemos cuando nos contratan fuera y nos la pagan. Y encima tenemos que aguantar ser la diana de críticas por unos supuestos privilegios dentro delo sector públioo. Pues va a ser que no, lindos.

    Comentario escrito por Donoso Cortés — 23 de septiembre de 2011 a las 9:58 am

  62. 62

    » La universidad española, donde yo trabajé mucho tiempo antes de marcharme a Inglaterra, no sólo es mediocre y corrupta, es también inverosímil. ¿Nunca se ha parado a pensar por qué apenas se han escrito novelas de campus en español? Yo se lo voy a decir: porque es imposible escribir una novela sobre la universidad española que sea elegante y a la vez verosímil. Lucky Jim, de Kingsley Amis, o Small World, de David Lodge, son tan buenas porque la universidad que toman de referencia, la anglosajona, conserva todavía unas formas impecables, aunque por dentro esté consumida por las mismas corruptelas que la de aquí. En la universidad española por el contrario la grosería aparece tal cual, sin los ropajes de la buena educación. Una novela realista, cualquier libro sobre la universidad española, aunque sea un libro de investigación como el suyo, está condenado a convertirse en una astracanada. Los que no conocen el mundillo académico pensarán además que es inverosímil. Haga la prueba. Dele usted a una persona cualquiera el acta de una reunión de departamento, y no sólo pensará que usted se ha inventado ese documento, pensará también que ha perdido la cabeza.»

    Antonio Orejudo. Un momento de descanso (p. 175).

    Comentario escrito por Antonio Orejudo — 23 de septiembre de 2011 a las 11:00 am

  63. 63

    Donoso Cortés, si es usted tan bueno en su trabajo que se saca esos 3.000€ de vellón por una maña de trabajo, porque santísimos cojones del tamaño del Montcabrer, usted no ha enviado a la Universidad a tomar por culo y se está forrando en el campo privado. Porque yo no lo entiendo será porque soy un mísero mortal que solamente disfrute de mis 5 años de licenciatura de económicas, donde el 80% de las clases eran una magnifica utilización del Powe-point, donde los profesores de más de 50 años se dedicaban en exclusiva a leer un manual para que nosotros los alumnos lo subrayáramos, donde los viernes no se porque cojones normalmente tenias 1 o 2 clases y era las prácticas que las realizaban los pringados de los becarios del departamento. Así que no nos tome por gilipollas a los que venimos a beber a esta taberna que algunos llevamos leyendo a Guillermo, Andrés y demás panda de rufianes desde mucho antes de que apareciera «Juego de Tonos».

    Comentario escrito por TABALET I DOLÇAINA — 23 de septiembre de 2011 a las 11:18 am

  64. 64

    Burbuja de alumnos, de cargos, de titulos de financiacion para chorradas… a nada de esto responde, Sr. Donoso. En serio, si de verdad opina asi y no es el alter ego de Andres, para animar la reunion, de verdad, se merece todo lo que le cae.

    Ese dinerillo se lo saca, con la compatibilidad, quiero pensar, no?, y firma usted, no? o esta haciendo de negrillo conformado? Porque los informes si se pagan asi son por la firma que llevan, y en ocasiones, porque la gente es tan lerda que suelta la guita al primero que pasa…

    Y sabe que?, que la AAPP NUNCA puede igualarse a la empresa privada en condiciones economicas, porque precisamente ahi, siempre tendra las que perder. Si a usted no le gustan esas condiciones pues, carretera y manta (si pue, porque esa es otra, que para seguido, hay algunas novias que no nos quieren…). La AAPP debe pagar de forma digna y gestionar sus recursos de manera eficiente y si eso pasa por que ustedes los profes universitarios cobren 4.000 euros, great!! pero sin reparto de prebendas. Y trabajando, e INVESTIGANDO. Y preparandose las clases.

    ¿Me puede explicar como es posible que los profesores asociados asuman la carga lectiva de la mañana ? eso es porque, quien debía estar trabajando, no esta. Y quien dice trabajando, dice investigando, dice atendiendo a los alumnos….

    La AAPP ofrece unas ventajas, horario flexible, seguridad en las condiciones laborales, no discriminacion y, para mi la mas importante de todas LIBERTAD. Para hacer, para negarse a ilegalidades, para denunciar arbitrariedades, para no condicionar el sentido de nuestro trabajo. Si no valora usted eso, ya sabe el camino. Es asi de facil.

    Andres, el articulo es genial, Lucia y Gabi, gracias por ser tan claros y por aportar esas ideas.

    Comentario escrito por Bazinga — 23 de septiembre de 2011 a las 12:13 pm

  65. 65

    Muy bueno el primer párrafo de Donoso. Como antiguo alumno de Boix confirmo lo de enfant terrible.

    Comentario escrito por zeljko raznatovic — 23 de septiembre de 2011 a las 12:30 pm

  66. 66

    El Boix es un peligro y un enfant terrible. Tanto que, en el fondo, todos los que le conocemos y a la vez controlamos cómo está el percal sabemos dos cosas:

    – es perfectamente capaz de reírse de sí mismo y escribir varios párrafos burlándose de sí mismo y sus obsesiones, con lo que a lo mejor Donoso es, en efecto, su álter ego en mode «aspirante a vicedecanato» on;

    – la Facultad tiene una buena media centena de personajes capaces de pensar exactamente lo que ha escrito Donoso Cortés, y me quedo corto. Es más, a unos o a otros yo les he escuchado en petit comité todos esos argumentos.

    Así que yo no sé a qué carta quedarme pero oye… ¡que siga la juerga!

    Comentario escrito por Dart Vader — 23 de septiembre de 2011 a las 12:51 pm

  67. 67

    Os advierto que afuera no se chupan el dedito:

    http://www.faz.net/artikel/C31373/plagiatoren-in-spanien-war-die-guttenberg-affaere-denn-zu-gar-nichts-gut-30440630.html

    Comentario escrito por Dr. Gregorio de la Casa — 23 de septiembre de 2011 a las 2:18 pm

  68. 68

    Entiendo que del artículo del dr.Boix se infiere que uno de los peores problemas de la universidad es la irracionalización del gasto, no que los profesores cobren demasiado.

    Precisamente, y en alusión a lo que decía Donoso, si realmente un profesor universitario constituye la élite intelectual del país, si realmente son personas que queremos que trabajen para el sector público para que éste sea de más calidad, ¿no es triste tenerlos perdiendo el tiempo cuadrando horarios de asignaturas, desglosando créditos en forma de tareas para los estudiantes, definiendo infumables programas docentes que nadie lee sobre las habilidades transversales y multidisciplinares de cada asignatura, amén de reuniones y demás conciliábulos de dudosa utilidad?

    Racionalizar el gasto sería -entre otras cosas- precisamente dar más tiempo a los docentes para realmente enseñar, investigar, dirigir tesis, etc. y no tenerlos de burócratas y secretarios porque eso ya no es aprovecharse de su vocación para pagarles menos sino ya directamente reírse de ésta.

    Porque los congresos, los pica-picas y la luz pueden ser costosos, pero el gasto en personal es de los más importantes de la universidad, y no dar la calidad esperada es otra forma de tirar el dinero.

    Comentario escrito por Marc Nadal-Ferret — 23 de septiembre de 2011 a las 3:51 pm

  69. 69

    Si les ponen un gestor y les obligan a presentar facturas y justificar gastos, les da un yuyu ó asesinan directamente al gestor, siempre que este no se venda…

    Comentario escrito por galaico67 — 23 de septiembre de 2011 a las 5:09 pm

  70. 70

    En estos tiempos (tal vez en todos) donde el mercado manda, no entiendo muy bien eso de que “los mejores están en la universidad pública” ¿qué precio marcaría el mercado para tanto excelente?. ¿Han probado alguna vez eso de buscar trabajo, pasar una entrevista? Cierto que se redondean salarios firmando informes y proyectos para el sector privado, en competencia desleal en algunos casos, en otros, para dar cobertura (bajo el paraguas de la autoridad científica) a auténticos dislates. ¿ Están en las universidades ( Españolas) los equipos que trabajan en los sectores farmacéuticos, tecnologías militares, cadenas alimentarias, sectores energético, telecomunicaciones…. Y otras que nos podrían parecer ciencia ficción. Siento cierta inquietud cuando la defensa de lo público no la puedo distanciar del interés propio ¿ qué haría yo si no recibiera un salario del erario público?. Pregunta que dejo a la audiencia.
    Saludos

    Comentario escrito por Otoños — 23 de septiembre de 2011 a las 7:37 pm

  71. 71

    El tema de las retribuciones. Es cierto que en otros países son más altas. Pero, al margen de eso. Estoy seguro de que Donoso no cobraría 3.000 euros por un dictamen hecho en dos días si no fuera profesor de universidad. Donoso se aprovecha del prestigio que aún proporciona ser profesor universitario para ganarse unos buenos euros en la realización de actividades que NO SIRVEN a los fines institucionales de la Universidad. Esta ha sido, para bien o para mal, una de las formas de retribución (además de algo de dinero, pocas obligaciones, mucha libertad, un trabajo más o menos interesante y prestigio social) con las que tradicionalmente se ha pagado en España a los profesores universitarios. Ser catedrático, al menos en ciertas disciplinas, permite ganar mucho dinero.

    Comentario escrito por Gabriel Doménech — 23 de septiembre de 2011 a las 7:46 pm

  72. 72

    Y cuánta razón tenía!!!
    Aún quedan muchas más verdades por desvelar. Cada vez estoy más preocupado porque conozco y se de este mundillo, pertenezco a él.
    Muchas gracias por saber decir las cosas que pasan en nuestra pobre universidad así.
    Me gustò ese inicio como Asterix

    Comentario escrito por Maqroll — 23 de septiembre de 2011 a las 8:54 pm

  73. 73

    Por lo demás, Donoso, muy bueno, genial. Llamar «investigación aplicada» a asesorar en un despacho (¿de abogados?) una mañana exponiendo un dictamen que cuesta dos días hacer (supongo que en realidad serán dos tardes) es… La verdad es que no tengo adjetivos.

    Comentario escrito por Gabriel Doménech — 23 de septiembre de 2011 a las 10:13 pm

  74. 74

    Por fin me he podido leer entero el artículo de Andrés – he recibido clases en Barcelona, Alemania y Nueva York y el sistema en los dos últimos países consiste en una docencia muy parecida a la que se intenta implantar con Bolonia (muchos trabajos, seminarios, mucha participación en clase) pero con pocas asignaturas por semestre (tres, cuatro, donde cada una tienen una o dos sesiones de dos horas a la semana). Las pocas horas lectivas permiten a los profesores pasar más tiempo investigando.

    Es decir, se va a clase poco pero se trabaja mucho, justo lo contrario que en España donde se te pide estar ahí mamándote pasivamente la clase magistral del profesor de 9 a 2 de lunes a viernes. Además, el currículo es muy flexible – hay mucha oferta de asignaturas con las que el estudiante puede hacer su propio bufet libre y personalizar su carrera en función de sus intereses. Esto se agradece muchísimo.

    Vaya, que molamos muy poco. Pero pasar de eso a hablar de titulitis y masificación como males universitarios es errar el tiro. Cuando estamos en pleno credit crunch en nuestro bendito país de mierda donde nuestro modelo productivo consiste en ladrillo y turista, ya me dirás donde cómo le metes a eso un titulado universitario. La economía no puede absorber a tanto universitario, pero no es problema del universitario, sino de una economía de corte medieval-franquista que si es competitiva será por el bajo precio y nunca por el valor añadido.

    Comentario escrito por parvulesco — 23 de septiembre de 2011 a las 10:24 pm

  75. 75

    Gabriel, lo podías haber dicho más alto pero no más claro. La valoración monetaria de esos dictamenes esta basada, la mayor parte de las veces, en la cátedra, no en un exitoso ejercicio profesional previo

    Comentario escrito por galaico67 — 23 de septiembre de 2011 a las 10:26 pm

  76. 76

    Excelente artículo, que refleja una lúcida capacidad de autocrítica. Ójala todos los empleados públicos tuviésemos la misma valentía para señalar las ineficiencias y corruptelas que se dan en nuestros colectivos. Enhorauena al autor.

    Comentario escrito por webmax — 23 de septiembre de 2011 a las 10:46 pm

  77. 77

    Ah, y tenemos que leernos varios libros cada semana.

    Comentario escrito por parvulesco — 23 de septiembre de 2011 a las 10:54 pm

  78. 78

    Parvulesco, pero si de lo que se queja Andrés es de que con esta Spanish Bolonia el esfuerzo del estudiante se acota y la capacidad del profesor se limita..Que le han dado algún toque por pedir que lean libros…

    Comentario escrito por galaico67 — 23 de septiembre de 2011 a las 11:26 pm

  79. 79

    Si, si, la Spanish Bolonia consiste en aplicar Bolonia mal y sin recursos.

    Comentario escrito por parvulesco — 24 de septiembre de 2011 a las 12:35 am

  80. 80

    Parvulesco, cuando hablo de titulitis me refiero a la costumbre medieval-franquista de que nuestras universidades expendan «licencias». Asi un licenciado en Humanidades tiene licencia para humanizar, pero que no se le ocurra filosofar, que eso es competencia exclusiva de los Licenciados en Filosofia. Y no digo que no haya que regular la medicina o la abogacia, solo digo que extender este modelo (que insiste en que lo valioso es el papelito que te dan al final) a todo el sistema universitario es bastante absurdo. Tan absurdo como el Real Decreto que homologa las funciones de los Ingenieros Tecnicos Textiles Especialistas en Tejidos de Punto, por ejemplo.

    El sistema espanyol no solo no avanza hacia la flexibilizacion, sino que va para atras como los cangrejos. Antes tenias un curriculum petreo y dos o tres optativas para elegir. Incluso con un poco de suerte te tocaba en gracia un plan nuevo, de esos que te dejaban unos cuantos creditos de libre configuracion. Ahora ya ni eso: incluso tu profesor puede estar sujeto a censura gubernativa para ver cuantos libros te recomienda leer.

    Y coincido en que el licenciado universitario no encuentra empleo porque tenemos un sistema economico medieval-franquista. Pero creo tambien que una de las razones de que tengamos un sistema economico como el que tenemos radica en nuestro peculiar mundodisco universitario.

    Comentario escrito por (InVino)Veritas — 24 de septiembre de 2011 a las 1:20 am

  81. 81

    Felicidades por ser como eres y escribir cómo escribes.con tus sentimientos y tu claro razonamiento.
    Desearía que todos los que puedan leerlo, pudieran tomarse el tiempo de pensar que la universidad debería ser un lugar de conocimiento, de poder pensar y comunicar para entender y para entenderse. No todos los lectores de tu artículo van a leerlo reflexivamente. Los narcisismos y la falsedad impiden la reflexión y la autocrítica. Algunos se sienten de acuerdo, pero piden «actúar». Ayudar a pensar, intentar dar sentido, poner en palabras lo que se ve, ser crítico, es ya una acción: decir para encontrar «escucha», para entender y entenderse tiene que considerarse válido por si mismo.
    Yo pienso que lo que dice Andrés tiene valor, porque es valioso y porque es válido el deseo de que la Universidad no se pervierta y recupere su sentido. Y, me parece, que no es tanto ponerle el cascabel al gato como confiar en la capacidad y el sentido ético de muchos-as profesores y alumnos universitarios, con el mismo deseo de buscar soluciones y, a ser posible, irlas encontrando.
    afectuosamente, Loles.

    Comentario escrito por Mª Dolores Palop Jonquères — 24 de septiembre de 2011 a las 1:35 pm

  82. 82

    Hola, yo trabajo en una universidad española. Les puedo asegurar que la Universidad se caerá en breve, esto es insostenible, este artículo dice toda la verdad. He visto decenas de veces hacer dietas falsas a profesores delante mía, de hasta 1 millón de las antiguas pesetas. Todo el mundo sabe que muchos profesores se sacan un sobresueldo con esto. A un puesto muy cercano a la Gerencia se lo dije en una reunion, que tenían que controlar las dietas falsas, y ni se inmutó, me miró con cara de asesino (pensaría, este me va a joder la fiesta). Se premia a la investigación sobre la docencia y por tanto los profes ya ni se preocupan por enseñar bien. Son esclavos del mercado, ja, ja, los que se creían que iban a ser intocables. ¿No queriais capitalismo dentro de la pública?, tomar capitalismo, el grande se come al chico. Con Bolonia la única diferencia para los estudiantes es que han subido las tasas, lo demás es igual (le han cambiado el nombre a todo). Esto es una auténtica MAFIA. Al que trabaja se lo cargan los mismos compañeros y los jefes, que premian a los vagos y a los corruptos, ya sean profes o administrativos. Si atiendes bien a los estudiantes y les informas bien, hasta te pega el toque el compañero de al lado : te dice : estás dando demasiado información, luego estos compañeros están todo el día hablando por teléfono con sus amiguitos de la procesión de la Virgen de las Angustias (puagg!!!), mientras los estudiantes esperan a que cuelgue el teléfono. NACIONAL-CATOLICISMO. Una AUTÉNTICA VERGÜENZA. El jefe no le dice nada a estos, no se atreve, sin embargo a los que trabajan bien les encarga cada vez + y + trabajo, van a cargarselos psicológicamente. Es TERRORISMO PSICOLÓGICO DE CORPORACIÓN. Puro y duro. Se habilitan espacios para profesores y coordinadores y se va quitando espacio para los estudiantes. Hay que dar espacio a todos, todos quieren su despachito que nadie les moleste. Se traslada todo el trabajo administrativo que supone Bolonia, por un lado a profesores, por otro a los mismos estudiantes, a los que se deja la responsabilidad de todo. Bolonia fue un asalto a mano armada y a escondidas, y ahora van a empezar a verse las consecuencias. El resultado va a ser que el pueblo va a dejar de ir a la universidad, y ésta sin estudiantes no será nada. En vez de llamarle Universidad debería llamarse SUCURSAL DE DESVÍO DE FONDOS PÚBLICOS A LAS CORPORACIONES PRIVADAS, S.A. Metieron el banco Santander y a otros dentro de los recintos públicos a cambio de hacer tarjetas universitarias, podrían haberlas encargado a una empresa o hacerlas ellos mismos, pero…. Un regalito por aquí, otro por allá, un puestecito para tu hijo, una promesa de subida de puesto, cualquier cosa vende a un alto cargo. Y todos lo saben pero la mayoría hace la vista gorda, porque …. casi todos trincan. Y pobre del que se atreva a decir algo, van a por él. He visto casos de compañeros que hablaban claro ante sus jefes, defendiendo lo público, y han aprovechado cualquier tontería para meterles expediente, mientras que estos jefes estaban todo el día robando y estafando aprovechando los agujeros de la ley. Una auténtica VERGÜENZA de Universidad Española. Y ya lo digo, todo esto caerá por su propio peso. La SUPER-BURBUJA de BOLONIA está empezando a estallar.

    Comentario escrito por Waldo López — 25 de septiembre de 2011 a las 2:00 am

  83. 83

    El tema se podría resumir en «Autonomía universitaria, cuantos crimenes se han cometido en tu nombre»
    El que más y el que menos, si tiene unos pocos años, pudo comprobar como se iba pudriendo el asunto. De un determinado prestigio se paso a una fase de expansión donde todos los que rondamos los cuarenta años hemos visto de todo. En un principio fue expansión de titulaciones, con lo que se necesitó crear profesores a paladas y vimos como los principios de mérito, capacidad y tal ( siempre algo sobados, pero vigentes) se sustituian – en aras de la «autonomía» por la colocación de las camarillas correspondientes, siguiendo el camino alumno-becario-clases en la facultad-titulado-clases en la facultad -doctor por el departamento de la camarilla- plaza en la misma facultad.
    Quiza se pensó que era un pecado de juventud, pero luego en la fase «Ni una capital de provincia sin su Universidad» el tema se desmadró. Y sin reparar en dineros, que somos todos unos caballeros.
    Ahora, que está todo el pescado vendido, les cae encima Bolonia. A gente que tiene el colmillo bien afilado de años de procedimientos «extraordinarios» … pues pasa lo que tiene que pasar. Reposicionamientos, toma de despachos y cargos y control de toda la pasta (y posibilidades de obtenerla) que se pueda. Pero vamos a ver con una Universidad hipertrofiada ,que no sabe lo que es gestión – mas alla de intentar cuadrar ingresos y gastos totales- y en un contexto de escasez,en que queda la cosa.
    Luego tenemos los graciosos como Donoso Cortés, que se atreven, en un foro repleto de universitarios, exuniversitarios y profesionales varios a decir que la Universidad es la élite de la intelectualidad… No voy a negar que hay intelectuales de élite en la Universidad, pero son como los tropezones de una sopa muy aguada. Te alegra encontrarte con ellos, para así olvidarte de lo insustancial del resto.

    Comentario escrito por galaico67 — 25 de septiembre de 2011 a las 1:35 pm

  84. 84

    Firmo palabra por palabra lo dicho por Galaico…

    Me quedo con su frase:

    «el camino alumno-becario-clases en la facultad-titulado-clases en la facultad -doctor por el departamento de la camarilla- plaza en la misma facultad».

    ¿Algo que añadir a este respecto Andrés?

    Comentario escrito por Garganta Profunda — 25 de septiembre de 2011 a las 8:05 pm

  85. 85

    Mi ex-jefe propuso como cuantificador de endogamia el ratio de catedraticos de universidad que tenian plaza en la universidad donde les habian dado el doctorado. USA tiene un 9%, Espanya un 90%, creo.

    Comentario escrito por parvulesco — 26 de septiembre de 2011 a las 2:36 am

  86. 86

    Caray, cuántas cosas que comentar. Voy a ir por partes, y necesariamente para no sobrecargar me dejaré algunos comentarios, pero muchas gracias a todos por las aportaciones, que están haciendo esto no sólo interesante sino divertido.

    Empiezo por Garganta Profunda y lo de la endogamia y respondo en lo que a mí respecta, que no sé si Guillermo comparte o no porque por él no puedo hablar.

    Mi premisa esencial es que a mí no me parece mal que la gente pueda trabajar en el lugar donde nació, creció y tiene familia y amigos. Está bien que así sea. Y tiene muchas ventajas, para conciliar, por ejemplo. La Universidad alemana, que en esto es muy distinto a la española, también lo es, como consecuencia, en la ratio de mujeres profesoras.

    Obviamente, la endogamia fomenta que las «relaciones», que siempre juegan un papel en la vida, sean si cabe más importantes. Y eso hace incurrir a la institución en costes que, como es obvio, se reducen deslocalizando. ¿Es esencial que una Universidad como la española se preocupe de eso? Sinceramente, la verdad, creo que no. Porque esto es como un instituto de Bachillerato grande y para tener personal competente en un Instituto de Bachillerato grande no te hace falta buscar en el extranjero.

    Asumiendo que esto es lo que es, un instituto de bachillerato grande, veo bien que se pueda contar con gente de la tierra, al igual que en primaria y secundaria. Creo que tiene beneficiosos efectos sociales indirectos que así sea, aunque qué duda cabe que la calidad de la docencia, como la de los institutos, mejoraría con un proceso de selección más abierto y donde pudieran venir hasta chinos. La cuestión es, ¿compensa?

    Eso sí, lo que creo que hay que remozar urgentemente es el sistema de selección de profesores. Esto es un instituto grande, pues que se nos seleccione como a los de secundaria. Porque no me parece tan grave que haya docentes de aquí, y que sean mayoría, como quiénes sean éstos y cómo son elegidos.

    Como derivación de lo dicho quedan dos flecos por resolver:

    – Si esto es como un Instituto grande, ¿no necesitaríamos otras cosas algo más «excelentes» y especializadas para producir ciencia de primer nivel? Obviamente, la respuesta es sí, y tarde o temprano nos tendremos que ocupar de poner en marcha algo semejante. Y allí los costes de la endogamia sí serían enormemente nocivos.

    – ¿Hay manera de conseguir que la selección de los profes para el Instituto grande no sea sesgada y determinada por el amiguismo? Pues sí, con un modelo de oposición estatal o con un sistema de MIR a la alemana, por ejemplo. Pero la clave del asunto, obviamente, es quitarnos a los profesores la capacidad de seleccionar a los que vienen detrás de nosotros. O eso, o ir a una alternativa totalmente transparente: que nos dejen hacer lo que queramos discrecionalmente, no con excusas de baremos y pretendida objetividad, y que recaiga sobre nosotros la consecuencia de elegir mal.

    Por último, Garganta, respecto de la pregunta de cómo influye en mi trayectoria personal que mi padre sea profesor en la casa, es obvio que de forma muy importante. En primer lugar, y eso es algo esencial, porque te da información. Yo sabía, y mucha gente no, a qué se dedica un profesor de Universidad, cómo vive de bien, el grado de libertad del que puede disfrutar, la capacidad de hacer cosas chulas… Pero además de eso también sabía, y desde un principio, qué cosas había que hacer para ser profesor aquí, cómo ir posicionándome y demás Esa es una ventaja de inicio enorme. Muy importante.

    Además, y como es obvio, siendo mi padre profesor de la casa, eso te «protege» y «avala» hasta cierto punto. Con todo lo bueno y lo malo que eso tiene. Tampoco es la panacea. Por ejemplo, yo en mi departamento no soy muy popular porque tengo una forma de ver las cosas y una consideración sobre cómo han de hacerse que choca radicalmente con los procedimientos que a mis compañeros les gustan. ¿Me protege lo de mi padre? No, y es obvio que con mi actitud me excluyo de la rueda de retribuciones y demás en las que participan los que son «buenos». ¿Me ha permitido ser un tocapelotas tremendo y darme el lujo de decir lo que pensaba y hacer lo que entendía que había de hacerse sin temor a represalias? Sin duda. Creo que muchos de mis compañeros que tragan con ciertos comportamientos mafiosos y lamentables en el fondo lo hacen porque saben que se juegan mucho si levantan la voz.

    Repecto de mi entrada en la función pública universitaria, coincidió por años con el momento en que se hacía con pruebas nacionales (la habilitación nacional) lo que minimiza mucho el impacto de tener a tu papá en la casa. Obviamente, no lo elimina. Sigues teniendo todas las ventajas de información, conocimiento y protección antedichas. Pero al menos los que te seleccionan no son los de tu Facultad sino un tribunal de profesores de toda España. Ante los que, como es obvio, el factor «carta de presentación» (este es el hijo de Zutano) puede funcionar si tu padre es suficientemente importante y conocido fuera de los estrictos muros de tu Universidad. Pero la verdad es que en esas pruebas lo más importante, creo, eran los repartos de cuotas de poder dentro de cada rama y sus escuelas.

    Por último, en mi entrada en la Universidad también hay otro factor que ayudó mucho y que permite que una persona normalita como un servidor pueda estar por aquí: esto no es ningún sitio donde haya una exigencia enorme o un nivel de excelencia bárbaro. Esto es, como he dicho, un instituto grande. Así que entre otras cosas porque en mi época (acabé la carrera en 199) todos los buenos expedientes se iban ya fuera de la Universidad, buscando sitios donde se ganara bien y mejor la vida la gente. De mi promoción, durante años, yo fui el «pringado» por eso de que es verdad que en la Universidad se vive bien, pero también lo es que se tarda en llegar y que hay que pasar pruebas y barreras de diverso tipo que llevan su tiempo. Mientras yo penaba haciendo la tesis y de ayudante muchos compañeros míos estaban forrándose en el sector privado y los que no estaban sacándose oposiciones de manera que 3 ó 4 años después de acabar casi todos vivían mejor que yo. Ahora la cosas se ha igualado en algunos casos, en otros vivo yo mejor (merced a la crisis que ha hecho añicos a quienes se dedicaban a ciertas cosas) y en otros muchos casos la empresa privada sigue siendo mejor apuesta (en lo económico) que lo mío. Eso la gente lo sabe. Y opta por otras vías. Hay muchas recompensas e incentivos para buenos expedientes allende la Universidad. Lo que nos deja a los que optamos por esto el camino algo más expedito: no hemos de competir con los mejores de cada promoción, que se largan a ganar dinero haciendo otras cosas.

    Espero, Garganta, haber satisfecho tu curiosidad. Un abrazo.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 26 de septiembre de 2011 a las 12:38 pm

  87. 87

    Junto al tema de mi entrada en la Universidad, me ha interesado mucho el debate entre Lucía, Gabriel e In_Vino sobre hacia dónde va esto y qué es lo que previsiblemente ocurrirá en un futuro no muy cercano.

    En general, estoy más de acuerdo con Gabriel e In_Vino que con Lucía. No porque no piense que esto sea culpa de los profesores, que sí lo pienso, sino porque creo que no vamos a ninguna parte aspirando a que este desastre se pueda cambiar apelando a la profesionalidad y ganas de esforzarse y hacer las cosas bien de nuestro colectivo. Obviamente, eso no quiere decir que no piense, como Lucía, que uno tiene que tratar de dar ejemplo. Pero creo que dar ejemplo de «pringado» que se toma en serio las cosas y que juega con unas reglas diferentes a las de los demás (atándose voluntariamente una mano a la espalda) tiene una capacidad de contagiar limitada en un entorno poblado de incentivos estructurales a aprovecharse todo lo posible del modelo para vivir la vida, disfrutar y hacer acopio de complementos.

    Ya lo he dicho arriba. Me parece obvio que la Universidad española es ya de hecho y va a ser cada vez más en el futuro un «extended Bachillerato». Eso es lo que somos. Lo que pasa es que conservamos imagen y estatus de «excelentes» y de «elite» por mucho que la realidad (la propia realidad numérica) lo desmienta. Un país como España, resulta evidente, no puede tener 5.000 genios del Derecho público. De manera que hay que concluir que los 5.000 profesores que nos dedicamos a esto no somos todos, hélas, geniecillos. Ni siquiera la mayoría.

    Como esto es un extended bachillerato el fenómeno del que hablaba Gabriel es claro que se va a producir. Basta ver el ejemplo del Bachillerato tradicional. Por ahí irán los tiros. Y, en la línea de lo que dice IN_Vino, vamos a acabar montando, a trompicones, una estructura del estilo de la que dice querer. Ahora bien, lento, tarde y mal. Sin ir conscientemente hacia ella (/vamos impulsados por el mercado y el entorno, pero sin un plan) y además sin asumir las consecuencias de que para tener a la gente haciendo un grado de «desmastuerzicación» no hacen falta Universidades excelentes ni grandes investigadores de profes.

    Mientras tanto, seguimos sin saber cómo, dónde y con qué organización montar polos de investigación de verdad y centros de enseñanza de verdadero nivel especializado. Porque a los profesores nos conviene decir, y vivir en la ficción de que TODO es altamente especializado y que TODOS nos dedicamos a cosas excelentes.

    La patraña española de Bolonia, donde hemos incluido la chorrada de la renovación pedagógica que nadie nunca en ningún país ha asimilado al EEES, tiene que ver con esto: una estructura poderosísima empeñada en venderse a sí mismo y a la sociedad como especial para poder seguir pidiendo recursos y gestionándolos autónomamente que ni de coña se aceptaría que fueran tantos y gestionados así si se desenmascarara de qué estamos hablando.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 26 de septiembre de 2011 a las 12:50 pm

  88. 88

    Andrés, eso ha sido una defensa y lo demás tonterias.
    Aunque me ha llegado al alma lo de «Instituto grande», para lo que otros definen como el almacén/dispensario de la élite intelectual, cosa que ya aclaras no es. La gente que se gana 3000 euros en dos tardes, son las remoras que recogen los restos de los tiburones.
    Propones un MIR ó una oposición nacional – ya que los drafts iban a estar amañados- pero eso es imposible. La famigila es la famiglia, y sería un despiporre que un fulano de Don Benito consiguiera plaza en la UPV y dejara al pimpollo local buscandose los garbanzos – con el trauma sexual/emocional/social que supondría dejar a su/s novi@/s, su familia y su colla de moros ó fallas durante unos añitos- a tres ó cinco horas de casa, siempre que San Ryan Air no eche una mano.¿Quien continuaria la magna obra del Departamento? Eso es crueldad innecesaria.

    Comentario escrito por galaico67 — 26 de septiembre de 2011 a las 12:55 pm

  89. 89

    Por último, y en respuesta a Donoso Cortés, todo lo dicho está en relación con lo que él comenta. Que unos tíos, los profes universitarios actuales, pagados por dar formación de bachillerato extendida y por «investigar», podamos vender como «investigación aplicada» estar por ahí trabajando para despachos de abogados haciendo dictámenes y cobrándolos demuestra de qué va esa película. Si eso es investigación, si eso ha de ser retribuido por la Universidad y servir para ascender en la escala universitaria… ¿qué mejor prueba se puede pretender de que lo que hacemos no tiene nada que ver con la ciencia, la investigación de verdad y la excelencia?

    Lo que pasa es que la sociedad, todavía, no se ha enterado. Y por eso la firma de un Catedrático de Universidad en un informe o dictamen, diga lo que diga, sigue sirviendo. Y se sigue pagando. Por este mismo motivo nadie se deja la Cátedra. Porque supone dinero.

    Ahora bien, quede claro que todo este panorama nada tiene que ver con una pretendida excelencia.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 26 de septiembre de 2011 a las 12:55 pm

  90. 90

    La decadencia dela Univ. Pública empezó con la autonomía universitaria, ahí ya empezaron todos a crearse su propio cortijo. Una vez delimitado el cortijo, ya sólo era cuestión de tiempo que se empezara el desvío de fondos hacia empresas privadas subsidiarias y hacia la creación de universidades privadas. La univ. pública se desmantela desde varios frentes, un frente lo constituyen los propios altos cargos (rectores, vicerrectores, decanos), que en su agonía insaciable no se conforman con su sueldo, y desvían los fondos hacia empresas privadas amigas, donde están ellos mismos relacionados o amigos suyos a cambio de comisiones y otros regalitos. De hecho de la conferencia de rectores viene (junto con los grandes bancos y empresas) el documento estrategia 2015, que quiere que el rector sea un empresario y que sea este quien elija directamente a los decanos. Un asalto a mano armada a la univ. pública, curiosamente perpetrado por los mismos altos cargos de esa universidad pública. Pero la estrategia de privatización no funcionará porque olvidaron estos rectores algo muy importante. Todo cambio de una parte afecta al todo. La ruina será también para ellos, para todos. No están en un sistema aislado, es un sistema abierto, -teoría de sistemas-.

    Comentario escrito por waldo lópez — 26 de septiembre de 2011 a las 8:46 pm

  91. 91

    Nada Andrés, te veo asesorando a la futura Ministra de educación, de Investigación o dónde narices caiga la competencia de la Universidad. Sabrás el nuevo profesor Barea con la motosierra en el sector universitario.
    Creo que no menos del 60-70% de los profesores de universidad nos desvivimos vocacionalmente en esto, fines de semana y vacaciones incluidos. Quizá no se vea eso en tu Departamento, pero en los demás se ve y mucho. Y además lo hacemos sin que familia o amigos entiendan nada porque nos ven poco «dar clase».
    Si familia o amigos no entienden nuestro trabajo, ¿cómo lo entenderá la sociedad?
    Puede ser que hayan convertido la Universidad en un Instituto, probablemente porque el Instituto parece más bien un reformatorio o un laboratorio de integración social.
    Pues bien, aunque demos clase de bachillerato, creo que merecemos una remuneración mejor que la de docentes de secundaria.
    A los que firmen informes, les felicito. Pero para quien no sepa de esto, hacer un artículo lleva meses de muchísimas horas de trabajo de mucha calidad. Y no se paga. Ni se valora.

    Comentario escrito por zulik — 26 de septiembre de 2011 a las 9:49 pm

  92. 92

    Bueno, Zulik et al, que ya empezamos con el «que hay de lo mio».

    «Pero para quien no sepa de esto, hacer un artículo lleva meses de muchísimas horas de trabajo de mucha calidad. Y no se paga. Ni se valora.»
    Bienvenido al club de los que trabajan metiendo horas y no se les pagan, ni se les valora el trabajo. Afortunado tu, por lo menos te puedes dedicar a ello sin temer por el mañana.
    Y ahora, después de esta necesaria pulla ¿Por donde tiramos?
    Entre acusaciones varias, auto-halagos, vanidades insatisfechas, recursos que se sabe de donde salen pero ahora mismo somos incapaces de nombrar a donde van, ¿Reconocera alguno que estamos metidos en dos burbujas y que su explosión tiene necesariamente que llevarse a gente por delante? ¿Reconoceran los Zulik vocacionales que no se pueden públicar miles trabajos diferentes en Derecho Civil( ó en biología, química, ó soldadura de los metales no ferreos…), sin coordinación alguna, sin que la mayoría aporten nada nuevo, solo para poder ponerse en el curriculum como «investigador»? ¿Reconocerán que esas actividades son muchas veces para consumo interno? ¿Tienen alguan solución para ver que harán el día que todos tengamso un licneciado en Derecho en nuestra vida y ya no sepamos que hacer con él? ¿Se han planteado alguna vez el sentido económico de la institución? Andrés habla y escribe mucho sobre la financiación autonómica ¿Cual es el modo en el que Donoso y Zulik creen que tenemos que financiar nuestro sistema universitario? ¿Seguimos con el modelo «carta a los reyes magos» y «rebaña lo que puedas» actual? ¿Existe siquiera una memoria económica pública sobre lo que cuesta cada facultad, lo que se lleva cada Departamento, los recursos propios y ajenos que rebaña? ¿Adonde va el dinero de cursos, cursitos, masteres y actualizaciones que se hacen por las tardes aqui y alla en todas las Facultades?

    Ay , amigos, mucho hablar de fueros, pero el huevo a buen recaudo

    Comentario escrito por galaico67 — 27 de septiembre de 2011 a las 9:47 am

  93. 93

    Decir que la decadencia universitaria en Espanya comenzo con la ley de autonomia universitaria es, francamente, para hacerselo mirar. Por dos razones muy sencillas. La primera y fundamental es que en todos los paises del mundo civilizado la universidad es un organismo autonomo. En la mayoria de los casos dotado incluso de mayor autonomia a la hora de contratar personal que nuestras funcionarizadas universidades. La segunda razon es simplemente de comparacion historica: la universidad postfranquista era un engendro mas arcaico que la lenceria de Donya Carmen Polo y nuestra presencia internacional, parecida a la de la actual Rumania. La autonomia lo unico que ha permitido es que cada cual se las arregle como quiera o como sepa. No ha mejorado mucho, pero desde luego que no ha empeorado demasiado las cosas: en lineas generales creo que las universidades «jovenes» aguantan mejor el tipo que las mas decanas. Comparese si no como le va a la Pompeu Fabra o a las Autonomas de Madrid y Barcelona con la Complu , la Universidad de Alcala o la de Salamanca.

    Yo estoy de acuerdo con Andres en que un problema del que no se habla es la mediocracia imperante y la falta de centros de excelencia. De excelencia de la de verdad, no la tombola de campus internacionales y el cafe para todos universitario. Porque el problema esta ahi: en la falta de incentivos para el alumno, el profesor o el departamento que destaca. Aquellos que lo hacen es mas bien por honra personal que por los beneficios que les aporta, porque a la hora de la verdad (esto es a la hora de ganarse los cuartos)el rendimiento no tiene ninguna repercusion, ni negativa ni positiva. Para el alumno da igual por que universidad se licencie y da bastante igual las notas que haya conseguido (es mucho mas importante los contactos personales con los que cuente). Para profesores, departamentos y escuelas es todavia peor. La investigacion se evalua chapuceramente -cuando se evalua- y una vez conseguida la plaza es cuestion de buscarse sobresueldos varios. Si eres una figura internacional en tu campo cobraras menos, por ejemplo, que vicerrectores, decanos, subdecanos y demas mandarines organizativos. Por poner un ejemplo muy ilustrativo, el Sr Director General de Investigacion cuenta con un curriculum impresionante: dos articulos de investigacion (es matematico!) y toda una vida de mandarin en Zaragoza. Como sintoma no me diran que no es representativo.

    No soy muy optimista respecto a las posibilidades de arreglar esto a medio plazo. A la derecha en general la universidad publica le importa mas bien poco. De hecho suele ser ese sitio del que emergen de vez en cuando intelectuales o estudiantes piojosos para tocar los cojones. Asi que si se hunde mejor que mejor (ademas promocionamos las privadas). Por su parte la izquierda ha asumido que asi como castigar al que no da palo al agua es de nazis, premiar al que hace las cosas bien es de elitistas y fomenta la desigualdad social. Mejor una mediocridad homologada con la tranquila conviccion de que somos todos una mierda, pero somos todos iguales. Despues nos preguntamos por que tendremos el indice de productividad laboral que tenemos…

    Comentario escrito por (InVino)Veritas — 27 de septiembre de 2011 a las 5:31 pm

  94. 94

    Yo coincido con galaico o invino, aunque no lo parezca. He visto de casi todo en esta Universidad y veo todo lo contrario cuando salgo fuera. La mayoría de los que rondamos los 40 que conozco sólo queremos quitar las rémoras de la universidad de los de antes, pues hemos visto verdaderas servidumbres o esclavitud y funcionar a las familias, perdón, escuelas destruyendo carreras, normalmente desde Madrid, por cierto.
    Eso sí, ahora formamos parte de este instituto mastodóntico de adocenar generaciones de niños sin futuro en que nos han convertido la Universidad.
    Creo un error apuntar al profesorado y a la miseria de complementos económicos vía investigación u otras. Aunque se estiren los pelos los que no son de universidad, la mierda de compelmentos autonómicos o sexenios no dan para pagar el garaje. Eso es el chocolate del loro.
    Sobra profesorado, seguro, el que hay puede hacer mucho más -en docencia-, seguro.
    Sobran profesors hipercualificados explicando temas generales. Es usar un Mercedes para ir a coger naranjas al campo.
    Sobran edificios.
    Sobran y mucho bibliotecas. A quien le duela, que le duela.
    Una cosa es una sala de estudio con manuales. Lo otro es obsoleto.
    Pero ojo, que un profesor universitario dando 20-25 horas de clase a la semana es el modelo de América Latina, fin de la investigación y el reciclaje del profesor. No digo como Donoso que estemos preparando clases de excelencia todo el día, pero esto no es dar un manual del cole.

    Comentario escrito por zulik — 27 de septiembre de 2011 a las 7:01 pm

  95. 95

    Si, Zulik, es triste. Vivimos una época en la que el mal no se había desarrollado del todo todavía – cuando yo estudiaba, aun me toco vivir el distrito único- y en unos años se desmadró todo. Se aprovechó la autonomía para ampliar el negocio y satisfacer las ambiciones politícas del gobernante de turno y se creció sin ton ni son, había dinero para todo.
    Ahora, a ver quien da marcha atrás a los campus sin alumnos, a las titulaciones redundantes, a las escuelas sin medios, a los departamentos inflados….y a los titulados fabricados en serie.

    Comentario escrito por galaico67 — 27 de septiembre de 2011 a las 9:49 pm

  96. 96

    Mis padres eran amigos de un político andaluz con bastante nombre en su momento que decía que salía más barato alojar a todos los estudiantes andaluces de fuera de Sevilla en el Hotel Alfonso XIII (es un o de los hoteles de más lujo de la ciudad) para que fueran a la Universidad de Sevilla que hacer una facultad en su ciudad. De aquellos polvos estos lodos..

    Comentario escrito por Rafa — 28 de septiembre de 2011 a las 12:56 pm

  97. 97

    Vaya, parece que es cierto eso de que la LOGSE ha llegado a la universidad…

    Comentario escrito por Adrián — 28 de septiembre de 2011 a las 5:03 pm

  98. 98

    Donoso:
    Tiene guasa llamar «investigación aplicada» a los convenios que se hacen compitiendo con la empresa privada y que no reportan ningún valor añadido a la Universidad, únicamente al bolsillo de quien los hace. ¿Cúanto cuestan estos convenios al erario público?
    Por eso en investigación pública estamos donde estamos, es decir en el fondo del mar matarile.
    Pepin

    Comentario escrito por pepin — 06 de octubre de 2011 a las 5:07 pm

  99. 99

    donoso cortes era un influyente pensador monarquico del siglo del siglo XIX. tiene frases celebres pero no he parado para verlas. POR ENCIMA DE OTRAS COSAS SABEIS QUE NADIE QUIERE SER PROFESOR. NADIE QUIERE SER PRODESOR DE UNIVERSIDAD Y ESCASOS QUIEREN SER CATEDRATICOS. animaos haber si conseguinos llegar a 100.

    Comentario escrito por SALVA — 09 de octubre de 2011 a las 10:41 pm

  100. 100

    Donoso no simula. Carece de ese y de cualquier otro talento. Cualquiera capaz de escribir un párrafo tal que, -«Aquí lo que nadie dice, porque es impopular, pero es la verdad, es que los profesores universitarios estamos muy mal pagados a pesar de que somos la elite intelectual del país y que hemos estado años preparándonos y hemos pasado un proceso durísimo de selección»-
    es, probablemente, alguien que -además de catedrático de universidad española- resulta incapaz de caminar y mascar chicle a la vez y no se llama Gerald Ford.
    Afortunadamente, la reasignación de recursos mundiales a la que hemos convenido en llamar «la crisis», acabará más pronto que tarde con los «Donosos».
    Cualquiera que conozca mínimamente el percal tiene claro que -le interese personalmente o no- el renacimiento de la universidad española pasa por:
    1- Liquidar, sin metáfora alguna, la mitad de las universidades actuales.
    2- Liquidar, metafóricamente, a la mitad del profesorado.
    3- Liquidar, no menos metafóricamente, a la mitad del alumnado.
    4- Reducir un cuarto los fondos públicos a su disposición,lo que supone en realidad incrementarlos en un 50% por centro,profesor y alumno.
    5- Asumir la evaluación externa y su correspondiente publicidad anual.
    6- No permitirle un porcentaje de endogamia superior al 10%.
    7- Fijar una ratio del 70/30 entre docencia y la tantas veces indecorosamente llamada «investigación».
    8- Ni un céntimo público para ninguna institución no pública.
    9- Incompatibilidad radical: un profesor, un buen salario, una dedicación exclusiva. A quien no le guste, aire. Comprobará el frío que hace ahí fuera y lo mítico, en general, de las altas retribuciones del sector privado.
    10- ………… Y alguna que se me olvida.
    Y, por cierto, Boix resulta suave, tremendamente suave. Y él lo sabe.
    Salud

    Comentario escrito por Antonio — 13 de octubre de 2011 a las 10:41 pm

  101. 102

    Todos los que trabajamos en la Universidad percibimos que está altamente burocratizada y que cuesta muchísimo mover cualquier mejora en ella. Cuando se nos realizan cursos de formación permanente y se nos habla (al personal) de excelencia, mejora contínua, calidad y sus sellos (Iso, EFQL) nos entra la risa, no porque desconozcamos que hay muchísimas cosas que se pueden mejorar sino porque toda esa palabrería sólo implica pasta para aquellos que dan los cursos (el mangoneo es generalizado es ese tema), poca repercusión práctica del intento de «interiorización» de esa teoria porque todos sabemos que no se va a poder aplicar sin un apoyo económico y los recortes a todos los niveles ya han llegado.
    Los procesos de externalización están demostrando ser un auténtico fiasco, los procesos de selección nada tienen que ver con la calidad, exigencia y mínimo de preparación.
    Hace años trabajé en un Departamento y en navidades se empezó a comprar material de oficina a tutti plein porque había sobrado dinero y si no se gastaba al año siguiente se le daría de menos. En fin, todos podemos hacerlo mejor desde la responsabilidad de que manejamos dinero público y se ha de responder de su gasto útil.

    Comentario escrito por Caroline — 16 de octubre de 2011 a las 12:25 pm

  102. 103

    Parece mentira que aquellos profesores que nos intentan enseñar que es lo justo y legal, son los primeros en engañar al sistema. Y lo mejor de todo es que si el sistema falla, ellos también caerán (perderían su empleo).

    Está claro que hay mucho «chorizo», y no sólo en las carnicerías.

    V-E-R-G-O-N-Z-O-S-O

    Valiente artículo Andrés!

    Comentario escrito por Pedrito — 21 de octubre de 2011 a las 9:18 am

  103. 104

    Gracias a todos por los comentarios… que me hacen confirmar que las cosas están tan mal o peor como pensaba.

    Lo curioso de todo es que, en el fondo, a la hora de la verdad, todos somos muy conscientes de que esto es insostenible y de que,por nuestro bien, nos conviene empezar a cambiar a fondo antes de que nos cambien por decreto o por bulldozer. Sin embargo, en los campus, estudiantes y profesores seguimos sorprendentemente abúlicos.

    En fin, ya veremos…

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de octubre de 2011 a las 12:01 pm

  104. 105

    Si algo de prestigio quedaba en la Facultad de Filosofía, Geografía e Historia de la UB, con esto se ha escurrido por la taza del váter:

    http://www.lavanguardia.com/vida/20111029/54237322879/plagio-en-la-universitat-de-barcelona.html

    Comentario escrito por JMRJ — 29 de octubre de 2011 a las 8:33 am

  105. 106

    En efecto, Andrés, de este larguísimo debate se deduce un amplio grado de coincidencia y, a la vez, la conciencia de que todo el mundo va a estar «quieto-parao» en espera de ver por dónde sale el toro del recorte. Después, todos saldremos corriendo (para los chiqueros, para el tendido, para la barrera…). Ya no hay toreros.
    Por cierto, el profesorado suele generar un saber científico y académico, incluso libresco en muchas ocasiones. Pero ya avisaba Ortega en su Misión de la Universidad que este carácter «cientifista» servía para unas cosas, pero no para otras. No somos buenos gestores, no dominamos las relaciones humanas (ah, la vanidad del maestro) y nos importa un bledo la visión global de la institución. Que nos administren desde fuera y que sea lo que Dios quiera. Yo tampoco creo en la autonomía universitaria.

    Comentario escrito por joan Amenós — 08 de noviembre de 2011 a las 10:51 am

  106. 107

    Ah, y lo más curioso es que, si te muestras crítico con el sistema, es que «estás a favor de los recortes». Justo lo mismo que indica Donoso Cortés. Curioso argumento progre.

    Comentario escrito por joan Amenós — 08 de noviembre de 2011 a las 1:55 pm

  107. 108

    Pues sí, Joan, estoy más o menos contigo sobre cómo pinta la cosa, sobre qué nos espera.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 09 de noviembre de 2011 a las 10:17 am

  108. 109

    Hola,

    Queria agradecer el articulo, y pedir que poseis vuestros ojos, en la Universitat de Barcelona, en especial los Masters que brindan, que describen perfectamente el articulo.
    He tenido la mala suerte de cursar el dirigido por » Dra. » R.L. …sin palabras.O si…tengo dos: una estafa!.Saludos.

    Comentario escrito por bartolome — 11 de noviembre de 2011 a las 2:04 pm

  109. 110

    Hola, fui alumna del Prof. Boix el curso pasado, y sinceramente me sorprenden las críticas vertidas por él sobre el Plan Bolonia.

    Hablo desde la experiencia de la Doble Licenciatura ADE-Derecho que en la UV se imparte, que como grupo PIE para el Plan Bolonia, nos hemos visto inmersos en todo tipo de clases, desde la más clásica clase magistral a la explicación por el alumno de toda la materia. Comparando todas ellas, saco como conclusión que es un acierto el pretender que el alumno se «saque las castañas del fuego».

    Y pongo como ejemplo que en mi primer curso en la carrera en teoría del derecho nos pusieron un caso de derecho sucesorio así sin más, a resolver en 1 semana por grupos. Recuerdo que fue una semana absolutamente angustiosa porque ni entendíamos las leyes, ni sabíamos dónde buscar ni nos atrevíamos a hacer cualquier pregunta a los profesores (que todavía no sabíamos si podían ser tratados como hasta el momento lo habíamos hecho con los del instituto). Sin embargo, gracias a esa «angustia» empecé a saber afrontar la carrera.

    Creo que el Prof Boix se equivoca al enfocar el Plan Bolonia como lo enfoca en sus clases (al menos de la asignatura a la que yo acudí el año pasado), pues en ellas tras dar apenas 5 o 6 sesiones de teoría general (que sí, desde luego quedaron claras, con la «descremación» etc etc…pero desde luego para mi insuficientes), y el visionado de 1 película, nos pasamos el resto del curso escuchando comentarios del profesor acerca de unos trabajos efectuados por alumnos de los que personalmente no aprendí nada.

    Creo que esa es una interpretación errónea de Bolonia(si es que es así como el profesor trata de introducirlo en sus asignaturas).

    Para mi el paradigma de aplicación de Bolonia han sido asignaturas como Derecho Penal II, en las que en cada sesión se hacia un esbozo general del tema, el cual luego debías ampliar en casa, y del cual la sesión siguiente podía el profesor aleatoriamente preguntar al alumno, pero que en la explicación el profesor introducía breves videos sobre la comisión de un delito y debíamos en 5 minutos señalar en un folio qué delito era y por qué. Y en las clases prácticas en vez de leer contestaciones a preguntas sobre el tema, se nos ponía un caso que se debía representar como simulacro de juicio, el cual previamente había sido resuelto por el alumno en casa.

    Creo que Bolonia hace que el alumno se tenga que esforzar, exprimirse, sacar lo mejor de sí, aprender a investigar, a «jugar a ser abogado».

    Tras realizar las prácticas en despacho de abogados – y comparandome con compañeros que no se encontraban en un PIE- me he cerciorado que los «estupidos» casos de teoría del derecho en primero (ha habido muuuchos más, obviamente), los trabajos sobre la relación entre el yuan y el euro (vamos un claro «a ver cómo sales de esta») y muchas exposiciones orales, tengo una gran ventaja respecto a mis compañeros de «docencia tradicional», y es que yo soy más autosuficiente que ellos; con esto quiero decir que soy más capaz (porque ya lo he vivido antes) de elegir las fuentes de información, comprensión de temas de los que nunca había oído hablar, etc etc…

    Personalmente a Bolonia solo le encuentro un defecto: que los profesores tienen que trabajar más. Y eso no es que lo diga yo, es que se lo he oído decir a profesores, que directamente nos han dicho que «se ha tenido que coger nuestro grupo porque es mucha más carga de trabajo para el profesor, porque tienen que corregir más».

    Bolonia debe ser un tira y afloja del profesor y el alumno, ni sólo el alumno debe dar, ni solo el profesor, sino que con los conocimientos del profesor y el esfuerzo del alumno, se debe intentar lograr que salga formado un buen profesional.

    PD: En ningún momento soy una alumna que le tenga «tirria» al Prof. Boix ni al Dº Administrativo, queda dicho.

    Por último, una reflexión para todos aquellos «aversos al riesgo/cambio»:

    «No hay inteligencia allí donde no hay cambio ni necesidad de cambio».

    Herbert George Wells

    Comentario escrito por P.I.E. — 22 de noviembre de 2011 a las 9:13 pm

  110. 111

    Gracias por el comentario, P.I.E. Verás que el texto no habla de la renovación pedagógica (aunque en otras ocasiones sí he hablado, también críticamente la verdad, de ella) sino de otros efectos asociados a Bolonia en nuestra Universidad: líos de titulaciones, multiplicación de grupos, el tema de la burocracia, etc…

    Me alegra, en cualquier caso, que tu experiencia sea buena. Lamento decirte que no sirve de demasiado a efectos de evaluar lo que va a ser Bolonia. Un grupo «especial», agrupando alumnos, de facto, a partir de un criterio de nota de corte exigente genera un entorno artificial. A tu grupo da igual cómo os dieran clase. Como si no os daban, de hecho, y sólo os hubieran examinado. Habríais salido igualmente bien preparados. El problema no está ahí.

    Sobre la clase del año pasado, sí, ¡ay!, fue un pequeño desastre. Es una asignatura de matrícula habitualmente escasa (12-15-20 personas a lo sumo) y la programación del curso estaba pensada para trabajar de una determinada manera, casi en plan seminario… y luego pasó lo que pasó con esa avalancha de matriculados para esquivar la ley de pasantía y todo se fue un poco al traste. Gracias por la crítica, en todo caso.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 22 de noviembre de 2011 a las 9:40 pm

  111. 112

    A la alumna P.I.E. y al Prof. Boix… Bolonia podrá hacer trabajar más a los profesores, cierto. Ahora bien:
    La semana pasada, cuando comentaba a una ex-doctoranda mía que lo único molesto de dar clase era tener que corregir a veces exámenes o trabajos a mansalva, me preguntaba toda inocente «Pero vosotros no tenéis ‘teaching assistants’ para que hagan ese trabajo». Pues eso, ella se crió en una universidad donde los profesores dan clase y piensan en mejorarlas, y becarios de licenciatura que se sacan unos durillos a tiempo parcial corrigen las prácticas y los exámenes. Podría ser Alemania, el Reino Unido, los Países Bajos… aunque era Taiwán.
    Eso sería también Bolonia, pero aquí en la tierra de la Fórmula 1, la luz y el amor, hacemos las cosas a ‘coste cero’.
    Bolonia también sería tener residencias de estudiantes baratas, y no tener tasas universitarias, y tener profesores en las facultades de todas las nacionalidades -vale, en Derecho se entiende que sean españoles, pero en ADE o en Química o en Medicina ya pueden venir de fuera-, y tener otro ambiente en los campus…
    De momento tenemos una mezcla entre Bolonia, Moncloa y Naranjos. Mejor que lo de antes va siendo, pero queda camino por recorrer.

    Comentario escrito por Baturrico — 29 de noviembre de 2011 a las 11:46 pm

  112. 113

    Cuando Donoso Cortes, ha dicho:

    Además, para poder vivir hay que hacer trabajos fuera, que sí te pagan de manera acorde a nuestras capacidades, y va y resulta que ahí la Universidad todo son trabas y encima se empeña en quedarse un impuesto revolucionario.

    No se si me entró la risa o me da la sensación de que no hay peor ciego que el que no quiere ver. La Uni puede competir con la empresa privada… y alguien ha posteado que sin retorno para la Uni. En la de enfrente, creo -mi conocimiento es limitado- hay de todo: profesores de arquitectura con despacho propio; departamentos que no tienen convenios de ¿investigacio? con nadie, ni con la gene; y departamentos con convenios donde lo inhabitual es que se reparta el dinero para el equipo y lo que sobre para el catedratico/jefe de departamento. Que la metastasis de edificios es identica a la UV; que el % de endogamia es altisimo y il capo no le da por correlacionar con su amado Ranking de Sangai; con departamentos que hacen informes contradictorios – por lo menos para algo vale la autonomia y me refiero a la epoca de los informes secretos -es de recibo?- becarios sudamericanos, etc, etc, etc

    Comentario escrito por juan carlos — 02 de mayo de 2012 a las 10:23 am

  113. 114

    2. Me referia aprox al 2000 cuando se pidio informes para el trasvase y solo se conocieron los que lo apoyaban. Y sobre becarios sud con tres años mas de beca, haciendo de negros al departamento conocemos algun caso. Demasiada inercia.
    Antes pensaba que cabezas tan bien amuebladas no pidan hacer las cosas mal (mejor me callo) pero ahora creo que la figura del TAG como director de Escuela/Fac no estaria mal. ¿No se desperdicia la capacidad investigadora y docente del profesor dedicado a tareas admvas?
    El sistema de seleccion de prof no es el unico cortijo. Pq un interino de la UV/UPV de Aux Amdvo o Bibliotecario tiene mas puntos que el de un Ayto? Es es igualdad y capacidad?
    Pues como dice el dicho, entre todos la mataron y ella sola se murio. Esperemos que haya un House que pueda dar un diagnostico certero (que no se lupus por favor) y la medicacion correcta antes que empiece la cangrena.

    Comentario escrito por juan carlos — 02 de mayo de 2012 a las 10:30 am

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