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La Paella Rusa

Alarte expulsa a Asunción, futuro conseller de Camps, por hacer caso a Felipe González y acudir a la justicia

La sociedad valenciana está de enhorabuena con el nacimiento de La Paella Rusa. Hemos recibido innumerables felicitaciones pero, sobre todo, hay que destacar la del PSPV y la cuarta planta de Blanqueries, que nos han obsequiado para festejar el nacimiento de esta iniciativa ciudadana con uno de los sainetes más descacharrantes que se recuerdan en la política valenciana: sí, hablamos del vodevil Asunción (y otro día, si nos deja la disparatada actualidad PSPV, prometemos hablar algo más del PP, pero, ¡por favor, Alarte, deja que pasen un par de días sin generar titulares que obliguen a focalizar la atención en las miserias de la ex-tinta izquierda valenciana!).

Les ponemos mínimamente en antecedentes. Como el año 2010 había acabado con fuegos de artificio de primer nivel, con el lamentable episodio de la amenaza de espantà del señor Calabuig, que parecería inventado si no fuera porque estamos hablando de esa cosa ahora llamada socialistes valencians, y la primera encuesta de 2011, a pesar de todo, no parecía suficientemente catastrófica para el PSPV de Alarte, que todavía lograba conservar una honrosa segunda posición (¡y con más porcentaje que el PSC, eh, quede claro!), las mentes pensantes de Blanqueries decidieron que algo así no se podía consentir. Total, que justo después de Reyes resucitaron el affaire Asunción y sacaron pechito anunciando, eufóricos, que la Ejecutiva federal lo iba a expulsar por haber denunciado el pucherazo de las primarias, haber acudido a la justicia ordinaria y, lo que es ya lo peor de lo peor, ¡que encima parece que pueden darle la razón, pues han aceptado a trámite la denuncia! No vamos a extendernos demasiado, con todo, en exponer esta parte previa de la historia, porque a estas alturas es por todos conocida y porque, además, la resumía de manera excelente un artículo de Andrés Boix en su colaboración con El País. Quien quiera algún detalle más tiene también la contextualización que ha escrito en su blog. En cualquier caso, el mensaje estaba claro. Jorge Alarte, el hombre que prometió solemnemente que si no derrotaba a Camps en 2011 se iba al día siguiente a casita y que asegura que «siempre» cumple su palabra, decidía mostrar a los valencianos cómo se las gasta. Para que sepamos lo que espera a los malvados a partir del día 23 de mayo de este año, cuando devenga President (o para que en su casa tomen nota de que será un señor que se enfadará mucho, mucho, si no le sirven el desayuno con el café con leche calentito).

Así estaban las cosas el día de Reyes. Enfrentados a la tesitura de asumir con tranquilidad la citación judicial o ceder a la tentación de dispararse con un fusil de repetición en el pie, Jorge Alarte y sus chicos desenfundaron el kalasnikovh y comenzaron la carnicería. A quemarropa y sin miramientos vaciaron tres o cuatro cargadores sobre su propia imagen, la de su partido y sobre sus aspiraciones de ser tomados en serio por la ciudadanía valenciana. Pim, pam, pum, juerga y diversión a lo largo del viernes, sábado y domingo pasados

La escalada se produce en tres fases. Una primera en la que sacan de nuevo a pasear el temita, que había quedado más o menos enterrado por la actualidad, porque sí, porque les da la gana. Lo hacen anunciando, eufóricos, que han logrado convencer a la ejecutiva federal del PSOE de que inicie el trámite para expulsar a Antonio Asunción del partido. Los motivos por los que los que manejan estas cosas en el PSPV decidieron que les convenía que el tema volviera a estar en las portadas de todos los medios son un misterio. Deben de pensar esas lumbreras que demostrar que mandan en el partido y que al que se mueve no es que lo saquen de la foto sino que lo corren a hostias y expulsan del partido es algo que les granjeará buena imagen (¡caray, cómo mandan, qué gente, qué nivel, si casi ya parecen el PP de Aznar y Álvarez Cascos, el de los buenos tiempos!) y, sobre todo, que les eliminará a la parte de la disidencia interna que no está dispuesta a arrostrar una expulsión y un enfrentamiento abierto con la dirección. El caso es que no contaban con que el efecto colateral de que algo así volviera a estar de actualidad era tener a Asunción en radios y periódicos y a la ciudadanía reviviendo y recordando el esperpento de los avales de las primarias. Un revival en toda regla que volvía a poner de actualidad la debilidad orgánica de Alarte, su pacto del pollo con los lermistas (que le salvan el culo en la recogida de avales), la chunguez con la que trataron a todos los candidatos no oficialistas en las primarias (mención especial para las putaditas que se comió Manolo Mata) y, especialmente, la dedicación en cuerpo y alma del equipo de Alarte no a ganar las elecciones, no a proponer alternativas de izquierdas al PP, sino a purgar partido y listas para controlar el poder orgánico y quedarse 4 años más en la tranquila y plácida oposición por mucho que se destrocen todos los suelos electorales del partido.

Ante el tsunami de reacciones de cabreo y, en una fase ya posterior, de choteo, que la nueva macarrada orgánica produjo, en Blanqueries empezaron a sonar algunas alarmas. ¡Dios mío, no! A pesar de la prueba en sí misma de la maldad de Asunción que supone que lo expulsemos va y resulta que la gente no acaba de comprarnos esta mercancía. ¿Qué está pasando aquí? ¿Cómo es posible que los periódicos de izquierda se llenen sistemáticamente de comentarios críticos con la medida?

Llegaron, por ello, rápidamente a la conclusión de que no bastaba con exhibir músculo y sacar pecho, alardeando de cómo te fumigas enemigos llamando al primo de Zumosol de Ferraz. Los mencionados comentarios en Internet, incluso en los medios afines al socialismo valenciano, revelaban un absoluto divorcio entre el partido y lo que sus dirigentes hacen y lo que quiere la ciudadanía de izquierdas. Había, incluso, cierto mal de fondo orgánico. De modo que la ofensiva se recrudece en pleno fin de semana y el sábado Levante-EMV presenta, por gentileza de alguna eminencia gris que le pasa el pseudo-dossier con la porquería a los periodistas, el cahier de dóleances orgánicas contra Asunción. Tan cochambrosa era la fundamentación de todo el supuesto escándalo que el periódico, finalmente, no se atreve a publicar la historieta como un hecho, sino como un «El PSPV dice que…». Ahí la tienen, todavía, para quien la quiera leer.

El desafase aquí es ya mayúsculo. Hay que tratar de desacreditar a Asunción ante el pueblo y, esencialmente, ante el electorado de izquierdas, que asiste entre atónito y avergonzado a que su partido se dedique a centrar sus esfuerzos y su tiempo en atacar y dificultar la tarea de quienes tienen una visión diferente de cómo se ha de llevar la labor de oposición y que para ello se acuda sin rubor al «todo vale». Y, entonces, a alguien se le ocurre la genial idea de la huida hacia adelante. Hay que vender la imagen de un Asunción turbio, corrupto, que en realidad hace el juego a la derecha porque es de derechas, del PP, malvado, quintacolumnista. Y, así, por arte de birlibirloque, aparece una historia que no puede calificarse sino de delirante, que aprovecha las conocidas buenas relaciones de Asunción con muchos políticos del PP y empresarios (algo común, por lo demás, a muchos otros políticos del PSOE, afortunadamente, por lo demás) para, sin prueba alguna, montar una teoría de la Konspiransión que ni el mismo Anson trabajando para El Mundo en el tema del 11-M.

Sombrero del equipaje oficial del equipo de Blanqueries para la temporada 2010-2011

El tema viene a ser así. Asunción no se mete en las primarias y el lío de disputar la candidatura a Alarte porque crea que el PSPV lo está haciendo mal (¡joder, si es que, de verdad, ¿acaso hay alguien que pueda pensar algo así?!), sino porque ha sido comprado por Camps. Un Camps acojonado día a día cada vez que ve esas encuestas que le acercan a una mayoría de dos tercios en el Parlamento y que le aseguran doblar en votos al PSPV y que, por lo visto, decide que no se la puede jugar en esas condiciones en las elecciones y que mejor montar un lío gordo en el alartismo por si acaso, no vaya a ser que con la crisis económica y el crédito logrado por ZP gestionándola, Alarte se aproveche de esa inercia y se plante, como si tal cosa, repitiendo los resultados de hace 4 años.

Así pues, según la explicación de la Konspiransion, Camps se va cara a Asunción, pero empleando a algún intermediario turbio, para que la cosa tenga más gracia. Como Tony Soprano no estaba disponible, pues el asesor encargado de novelar la trama decide que  incluirlo en la trama sería, quizás, cargar demasiado las tintas, el ideólogo y enlace de toda la operación no puede ser sino Rafa Blasco, que para algo es desde hace dos décadas la bestia negra del oficialismo socialista y de la prensa afín. ¡Bingo! Compramos la mercancía. De manera que Blasco es quien tantea a Asunción para saber si está en venta y cerrará luego la operación. Además, según se ha sabido después, porque el propio Alarte lo ha contado sin rubor y la gente de su partido, además, le aplaudió a rabiar cuando desveló el secreto, esta es la parte de la historia de la que más pruebas tienen. Porque el propio Asunción, un día tomándose una cerveza con Alarte, enardecidos ambos ante un plato de tramussos como los que sólo se sirven en los mejores locales de l’Horta Sud, le dijo que le interesaría charlar un día con Rafa Blasco a fin de escuchar consejos sobre cómo enderezar el rumbo del socialismo valenciano. ¡Ahí está la prueba!, ¡Asunción, macho, que te hemos pillado!

Queda el tema del precio. Que Asunción ha sido presidente de la Diputación, joder. Y Ministro. Y Director General. Y consejero de alguna entidad financiera pública. Y de alguna privada. Y empresario de campanillas. Habrá que descubrir, una vez probado el contubernio, qué es lo que han prometido en pago al traidor. Pero como para el PSPV nada es imposible, no crean que la cosa tiene secretos para ellos. Ni pruebas ni nada hacen falta.  Así, de la chistera, a partir de una simple inducción y la aplicación sui generis del modus tollens aplicado a la política valenciana de taberna, sólo cabe una conclusión, que cae por su propio peso: Camps le ha prometido a Asunción ser conseller. Chúpate esa. Habrá algún tiquismiquis que se preguntará de dónde sale ese dato. Porque siempre hay  pesados y cenizos en esta vida que van disfrazados de Santo Tomás y que te piden evidencias de todo, incluso de la existencia de Nuestro Señor Cristiano ese al que Alarte y Camps compiten por demostrarle devoción. Pero la respuesta es obvia: ¡porque está todo claro, porque es un contubernio, porque son mala gente, porque son chungos y corruptos y van contra Alarte, que es un angelito!, ¡cómo es posible que no lo veáis!

Para acentuar la imagen de que estamos hablando de un corrupto se desliza también en la filtración un dato que forma parte del supuesto pago y con el que el PSPV dará el tercer paso de la estrategia de lanzar mierda a ver si hay suerte y liquidamos cualquier oposición el 23 de mayo. Y es el tema de que, además de ser pagado con un carguito de conseller, Asunción pide dinero y se le da. Básicamente, el relato es que la empresa de Asunción tiene deudas y el Banco de Valencia la rescata, poniendo varios millones de euros para salvar el culo del ex ministro y todo su patrimonio. Una idea en la que abunda Carmen Martínez, en la entrevista infame del año político (y eso que acaba de empezar, pero desde ya podemos asegurar que las cotas alcanzadas a 10 de enero no creemos que sean superadas en todo lo que queda de 2011) al grito de «Asunción no tiene dudas, tiene deudas». El tema es algo así como que Asunción tiene una empresa que pierde dinero y el Banco de Valencia le regala no sé cuántos millones para salvarla y, de paso, salvar a su dueño de la quiebra e, incluso, de perder su casa. La verdad o falsedad de estas afirmaciones se nos esconde, pero lo que sí se puede afirmar es que resulta complicado tomarse muy en serio a quien:
– te ha contado una serie de historias para no dormir sobre supuestos cargos de conseller ofrecidos;
– te dice que le dan dinero a una empresa desde una entidad bancaria a cambio de nada, lo que sería un escándalo y luego va y resulta que la propia información adjunta revela que no es «a cambio de nada» sino que el banco en cuestión se ha quedado la empresa (¡joder, eso de «a cambio de nada» se parece como yo a George Clooney);
– explica todo con el toque dramático de que el empresario en apuros de turno está angustiadísimo y dispuesto a todo porque las deudas de su empresa van a dejarle en la indigencia y sin casa (y uno se pregunta, entonces, si en el PSPV y en quienes han urdido la historia tendrán noticias de ese invento de más de 300 años de antigüedad que son las formas societarias, que nacen allá en los Países Bajos y que limitando la responsabilidad de los socios permitieron un desarrollo brutal del capitalismo, precisamente porque se podían asumir riesgos que implicaban que, caso de ir mal las cosas, perdías la empresa y el patrimonio puesto en ella, pero no el resto de tus bienes);
– y, por último, te dicen muy indignados que la empresa en cuestión ha recibido no sé cuánto dinero público de forma ilegal a manos de Camps cuando resulta que son subvenciones europeas, regladas en su mayor parte, que dependen de la inversión hecha por la empresa y que, además, la Generalitat valenciana gestiona pero sin marcar los criterios para su adjudicación.

Jorge Alarte y Carmen Martínez, dispuestos a aportar racionalidad a la manera en que el PSPV encara las turbulencias que se avecinan

En definitiva, que no sabe uno nunca cómo son estas cosas (y de eso se aprovechan los spin doctors de regional preferente del PSPV: de que uno, a estas alturas, ya no se atreve a fiarse de nadie y menos todavía si empiezan a lanzarte mierda a dos manos desde los potentes altavoces mediáticos de algún partido político), y que quizás va y resulta que tienen razón Alarte y Martínez y hay cosas muy feas por ahí. También es posible que España genere empleo en 2011, qué quieren que les diga. Cosas más raras se han visto. Pero la verdad es que, de momento, no hay prueba alguna de que así sea y la explicación cogida por los pelos que pretende demostrar lo contrario se cae por su propio peso y sólo encaja sin que rechine si hacemos abstracción de unos 300 años de evolución jurídica del Derecho mercantil y de las relaciones de las entidades financieras con las empresas a las que dan crédito. Una vez metidos en la ecuación la realidad actual de las cosas, qué quieren que les diga, el relato del tebeo ideado en Blanqueries deja mucho que desear. Máxime cuando ellos mismos, a poco que se les pregunte, reconocen que carecen de la más mínima prueba pra apoyar la sarta de elucubraciones paranoides, preñadas de acusaciones gravísimas, con las que nos están deleitando estos días. Y, si no, analicen con un mínimo de frialdad la delicadísima entrevista, la segunda en cinco días, que concede Carmen Martínez a El País.

Lo peor de todo es que, mientras tanto, el escándalo llega a la prensa nacional y empieza a opinar todo Dios. Incluso el mismísimo idem, aka Felipe González, se permite hacer unas declaraciones, angelito, donde recomienda a Asunción acudir a la justicia ordinaria si hay alguna medida adoptada por el partido que no le parezca justa, pues todos los ciudadanos tienen derecho a poder defender sus intereses legítimos, en un Estado de Derecho, ante un juez. ¡Angelito! Este Felipe González habría durado dos días en el PSPV con esa actitud. Felipe, ¡que no te enteras! ¡Si precisamente el problema definitivo, la vergüenza absoluta, ha sido que el malvado Asunción se ha ido a la justicia!

Así están, a día de hoy, más o menos las cosas. Que prometen mejorar con el tiempo, porque a estas alturas uno ya no tiene esperanza en que alguien se baje de la burra. Ni siquiera el creciente aislamiento mediático de un PSPV a quien no ríen ni las gracias ni las purgas en la prensa que supuestamente debería estar de su parte. Para muestra, el último botón.

Alarte, parece ser, ha vaticinado que en las elecciones de mayo se producirá un cataclismo que arrasará a toda la clase política valenciana, aunque nadie se lo espere. Resulta sorprendente que es obvio, leyendo sus declaraciones, que él no se considera parte integrante de la clase política valenciana. Es una pena que así sea, pues da la sensación de que su vaticinio está llamado a cumplirse, sobre todo, respecto de su persona y su liderazgo en el PSPV. Porque si por algo se ha caracterizado este partido es por recordar, en cuanto caen en desgracia y quedan expuestos por su debilidad coyuntural, a quienes han purgado a los críticos y obrar en consecuencia pasando la guillotina a la menor ocasión.

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20 thoughts on “Alarte expulsa a Asunción, futuro conseller de Camps, por hacer caso a Felipe González y acudir a la justicia

  1. Bachoqueta

    Como decía mi padre, al final acabaré enfadandome y será peor… Alarte y el resto de su clan deberían tenerlo en cuenta (y el bicho ese que ha aparecido como salvaje adalid de la pureza orgánica del PSPV también, ¡¡qué entrevista de mal rollo!!, ¡¡si se muerde, se envenena!!) porque no estan dejando margen para la duda.

    Totalmente de acuerdo con usted, señor Garrofó, un placer leerle.

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    • Senyor Garrofó Post author

      La verdad es que a Carmen Martínez ni yo ni, supongo, muchos, le teníamos seguida la pista pero, a la vista de lo que ha demostrado en las entrevistas con El País la tipa demuestra ser un bicho de mucho cuidado.

      ¡Habrá que seguirle la pista!

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  2. Guillermo López

    A mí lo de «Asunción Conseller» me parece un error de bulto, que se suma al error genérico que es sacar ahora de nuevo una cuestión que sólo puede perjudicar al PSPV (porque, por favor, que alguien me explique cuántos votos espera conseguir Alarte enmerdando con «tenemos pruebas, cuidadito. Y hay que ver… ¡Qué pruebas! Pero mira, por razones que no vienen al caso, no vamos a mostrar nada ni remotamente parecido a una prueba».

    Ahora bien, en la ola anterior de enmerdamiento antiasunción, el leit-motiv principal era «Asunción está arruinado y se ha vendido al PP, que le ha comprado la empresa». Esto puede ser falso, pero al menos no es increíble. Puede resultar hasta verosímil. Pero que una persona que ha sido ministro, que lleva diez años fuera de la vida política, etc., se preste, según reza la teoría alartista, a presentarse para perder y denunciar un pucherazo por la promesa de adquirir un puesto de Conseller con Camps, no hay Dios que se lo crea. Entre otras cosas porque: ¿pero no habíamos quedado que Asunción hizo lo que hizo a cambio de que el PP le salvase la empresa? ¿Ahora resulta que lo hizo para ser Conseller? ¡Joder, qué bien negocia Asunción, el tío! A cambio de presentarse a una recogida de avales y montar un poco de follón (ná, total, por un recuento una miajilla irregular: http://e-pesimo.blogspot.com/2011/01/corrupciones-socialistas-la-trama.html), el tío sale con un puesto de Conseller debajo del brazo y unos cuantos milloncejos para su empresa. ¡Si hubiera conseguido ganar las primarias, a saber! ¡Igual Camps renunciaba a presentarse en la investidura a favor de Asunción, en cumplimiento de su nefando pacto, y éste pasaba a liderar un gobierno de concentración PPPV!

    Un cordial saludo

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  3. F. Martin

    Aaaaaaaahhh, aaaaaahhhh…
    Salivo de placer. Vaya jartá de reír. Lo firmo todo.

    Y Alarte ha salido muy favorecido.

    Esa Martínez, por lo demás, hace años que tiene fama de ser lo peor de lo peor. Parece que se confirma. Pero ojito también a la Carmen Ninet y a su marido.

    Por lo demás, ¿qué pensáis del futro? ¿se atreverán a tirarlo definitivamente?, ¿montará un nuevo partido? ¿Qué será de Romeu y de Alarte después de las elecciones?

    Lerma, Císcar, ¿qué dicen de todo esto?

    ¡Queremos saber!

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    • Senyor Garrofó Post author

      Caray, señor F. Martín, ¿ya pide más? ¿Acaso no está saciado con el hermoso espectáculo que está dando el PSPV estos días? ¿Todavía quiere más?

      En cualquier caso, como la cosa promete proseguir, me comprometo desde ya a seguir el tema y a ir desbrozando los intrínguilis post-elecciones, las razones de las purgas internas y qué pasa con Romeu, Alarte, Asunción, Lerma, Císcar y, ojito porque son importantes también en la trama, muy importantes, Blanco y Rubalcaba.

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  4. Mitrídates

    Espectacular, senyor Garrofó, més raó que un sant. És de sospitar que Alarte ha decidit superar José Montilla en pèrdua d’escons i vots d’una elecció cap a l’altra, i demostrar com d’equivocat anava el lermisme. Quants militants i dirigents socialistes de segona fila deuen estar lamentant no haver presentat a Jordi Sevilla en 2007, que és quan ho van tindre a ou? Aquell va ser per mi l’últim tren del PSPV-PSOE per a eixir de la marginalitat, i el van deixar escapar tan tranquils prioritzant els «equilibris interns» i les famílies. La tragèdia de maig ja sura en l’ambient i sembla que també s’albira tempesta a ca’n Bloc, entre d’altres… la pregunta és: el dia després, què fem del putxero? Deixem que els mateixos pardals de sempre la tornen a cagar durant 4, 8, 12 anys més? Preguntes a l’aire.

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    • Senyor Garrofó Post author

      L’affaire Jordi Sevilla és interessant i una d’eixes coses que també convé posar-se un dia a escriure. De totes les maneres, hi ha un resum ràpid que conté la veritat: Sevilla, a la hora de la veritat, es va acollonir.

      I és ue estem parlant d’una persona que mai no ha sabut posar-se al davant de les conspiracions de palau. És un tio molt bo, preparat, però té esperit de número 2. Què li anem a fer! Aquestes coses passen en la vida, que hi ha molts paios molt atractius que no saben què fer quan estan al comandament de la tropa.

      En qualsevol cas, el que ha perdut el PSPV l’ha guanyat Twitter. Què tio! No para! Es pasa tot el dia inundant la xarxa de tweets! Si fins i tot té un blog, l’home de Déu, que s’actualitza i que, pel que sembla, escriu ell mateix i no l’últim becari que han pillat per aquí.

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  5. labuelo

    «Este Felipe González habría durado dos días en el PSPV»
    Solamente esta frase merece la lectura del extenso, pero suculento art´´iculo.
    No soy valenciano ni vivo en Valencia, pero compro el culebron. Ya estoy totalmente enganchado.

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  6. doctorchema

    Simplemente: ¡BRAVO! Eres grande Senyor Garrofó. Tal vez faltaba alguna mención a esos primeros planos espectaculares (¡vaya ojitos! no se si podré resistir la tentación…) del grandísimo Alarte cuando tratas simplemente de ver una película del magnífico cine español… ¡Qué grandes! Todo en la misma semana…

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  7. Pataqueta de Sagunt

    Xè, sóc l’únic que pensa que Puig i els lermistes estan esperant l’hòstia d’Alarte per a defenestrar-lo?

    En fi, qui vol «Gran Hermano» o el «Tomate» tenint el PSOEsensePV aquest?

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    • Senyor Garrofó Post author

      No, crec que no ets l’únic. De fet, amb tot el que està passant sembla com si Alarte fóra l’únic que no se n’adonara. Perquè el que està fent suposa, de fet, llevar la brossa per que els lermistes puguen adobar sense cap problema el bancal una vegada es pegue l’hòstia del segle i tots a una li recorden la seua promesa de marxar cap a casa si o guanyava Camps. La fumigació preventiva de l’asuncionisme, en el fons, a qui més afavorirà a mitjà termini és a la caverna lermista de sempre que està aquí, a l’aguait, gaudint dels càrrecs del partit i que funciona, de facto, com el comité d’empresa del PSPV. Però el comité d’empresa d’una cooperativa, on els treballadors manen!

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  8. popota

    He leído la entrevista de Martínez, y estoy por jugarme todo el vello púbico -concretamente, el de Mitrídates- a que Camps no solo le ha prometido una conselleria y comprarle su empresa y las de toda su familia, sino también la pócima de la invisibilidad y la pastilla del bricolaje.

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  9. F. Martin

    Bueno, vamos a arremangarnos para compensar el curre que tiene el artículo ahora que tengo un ratito. Primero, para contextualizar, la info que os voy a dar viene de un comentarista al que no tenéis por qué creer y que, además, tiene datos de segunda mano. Pero quizás os puedan interesar. Dado que, a fin de cuentas, aquí todo el mundo funciona incluso a base de especulaciones, empezando por la mismísima cúpula del PSPV, pues qué más da. Así que, amparado por el anonimato que me da la Red, os cuento lo que me ha estado comentando un familiar muy, muy próximo que trabaja en Ferraz.

    Lo primero es que parece ser que Blanco está crecientemente harto de Alarte y directamente hasta los cojones de sus asesorcitos a 3.000 euros limpios (y más) al mes que le meten en un lío tras otro. Hay quien sostiene, incluso, que la cabecita de Josep Moreno ha sido ya solicitada, a cuenta del monumental ridículo de los agentes secretos de Canal 9 infiltrados en la sede de Blanqueries y, para rematar la faena, con el show que han montado al llamar a Levante-EMV para que publicaran la delirante sarta de sandeces comentadas en el artículo. De la huida hacia adelante de los días siguientes, con las declaraciones de Martínez y Alarte apuntalando la Konspiración al grito de «pruebas, p’á tu tia, no necesitamos pruebas», la gente, en cambio, responsabiliza ya directamente a Alarte.

    Como ya se ha apuntado, todo esto es un puchero que tiene ingredientes de todo tipo, pero los predominantes son en clave sucesoria. Por supuesto, todo el mundo en el PSOE y en el PSPV da por hecho que Alarte no va a cumplir su promesa de retirarse si pierde contra Camps. Es más, se va a atrincherar y ya está empezando a contratar a un huevo de gente en Blanqueries exclusivamente con esa intención. Las listas para las cortes valencianas acabarán de dibujar el panorama. Y si no, al tiempo. Alarte está dedicado a construir foso y almenas, al grito de «Resistiré».

    Blanco, además, le ha dado la orden de resistir. Tras la pérdida de Madrid y la legendaria capacidad para el mangoneo de la federación andaluza, de la que no se puede fiar, controlar el PSPV es clave para las aspiraciones sucesorias de Blanco. A quienes estamos en Valencia la cosa nos puede resultar surrealista e incluso mover a la risa, pero el PSPV va a «pintar» en la elección del sucesor de Zapatero.

    El proyecto de Blanco es tener a Rubalcaba de estandarte, no quemarse él (como por otro lado ya ha explicado Bono), que ZP pierda y dedicarse en cuerpo y alma a controlar el partido en el poszapaterismo. Tiene el problema de que no genera muchas adhesiones, de que la mayoría del partido piensa de él que es lo más alejado posible a alguien con una imagen «presidenciable». Pero, por supuesto, él opina todo lo contrario. A este efecto ha constituido una alianza estratégica con Rebulacaba que tiene dos puntos débiles. El primero, que la realidad de las cosas es la que es. Si Rubalcaba se va reforzando más y más de aquí a 2012, ¿qué sentido tendría que aceptara ir con Blanco de mamporrero y no al revés? Por eso, casi, Blanco no vería con malos ojos que si la figura de Rubalcaba se agiganta sea él quien se lleve la leche en 2012. ZP se va como el reformista incomprendido, Rubalcaba es cabeza de cartel, Blanco le apoya lealmente y, tras el batacazo, pide la recíproca a un Alfredo que está mayor, tiene problemillas de salud que le hacen no ver del todo con malos ojos eso de jubilarse o pasar a un segundo plano y, sobre todo, que estará desgastado por la derrota electoral.

    El otro problema es Valencia. Porque Alarte es un hombre de Blanco pero, a día de hoy, todos los que no son estrictamente Blanco y compañía lo consideran un gilipollas y un incompetente. Y Rubalcaba vería con buenos ojos un partido en Valencia menos controlado por Blanco. Tiene, además, trato desde hace muchos años con Asunción. Y entre personas que han estado en Interior se teje una extraña solidaridad. Véase la buena relación que tienen todos con los ministros de Aznar de la cosa, empezando por Mayor Oreja. Total, que Rubalcaba prefiere un partido controlado por un pacto del pollo Asunción-Romeu, que cada día está más especializado en nadar entre 24 aguas y que, además, sigue siendo también un chico de Blanco, a fin de cuentas.

    Mientras tanto, en Valencia, ya no hay lermismo. Hay aparato. Casi todos son lermistas. Pero se han amoldado muy bien a los modos y las maneras de Alarte. Y muchos alartistas jovencitos, en cuanto han pillado cargo y cheque mensual se han vuelto rápidamente neo-lermistas. Es decir, que le han pillado el gusto a eso de vivir del aparato. Tienen entre 30 y 40 años y ven a sus mayores, a los otrora lermistas, que llevan viviendo TODA LA PUTA VIDA del partido y se corren de gusto. ¡Quieren ser como ellos! Y se han ido dando cuenta de que, para lograr eso, hay que ser flexible, pelota con quien manda, hacer relaciones sociales, estar muy dedicado al equilibrio interno… Y preferiblemente pasar de lo demás, de la proyección pública, de los resultados del partido… De todo lo que no sea estar ahí dentro creando imagen de imprescindible, haciendo acopio de información, conociendo gente, networking, esas mierdas.

    No han pasado a la fase de muchos antiguos lermistas de, además, tener negocietes paralelos con gente de fuera del partido y completarse el sueldo que da miedo. Que un partido como el PSPV, aunque no lo parezca desde fuera, también puede abrevar, y mucho. Y los contratos de algunos amigos (¿por qué el PSPV siempre contrata con una serie de personas una serie de cosas?, ¿de veras cree la gente que esto es tan distinto a Orange Market?) pueden dejar mucho rédito. Y los ayuntamientos controlados por el^PSPV no digamos. Pero, en esto, la nueva generación todavía no ha aprendido. Se limita a consentir, a aceptar que esas viejas prácticas sigan y que los de siempre sigan llevándose una pasta a costa del partido y de intercambios poco claros y a, en la distancia, salivar pensando que, en un futuro TODO ESO podrá ser de ellos.

    Por eso, los alartistas están totalmente a favor de la estrategia de Alarte. Operación almena y foso. Y los lermistas, más o menos, también. Pero lo más previsible es que no sean los lermistas quienes quieran pasar a cuchillo a Alarte el día 23. Ellos viven bien con Alarte. Como si sigue toda la vida. Serán otros los que empiecen las hostilidades. Ahora bien, como cualquiera tenga alguna posibilidad real de cepillarse a Alarte en esa fecha (y eso depende de Ferraz, así de triste es la cosa), a partir de ese mismo momento el lermismo abandonará a Alarte y tratará de venderse al mejor postor para seguir teniendo el abrevadero a su disposición.

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    • Cuixa de pollastre

      Dígame la verdad, F. Martin: ¿es Usted familiar de Blanco? ¿De Rubalcaba? ¡Mare meua, quina meravella de comentari! Desde luego, en lo que me alcanza, lo que comentas se corresponde totalmente con lo que sé: Alarte encastillado con el único objetivo de sobrevivir, los jóvenes alartistas totalmente fascinados por las delicias de Capua (les ha costado bien poco dejarse someter por las ventajas del minipoder, la verdad), el pseudopacto Rubalcaba – Asunción, el papel de Romeu (dedicado en cuerpo y alma a fortalecer su posición en el partido, montando cenas y saraos desde su fundación «Conceptes», también después de conseguir el exilio dorado en Renfe que le proporcionó Blanco), a la espera de hacerse con una cuota mayor de poder una vez Alarte se dé el costalazo… ¡Magistral! Ahora somos nosotros los que decimos: ¡queremos más!

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  10. de ventre

    jolín, qué bueno garrofó y que bueno f martín. desde luego estamos rodeados!

    pero, de todos modos, tan malo es alarte? no es alcalde de albal o alaquás y saca mayorías crecientes y todo eso?

    j

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  11. Andrés Boix Palop

    Muchísimas gracias por el enlace y elogioso comentario. La verdad es que poco más se puede añadir sobre el tema Asunción tras esta gloriosa entrada. Enhorabuena. Aunque sí de señalar al Senyor Garrofó que se equivocaba cuando decía que la entrevista a Carmen Martínez iba a ser imposible de superar en términos de infamia política en todo 2011. ¡En apenas 3 días ha habido otra todavía más impresentable! Es cierto, Senyor Garrofó, que ha sido de la propia Carmen Martínez, pero eso no quita para que su predicción haya sido fallida. El PSPV y sus líos internos, recuérdelo, siempre pueden dar todavía más de sí por mucho que uno piense que se ha llegado ya a la cima.

    Por lo demás, dicho todo lo que se puede decir, de momento, sobre el affaire Asunción, tiene interés el eje de análisis que han abierto Pataqueta de Sagunt y el señor F. Martin. Dado que todos esto no es tanto una vendetta por lo de las primarias sino una maniobra para ir purgando críticos de cara al 23-M, ¿cómo se presenta el panorama para esa batalla que nos espera?

    Ahí sí hay dos cosas que me interesa comentar. Por una parte que, llámenme ingenuo, pero no me parece tan fácil que Alarte no se vaya si pierde. Es una promesa solemne. Y toda su estrategia, y toda su gente, se basa en llevar años explicándonos que Alarte es un tío de palabra, que no puede ser muy brillante, vale, pero que sí que es honrado y cumple. No sé cómo podrían explicar algo así y quedarse tan panchos. Toda una línea de oposición basada en que «las líneas políticas y económicas del PP no están tan mal y socialmente son compartidas por casi todos, pero nosotros somos mejores que ellos para desarrollarlas porque no mentimos ni robamos» habría de ser modificada ante un incumplimiento tan evidente de un compromiso capital.

    La otra apreciación se refiere al sector lermista, que ahora tendría más sentido llamar «aparato 1.0». Yo no tengo tan claro que ellos estén demasiado a gusto con el «aparato 2.0» que se ha instalado en Blanqueries. Los consideran unos incompetentes y unos inútiles que están ocupando SUS puestos. Y una cosa es que se hayan acomodado y otra bien distinta que no esperen la más mínima ocasión para pasarles a cuchillo. Es la tradición, además.

    Recuérdese, por último, que aquí las alianzas son coyunturales y móviles en la mayor parte de los casos. Menos en el odio lermismo-asuncionismo, que parece que sí que es de verdad y no responde a consideraciones tácticas y de beneficio personal, dicho sea de paso. Al anterior Congreso del PSPV Alarte fue ungido por Ferraz y respaldado por Leire Pajín y los suyos con el encargo de cargarse al neo-lermismo de Ignasi Pla, previamente fumigaditos, para facilitar la tarea, desde Ferraz con la gestora. Otros rescoldos de renovadores ciscaristas iban con Romeu. Y, enfrente, el lermismo, el aparato de los años anteriores, confiaba en poder ganar. Cuando vio que no era posible, que la combinación de la presión gestora-Ferraz en favor de Alarte, no tuvo empacho en aliarse con Romeu y los renovadores que, porque creían tanto en la renovación que no confiaban en lo que mandaba Ferraz, acabaron con los lermistas. Y así se liquida el Congreso, con Alarte entronizado por los pelos y el lermismo en la oposición. En cambio, a día de hoy, Alarte tiene un pacto del pollo, que llamáis con mucha gracia, con los lermistas y una pinta de lizondismo a punto de ser absorbido por el PP muy divertida. Y la gente de Pajín, junto a la de Romeu, junto a los tradicionales renovadores, a Asunción, a buena parte del ciscarismo, en contra. Vamos, que aquí las trincheras se mueven y cambian que da gusto.

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