El Solidarnosc americano contra el síndrome de Estocolmo

Why is it called “class warfare” to advocate raising taxes on the rich, but not when it comes to cutting benefits to the poor? David Shayer, desmantelando el relato.

Una imagen: un tío vestido de azul, casco, bien tapado, ningún tipo de chapa identificatoria, porra en mano apaleando a gente sentada, vestida de casual, que no se defiende. Al lado, otro tío vestido de azul, casco, bien tapado, ningún tipo de chapa identificatoria, dispara una bala de goma a bocajarro a un joven, la bala rebota, y le da al oído de otro. Otra imagen: un chico yace en el suelo, inconsciente, con el cráneo fracturado por un disparo a bocajarro, en medio de gas lacrimógeno lanzado por tíos vestidos de azul, cascos y bien tapados. Gente corre a socorrerle, delante de una línea de hombres de azul. Uno de ellos tira una granada flash al grupo que rodea al chico, que tiene que dispersarse. Otra imagen: una chica sale de su coche y observa lo que pasa en la calle, pacíficamente. Un hombre armado le dispara en el pecho. Muere minutos más tarde.

Túnez, Egipto, Libia, Bahrein, Yemen, Siria, Palestina, Grecia, España, Italia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos; el espectro de la indignación recorre el mundoNo sólo a nivel espacial, sino también temporal: 1830, 1848, 1918, 1945, 1968, 1989; 2011. La comparación es justa.

"The True Administration of Justice is the Firmest Pillar of Good Government". Pues vaya.

Ayer se cumplían dos meses del inicio de Occupy Wall Street y se declaró National Action Day. A las 7 de la mañana, los manifestantes tejieron cadenas humanas para bloquear los accesos a la bolsa de Wall Street, con éxito parcial: la campana sonó como siempre, más 175 detenidos, pero algo había cambiado. ¿Les suena la historia? 15 de junio, Barcelona, puertas del Parlament. En ambos casos, la narrativa oficial -el maldito relato– establece al Parlament como depositario de la soberanía nacional –o ya ni eso– o la bolsa como el espacio dónde nuestros ahorros se invierten y generan rentabilidad dentro de una natural dinámica financiera que de vez en cuando genera crisis: crisis que ha hecho caer el velo ideológico y el relato ha saltado en mil pedazos. Por sus acciones, Wall Street o el Parlament han pasado a visualizarse como enemigos del pueblo y la lucha de clases se ha manifestado evidente: ya no constan como delito el intento de bloqueo de esas instituciones, ni manifestarse en el día de reflexión, ni obstruir el puente de Brooklyn, sino cada desahucio, cada décima de punto a los intereses de deuda odiosa, cada dólar de bonus al stock broker de turno, cada ley pasada por el Congreso para desregular la banca. Cosas que antes eran legales ahora no lo son, y viceversa. Le han dado la vuelta al relato: los americanos están despertando de su propio sueño, el sueño americano de que esto podía funcionar indefinidamente.

Whereas by consensus we view that for the first time in American history, current generations will not be as prosperous as preceding generations. This denial of the American Dream is at the heart of Occupy Movement.Occupy Dallas, en su llamamiento a la huelga general

Una cuestión central en teoría arqueológica es por qué maldita razón el grueso del personal podía llegar a aceptar su explotación -su subordinación política y económica- por parte de unos pocos. Mirando al presente, yo también me lo pregunto. Hay muchas respuestas: una, la flower power, es que la existencia de élites permitiría una gestión más eficiente de la economía y por lo tanto una mejor redistribución de los recursos entre todos. Pero ha sido continuamente desmentida empíricamente; como mucho, para compensar su propio parasitismo y en función del poder de contestación de los de abajo, las élites ofrecerían unas migajas a cambio para evitar rebeliones. En 1945, debido a la correlación de fuerzas, las migajas fueron considerables y se llamaron Estado de bienestar. Ahora son mínimas. Hay rebeliones.

Until now there was one good argument for capitalism: sooner or later it brought a demand for democracy… (…) – but now, the marriage between capitalism and democracy is over. Slavoj Zizek

Algo que me ha sorprendido durante estos meses es la total despreocupación de las élites por la preservación del relato. A la mínima que se ha protestado, la policía ha reaccionado con brutalidad inusitada, con blásters de sonido LRAD, bombas de gases lacrimógenos, arrestando a todo el mundo, golpeando las porras a saco, tirándoles espray de pimienta en la cara. En Oakland, California, la policía atacó al movimiento con una violencia más propia de Bashar el Assad, gases lacrimógenos y demás y con un veterano de 24 años con el cráneo fracturado y en estado crítico, pero los manifestantes terminaron volviendo a la plaza. En Seattle, una activista de 84 años, un sacerdote  y una adolescente embarazada fueron esprayados en la cara. En Nueva York, la policía esprayó a unas pacíficas chicas que había previamente acorralado con una red (youtube, chungo, es casi el vídeo de OWS por divulgar lo que pasaba). Ayer, los manifestantes, cantando el himno americano, eran atacados por la policía con blásters de sonido. En Davis, un policía gasea a estudiantes como quién fumiga bichos. Un chico fue detenido por escribir LOVE en la acera. En Oakland, uno fue detenido mientras estaba meditando. La biblioteca del pueblo de Zuccotti Park, con más de 5.500 libros donados, fue requisada en el desalojo y la mayor parte de los libros, fruto de la generosidad ciudadana, aún no han sido devueltos. A la policía sólo le faltaba quemarlos. El material informático, bicicletas, tiendas, no ha sido devuelto (les suena?), después del desalojo por salubridad (les suena?) en una ciudad donde las basuras literalmente se acumulan en las aceras (no hay contenedores), hasta en masas de diez metros por dos. El puente de Brooklyn fue bloqueado por activistas que pedían más democracia: 700 detenidos. Días después, el puente y todo el tráfico de la zona es paralizado porque están rodando Batman: «son grandes beneficios para la ciudad». Todo bajo la dirección expresa del Felip Puig americano, el alcalde Bloomberg, ese subnormal histórico en palabras de Olbermann (youtube, recomendado), 12º persona más rica del país y primera autoridad de la policía, tan bien financiada por JP Morgan Chase. Para que después digan que eso no es una plutocracia. You cannot evict an idea whose time has come.

Nada parecido a «nuestra democracia tolera la defensa pacífica de cualquier idea» ni nada «sobre la inmensa generosidad de la Primera Enmienda». Nada de eso: tan sólo un paisaje propio de un Estado policial, una ciudad militarizada, cuatro o más helicópteros sobrevolándonos, miles de policías, muchos de ellos ya con el disfraz antidisturbios y las manillas de plástico preparadas, todas las calles valladas dificultando el libre ejercicio del derecho a manifestación, desfilando líneas de autobuses llenos de manifestantes detenidos que iban siendo aplaudidos por los que aún estaban fuera. Poca diferencia de una dictadura formal. Que el derecho a la libre expresión era una mentira se manifiesta meridianamente como evidencia empírica: muchos carteles hablando de Estado policial. Uno, señalando lo obvio: «libertad es poder decir que no al poder«, que es lo que ahora se pone en duda. A la hora de la verdad, a todo sistema político le llega el momento en qué sus propias contradicciones se ponen de manifiesto: 1989, para la URSS. 2011, para Occidente. Todo es relato: desde Occidente, cada acto de represión popular del poder soviético, cada vulneración de los derechos civiles, se presentaba como una pieza más de un engranaje sistemático de terror y coerción, pero Guantánamo, Abu Ghraib o la brutalidad policial de estos días se presentan casos aislados de jóvenes poco disciplinados o policías un poco pasados de rosca, y circulen que aquí no ha pasado nada. Pero las cosas no son tan simples. Democracia no es un sistema, sino un conjunto de valores que un determinado país puede respetar más o menos en una escala continua. Y preocupantemente Occidente está pasando del más al menos.

The system has lost its self-evidence, its automatic legitimacy, and now the field is open.Slavoj Zizek

Whose street? Our Street! Por eso el movimiento Occupy debería ser visualizado como el Solidarnosc americano y ejercer como tal. En la plaza de la Libertad se han visto los habituales grupos de trabajo de las asambleas, inyecciones contra la gripe gratis por parte de Physicians for a National Health Program, hasta una boda entre activistas que se habían conocido ahí. También los Yes Men, disfrazados de hombres de negocios con carteles: «Brokers and Police FOR the Occupation«. Y muchos artistas, como Shephard Fairey (el del cartel de Obey… y el de Obama), Tim Robbins o Mark Ruffalo. Lost a job – found an occupation. También un capitán retirado de la policía de Filadelfia y totalmente solidarizado con OWS, y ayer pasado por encima por el inexorable rodillo del Estado de derecho.

All Day! All Week! Occupy Wall Street! En la manifestación de ayer por la tarde (30.000 personas, muchas para estándares americanos), se vieron a bandas de gypsy jazz con algún que otro venerable barbudo judío, los raperos de Occupy the Hood, un par de profesoras de edad con un cartel con las palabras de Schopenhauer –All truth passes through three stages. First, it is ridiculed. Second, it is violently opposed. Third, it is accepted as being self-evident.- al lado de dos pre-adolescentes con carteles de We are the 99%, abogados de los colectivos que viven en vivienda pública, los chicos de Occupy Cinema con una proyección casera sobre una pancarta de la película La Revolution Cómmence de Pierre Clementi sobre el 1968 parisino, familias, hippies jóvenes y mayores, hasta propios concejales de la ciudad que habían marchado desde el barrio dominicano de Washington Heights, en uptown, para traer las minorías al movimiento (sobre los cuales también pasó el inexorable rodillo del Estado de derecho). Y un grupo de niños que muy sabiamente gritaron en los micrófonos: You can’t stop us… – because we are kids!

Pero hay muy pocos trabajadores. El perfil medio del manifestante es joven, bien educado, blanco – sólo la mitad está empleada a jornada completa. Tahrir fue un símbolo de la protesta, también la intentaron desalojar -aquella vez sin éxito, a diferencia de Zuccotti Park-, pero lo que derribó la dictadura fue extensivas huelgas en transportes, el canal de Suez y petrolíferas, que habían paralizado la economía del país. La revolución que sólo sea tuiteada fracasará; como dijo la activista Salma Said, defendieron Tahrir con sus vidas, no con el facebook:

«La revolución fue no-violenta tan sólo después de quemar el 90% de las comisarías de policía, después actuamos como hippies». Salma Said

Pero las nuevas tecnologías permiten divulgar rápidamente lo que realmente significa el inexorable rodillo del Estado de derecho. Es aquí donde el autoengaño del relato se concibe como síndrome de Estocolmo. Un 72% de los neoyorquinos apoyan a OWS -un 55% entre los republicanos- pero sólo un tercio de todos los americanos (debido al desconocimiento mutuo entre las diversas regiones del país, como pasó con la demonización de los hippies). En las imágenes con las que empezábamos, aún hay muchos que ven «fuerzas del orden restableciendo la normalidad», donde tan sólo hay matones que pegan precisamente a la gente, pacífica, que les paga el sueldo. Aún hay muchos que se creen que no hay alternativa a los recortes sociales. Pero el relato se está cayendo a trozos. En nuestra analogía, la policía son los «partidarios de Mubarak» y los manifestantes de Occupy son los «detractores de Mubarak». Cuando los primeros intentaron expulsar a los segundos de Tahrir, no hubo tan sólo una confrontación física, sino también de relatos: la desobediencia de los manifestantes minaba en sí el mismo fundamento de legitimidad del régimen. Por eso OWS debe volver a Zuccotti.

Ahora bien, a OWS, al 15M, les puede pasar lo mismo que al 1968 parisino, el autoengaño de creerse un gran movimiento, de carácter muy estudiantil, que iba a cambiar las cosas pero que se quedó en nada -como mucho, con una victoria aplastante de Charles de Gaulle en las elecciones (les suena?). No podemos simplemente decir que no a los recortes sociales y conformarnos con las migajas que nos van dando.

We don’t want just one cake,… We want the whole bakery.
Internet: qué fácil es desmantelar el relato.

La Fiesta de la Democracia, visión subjetiva

La primera nación del mundo libre, visión objetiva

La policía también es el 99%, visión subjetiva

El inexorable rodillo del Estado de derecho, visión objetiva

La generosidad de la Primera Enmienda, visión subjetiva

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19 respuestas a El Solidarnosc americano contra el síndrome de Estocolmo

  1. Francisco de Hadoque dijo:

    Certero, lúcido y claro. Absolutamente nada más que añadir.

    Nos vemos en las calles.

  2. Félix dijo:

    Gracias de nuevo. Me ha impresionado el reportaje. ¿Queda algún defensor de los derechos civiles fuera del OWS? ¿Existe algún posicionamiento colectivo de los intelectuales de izquierda o simplemente de los que están del lado de la justicia? Con la cantidad de víctimas que está causando la brutalidad policial, ¿qué dicen los medios de comunicación? Ayer mismo vi una película titulada «Buenas noches y buena suerte» en la que se abordaba la oposición de periodistas independientes de la CBS contra la ley del silencio y la persecución ideológica de McCarthy. ¿Qué periodistas de prestigio y qué medios están del lado del OWS? Es como si volviéramos a esos tiempos de obscuridad en los que si no estás con la mayoría silenciosa y llena de miedo a la libertad entonces eres el enemigo. Os invito a leer o releer la obrita de Wilhelm Reich «Escucha hombrecito». Está claro que el problema de nuestras sociedades es de orden psicológico. Nos salen los discursos por los oídos. Y los ejemplos, como las impactantes fotos que nos presentas, nos enrojecen los ojos. Lo que hace falta es hacer de un vez la revolución. Y a la vista de lo que está pasando, la mejor arma no son tanto las ideas como las acciones anticapitalistas. Comenzando por el consumo, los ahorros y el trabajo cooperativo. ¡Demos nosotros ejemplo! Hasta que no dejemos de preocuparnos por lo que nos va a costar todo esto, no saldremos adelante. Ánimo parvulesco y continua tu relato.
    Salud y alegría. Que no nos arrebaten la esperanza de un mundo mejor.

  3. parvulesco dijo:

    Por lo que tengo entendido las asociaciones de derechos civiles están bastante integradas en OWS. Periodistas pro-OWS tienes a Olbermann (he linkado un vídeo suyo sobre Bloomberg muy bueno, precisamente lo compara con McCarthy), a Jon Stewart. Gracias a Internet las imágenes se divulgan muy fácil, hoy ha salido una de un policía rociando de spray a unos niños.

  4. guillem dijo:

    ¿Existe el 15M allá? ¿Se visualiza? ¿es una referencia? ¿es un primo lejano? MOlt bo l’article, by the way.

  5. isidre dijo:

    Gallina de piel. Gran article: felicitats!

  6. Johnnie dijo:

    Enorme, sigo viendo críticamente tu afición a las negritas, pero el reportaje te está quedando muy bien, la espera ha merecido la pena.

    Por aquí a cada rato se libera un edificio, se da un paso adelante. Ahora que gobierna Merkel habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

    Salud,

  7. casiopeo dijo:

    Parece que por fin vivimos tiempos interesantes, que sea lo que dios quiera. Excelente relato.

  8. parvulesco dijo:

    Nos han puesto el artículo en destacada de nodo50 y rebelión, esto es bueno o es malo?

  9. Johnnie dijo:

    Si duele es malo, si está calentito es bueno.

  10. guillem dijo:

    Malo. Acabas de perder el Nacional de periodismo.

  11. desempleado dijo:

    De nuevo, gracias.

  12. ultimoikano dijo:

    Muchas gracias por vuestro artículo, quisiera agregar de que sí es posible reclamar nuestros derechos en forma pacífica, tenemos el derecho de luchar por mundo mejor para todos y todas solo depende de nosotros cambiar esta realidad y para las futuras generaciones, no les crean a los carceleros de la humanidad y sus mensajes de odio y mentiras.
    Les recomiendo ver la película: La conspiración de Chicago

  13. new yorker dijo:

    Os recomiendo la lectura del artículo del New Yorker sobre el OWS. Unas cuantas claves sobre la génesis del movimiento, sus insólitos creadores, y muchos apuntes de primera mano acerca de la dudosa eficacia de la «horizontalidad»:

    http://www.newyorker.com/reporting/2011/11/28/111128fa_fact_schwartz?currentPage=all

  14. Pingback: El Solidarnosc americano contra el síndrome de Estocolmo | Club Pobrelberg

  15. Intelestual dijo:

    Yo convencido que el «Yes, we can» era la tierra prometida. Y de repente le acampan en las entrañas del sistema. Perros y flautas hasta en los USA. Prometen cambios pero sin decir como. Marcandose un Rajoy por la izquierda. Analistos explicando las causas y las razones de como hemos llegado aquí. Chomskys y Ramonets en la cola de la carnicería. Pero nadie es capaz de decirnos como será el mundo del mañana cuando acabemos con 600 años de sistema financiero. Porque a la gente no le puedes pedir que te siga si no saben donde vais. Solo los que ya venían convencidos.

    • antonio dijo:

      ‘Rajoy por la izquierda’. Ok, muy bueno. Ahora bien, a Rajoy le ha dado resultado…El mejor resultado posible. Puede que sea suficiente con saber de donde vienes..y donde no quieres volver..

  16. Johnnie dijo:

    new yorker,

    El artículo está muy bien. Lo que no veo son demasiados apuntes sobre la dudosa eficacia de la horizontalidad. Alguno que otro, y los típicos, además. Tampoco es que la horizontalidad sea la solución a todos los males, es más, añade dificultades a muchos procesos. Pero tiene sus ventajas.

    Y, puestos a criticar, la verticalidad no se queda corta. Ya lo decían los Siniestro Total.

  17. Qué país... dijo:

    Intelestual! Joder, macho, cómo he echado de menos tu blog en Bitácoras durante la Segunda Legislatura de ZP. Grande que vuelvas!

    Como siempre, acertado comentario?

    What do you want, OWS? And how exactly are you planning on getting us there?

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