Moreno por Caño: El País aún era demasiado progre para Cebrián

Y cuando digo “Cebrián” me refiero a la banca española, nuevos dueños del periódico (y de PRISA) desde hace unos meses, y el fondo buitre que desde EEUU ha decidido lo que había que hacer con los activos del grupo mediático desde que Cebrián los metió en el ajo para que pusieran dinero en PRISA y, de paso, le salvaran a él y le pagasen un sueldo de 14 millones de € al año.

Ya habíamos detectado que El País considera, desde un tiempo a esta parte (más o menos desde la vuelta del verano), que Rajoy es lo más grande, que su política económica nos está sacando de la crisis y que la mejor prueba de ello es que apenas cierran más empresas, apenas se realizan nuevos EREs y apenas aumenta el paro. Todo, gracias a Rajoy. Como, por otro lado, la sección de Internacional del periódico, desde que entró Liberty, es indistinguible de la de ABC, la verdad es que cada vez era más difícil diferenciar El País de los otros periódicos que abarcan la oferta informativa para la derecha y el centroderecha español.

Pero, por si acaso quedaba alguna duda, Cebrián ha decidido evaporarla de un plumazo sustituyendo a Javier Moreno por Antonio Caño. Que no es que Moreno fuera un rojazo peligroso (todo lo que acabamos de comentar sobre el periódico se corresponde, lógicamente, con su mandato). Y tampoco es que hubiera muchos motivos para mantener a Moreno en el puesto, habida cuenta de los miles de subdirectores amigos que ha nombrado, el hundimiento en las cifras de difusión y en los ingresos o hitos como la portada del falso Hugo Chávez. Por último, Moreno no era santo de la devoción de los trabajadores. Ni lo fue al principio, cuando sólo consiguió el apoyo del 60% de la plantilla en la votación consultiva tras su nombramiento, ni al final. Sobre todo, tras su vergonzoso comportamiento durante el proceso del ERE.

La previsión era sustituir a Moreno por Caño en mayo, aprovechando el aniversario del periódico, pero la filtración de un email de Caño a Cebrián ha precipitado el anuncio. Un email en el que Caño proponía algunos cambios sensatos, sobre todo en lo que concierne a una estructura directiva hipertrofiada, o al alejamiento progresivo del periódico respecto de la realidad social española. A priori, lo raro es que, con esos planteamientos, Cebrián nombre a Caño director. Sobre todo, por lo de la hipertrofia de directivos. A no ser que piense en subirse el sueldo más aún como premio al adelgazamiento de la directiva. O que por “realidad social española” quiera decir lo que a todas luces quiere decir: acercarse más a las preocupaciones y aspiraciones de los votantes del partido en el Gobierno, que para algo son mayoría, puesto que ahora manda. Y constatar que aquí el problema es que el periódico, los medios de PRISA en su conjunto, han estado absurdamente enfrentados a Rajoy, con lo bueno que es; que incluso el PP no tuvo más remedio que acordar un boicot en 2007 contra los medios del grupo PRISA (del que, que yo sepa, el PP nunca se desdijo); y que lo que hay que hacer es más editoriales alabando golpes de Estado. Ayer, en Venezuela; hoy, en Ucrania, o donde sea menester.

De todas maneras, yo creo que es, más que prematuro, absurdo, descalificar la labor de Caño antes de que ésta comience. Su perfil apunta hacia una derechización de la línea editorial y los enfoques periodísticos, aunque tampoco tiene por qué resultar así. Un periodista inteligente verá con claridad que el problema del diario El País, lo que le causa pérdidas continuas de audiencia y de influencia social, no se soluciona con más derechización, pero tampoco con izquierdismo chabacano. Puede paliarse, en el largo plazo, con una trayectoria coherente con lo que es la historia del periódico, la audiencia con la que cuenta y, sobre todo, el espacio político-mediático que ha ocupado siempre.

Por desgracia, el verdadero dilema de Caño es que, sea cual sea su proyecto, tiene las manos atadas para llevarlo a cabo con libertad. Atadas por Cebrián, por los nuevos dueños de PRISA y por sus necesidades en los negocios patrios y en los países latinoamericanos. No se han comprado un periódico (y una editorial, y una cadena de radio, y una TV de pago) con el propósito de reflotarlos, sino de utilizarlos para sus fines privados. Y eso puede ser influencia para hoy, e irrelevancia para mañana.

Sobre todo, teniendo en cuenta cómo está el patio, y lo contento que está el público con las clases dirigentes. En particular, el público más joven. Y por “más joven”, hablando de prensa, me refiero a “menor de cuarenta años”. El relevo generacional que casi ningún diario está logrando hacer satisfactoriamente, pero para el cual algunos periódicos (El Mundo, El País) tendrían, en principio, mejor situación de partida que otros (ABC, La Razón).

De entrada, la primera en la frente para Antonio Caño: sólo un 42,9% de votos favorables de la plantilla, un resultado significativamente peor que el de Moreno. La cosa se dirige hacia una conclusión lógica allá por 2025, con Cebrián nombrándose a sí mismo director, con sólo un voto favorable: el suyo. Mientras tanto, en sólo tres meses Rajoy, “el que nunca hace nada”, ha visto cómo cambiaban los directores de las tres cabeceras más importantes de España (El País, El Mundo y La Vanguardia), y en los tres casos acomodándose a sus apetencias. Puede que no gane las elecciones de 2015 por aquello de que el país está quebrado y destrozado, pero no será por la falta de entusiasmo de este hombre por venderlos una milonga de “todo va bien”. Hacer, no es que haga mucho, pero hacer que otros aparenten que él hace, de eso sí que no hay quejas.



9 comentarios en Moreno por Caño: El País aún era demasiado progre para Cebrián »
  1. Interesante la recuperación de textos de Vicenç Navarro sobre el nuevo director de EP:
    http://www.caffereggio.net/2014/02/24/el-sesgo-profundamente-derechista-de-antonio-cano-el-corresponsal-de-el-pais-en-washington-de-vicenc-navarro-en-publico/

    Comentario escrito por Baturrico — 26 de febrero de 2014 a las 9:00 am

  2. Creo que tanto para El País para como muchos otros medios vale lo mismo: que dejen a los periodistas hacer su trabajo, que estos se sientan apoyados por la dirección, y que cumplan la máxima tradicional de que «noticia es lo que alguien no quiere que se sepa». Dejándoles trabajar encontramos el telediario de Pepa Bueno, los Asuntos Propios de Toni Garrido o el telediario de la 2 de Fran Llorente.
    Si El País conectó conmigo como lector fiel hace veinte años cuando estaba en la universidad, no estoy convencido de que lo haga con los que ahora están en ella y que piensen como yo pensaba. El futuro se construye ahí, precisamente, en atraer a los que después serán las cuerpos profesionales que ‘gestionen’ el país (incluso con los artículos de Segurola en deportes o aquellas fantásticas crónicas taurinas que leíamos los que odiamos la ‘fiesta nacional’.
    Creo, en este sentido, que Ignacio Escolar (por ejemplo) tiene un olfato mucho más fino que los actuales directivos de El País.

    Comentario escrito por Baturrico — 26 de febrero de 2014 a las 9:06 am

  3. Mateo 15, 14
    14 «Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.»

    Comentario escrito por Paco Pérez — 26 de febrero de 2014 a las 12:30 pm

  4. Como dicen en Sudamérica, «el diario oficialista».

    De todas formas, no dudéis que en el futuro se arrimarán al que gobierne, sea el que sea.

    Baturrico, ese tipo de programas (en mi caso, conozco el Asuntos Propios que mencionas, los otros dos no) me temo que sólo son posibles en medios públicos. No sólo eso, sino que considero que ESTOS medios públicos que tenemos tampoco son adecuados. Quiero decir, incluso es milagroso su existencia en estos medios públicos.

    Que siga existiendo Radio 3 para mí es otro milagro.

    Y lo dejo que nos vamos por las ramas.

    Comentario escrito por Dr. Gregorio de la Casa — 26 de febrero de 2014 a las 1:27 pm

  5. Muy de acuerdo, Dr. de la Casa. Yo ‘soy’ de los que se criaron con la Caravana de Hormigas y la Bola de Cristal en la pública, qué voy a decir. Pero quiero creer que incluso en los medios privados se pueden hacer cosas bien, si la dirección confía en el buen hacer de sus periodistas y les deja libertad. Entiendo que la libertad se acaba el día en que se critica a El Corte Inglés, Endesa, Repsol o los grandes anunciantes, vale, pero el talento puede surgir en cualquier lugar.
    Para no irnos por las ramas, en El País hemos podido leer trabajos excelentes de grandes periodistas como Carlos E. Cue, de Enric González, duros y atinados artículos en el suplemento salmón o en el de domingo, además de columnas divertidas o ingeniosas o en que podemos vernos reflejados. Tal vez sobrevivan o tal vez perezcan bajo los inversores y la decadencia de una cabecera que sigue siendo referencia internacional.
    Recuerdo un artículo de Paul Ingendaay, corresponsal de la Frankfurter Allgemeine en Madrid, cuando explicaba el destino de El País y más tarde Público bajo el gobierno de JLRZ: la maldición cae para un medio de comunicación cuando ‘los suyos’ llegan al gobierno, ya que ‘contra’ el poder se venden más diarios (v.gr. El País durante el accidente del Prestige o la guerra de Irak).
    Ahora lo sorprendente es que PRISA desaproveche la circunsancia y sea alguien como Lara con La Sexta quien disfrute de la tensión, si dejamos aparte el hábil trabajo de I. Escolar en el digital.

    Comentario escrito por Baturrico — 26 de febrero de 2014 a las 4:36 pm

  6. Yo veo a la prensa española como los vagones de metro japonés:

    Hay un vagón a la derecha en la cual ya no caben más y tenemos al tipo ese que se supone empuja a los viajeros para que entren tratando de meter a otro más (el País)

    Y otro vagón a la izquierda en la que lo que vemos son lectoras agitando las manos y gritando «eeeeeeh, que estamos aquí»

    Comentario escrito por Israel — 26 de febrero de 2014 a las 6:58 pm

  7. Enric González en su «Memorias Líquidas» dejaba también recadito para Caño. Venía a decir que ya en su momento lo habían puesto en Internacional para derechizar un poco la sección y que despreciaba la actualidad europea. Pero la verdad, a estas alturas, esperan algo de información decente y no tendenciosa de El país es confiar poco menos que en el azar. Es decir, en alguno de los francotiradores cada vez más aislados que quedan en su plantilla.

    Comentario escrito por Alexandre S. — 28 de febrero de 2014 a las 7:29 am

  8. […] dispuesto a todo con tal de seguir mandando y cobrando hasta el último momento, tenemos al diario El País convertido en una especie de diario La Razón para pretenciosos, y a Telefónica comprando Digital + modo “primo de Zumosol” del Gobierno (que así funciona el […]

    Pingback escrito por PRISA se queda sin televisión | Chapapote Discursivo — 07 de mayo de 2014 a las 10:50 pm

  9. […] veces pienso que lo que está pasando en El País obedece a similares razones conspiranoicas: que Juan Luis Cebrián, la banca española y el fondo […]

    Pingback escrito por Orgullo y satisfacción | Chapapote Discursivo — 18 de junio de 2014 a las 12:53 pm

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