El Hobbit: La batalla de los Cinco Ejércitos

Tras ver la película El Hobbit: La batalla de los Cinco Ejércitos, la última parte de la adaptación de su novela corta El Hobbit para el cine dirigida por P. Jackson, J. R. R. Tolkien quiso acercarse a The Eagle and Child, su pub favorito. «¡Y todavía me preguntan por qué recurro a las águilas cuando llego a un callejón sin salida en mis textos!», pensaba. Esta vez se alegró de que C. S. Lewis no estuviera merodeando por allí: necesitaba algo de tiempo para poder asimilar adecuadamente el remate final de Jackson.

Cartel de El Hobbit 3

Lewis era un gran amigo, pero siempre le terminaba sacando de sus casillas: estuvo discutiendo durante muchos años con Lewis sobre religión, y cuando por fin Lewis volvió al redil de Cristo, en vez del catolicismo verdadero abrazó el impostado anglicanismo. Debido a la anterior película, El Hobbit: La desolación de Smaug, Lewis no dejaba de regodearse a propósito del trío amoroso interracial que Jackson incluyó, del que formaban parte el enanelfo Kíli y los elfos Tauriel y Legolas. Jackson podía haber sido atrevido, pero Tolkien también había liado al humano Beren con la elfa Lúthien en El Silmarillion, por no hablar del compañerismo que mostraban el enano Gimli y el elfo Legolas en El Señor de los Anillos, incluido un crucero final a Tol Eressëa. «Nátyë necindo, Lewis».

Tolkien echaba de menos el olor del tabaco de pipa. Además, en su mesa había un turista yanqui comiendo una hamburguesa mientras comandaba en su móvil a un troll enorme que masacraba a cientos de elfos. Decidió marcharse a los parques de la universidad. El trayecto le hubiera llevado con su bicicleta unos escasos cinco minutos en sus buenos tiempos, cuando no había tanta gente por todas partes, apenas había automóviles y estos eran mucho más lentos. «Ganamos la guerra, pero perdimos la civilización», pensó. Pero ya no tenía su bici disponible, y tampoco le serviría de mucho.

Mientras andaba al parque divagaba con que sus relatos, como El maravilloso mago de Oz de L. F. Baum, son narraciones que bien podrían estar inspiradas en el Juego de la Oca: los protagonistas van yendo de casilla en casilla donde les ocurren diferentes peripecias. «Caminante no hay camino / se hace camino al andar / Golpe a golpe», tarareaba Tolkien.

Baum quiso evitar en su cuento la brutalidad excesiva, a la vez que subliminalmente aleccionaba a los niños sobre las ventajas del patrón oro en la naciente economía de los Estados Unidos. Sin embargo, Tolkien puso en sus relatos a seres malvados y horribles, que bien podrían haber sido imaginados por H. P. Lovecraft, a los que confrontó con seres hermosos y angelicales. Con la victoria del bien sobre el mal, árboles enormes brotarían en todos los lugares mientras que los hombres serían libres y desterrarían la tiranía mal entendida, el ruido, las máquinas y los humos… salvo el de tabaco de pipa. En la actualidad, G. R. R. Martin ha revisado la literatura fantástica, destruyendo la diversidad de seres para quedarse en su saga con seres humanos, eso sí que ahora además de luchar también follan y cagan.

«¿Qué es lo que más me molestaba de la adaptación de Jackson? Sin duda, los bostezos que di a lo largo de la película. La película es una sucesión continua de peleas y bravuconadas sin demasiado interés por otra parte».

Jackson recurre a una idea muy aceptada en las películas familiares: para que los niños se sientan identificados y aguanten la película, debe haber niños entre los personajes. En la adaptación de El Señor de los Anillos, Jackson empleó a los hobbits como sucedáneos de niños, niños resabidos que gracias a sus conocimientos del medio daban lecciones a seres ancestrales como los Ents. En El Hobbit, Jackson recurre directamente a niños. Niño que lleva la flecha matadragones, niños que gritan, niños que tienen ser protegidos por su padre, niños que se enfrentan a la armada orca…

Se preguntaba también Tolkien que con la capacidad tecnológica y de planificación que mostraban los orcos, con unos puestos de mando avanzados que ni las legiones romanas en las Guerras Púnicas, ¿para qué necesitan un Señor Oscuro con anillitos para conquistar a los demás? Más bien parece que el Señor Oscuro es una rémora para sus deseos de tecnificación de la Tierra Media.

También le fastidiaba a Tolkien que algún mago y los señores elfos contaran con capacidad teletransportadora: con lo fácil que hubiera sido llevar de esa forma el anillo de Saurón al Monte de Destino. Vale, sí, también podían haber utilizado águilas para llevar el anillo, pero, no, no es lo mismo. Y además había Nazgûl en patrulla de vigilancia aérea sobre el espacio de Mordor.

«Es natural que todo director», seguía divagando Tolkien, «intente dejar su marchamo en su película, pero Jackson lo ha hecho a costa de atontar y envilecer personajes: no ha hecho ninguna aportación relevante que merezca la pena ser referenciada».

Tolkien intentaba recapitular de forma ordenada lo que ocurre en la película: «Dragón quema casas. Dragón quema más casas. Dragón sigue quemando casas. Hombre mata dragón. Los enanos, los hombres y los elfos quieren el tesoro que guardaba el dragón y se disponen a luchar por él. Aparece un ejército de orcos con tuneladoras, prestadas por el alcalde de Londres, B. Johnson, que también quiere el tesoro. Hombres, elfos y enanos luchan contra los orcos —por eso se llamó la batalla de los Cuatro Cinco Ejércitos—. Pelea de enanos contra orcos. Pelea de elfos contra orcos. Pelea de orcos contra hombres. Pelea de trolls contra niñas. Pelea de mago contra orcos. Peleas de elfos contra trolls. Peleas a cuatro. Peleas a tres. Peleas a dos. Más peleas. Todavía más peleas. Peleas sobre el hielo. Peleas bajo el hielo. Ganan los buenos y mueren los feos».

«Si Ustedes desean saber algo de El Hobbit, permítanme la recomendación clásica: Lean mi libro. No por nada, sino por el simple motivo de que leyendo el libro disfrutarán de una tarde placentera como niños con un cuento mientras que viendo las películas terminarán aburriéndose con un guion con niños en una tarde que les resultará muy muy larga».

Banco de Tolkien

Las puertas del parque ya estaban cerradas cuando llegó Tolkien, pero eso ya no era un inconveniente. Fue caminando por el sendero hasta llegar a su banco en la ribera del Cherwell, en el que quería acompañar a las hadas y duendes durante la noche bajo las estrellas.


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  1. Comentario de Guillermo López García (02/01/2015 11:55):

    El tío logra alargar hasta dos horas y media una historia que se contaba en media hora, como mucho. Y eso tiene cierto mérito, aunque también se hace inaguantable. Yo me aburrí como mandan los cánones, y aprovecho la ocasión para enviar desde aquí un emocionado recuerdo a los múltiples momentos “videojuego” que nos regaló la inacabable batalla de batallas.

  2. Comentario de Teodoredo (02/01/2015 11:59):

    Bueno, y tras tres horas de batallitas y persecuciones intrascendentes por fin tienen de nuevo rey bajo la montaña y ¡hala! todos a picar piedra tan contentos otra vez, ¿no?

  3. Comentario de Latro (02/01/2015 12:34):

    A mi me entretuvo, sin mas, pero si que vamos, es evidente que se estira el chicle mucho mas de lo debido. Y aparte, los efectos un poco chuscos (aquellos ejercitos élficos y enanos que parecian de ordenador, porque lo eran, 100% artificial), la obsesión con el puto Legolas haciendo de ninja con poderes, y no se sabe por que tanta escena del anormal lamebotas que no viene a cuento…

    Y Martin Freeman, que actua muy bien pero casi que no sale en esta :P

  4. Comentario de Santi (02/01/2015 13:09):

    #2 Salir de la Crisis, le llaman.

  5. Comentario de Futurman (02/01/2015 15:09):

    #Santi; con moderación salarial y aumento de la edad de la jubilación incluida. Una oda al absurdo, un videojuego para todos los públicos.

  6. Comentario de Uno (02/01/2015 15:41):

    Me aburrí con la primera, la segunda me la descargué, y debería haber hecho lo mismo con la tercera. Pero fuí al cine, cagüen… O sea que aquí van mis quejas razonadas. Las no-razonadas me las guardo para mi.

    – Qué pasa con la puta piedra mágica – corazón de la montaña? Se la enseñan a Thorin, el tio colapsa, fin del objeto?

    – Qué aporta el viaje de Thauriel y Legolas al norte? No sirve para nada más que avisar que se acerca otro ejército que sería el mazazo definitivo… y que casi ni aparece.

    – Dónde coño va a parar el boca-mugre aquél de la ciudad del lago? Un personaje que aparece en las tres películas se esfuma así como así? No le cae un troll encima ni nada?

    – De repente en la batalla hay un plano donde se ven fuegos por todas partes. En el llano, en la ciudad… Alguien llevaba napalm y no nos lo han contado?

    En fin, esta vez Jackson se ha cargado una buena historia y nos ha martirizado con tres películas excesivas. Una pena.

  7. Comentario de Trompeta (02/01/2015 16:00):

    A mi lo que me da sudores frios es una versión de Jackson del “Silmarillion”, batiría el record de los discursos de Fidel Castro…

    Respecto al “Hobbit” , el libro muy agradable y las películas pues eso, para verlas por la tele cuando las echen.Yo pasó de encerrarme en el cine sin un botón de avanzar o poder parar para comer algo, ir al baño o verlas en la cama por si las flys.

  8. Comentario de Joanet (03/01/2015 01:13):

    En el film hay dos cosas que me han llamado la atención:
    1> el oro del dragón que de ponerse en circulación generará una hiperinflación zimabauense.
    2> el orco jefe tiene los ojos azules como queriendo decir entre los orcos también hay jerarquía racial de oscuro a pálido elfo.

  9. Comentario de Asturchale (03/01/2015 11:14):

    El libro es perfecto para leertelo con once – doce años. Una obra maestra de la literatura infantil, a la altura de “Charlie Bucket y la Fabrica de Chocolate”. Las pelis, un timo, pero es que si te dicen que va a haber TRES pelis basadas en el cuentecillo este, y cada una dos horas y media, ya te estan diciendo a la cara que te estan tomando el pelo.

  10. Comentario de Latro (03/01/2015 11:31):

    #6 A ver, asi por contestar y pasar el rato

    – La piedra hace exactamente lo mismo que en el libro. El único uso que tiene es que Thorin se emperre con ella, Bilbo se la quite, Thorin se cabree y se pelee con Bilbo, y luego se reconcilien cuando la espicha. Mas nada. Ahi la peli no ha estado mal, aunque la secuencia de como se saca la “fiebre del oro” Thorin estaria mucho mejor sin el vater dorado…

    – Absolutamente nada. Mas minutos para el elfito Legolas. De hecho, todo lo del “segundo ejército” viene a ser un invento para que cuadren los “5 ejércitos”, cuando en el libro son hombres, elfos y enanos contra orcos y lobos. Yo, para mi, hubiera contado las águilas como quinto ejercito y santas pascuas :P

    – Si se refiera al personaje que interpreta Stephen Fry, el gobernador de la ciudad, se ve claramente que le cae el cadaver de Smaug encima cuando se fugaba con su barca y el oro de la ciudad.

    – Y de eso no me acuerdo, francamente, pero vamos, yo que se, si habia hasta secciones de plataformas a la Mario Bros.

  11. Comentario de Sr Lobo (03/01/2015 11:31):

    Me dolerá no ver una adaptación del Silmarillion (como serie por ejemplo funcionaría muy bien), pero si la va a dirigir éste Jackson (no el de hace diez años, éste), sinceramente, mejor que no salga.

  12. Comentario de ocnos (03/01/2015 13:10):

    #12 A los 30 minutos de visionado, te vuelves un obseso como el portador del anillo. Sólo eres capaz de pensar “Mata al puto orco y acaba la película”. Muy aburrida.

  13. Comentario de Mr Proper (03/01/2015 23:18):

    Acotación pedante: Baum no aleccionaba sobre las ventajas del patrón oro. “El Mago de Oz” era la versión alegórica de un panfleto político en favor del bimetalismo defendido por los Populistas. En aquellos tiempos se hacían cosas así, hoy en día… no veo yo a Espido Freire, pongamos por caso, creando una versión literaria del documento de Navarro y Torres.

  14. Comentario de La Pechotes dice que (04/01/2015 09:58):

    Legolas estaba, además, mucho más bueno como elfo nazi en el señor de los anillos que ahora.

  15. Comentario de alfonsotwr (04/01/2015 18:56):

    Gracias por la acotación, Mr. Proper: yo nunca había sospechado que obras maestras de la literatura infantil pudieran estar influidas por la dialéctica económica.

  16. Comentario de alfonsotwr (04/01/2015 19:01):

    Dicen por los mentideros —es decir, he hecho una investigación exhaustiva consistente en una sola búsqueda en Google— que el hijo de JRR Tolkien no va a vender los derechos de El Silmarillion: alabado sea Ilúvatar.

  17. Comentario de Futurman (04/01/2015 20:40):

    Alfonsotwr, ya vendrán los nietos a seguir comiendo de la tarta…

    Yo lo que creo es que en unos 10 años se plantearán rehacer la trilogía original, puede que con una serie a lo Juego de Tronos (que eso da para 15 temporadas) o con nuevas películas.

  18. Comentario de Gekokujo (06/01/2015 09:03):

    #6 me temo que es una amenza. ¡Oh sí! ¿Acaso nadie conoce que Angmar fue epicentro de una guerra acaecida antes del relato del Hobbit? Jackson amaga con volver a la carga con el Silmarillion. Quizás aún no tenga los derechos, pero es sólo cuestión de tiempo. Y les aseguro que con semejante libraco en las manos, con un montón de hilos sueltos para enhebrar a gusto, Jackson dejaría cortas las sagas SW y James Bond.

    Yo la ví ayer, no esperaba gran cosa más que grandes efectos en la batalla. He de decir que las acrobacias de Légolas me joden un montón, pero en cambio el papel de Thranduil se ajusta bastante bien a la petulancia racista de un elfo como manda Iluvatar. Azog muy bien. Del episodio en Dol Guldur no tengo memoria. ¿Está en el Hobbit, o es la versión Jacksoniana de una gala televisiva de sábado noche?

  19. Comentario de alfonsotwr (06/01/2015 10:18):

    Gekokujo #18, lo de Dol Guldur es la adaptación libre de la expulsión del Nigromante/Sauron por parte del Concilio Blanco. Creo que esto es referido en los apéndices de El Señor de los Anillos. Aunque claro, yo me lo imaginaba más como enfrentamiento de fuerzas, no como una escena de Blade entre los sumos líderes.

  20. Comentario de Gekokujo (07/01/2015 17:59):

    Ya me parecía a mí, aunque tampoco recuerdo esto en los apéndices…

    Creo que a estas horas Jackson está fantaseando con la Dagor Bragollach o la Nirnaeth Arnoediad.

    http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%ADrnaeth_Arnoediad

    Y que decir de escenarios como Gondolin, Menegroth o Doriath…

  21. Comentario de Johnnie (20/01/2015 17:32):

    Hay un tipo que ha hecho un “Tolkien’s cut” de 4.5 horas de las tres películas juntas. Yo, que por azares de la vida no he visto ninguna, estoy dudando de cual ver.

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