Taiwanés para mallorquines

Hoy, LPD “Oriental Adventures – mas alla del Levante español” se desplaza a unas islas donde unos indígenas que llevaban una apacible vida de varios siglos de tranquilidad, vivieron un rosario creciente de invasiones, conquistas y agitacion política que finalmente han desembocado en que podrían ser algun día el origen de un grave conflicto en la region.

Queridos lectores, aunque lo pueda parecer no estamos hablando de honderos baleares. Ni siquiera de la conquista de Mallorca a cargo de los catalanes. O de la posterior invasión a cargo de hordas británicas y teutonas. Hablamos de Taiwán, donde todos los regímenes militaristas que aspiren a ser algo en Asia entran a plantar su bandera. Cual Cuarto Reich de Merkel, pero mucho más marciales que los germanos que invaden Mallorca.

Y les hablamos de este lugar porque aquí acaba de concluir una ocupación de casi tres semanas del parlamento insular, de la cual apenas habrán oído hablar ustedes porque ¿qué nos importa a los españoles lo que pueda ocurrir en el potencial epicentro de la próxima guerra mundial entre bloques? Si eso ya mandamos a Solana o Arias Cañete a arreglar Europa la geopolítica mundial y andando…

La guerra civil. ¿No quieres KMT? ¡Toma dos tazas!

Para entender minimamente Taiwán debemos remontarnos a la postguerra (en LPD tambien ambientamos los articulos en la postguerra, cual peli española). Holandeses, españoles, chinos de diverso pelaje y japoneses han pasado todos por Taiwán y ahora solo quedan los chinos, que son los únicos que cuando llegan nunca se van, mezclados con los indígenas que habitaban las zonas de la isla donde se asentaron.

Comoquiera 50 años de colonialismo japonés han dejado una impronta considerable, con ciertas infraestructuras modernas y un aparato educativo que pone a los taiwaneses en un nivel de superioridad intelectual respecto a la “Madre Patria” china, y además el efecto “sangre nativa” les proporcionará un cierto sentimiento de diferenciación étnica. En fin, que cuando Japón pierda la Segunda Guerra se dedicarán a chinchar a la nueva metrópoli pekinesa con “Beijing ens Roba” y los típicos hechos diferenciales, cual menorquines cambiando el nombre de Mao por Mahón solo por jorobar a Barcelona y estropear el proyecto pan-catalanista.

Lo que ocurre tras la II G.M. es bien conocido. El Partido Nacionalista Chino (KMT), tras librarse definitivamente de la dinastía imperial, “recupera” Taiwán de los japoneses y establece desde Pekín un reinado de terror, destruyendo una intelectualidad taiwanesa muy crítica con su corrupción y nepotismo. Para más INRI, la derrota del gobierno nacionalista en la guerra civil china ante los comunistas acaba con el partido huyendo cobardemente a Taiwán con una gran parte de su ejército, donde el general supremo Chiang Kai-Shek (CKS) se monta una cómoda democracia orgánica por la gracia del Dios dólar como baluarte del liberalismo bien entendido frente al comunismo masón y Maoísta.

Los recién llegados ocupan todas las posiciones de poder y el funcionariado mientras, al calor del desarrollismo asiático, dejan que los habitantes (de habla china) de la isla se enriquezcan con pequeñas y medianas empresas, dado que son todos muy emprendedores y la “República (No Popular) de China” es un paraíso de la iniciativa privada y las fuerzas benéficas del mercado.

Que EE.UU. les abra totalmente su mercado, millones de dólares anuales en ayuda económica y militar estadounidense, una banca en manos del gobierno y un control de capitales y el tipo de cambio que hacen que el corralito de Chipre pareciera un sistema librecambista, tampoco perjudicaban.

La isla queda así dividida en dos bandos: unos fieles patriotas del KMT y sus apoyos que, en principio, reclaman ser el legítimo gobierno de toda China (¡¡por algo lo pone en la Constitución!! – que ellos mismos escribieron), y por otro lado unos separatarras que tras sufrir el “Terror Blanco” de los 40 y 50 y la dictadura de casi 40 años traídos por el KMT no quieren ni oír hablar de nada que venga de Pekín ni China continental.

También quedan algumos indígenas en las montañas, donde los chinos no llegaron para robarles las tierras y las mujeres, pero son ya poco más que un ornamento folklórico alcoholizado, como una parte danzarina de la fauna de la isla ignorada por los libros (y facultades) de historia locales.

La Sagrada Transicion, pero ya menos.

En los años 90 Taiwán se monto una transicion que hubiera sido ejemplar y modelo mundial si no fuera porque ese honor le corresponde a la española y ninguna se le puede comparar. Chiang Ching-kuo, hijo de CKS, heredó en 1973 la presidencia del dictador y murió en la cama como su padre, no sin antes mostrar una campechanía y amor por la democracia admirables al terminar con la Ley Marcial en 1987 (cuando apenas le quedaban unos meses de vida, una cosa es ser demócrata y otra tonto). Más aun, emulando a Torcuato Fernández Miranda, su obra mas importante fue la sabia eleccion del próximo presidente, un burócrata con pecadillos comunistas de juventud, nacido en la isla y marcadamente independentista.

Este hombre (Lee Teng-Hui) lideró una transición a la democracia que por supuesto no le llega ni a la suela de los zapatos al ínclito, sublime, habilidoso y eterno hombre de estado que fue Suárez.

Él no quería, pero fue pasto de una irresistible presion popular, un proceso muy horizontal (ya saben, “bottom-up” y eso) con una acampada iniciada el 16 de marzo de 1990 por estudiantes en la mayor plaza de Taipei (sí, el 15M tuvo muchas cosas buenas, pero la originalidad no fue una de ellas), donde hasta 300.000 personas llegaron a manifestarse exigiendo elecciones libres en una demostración de poder popular que ríanse de la Via Catalana .

Tras 6 eternos dias 6, el presidente recibió una delegacion de los estudiantes, les dijo que sí a todo, cumplió convocando unas elecciones presidenciales para 1996 (celebradas por la República Popular China con fuegos artificiales en forma de misiles cayendo alrededor de Taiwán – les gusta la polvora más que a los valencianos) y salió reelegido él mismo.

Ya está.

¿Ven como traer la democracia no era tan difícil?

Ah, tambien se cambió de chaqueta y ahora milita con la oposicion independentista. Esto sí es un auténtico demócrata; de los que luchaban desde dentro contra el régimen (¡desde la presidencia nada menos!), como hay tantos en España.

Taiwán entero sigue orgulloso a día de hoy de estos actos de heroísmo popular, y defienden con uñas y dientes la democracia que “tanta sangre costó conseguir” (esta frase la he oído literalmente). Ellos no corrían delante de los grises, sino que se sentaban, pero igualmente meritorio, oiga.

La CT made in Taiwán.

Los “dos taiwanes” llevan desde entonces moviéndose en el pragmatismo más absoluto. El KMT se olvidó hace tiempo de sus delirios de reconquistar China y se limita a buscar el acercamiento económico para pillar cacho de la inmensa cantidad de dinero que se mueve entre los Països Xhinesos. Los independentistas suelen permitir que sigan gobernando estos unionistas para que China no se enfade demasiado.

Y el partido independentista también pilla el cacho que puede. Cuando detentó la presidencia del pais entre 2000 y 2008, el presidente Chen Shui-bian, ardiente luchador por la democracia y las libertades en los ochenta, se auto-recompensó por los servicios prestados a la causa con más de 15 millones de dólares en “sobres” y dinero público y está ahora cumpliendo 19 años de cárcel. Catalanes, ya veis lo que os espera en manos de ERC tras la independencia. Nótese, aun así, que los taiwaneses no hacen honor a su fama de ser buenos copiándolo todo: “irse de rositas” es alta tecnología española imposible de replicar.

La población está mayoritariamente aferrada al status quo: dejar que China vaya diciendo por ahí que la isla es suya, mientras dentro mantienen todas las características de un estado soberano excepto el reconocimiento internacional (una especie de “Proces Interruptus” que dejaría a Mas la mar de satisfecho, seguro). Y muy especialmente su libertad de expresión y su democracia (corrupta y bipartidista, pero con hilarantes momentos “Royal Rumble” en el parlamento).

El actual presidente Ma Ying-Jeou ha roto un poco el ritmo tranquilo pero constante con el que Taiwán iba estrechando lazos con la República Popular China bajo el KMT. Acelerando la negociación de pactos y tratados de libre comercio, firmó uno entre las dos chinas de mercancías en 2010 y otro de servicios en 2013. Este último se estaba viendo muy contestado por la oposición y diversos grupos sociales, y en marzo de 2014 al KMT le estaban entrando muchas prisas al no lograr someterlo a votación en el parlamento. ¡Con lo fácil que hubiera sido que KMT y DPP hicieran un acto de responsabilidad y firmaran una reforma express!

Remembering Alfred Hawthorne Hill

El 17 de marzo el parlamento taiwanés vivió uno de sus momentos Benny Hill: diputados de la oposición persiguiendo por la sala al presidente de la ponencia de ese día que había obtenido la palabra por el sencillo método de, ya que no le cedían el micrófono, traerse otro de fuera y ponerse a hablar por él. En la trifulca que siguió, con dos micros hablando a la vez por el mismo sistema de sonido, el diputado del KMT huyó al cuarto de baño y, desde la intimidad que proporciona tan discreto lugar, pronunció a través del micrófono que aún obraba en su poder el fin del período de debate del tratado y lo declaró listo para ser votado en cortes el 21 de marzo.

Un grupo de estudiantes decidió que esto no eran formas, y pasaron a la acción. En Taipei llueve mucho, así que en previsión de que esta vez la acampada iba para largo, unos 300 estudiantes se encerraron el 18 de marzo dentro del parlamento y se pusieron a hacer biodanza legislativa.

Las organizaciones estudiantiles que estan detrás de esta acción surgieron en otra acampada (si el método funciona, ¿para qué cambiarlo?) ocurrida en 2008 y llevan movilizadas de forma muy intensa los últimos dos años, con acciones como ocupar un ministerio el verano de 2013 o lanzamientos masivos de zapatos al presidente. No amenazar con una chancla, que eso son mariconadas de catalanes.

Las demandas de los estudiantes se limitaban a la retirada inmediata del acuerdo de libre comercio de servicios con la Republica Popular de China y la aprobación de una nueva ley que obligue a un procedimiento de consulta popular antes de cualquier tratado de estas características. Nada de refundar la democracia, ni transcender el sistema de partidos. Desde una perspectiva ibérica nos puede parecer enrocarse en una CT que ya hiede: en lugar de superarla, parece que tratan de protegerla con uñas y dientes, cual campechano dándolo todo el 23F por defender el sistema parlamentario. Pero los taiwaneses se sienten como una sociedad asediada por un gigante imparable y se encuentran a la defensiva, tratando de mantener los magros logros de su democratización.

Y ademas, oigan, cuando ustedes le den un zapatazo a Rajoy y luego ocupen Nuevos Ministerios una noche y Carrera de San Jerónimo s/n durante mas de 20 días y salgan con sus demandas atendidas (ya veremos hasta qué punto) y en libertad, nos lo cuentan.

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