Populismo u obediencia

Cualquier excusa vale. Inasequibles al desaliento, y nada dispuestos a permitir que la más elemental observación de la realidad de las calles de su país les estropee un buen tuitular, el mainstream de los opinadores españoles se han dado prisa en dar lecciones a Venezuela sobre los peligros de la polarización política, en contraste con los logros de los liderazgos integradores y los pactos de Estado de la piel de toro. Hugo Chávez, el nuevo Perón: alguien capaz de joder la política de un país hasta después de muerto. Tal ha sido el profundo calado del mensaje de los opinólogos antes que empezaran a preocuparse por la seguridad del running en el contexto internacional.

La referencia a Perón no es nada gratuita. Dentro del discurso-marco occidental y en particular hispánico sobre sus ex-colonias siempre ha sido un tópico recurrente dividirlas en buenas y malas, según su capacidad de obediencia, composición racial y tipo impositivo para las inversiones occidentales. El caso de Argentina -y en general el Cono Sur- ha sido, en esto, muy paradigmático. Frente a una mayoría de países con una mayoría de población molesta mezcla entre negros e indígenas viviendo en la selva tropical, la Argentina era una tierra de oportunidades para los europeos, rica, con clima templado y mayoría de blancos con un apellido pronunciable. Grandes aficionados al fútbol, siguieron la respetable costumbre latina de confiar en una dictadura militar de derechas para resolver los conflictos sociales, depurar a los comunistas y embarcarse en guerras en el exterior. Luego, como solución a sus problemas económicos, privatizaron los activos públicos y ligaron su divisa a la de un país extranjero respetable y con un idioma de raíz germánica. Hasta ahí todo bien. ¡Si son como nosotros!

Pero para nuestra intelectualidad, los argentinos la jodieron en algún momento y decidieron dejar de ser un país occidental. Puede que fuese cuando decidieron que con las saludables Leyes de Punto Final y de Amnistía no se olvidaban los asesinatos a sangre fría de sus amigos y familiares, y decidieron hacer (oh, no!) escraches en las casas de los culpables en vez de acudir a ver películas de reconciliación nacional con vaquillas como protagonistas, la valiente decisión que se toma en una democracia occidental moderna. O cuando el Gobierno, en su infinita sabiduría, optó por bloquear sus cuentas bancarias, hundir sus salarios y desmantelar sus servicios públicos para pagar una deuda con el FMI, momento en el cual los estúpidos argentinos decidieron largar a sus gobernantes, que tuvieron que escapar en helicóptero, en una decisión valiente con el solo precedente de nuestro glorioso Alfonso XIII. En algún momento entre esas dos decisiones, los argentinos perdieron su condición de occidentales y con ello el respeto de la blogosfera liberal española, tan vital para el sustento de un régimen político que se precie de serlo. Lo importante es no perder las formas.

Argentinos jodiendo su pertenencia a Occidente

La supuesta intelectualidad española, a la que denominaremos cariñosamente obediesfera, puesto que su principal estímulo intelectual es la obediencia -ya no a un partido o a un Gobierno, sino al stablishment, con el ojo puesto en la captura de un puesto en el sector público- ha encontrado en los escraches, la gran afición de Iósif Stalin, la más terrible de sus pesadillas. Esencialmente por una cuestión: la pérdida de las formas. La referencia implícita a Argentina alude a un aspecto crucial de los cambios de cultura política que se dio progresivamente tras su sangrienta dictadura: la constatación de que el Derecho no es sino un dispositivo de dominación -y simplemente una cristalización de un equilibrio de fuerzas-, no algo sagrado; y por consiguiente el poder de la desobediencia como motor de cambio y construcción política.

Ciertamente la problemática de los desahucios y la respuesta de los escraches puede verse como un lobby muy bien organizado, de un perfil y edad determinada; la dación en pago, como una descarnada transferencia de renta, otro rescate más a costa del erario público. A nivel contable, solo son números, y posiblemente el enfoque sea correcto y resulte ser una medida poco justa y factible. Pero nada de eso nos explica las razones de su éxito y enraizamiento social en tan poco tiempo.

El mensaje de calado de nuestra intelligentsia es que para que un país pueda considerarse civilizado hay que sacar cuantos más temas mejor del debate político al alcance de las masas, y dejarlos, por supuesto, en manos de técnicos y expertos que van a aplicar la única solución posible, la mejor. No es nada casual que mientras miles de británicos brindaban por la muerte de Margaret Thatcher en distintas ciudades del país los medios españoles lloraran en bloque por la vieja premier configurando la tradicional hagiografía que tan bien se les da. El gran mérito de Thatcher para el stablishment y sus palmeros de la blogosfera es, justamente, no haber escuchado a nadie, no haber negociado nunca, aplicar su programa a rajatabla a cualquier precio sin escuchar a la chusma de los mineros y los sindicatos, que al fin y al cabo no son economistas ni nada de eso. Sólo hay una solución y la saben los expertos. There Is No Alternative.

La génesis de ésta línea de pensamiento, que ha llegado a su cúspide con los brillantes gobiernos tecnocráticos y troikas auspiciados por la Comisión Europea, hay que buscarla en un tiempo donde -o tempora, o mores- la mayoría de la intelectualidad que uno podía encontrar en las universidades y otros núcleos de pensamiento era nítidamente marxista o al menos políticamente comprometida en el campo de la izquierda. El rechazo a la subjetividad política en el campo intelectual, era, pues, una propuesta consciente hija de un contexto histórico. Un contexto, que, además, sabe leer perfectamente. El precio de la obediencia política y las reglas de juego cristalizadas, por ejemplo, en el sistema constitucional español, es la prosperidad económica.

Todo ello opera, aunque de la misma forma, en distintas esferas. La desmovilización de los antiguos cuadros políticos y sociales es un proceso consciente que se premia con puestos de trabajo en el sector público, a la sombra del poder. No sólo en la España del PSOE; también en la Italia del Compromesso Istorico o la Francia de Mitterrand con los cuadros del PCF. A nivel de sociedad, los fondos europeos operan de bálsamo exactamente de la misma forma: se compra el apoyo social al desmantelamiento de la industria y el hundimiento paulatino de los salarios reales. Ésa generación -los Solana, Lluch, Maravall y compañía- entienden perfectamente la naturaleza del pacto fáustico que realizaron en su momento con el SPD de Willy Brandt, y cuál es el precio de la paz social.

Lo verdaderamente risible está en las nuevas generaciones, que han crecido con los discursos de aquella generación, pero parecen no entender nada del intangible, de la monumental cantidad de dinero público y pactos tácitos que se esconde bajo la punta del iceberg de los discursos de consenso y construcción europea. Como ya mencioné en el artículo sobre Venezuela, es el equivalente a la creencia popular de que la pacífica acampada de Tahrir, y no las huelgas salvajes y los cruentos enfrentamientos armados que la hicieron posible, fue la que hundió al régimen de Mubarak. Para la Academia de nuevo cuño, conceptos como superestructura o monopolio de la violencia no existen, suenan a viejo. Y por eso, su cacareada ausencia de sesgos se convierte en el más terrible de todos ellos: no entienden el conflicto social ni nada de lo que pasa.

Que el Estado falte a su compromiso tácito más elemental, garantizar el bienestar a la población, y sobretodo que no sea capaz de prometer que ello vaya a cambiar ni tan siquiera en el medio plazo altera de forma considerable toda la ecuación y convierte en inservibles muchos de los estudios realizados hasta la fecha. El proceso de proletarización de las clases medias echan por la borda siete décadas de esfuerzo gubernamental. Para entender el relato, basta mirar a su mejor exponente de propaganda, Cuéntame como pasó: proletarios convertidos en clase media en el proceso de urbanización y al amparo del Estado, que como deben su bienestar económico al franquismo apoyan de forma entusiasta a su sucesor.

Hay que saber a quién toca votar

Ésta es la latinoamericanización que tanto temen algunos: una paulatina simplificación del espacio político, que en realidad es una regresión al eje político dominante anterior a la Transición y el franquismo: el social. Es a través de él que grupos que hasta hace pocos años habían estado más o menos enfrentados -autónomos, trabajadores por cuenta ajena, funcionarios, inmigrantes- han empezado a tejer redes de solidaridad en distintos ámbitos. Y por ello muchos sectores que quizá eran refractarios a los planteamientos de colectivos como la PAH o las asambleas del 15-M han comenzado a acercárseles sólo por la virulencia y la vergüenza ajena que producen los que se les oponen. El enemigo de mi enemigo…

El campo no está ni mucho menos cerrado. Pero cuando en las encuestas la mayoría de la población se alinea claramente con determinados postulados y formas de lucha -y un sector aún minoritario pero creciente empieza a contemplar el uso de la violencia- mientras que la práctica totalidad de opinólogos en los medios audiovisuales y escritos, representantes políticos, patronales y sindicales apuntan en sentido contrario, parece que pasa algo grave. Una grieta que se agranda día a día. No está en crisis -al menos no del todo- la lógica de la representatividad: están muertos los representantes. Y no hay ningún cauce establecido para sustituirles, visto que las elecciones tienen un papel limitado.

El problema es que en este contexto los matices entre los bloques tienden a desaparecer: aunque el establishment i el creciente magma de la oposición son plurales, cada vez va a resultar más y más difícil estar en medio entre la conservación a ultranza del stablishment y un cambio sustancial en la sociedad. Máxime cuándo revisando sus escritos e intervenciones suelen centrarse en la inveterada costumbre española de cargar contra el débil, en este caso la oposición, que a fin de cuentas no tiene muchos cargos a repartir.

La gran e inevitable pregunta es si se consumará la latinoamericanización y al cambio en la hegemonía social lo seguirá un cambio en los gobiernos y las instituciones. Para ello hay varios obstáculos. En primer lugar, las reglas de juego no acompañan: el consabido sistema electoral tan de moda en estos tiempos. En el caso español la estructura de las circunscripciones y la disparidad de estructuras económicas y políticas acerca más los horizontes de cambio a las autonomías, en particular las “históricas”: la presencia de más de un eje político ha producido sistemas de partidos más ricos y una “sociedad civil” más robusta.

En segundo lugar, el papel de los liderazgos. Es paradigmático que no seamos capaces de encontrar liderazgos “morales” comparables a los del recientemente finado Sampedro; o que un veterano como Beiras sea capaz de regresar como un huracán a la política gallega, por mera comparación con sus oponentes en el campo de la izquierda. La emergencia de un autodenominado “proceso constituyente” en Catalunya, independientemente del resultado del mismo, va en esta misma tendencia. Gente como Arcadi Oliveres o Teresa Forcades -o el candidato de la CUP David Fernández- tienen valor no por su trayectoria académica o habilidades oratorias, sino por el crédito que merecen entre los cuadros de la izquierda catalana.

El liderazgo en la nueva izquierda es mucho más cuestión de confianza que de mercadotecnia. Por ello, la nueva izquierda será, muy probablemente, por poner algunos ejemplos, antitransgénicos o escéptica con las vacunas: en las asambleas, los encierros y las manifestaciones la gente del movimiento antitransgénico, por poner un ejemplo, estuvo presente. Los protransgénicos, seguramente con muchos más argumentos científicos de calado a favor de su posición, estaban mayoritariamente preocupados por publicar más papers y mejorar su expediente académico. Todo tiene un precio, y es así como se configuran mayorías.

En tercer lugar, y no menos importante, está el factor del miedo a las masas. 

Nunca está de más un poco de perspectiva histórica. En el año 105 a.C un ejército romano formado por ciudadanos de clase media y alta, que se pagaban su propia armadura y instrucción militar, fue destrozado por los germanos en la batalla de Arausio. Era el quinto ejército consular exterminado por los germanos en poco tiempo, y ya no quedaban ciudadanos de clase alta capaces de alistarse en el ejército. La República Romana tenía un terrible enemigo a las puertas y no tenía ejércitos con que responder. Era una regla inamovible que sólo podían participar del ejército -de la defensa de la República- aquellos con suficientes ingresos para procurarse su armamento.

El cónsul, el general Cayo Mario, de tendencia progresista, halló una solución imaginativa. Propuso que el Estado diese armamento y instrucción militar al proletariado urbano, llamado censo por cabezas o capite censi, puesto que eran tan insignificantes que en el censo sólo los contaba por las cabezas, como al ganado. A Mario le costó horrores convencer a sus compañeros del Senado, incluidos los de su partido que aquella “chusma” era perfectamente capaz de participar en la defensa de su país.

¡Por ahí vienen los populistas!

Mario ganó la guerra a los germanos con soldados procedentes de las clases bajas, pero eso cambiaría para siempre la historia de Roma. El espejismo de una República de iguales que en realidad era una cruda oligarquía se disipó pronto cuando el proletariado urbano decidió que si podía participar en la defensa también debía ser protagonista del proceso político y exigir trigo a precios bajos para no morirse de hambre. La jerga posmoderna lo llamaría empoderamiento.

Como sabemos, aquel proceso condujo a la funcionarización del ejército romano y a un Estado mucho más complejo; también a varias guerras civiles formadas por ejércitos clientelares y finalmente al Imperio. Éste miedo es el que sobrevuela a la izquierda: ser devorados por “las masas” a quienes despierten. Ciertamente en un entorno de política de notables es mucho más fácil tomar decisiones que en asambleas y organizaciones masivas dónde todos tienen ganas de expresar su opinión y es muy difícil llegar a acuerdos prácticos. Ésta es la encrucijada a la que ya se enfrentó la anterior generación, cuándo eligió entre pacto y los riesgos de la ruptura y la política de masas, que ahora se llama populismo.

Qué vía tomará la izquierda, si el del 78 o la latinoamericana -que es la misma, adaptada a los tiempos, que ya tomara Cayo Mario- es algo que tendrá que decidir más pronto que tarde. Decía Rafael Chirbes que si aparece el César y empieza a tirar euros se acaba la contestación política. Lo cierto es que, más para bien que para mal, ni está ni se le espera.


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  1. Comentario de jose (16/04/2013 09:22):

    Solo una cosa sobre lo de los transgénicos. La izquierda siempre ha sido pro-científica, no es la “nueva” izquierda. Fue una mezcla entre las drogas y el freudomarxismo lo que llevó a la izquierda a separarse de la ciencia sobre los 60. Comte o Bakunin, por ejemplo, fueron absolutamente pro-científicos y los anarquistas de principios del S.XX no permitían ni siquiera bebedores moderados entre sus filas.
    Saludos.

  2. Comentario de Beltza (16/04/2013 09:41):

    Populismo “U” obediencia

  3. Comentario de Andrés Boix Palop (16/04/2013 10:00):

    ¡Qué bonito es esto de despertarse por la mañana y constatar que la lucha de clases parece incoar un retorno! Porque de eso se trata, al fondo del armario, ¿no?

  4. Comentario de emigrante (16/04/2013 10:40):

    Por lo que uno tira otro suspira. No decían algunos en el hilo anterior que se sentirían orgullosos de ser escrachados por la caverna? Pues hay políticos que también suspiran por un escrache, tanto lo desean que han inventado el ciberescrache. http://www.publico.es/453733/canto-denuncia-el-escrache-que-recibe-a-diario-en-internet

  5. Comentario de Garganta Profunda (16/04/2013 11:01):

    Este artículo es lo mejor que me ha pasado esta semana. Este artículo es poderoso, este artículo tiene poder…

    La foto del Alcantara en plena campaña electoral: PRICELESS!!

  6. Comentario de desempleado (16/04/2013 11:14):

    Otro fan de la lucha de clases al aparato. Nada de IU, hay que cambiar el nombre por el de PCE.

  7. Comentario de Álvaro (16/04/2013 12:04):

    hace falta una mamá que diga “¿y si los expertos dicen que te tires por un puente?”

  8. Comentario de Mouguias (16/04/2013 12:38):

    Demasiado optimista te veo. El 15-M ha sido un desahogo sin consecuencias y el supuesto cabreo de la gente, que se manifiesta supongo en Facebook, no se traduce en ningun movimiento politico digno de ese nombre. Hace ochenta años la gente militaba en partidos que desafiaban el sistema, o en sindicatos que hacian huelgas de verdad, de las que provocan perdidas a la patronal. Lo de ahora es un cachondeo, aqui nadie arriesga nada.

  9. Comentario de Álvaro (16/04/2013 13:46):

    eso es cierto, pero aunque resulte tópico decirlo, la importancia simbólica, en las opiniones de los savaleh que luego tendrán que hacer esas huelgas, no es desdeñable.

  10. Comentario de Sangonereta (16/04/2013 22:02):

    A mi el artículo me ha parecido imprescindible

  11. Comentario de Bela Kun (17/04/2013 00:39):

    Un gran artículo, necesario, debería estar incluso en algún medio de más tirada. El pensamiento único posmoderno con burdas ínfulas hegelianas se resquebraja. Ya era hora, tanto gilipollismo iba a volvernos locos http://www.youtube.com/watch?v=hNRkO7sWRkI

  12. Comentario de lalo (17/04/2013 10:43):

    felicidades por el articulo. sobrio y serio, sin resquicio a la ironia a diferencia de lo que es habitual.ya esta bien de tanta risa ytanta coña

  13. Comentario de Casiopeo (17/04/2013 11:34):

    Curioso el primer comentario criticando el freudomarxismo ( qué coños será esoy que tendrá que ver ?) en un articulo puramente marxista.
    Me gusta la ambiguedad final: ls izquierda teme el populismo. Y con fundadas razones, ya sabemos en lo que desembocó el populismo de César y Augusto. Yo creo que la tercera via no es populismo desde organizaciones sociales, si no articulación de la resistencia desde organizaciones sociales,hacia una sociedad más critica y responsable, que es lo que está empezando a ocurrir: la PAH, la Marea Blanca en Madrid… una salida populista sería la peor de las soluciones, despues de la del PP. El modelo es una sociedad de clases medias rigurosa, a la sueca. El psoe podria decir “es lo que intentamos !” pero tiene fácil réplica : EREs, MAFO, tribunal de cuentas, desastrosas inversiones, negación de la crisis por !populismo ! etc. etc.

  14. Comentario de parvulesco (17/04/2013 15:04):

    Yo lo siento mucho, pero me falta ver el espíritu bolchevique en España. Ya no toca resistencia ni reacción, sino acción y mucha organización y tendemos a sobrevalorar nuestra fuerza y creer que con unos cuantos 15-M lo vamos a arreglar todo.

  15. Comentario de jose (17/04/2013 19:02):

    13*

    Marx y Freud lo único que tenían en común es ser judíos askenazí. El freudomarxismo es una versión mejorada del marxismo con la que se liga aún más, pero de rigor científico nanai.
    Y lo de las drogas creo que es obvio, solo hay que ir a una manifestación y luego ir a una rave y comprobar que es la misma gente pero aún más drogada. Te pongo un enlace a una pequeña muestra de la consideración que tenían la izquierda sobre los borrachos -la cual comparto absolutamente-.

    https://www.google.com/search?hl=es&q=anti+alcohol+anarquistas&bav=on.2,or.r_qf.&bvm=bv.45368065,d.d2k&biw=1024&bih=463&um=1&ie=UTF-8&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi&ei=uNRuUdLWHMXRhAfV24GwAw#imgrc=iSHnw2Ei_Bvy2M%3A%3BLEg1Law0yg5-XM%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.nodo50.org%252Ftortuga%252FIMG%252Fjpg%252Fvicio.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.nodo50.org%252Ftortuga%252FAnarquismo-y-lucha-antialcoholica%3B187%3B270

    Un saludo

  16. Comentario de Casiopeo (17/04/2013 19:17):

    Oh, ya, el rigor cientifico y las ciencias sociales, en general, tienen las mismas dificultades que el Behemoth y la las ciencias naturales. ¿Y qué asignatura es esa del freudo-marxismo ? Para identificar correctamente a la hydra maligna que ha detruido el pensamiento de izquierdas, digo .( Sokal en uno, dos tres….)

  17. Comentario de Johan (17/04/2013 19:44):

    16> aquí puedes encontrar información sobre el marxismo-cultural.
    http://smashcm.blogspot.com/
    15> con el freudo-marxismo tambien va el mariconismo, el feminismo (segunda ola) no las sufraguistas, todo lo contra-cultural.

  18. Comentario de jose (17/04/2013 19:50):

    Casiopeo
    Esa asignatura se suele llamar “Corrientes actuales de la Filosofía” y es troncal en el grado. Allí te enseñan a ligar usando frases como éstas, tomadas de Eric Fromm:

    “El sexo sin amor sólo alivia el abismo que existe entre dos seres humanos de forma momentánea.”

    Y todos sabemos que todo buen neo-izquierdista que se tercie debe hacer dos cosas: 1) “liberar su cuerpo” vía intoxicar su cerebro y 2) “liberar su mente” vía leer refritos de psicomisticismo y postpoesía como ésta. Una pena la verdad.

  19. Comentario de jose (17/04/2013 20:04):

    15*
    Muy cierto. El omnipresente y testosterónico patriarcado está instalado en nuestro sublimado sub-Yo de tal modo, que no hay forma de erradicarlo que no sea la intoxicación.
    Saludos

  20. Comentario de Casiopeo (17/04/2013 20:09):

    Vaya torrao que tienen ustedes , la verdad , qué tendrá que ver el postfeminismo, la poesía, Marx y Freud, cuanto mal ha hecho el cientifismo anglosajón aplicado a las ciencias sociales y mal deglutido en las facultades españolas.

    Pero en fin esto es offtopiquear, volviendo al asunto lo que ha destruido el pensamiento de izquierdas no son 4 estructurlaistas que nadie entiende y menos leee, sino evidentemente el discurso socialdemocrata, legitimador de la transición , especialmente aquel de “gato negro, gato blanco, lo importante es que case ratones”, lo malo es que los ratones al final siempre somos los de siempre.

  21. Comentario de sangonereta (17/04/2013 20:13):

    *18.

    Yo opto por la 1) me parece más sana y barata.

  22. Comentario de Pablo Ortega (17/04/2013 23:56):

    Lo curioso de este artículo es que propone a Perón y la Argentina peronista como un modelo a seguir cuando fueron justamente los peronistas los que en su momento se negaron a juzgar a Videla y el resto de las juntas militares, y cuando Menem, un peronista, llegó al poder, los indultó.

    El error de este artículo es no darse cuenta que la medicina resultó peor que la enfermedad en América Latina. Baste ver a la Venezuela dividida en dos frentes que se odian mutuamente el uno al otro, donde millones de personas perdieron sus trabajos por solo firmar una petición de referendo revocatorio contra el Presidente. Con todos y los mil defectos que tenía el viejo sistema, la medicina resultó, repito, peor que la enfermedad.

    Más de lo mismo con el ejemplo histórico que coloca de Cayo Mario. ¿No degeneró la República en el autocrático Imperio donde un solo hombre determinaba la vida de millones?

    Yo no defiendo el viejo sistema, ojo, aunque seguro me acusarán de ello. Solo digo que si el remedio que propone la “nueva izquierda” (que yede a naftalina de la historia) es Chávez y Perón, estamos jodidos. De nuevo, yo no digo que no hayan otras alternativas, que la única solución sea el neoliberalismo puro y crudo, etcétera.

    Usted detesta los pactos integradores de la Transición y aplaude la política divisoria de un Chávez. Tendrá sus razones para ello, aunque me pregunto cuál será su opinión de la misma política divisoria y discriminativa que hizo Franco o el apartheid sudafricano. Será divertido ver como rechaza la división social por que no procede de la “nueva izquierda” que usted tanto quiere.

  23. Comentario de Francesc Miralles i Borrell (18/04/2013 01:06):

    Señor Ortega:

    Yo no he dicho que sea la panacea. Al revés, expongo el caso de Cayo Mario como paradigma y primer ejemplo justamente porque la vía populista encierra muchas contradicciones.

    De hecho ambas vías están llenas de contradicciones y de riesgos. Lo que yo sostengo es que la izquierda necesita tirar de populismo para comerse un rosco y dejar de comer mierda como ha hecho en España los últimos 30 años, y deberá aprender a gestionarlo para que no se le vaya de las manos; porque si no lo hará la ultraderecha. Esta es la tesis. Evidentmente, nada es perfecto ni un camino de rosas.

  24. Comentario de jose (18/04/2013 09:08):

    Sangonereta

    Me parece muy bien. Pero si luego te dan un tiro en el frente no empieces a lloriquear.
    Saludos

  25. Comentario de Eye (18/04/2013 15:21):

    Meter a Fromm en el mismo paquete que los charlatanes de la New Age es más bien propio de gente que no sabe por dónde sale el Sol: los tristes que se toman en serio a Intereconomía, o…, ah, los fumetas de la Nueva Izquierda. Vale, entonces nada qué ver aquí, sigan caminando.

    Por cierto, yo más que indignación veo una mezcla de miedo y resignación, un “esto es lo que hay, esto es lo que ha habido siempre, y virgencita que me quede como estoy”. Creo que subestimáis nuestra capacidad de sentarnos a comer mierda pasivamente.

  26. Comentario de jose (18/04/2013 17:39):

    Eye

    ¿Conoces a Marcuse?

    http://es.wikipedia.org/wiki/Herbert_Marcuse

  27. Comentario de Eye (18/04/2013 23:23):

    En realidad no. Tengo por ahí El Marxismo Soviético, pero me faltaron pelotas para leérmelo completo. Es una prosa opaca y esotérica que le da un nuevo significado a la palabra “ladrillo”.

    Por eso me divierte tanto el enlace oligofrénico que han puesto arriba sobre el “marxismo cultural”: la Escuela de Frankfurt, decidida a destruir Occidente con su enorrrrme influencia…, ¡lograda a base de publicar tostones que nadie entiende! Está bien para echarse unas risas, pero para eso yo casi prefiero lo de la Conspiración Annunaki.

  28. Comentario de jose (19/04/2013 08:34):

    Eye
    Si eso te parece un “ladrillo” es porque no has leído filosofía “continental”. Es aún mas obstrusa y por supuesto no te vale para metehla.
    No se si destruirá Occidente pero gran parte del pensamiento de la “nueva izquierda” está ya destruido sin remedio (lesiones cerebrales irreversibles).
    Saludos

  29. Comentario de Johan (19/04/2013 18:16):

    20> Si que tiene que ver porqué antes la guerra era en el terreno economico, sin distinción de la creencias que tenia la gente.

    “Si el concepto general no admite más que una sola clase, se deduce fácilmente
    que en el Sindicato cabentodos los asalariados, con tal que lo sean efectivamente, sin
    distinción de ideas políticas y confesionales, ya que el Sindicato, de derecho, es el
    instrumento que se desenvuelve en el plano de las luchas económicas, y es en ese
    plano de convergencia, común a todos los asalariados, donde resulta posible un
    estado de convivencia inteligente entre los mismos, por más heterogénea que sea la
    composición espiritual e ideológica de la colectividad formada por ellos.”

    http://www.inventati.org/ingobernables/textos/anarquistas/peiro.pdf

    Però con el marxismo-cultural la guerra ya no es de clases rico vs pobre, patron vs obrero, sino contra-cultural y entonces te encuantras que Almodovar o Sean Peann es de los ‘tuyos’ (multimilionarios) y un obrero que sea tradicionalista y vaya a misa es el enemigo.

    Ha conseguido dividir al ‘proletariado’ por motivos culturales y ha unido diferentes clases sociales con intereses diferentes por el tema cultural.

    Qué ocurre con esto, que quizas estes de acuerdo con posicionamientos de los partidos izquierdistas sobre temas laborales pero te tienes que comer el ecologismo y demas zandajas burguesas y contra-culturales, lo que acaba haciendo que la gente se aleje de estos partidos.

    Además a los partidos que ya no son de ‘izquierdas’ tipo PSOE les va muy bien la guerra contra-cultural porque es la unica manera de conseguir deferenciarse de la derecha ya que en el plano economico casi son lo mismo.

  30. Comentario de Johan (19/04/2013 18:45):

    La defensa de clase frente a la burguesía, que como clase aparece siempre
    compacta en la defensa de sus intereses, sólo puede desarrollarse eficazmente
    mediante la unión del proletariado en un fuerte bloque de oposición; y esa unión no es,
    realizable en ningún caso por una espontánea coincidencia ideológica y siempre por la
    correlación de los intereses comunes de clase. Primero son los intereses profesionales
    y económicos el agente único que determina la unión, y luego es la convivencia la que
    engendra y realiza la coincidencia ideológica

    No hay sitio para los ‘burgueses’ y similares aunque sean ‘progres’, hagan buenas peliculas, sean simpaticos presentadores o sean propietarios de una tele progre como la sexta.
    Y por otro lado el bloque ‘proletario’ debe basarse en intereses profesionales y economicos de clase, no en temas ‘culturales’ o de ‘creencias’ personales.

    Claro que Peiró no era marxista.

  31. Comentario de Gekokujo (20/04/2013 02:27):

    Buen artículo, de verdad. Algo así me está revoloteando por la mente. El dilema de cómo hacer el bien sin hacer mucho mal. El dilema de estar totalmente al servicio del prójimo o tirar derecho hacia el modelo. Lo cierto es que es verdad, la lucha de clases ha vuelto, nunca se fue, solo estaba adormecida.

    Eye está en lo cierto, Fromm es bastante más que esta frase que creo sacada de contexto. Justamente si le lee verá que tiene mucho que decir sobre la psique y el comportamiento individual y de masas en momento de crisis como este. De hecho hace un análisis bastante simple, pero creo que acertado, del auge del fascismo y el comunismo tras el crack del 29.

    El título se llama, en catalán, ‘La por a la llibertat’. Muy adecuado para España.

  32. Comentario de jose (20/04/2013 09:06):

    Gekokujo
    ¿Has follado mucho gracias a Fromm? Recuerda que en LPD no tienes porque fingir dado que no aquí no hay mujeres -¡y mucho menos homosexuales!-.
    Un saludo

  33. Comentario de Gekokujo (20/04/2013 13:43):

    Jose: No, no he follado gracias a Fromm. Es más, espero que mis momentos en la cama han sido gracias a mí, exclusivamente. Aunque supongo que el horario y el número de cervezas allanan un poco el camino.

  34. Comentario de jose (21/04/2013 09:40):

    Gekokujo
    No subestimes el poder seductor de Fromm, por favor.

    Saludos

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