El Anti-Zizek: a favor de una democracia popular y populista

What I’m opposing is the approach that says, in a practical situation, “OK, there are some very clever game theoreticians in the world, let’s ask them what to do.” I have not seen, in all my life, a single example where a game theorist could give advice, based on the theory, which was more useful than that of the layman.

Ariel Rubinstein, experto mundial en teoría de juegos

Un espectro recorre Europa: el espectro del populismo.

Siempre me ha hecho gracia el término, siempre peyorativo, populismo. Rajoy, con su honestísima campaña de 2012, no era populista. Mas, con su pacto fiscal y su dret a decidir zanahorístico, no era populista. Populista es quién no opina como yo. Populista siempre son los otros. Chávez es populista. Pablo Iglesias es populista. Ada Colau es populista. ¿Pero cuál es el contrario de populismo? ¿Elitismo? Pues casi prefiero a los populistas.

Pues Zizek no. En este vídeo que publicó el amigo Francesc Miralles por tuister, Zizek se postula crítico con todas esas formas de democracia directa, inmediata y no representativa, fundamentadas en la auto-organización local –comunas, kibutz, cooperativas, etcétera- porque, aunque interesantes, no tienen el potencial de universalidad –quédense con la palabrita- al que un filósofo como él aspira. Zizek quiere re-inventar el Estado, un Estado fuerte, con sanidad y educación públicas y demás mecanismos a gran escala.

Yo también quiero un buen Estado de bienestar. No sólo Zizek: hasta me atreviría a decir que Rajoy y Mas también lo quieren. Pero no pueden pagarlo. Aquí está el punto crucial: acaso Zizek, rey filósofo a la ateniense, cree que un politólogo de Politikon encontrará la solución matemática –eso sí, optimizada y totalmente avalada por los datos empíricos- que re-inventa el Estado en su torre de marfil y entonces ya la podrá aplicar sin problemas ni fricciones sobre la sociedad que este rey filósofo ya no gobierna pero regula. El punto crucial es el siguiente: si el tecnócrata de turno puede aplicar o no su solución al problema no es si su solución teórica tiene un coeficiente de regresión lineal más alto que el tuyo o es que yo trabajo con R pero tú con Excel –que también podemos meternos con esto, eh-, sino depende de la correlación de fuerzas sociales de ese momento.

Y es que el primer pedazo de Estado de bienestar en Europa no lo diseñaron visionarios tecnócratas de buena fe, sino el canciller de hierro, Otto von Bismarck, en Alemania y eso no porque era buen tío, sino sólo para laminar el creciente poder del comunismo, ese monstruo populista. El Estado de bienestar no es una buena idea sobre un papel/paper científico: es un producto social, fruto de durísimas tensiones sociales e históricas. Como dijo Marx cuando describía el tremendo proceso de acumulación primitiva, el capital siempre se ha construido sobre lágrimas y sangre, nunca sobre ninguna armonía social. Entonces, cuando el capitalismo británico estaba viendo la luz, los ingeniosos gentlemen acometían su destino de Homo Economicus racional y egoísta vía la apropiación sistemática de las tierras comunales de los campesinos y su posterior expulsión, dejándolos sin ningún tipo de subsistencia. Lo cuenta bien Polanyi en La Gran Transformación. Luego esos mismos gentlemen se lanzarían a civilizar el resto del mundo. El obrero y el sujeto colonial, imágenes especulares de la misma violencia a gran escala.

Y Polanyi sigue: “la ley de la jornada laboral de 10 horas de 1847, que Karl Marx consideró la primera victoria del socialismo, fue obra de ilustrados reaccionarios” – como Bismarck: asustados ante el creciente poder del populismo daban concesiones a los movimientos obreros en forma de bienestar. O la Primera Guerra Mundial, cuando todas estas escisiones de partidos socialistas llamadas socialdemócratas, entraron al gobierno con sus programas reformistas porque los trabajadores eran totalmente necesarios para mantener bien viva la máquina de guerra del Estado. O el sistema de salud pública de Inglaterra después de la II Guerra Mundial, el plan Beveridge: o bien eso o bien, otra vez, estalinismo y fascismo y guerra mundial. Y, vosotros, capitalistas -o sea, élite; o sea, casta…- preferís este mal menor llamado Estado de bienestar, no? ¡Es una oferta que no se puede rechazar! Otro caso: el PSOE en los años ochenta – toda esa expansión de la sanidad y la educación públicas a un nivel inédito en España tenía una única función: desactivar los movimientos sociales existentes. Pero sin estos movimientos sociales, el PSOE tan sólo es un tonto útil: está atado de manos” y llora, impotente. Como un buen tecnócrata cualquiera. Ésa es la dialéctica de la democracia popular.

Un ejemplo práctico: el euro. Está claro que en su forma actual no funciona. Varoufakis y Galbraith (y Urtasun) defienden una modest proposal para su reforma. Sobre el papel está bien. Otros –como Lapavitsas– abogan en cambio por la salida de España (Grecia) del euro: pero para acometer esta transición del modo menos nocivo para las clases trabajadoras, España no puede hacerlo sola. Desde 2010 que hemos visto cómo la troika iba país por país, caso por caso, aplicando el austericidio sobre el romano divide y vencerás. Para salirse bien del euro, hace falta una coordinación sólida y activa con las otras izquierdas alternativas en Grecia, en Italia y en Portugal: ¿quizá un euro a una segunda velocidad? Pero es que en el forjar estas relaciones sociales de solidaridad internacional emerge, casi irónicamente, la correlación de fuerzas sociales necesaria para levantarse ante la troika y forzar una reforma del euro actualmente existente que sí beneficie a las poblaciones sureuropeas. Es decir: da igual si al final el objetivo es salirse del euro o su reforma –qué política pública-, lo que hace falta –sí o sí- es tejer movimientos sociales de solidaridad entre los países del sur de Europa. Es la praxis social, no el objetivo teórico sobre el papel, la que determina el resultado real del proceso histórico. Si no hay la necesaria correlación de fuerzas sociales, la modest proposal es simplemente un paper teórico, papel mojado. Parafraseando a Stalin, ¿cuántos tanques tiene Varoufakis?

Nosaltres volem anar a guanyar, evidentment, però no a gestionar la misèria, el poc que es pugui gestionar des de la institució, sinó a guanyar per capgirar la societat. Jo sempre poso l’exemple d’Allende, a Xile, que van fer l’assalt a les institucions públiques però realment no tenien una correlació de forces que pogués permetre capgirar la societat i els poder fàctics –l’oligarquia, el poder militar– van fer un cop d’estat.

Albert Martín, portavoz de la CUP en Barcelona

“No tenéis modelo!” braman. Una variante: “¡Vuestro modelo no se puede pagar!” Falso. Son ellos los que han roto el contrato social – ellos deben recomponerlo. Son ellos los que tienen que ver formas de hacer sostenible el Estado de bienestar. Son ellos los que nos tienen que devolver la educación pública y uno de los sistemas de sanidad públicos más eficientes del mundo según la OMS. Son ellos y sus think tanks con tantos másters y doctorados –¿para algo sirven, no?- los que tienen que buscar cómo pagar una renta básica para todos los ciudadanos y ver cómo hacer del derecho a la vivienda una realidad. Ya encontraron estos modos antes – pero sólo cuando no tenían otra opción. Pues que vuelvan a hacerlo. “¡Chávez está comprando votos con sus programas sociales!” ¡Claro que sí! Si el Estado de bienestar siempre ha consistido precisamente en esto, ¡en comprar votos!

Es ahora que la idea del modelo universal de Zizek se antoja tan europea, tan ilustrada, tan fundamentalista, tan totalitaria: pretender, otra vez más, que uno pueda tener e imponer “la solución” al margen de la praxis social, de la misma social – lo que podríamos llamar esquivar la dialéctica de la democracia popular. Pero es que éste no es ningún peligro del populismo, ¡sino del elitismo! Si los sueños de la razón producen monstruos, no es por otra cosa que por este elitismo tan larvado en nuestras mentes – tampoco es de extrañar, ya que llevamos miles de años viviendo en sociedades jerárquicas y eso queda – que nos ha dado el Homo Economicus capitalista, la white man’s burden británica y la mission civilisatrice francesa, pero también el bando fascista en la guerra civil española. ¡Ah, la civilización europea –tan elitista y tan racista- que produjo el Congo belga y Auschwitz! Arendt dijo que el fascismo tan sólo es colonialismo aplicado a europeos: compruébenlo comparando La batalla de Argel y Roma, città aperta. Son casi la misma película. Los del norte del Mediterráneo sufrimos el fascismo, los del sur el colonialismo. Compruébenlo leyendo La Gran Transformación y La limpieza étnica de Palestina. Son casi el mismo proceso.

¿Y nosotros? Para superar esta crisis, los europeos debemos asumir un particular fin de ciclo del que hemos hecho deliberadamente amnesia: el que va de 1492 a 2008. No por casualidad los fascistas gritaban en 1936: ¡España, antes roja que rota! Eran la reacción de un imperio colonial en colapso. No por casualidad ahí están Le Pen en Francia y el UKIP en Inglaterra – reacción instintiva, en los súbditos de antiguos imperios coloniales, ante su desposesión sistemática y negación de la subsistencia por parte de la expansión del capital, lo que Marx llamó acumulación primitiva y Polanyi, la gran transformación. «Nos están quitando la ciudad», dice Gala Pin – en efecto.

Es por eso que movimientos sociales como la PAH o Can Vies son tan importantes: la violencia de los desahucios, la gentrificación del turista, la marca Barcelona y las desokupaciones son parte del mismo proceso – la acumulación primitiva del siglo 21. No sobre el papel, pero a través de la praxis social, practican formas de resistencia activa que de-construyen la deuda, la propiedad y el capital como algos universales, naturales y escritos en piedra y los revelan como una mera relación social que sí se puede superar. Es en esa praxis, diaria, subversiva y contra-corriente, que se funda un nuevo modelo y un nuevo imaginario social y se establecen los lazos de solidaridad que pueden cristalizar en una correlación de fuerzas favorable – el movimiento se demuestra andando. Quizá no se consigue nada. El pesimismo aquí es un privilegio – ¡es que tampoco tenemos otra! La alternativa tan sólo es la arrogancia del elitismo. Las formas sociales de organización –como tantas otras cosas en la vida- no se implementan ni se imponen ni se regulan, sino nacen, crecen y mueren. No hay fin de la historia. De hecho, mueren justo después de devenir “universales”. Y las cooperativas y las comunas –nuestros modelos- muchas veces fueron asesinadas demasiado precozmente. Pero es que intentar acelerar los tiempos tomando el poder institucional sin atender a la correlación de fuerzas no es ganar: es perder. Como mucho, es gestionar la miseria.

Zizek se ríe de los espacios encerrados “liberados del capitalismo” por los activistas. Anda. Pues básicamente lo que están haciendo es emular las mismas dinámicas de transformación social de un proceso de probado éxito: el capitalismo. En efecto, los capitalistas tomaron el poder del Estado en el siglo XIX, pero es que llevaban desde Martín Lutero y Maquiavelo cambiando, sin prisa pero sin pausa, el modo de organización social dominante – creando “espacios liberados del feudalismo”. No se trata de empezar la casa por el tejado: los capitalistas empezaron liberando primero ciudades “y luego ya veremos” – las ciudades libres imperiales en Alemania o las comune –sí, comunas- italianas. Si estos espacios liberados no crecen no es por quién ya está en ellos, sino por quién aún no está: Zizek.

Zizek se queja: “¡no quiero ser movilizado políticamente todo el rato!” ¡Pero si ya lo estás, de movilizado todo el rato! Pero en la dirección opuesta: precisamente el sistema se reproduce y perpetúa en nuestras prácticas diarias, sobre todo en las que, sometidos al discurso hegemónico, percibimos como universales y naturales. Me pregunto qué responderían a esta queja –que a mí me suena tan de privilegiado con tiempo libre, ustedes perdonen- Pablo Iglesias (el tipógrafo, el original), Salvador Seguí o Joan Peiró. O qué diría Pere Esteve, de Sant Martí de Provençals, fundador de un colectivo libertario con catalanes y valencianos en su exilio en New Jersey, donde entraría en contacto con e influiría a Ricardo Flores Magón, ideólogo libertario de Zapata y el movimiento zapatista, ése que Zizek ahora no duda en ridiculizar. Pero es que si el movimiento zapatista no se expande, es por elitistas como Zizek que en vez de sumarse a él y contribuir su granito de arena, lo ridiculizan…

HOUSEHOLD DISPOSABLE INCOME - SPAIN

Oligarquía, impresión gráfica: España, país donde el 10% más pobre ha caído en la miseria total a costa del 10% más rico

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17 respuestas a El Anti-Zizek: a favor de una democracia popular y populista

  1. Rafapedia dijo:

    Has hecho llorar al niño Jesús y Jehova ha matado a un soldado israelí por haber escrito harmonía así con h. Gensanta

  2. ieau dijo:

    Rafapedia, en este caso, el pensar en catalán no fue tan maligno: Sonría el niño Jesús y resucite el soldado israelí por obra de Jehová…

    http://lema.rae.es/drae/?val=harmon%C3%ADa

    Me choca más el uso de una expresión enfática del catalán traducida literalmente:

    «¡Pero si ya lo estás, de movilizado todo el rato!»

    Aunque no me molesta lo más mínimo dicha expresión ni el tema ortográfico/gramatical. De hecho creo que, con la sustancia que tiene el artículo, pararse a mirar su harmonía es un error. Comente el meollo, comente.

    Personalmente, lo que escribe parvulesco, cada vez me gusta más, lo que puede querer decir que mi «sentido común» se está reeducando anarquistamente.

  3. parvulesco dijo:

    Sorry, ahora lo cambio, se me ha pasado. El texto está plagado de errores…

  4. ieau dijo:

    ¿?

    Me remito a mi enlace.

    Puede que «harmonía» esté en desuso, pero no es incorrecto: el niño Jesús lloraba injustificadamente y Jehová mataba sin razón…

  5. edu dijo:

    Estupenda reflexión. Hartos de gente que les gustaría que avanzara lo que no avanza, pero no están dispuestos a trabajar en ello.


    P.S.: Hartos también de los que os dedicáis a señalar las faltas de ortografía en los comentarios de los blogs. Sois ridículos aunque tengáis razón.

  6. Rocamadour dijo:

    Enlaces a corregir: Rubinstein, Politikon.

    Buen texto. Droja dura, oiga.

    Lo de corregir ortografía es necesario. Que luego se ríen de nosotros las elites. 😉

    Me voy a enmarcar esta frase:

    «Si el Estado de bienestar siempre ha consistido precisamente en esto, ¡en comprar votos!»

  7. Antonio Pan dijo:

    A Zizek no conviene tomarle muy en serio. Sin embargo discrepo de sus críticos habituales, puesto que es útil para poner en tensión nuestras propias creencias. En este caso, creo que el fondo de lo que expresa es el denunciar algo que es muy cierto; a menudo las pulsiones libertarias acaban haciendo el juego -sin quererlo- al neoliberalismo rampante, así como en tiempos pasados le hicieron el juego a los enemigos de la República.

    • Joan dijo:

      Con los libertarios pasa los mismo que con la fuerza, hay el lado oscuro y el luminosos. Donde evidentemente el bueno es el oscuro el otro es moralista y limitado. A mi entender serian los anarco-individualistas y los anarco-comunistas, los segundos para mi solo son comunistas anarquizados no auténticos libertarios del reverso oscuro.

  8. parvulesco dijo:

    ¡Enlaces corregidos!

  9. apuente dijo:

    Este texto es estupendo porque da en el clavo en muchos momentos para hacer brillar como un lucero lo contrario de lo que defiende. Sorry, but. 😛 Ahora en serio, agradezco mucho que me hagan pesar tanto como este artículo.

    Aquí hay un pecado original: no se distingue el dentro/fuera de lo que habla Zizek y eso lo lleva a pensar que la llamada solución universal de Zizek es algo más que una propuesta «hacia adentro», cuando me temo que no lo es.

    Me explico. Mi interpretación de las palabras de Zizek no es que esté proponiendo una solución universal aceptable para los señores con chistera que se han apropiado de las tierras comunales. No. Nos habla a nosotros, a los que nos han quitado las tierras comunales. Y no nos habla de cómo hacer que los de la chistera se sienten a la mesa, ni mucho menos qué proponer para que les parezca bien nuestra propuesta. Habla de con qué tendría que ir a esa mesa el ideólogo del Zapatismo o quien sea que se siente en ella.

    Hay un ejemplo muy bueno en el texto. El del euro y la modest proposal y Lapavistas. Dice el amigo Parvulesco que «da igual si al final el objetivo es salirse del euro o su reforma». Rechazo de plano esta idea. Creo que no da ni parecido. Y no lo da porque, utilizando las palabras de Stalin en el texto, tendrás más o menos (o distintos) tanques si consigues cohesionar a una mayoría en torno a la idea de la salida del euro o la de la reforma. La correlación de fuerzas –que es el asunto del que al fin y al cabo va todo esto– operará de muy distinta manera dependiendo de cuáles sean los objetivos y las líneas rojas que nuestra parte pone sobre la mesa de negociación del contrato social. Mientras unas propuestas pueden a) enganchar a sectores mayoritarios de los desposeidos y b) asustar a los desposeedores, las otras solo consiguen enganchar y no asustar o asustar y no enganchar, o ninguna de las dos. Si vas a la mesa con las primeras te van a hacer una contraoferta, pero si vas con las segundas –y es con la que vamos siempre desde hace unas décadas– te van a decir «vale, pues hazlo y cuando fracases ya volverás». (Y no, en el ejemplo del euro no tengo ni idea de cuál es la una y la otra. De hecho creo –puto pesimismo– que en el asunto del euro todas las opciones o no enganchan mayorías o no asustan o ambas.)

    Y aquí llega el problema que si me he explicado bien debería verse ya claro. El populismo –sí, yo también odio este uso de esta palabra, pero es lo que tengo– que está arrasando por ejemplo en España es un populismo que, por imitación del populismo que llevó a Rajoy al gobierno y a Mas al pozo en el que esté Mas en este momento, acepta de puta madre el parque libre de capitalismo pero que no quiere que su casa esté dentro del parque libre de capitalismo. ¿Por qué? Porque aquí comemos cada día.

    Cuando constatamos que el parque libre de capitalismo y Can Vies y los zapatistas no están proponiendo un modelo que nos pueda dar de comer las migajas que nos garantiza mañana el capitalismo, es cuando aparece la evidencia. Que o nos inventamos un parque que sirva para decirle masivamente vete a la mierda al capitalismo o quienes nos vamos a la mierda somos nosotros.

    «Son ellos los que han roto el contrato social – ellos deben recomponerlo», dice. No, no. La vida no es justa y el que rompe no siempre paga. Somos nosotros los que hemos de poner los tanques encima de la mesa y exigir un modelo nuevo para que nos den uno seminuevo. La pregunta que se hace Zizek es con qué rayos vamos a amenazar. Porque tenemos a unos cuantos de nuestro bando que van a volver a amenazar con los parques libres de capitalismo, y el capital va a decir «claro, ¿cuántos te pongo, media docena?». Y no hablo de algo teórico, he visto cómo ocurría en Barcelona ese tipo de pactos entre movimientos y ayuntamiento una y otra vez. Es nuestra incapacidad para encontrar alternativas a los parques libres de capitalismo lo que tiene mayor peso en nuestra correlación de fuerzas con el capitalismo y lo que nos ata a él.

    Vivimos en la escasez política. Que no se nos olvide. No tenemos ni 20 modelos alternativos ni uno solo, que era algo que sí había (y garantizaba la ración de migajas, y enganchaba multitudes, y daba miedo, aunque ya no) cuando se inventan el estado de bienestar como contraoferta. Por eso ahora nos conformamos con cualquier praxis social que ponga en cuestión la deuda, la propiedad y a su primo. Es que no tenemos más. Y bastante hacemos, pobres de nosotros, con hacer que existan esas praxis sociales que ponen en cuestión cosas. Bastantes horas echaron algunos para que existiera el 15M. Bastante importante son. No se me ocurriría despreciarlos ni por un segundo. Pero no nos flipemos. No todas las prácticas sociales que cuestionan el capital fundan modelos validos para superarlo. De hecho en fechas recientes ningún populismo ha sido capaz de proponer una salida que a la vez sea apoyada mayoritariamente y que acojone por su factibilidad a los del otro lado de la mesa. Lo gordo es que el que más cerca está de eso es el populismo de extrema derecha.

    Así que a jodersen los rojis, que Le Pen sí acojona a los de las chisteras y todavía va y gana y les quita a los migrantes que trabajan barato para dar un poco más de poder económico a los señores franceses de dos generaciones. Aunque sea por un rato muy corto. Esto a lo que llamamos democracia popular, en Europa está más cerca de lo de Le Pen que de los parques libres de capitalismo. Y es por razones obvias.

    (Perdón por el tostón)

    • Joan dijo:

      En mi opinión el contrato social no quiere decir socialista. El contrato social legitima al Estado a coacionar a la población con sus leyes y dectretos.

  10. Antonio dijo:

    1.Estado social no pagable? Si socializamos actual.económicas lo único que se esta haciendo es aumentar la escala.Por tanto esas activ.son MUCHO MAS PAGABLES.Ya lo ha sido: en la ‘treintena gloriosa’.No fue laoedad de oro del capitalismo y si del socialismo en democracia.
    2.No hay contradicción entre Estado fuerte (Zizeck) y descentralización del poder(Can Vives)
    3.Los de la chistera solo van a negociar con tanques en la mesa.Antes no.Y seguirá la transferencia y conquista de rentas

    • Antonio dijo:

      En el mismo sentido: economía familiar,empresa privada capitalista (siglo 19), estado del bienestar, estado social y socialismo son solo distintas fases de lo mismo.Simples cambios de escala no cualitativos de la evolutiva y perpetua fusión y asociación de los seres vivos.Sólo un psicópata social con pasta de elite puede no preferirlo.Saludos

  11. Pedro Dimas dijo:

    Señores de Club Pobrelberg,
    Por favor, ¡animen el debate! Que en estos países, en Catalunya y en España, no es que haya mucho en liza en teoría política, ni socioeconómica ni de nada, ¡jajajajaja! A ver si acuden más a la página y publican más coño, porque si no en este país lo tenemos crudo. Si no lo hacen ustedes, la cosa está que se reseca poco a poco…Hay el suficiente nivel en estos post como para que hayan adquirido ustedes ya responsabilidad pública ineludible para publicar más y no dejarnos a los ciudadanos ni a sol ni a sombra, para tocar temas espinosos que deben salir a la arena y para provocar a quien nadie quiere provocar.

    Por ejemplo, se me ocurren temas que parecen vírgenes de democracia directa y participativa, o de alternativas económico-políticas, o hasta qué punto en ese campo está todo teorizado y discutido , o no lo está ni de puta casualidad…Temas de desigualdades sociales, discutir -o ensalzar, depende de las ganas de crear algo- las últimas aportaciones de Thomas Piketty, de Noam Chomsky…Temas de gestión del conocimiento, vamos, sobre todo de universidades, si nos basta con barrarle el paso al neoliberalismo o hay que hacer mucho más y derrubiar esas instituciones con estructuras, procedimientos, pedagogías y por supuesto mentalidades poco menos que medievales.

    Es como si estuviera todo sabido y discutido. No digo que en los otros países, en los principales, haya mucho más en debate y mucho más dinamismo, pero los tipos saben que tienen más que discutir y que teorizar (me temo).

    Un saludo cariñoso amigos,

    ¡Os esperamos!

    Don Pedro Dimas

  12. Qué grandes soys.
    Me habeis hecho percatarme de que ya no se cuestiona si la austeridad funciona o no. Si lo ha hecho gente que no sabe manejar un excel o no. Si ha salvado algún país o no.
    Yo tenía a Zizek como experto guía, y ahora lo descubro como anti-libertario. En fin en fin en fin. Qué despacio vamos todos tejiendo redes y qué deprisa cambia el tapiz

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