Cómo no hacer la revolución

Recogemos aquí las cinco conclusiones en las que resumió Engels su trabajo sobre los bakuninistas españoles. Sus artículos aparecieron en Der Volksstrat, en 1873 y todavían no han perdido parte de su actualidad.

Conclusiones:

. En cuanto se enfrentaron con una situación revolucionaria seria, los bakuninistas se vieron obligados a echar por la borda todo el programa que hasta entonces habían mantenido. En primer lugar, sacrificaron su doctrina del abstencionismo político y, sobre todo, del abstencionismo electoral obligatorio. Luego, le llegó el turno a la anarquía, a la abolición del Estado; lo que hicieron fue intentar erigir una serie de pequeños Estados nuevos. A continuación, abandonaron su principio de que los obreros no debían participar en ninguna revolución que no persiguiese la inmediata y completa emancipación del proletariado, y participaron en un movimiento cuyo carácter puramente burgués era evidente. Finalmente, pisotearon el principio que acababan de proclamar ellos mismos, principio según el cual la instauración de un gobierno revolucionario no es más que un nuevo engaño y una nueva traición a la clase obrera, instalándose cómodamente en las juntas gubernamentales de las distintas ciudades, y además casi siempre como una minoría impotente, paralizada y políticamente explotada por los burgueses.

. Al renegar de los principios que habían venido predicando siempre, lo hicieron de la manera más cobarde y más embustera y bajo la presión de una conciencia culpable, sin que los propios bakuninistas ni las masas acaudilladas por ellos se lanzasen al movimiento con ningún programa ni supiesen remotamente lo que querían. ¿Cuál fue la consecuencia natural de esto? Que los bakuninistas entorpeciesen todo movimiento, como en Barcelona, o se viesen arrastrados a levantamientos aislados, irreflexivos y estúpidos, como en Alcoi y Sanlúcar de Barrameda, o bien, que la dirección de la insurrección cayera en manos de los burgueses intransigentes, como ocurrió en la mayoría de los casos. Así pues, al pasar a los hechos, los gritos ultrarrevolucionarios de los bakuninistas se tradujeron en medidas apaciguadoras, en levantamientos condenados de antemano al fracaso en la adhesión a un partido burgués que, además de explotar ignominiosamente a los obreros para sus fines políticos, los trataba a patadas.

. Lo único que ha quedado en pie de los llamados principios de la anarquía, de la federación libre de grupos independientes, etcétera, ha sido la disposición sin tasa y sin sentido de los medios revolucionarios de lucha, que permitió al gobierno dominar una ciudad tras otra con un puñado de tropas sin encontrar apenas resistencia.

. Fin de fiesta: No sólo la sección española de la Internacional -lo mismo la falsa que la auténtica- se ha visto envuelta en el derrumbamiento de los intransigentes, y hoy esta sección -en tiempos numerosa y bien organizada- está de hecho disuelta, sino que, además, se le atribuye todo el cúmulo de excesos imaginarios sin el cual los filisteos de todos los países no pueden concebir un levantamiento obrero; con lo que han hecho imposible, casi por muchos años, la reorganización del proletariado español.

. En una palabra, los bakuninistas españoles nos han dado un ejemplo insuperable de cómo no debe hacerse una revolución.

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24 respuestas a Cómo no hacer la revolución

  1. Bueno, es lo que tiene tener un programa de emancipación total y no un dirigismo vanguardista con comités centrales y esas cosas. Evidentemente tampoco hay un programa de implantación de estados totalitarios que, con la idea-fuerza de la «dictadura del proletariado», desemboquen en una oligarquía burocrática. Evidentemente a Engels, después de los experiementos revolucionarios del XIX, ya no le dio tiempo a llegar a la plasmación del primer logro revolucionario anarquista durante la Guerra Civil Española.

    Es punto común desde la ruptura en la Internacional la propaganda marxista que propagó la idea de que el anarquismo era un movimiento burgués. En fin, creía que estas cosas ya estaban superadas solo con leer un poco de historia. Pero veo que no.

    Y patinaste con la similitud. El movimiento 15M no es ni de lejos de ideología anarquista; precisamente cae en todas las incoherencias que cita el panfleto de Engels porque es un movimiento reformista, de pequeñoburgueses en su mayoría, al gusto de la terminología marxista. Los compañeros del movimiento libertario español se han cansado de discutirlo entre ellos; se están dejando la piel para que, por lo menos, no sea «recuperado» precisamente por esos profesionales de la manipulación de asambleas, en su mayoría, marxistas. Y suponer que el inmovilismo proviene únicamente del sector anarquista del movimiento es ser muy atrevido.

    Pensar más en el inclusivismo y en el posibilismo a ultranza que hay en el movimiento -aparte de no tener ni puta idea en su mayoría de siquiera lo que es funcionar en asamblea- a lo mejor lleva a modificar los errores. Seguir con las antiguas acusaciones trasnochadas es, como dice Engels, reproducir los vicios del sistema.

    Un saludo.

  2. Dr. Gregorio de la Casa dijo:

    Sigo con interés la serie de artículos. Me estáis recordando resumidas algunas cosas que ya conocía, y me entero de otras que no sabía.

    Una cosa, ¿suscribes por completo los 5 puntos? Dices que no han perdido parte de actualidad. ¿En qué parte no, pues?

    Vamos, que quería pincharte para que lo desarrolléis más.

    Lo de que las críticas más feroces (y a menudo, injustas) suelen venir del lado comunista y socialista (en el sentido habitual), como indica Hereje Blasfemo, es muy cierto.

  3. Jordi P dijo:

    A mi lo que me sorprende es que en la situación en la que estamos, de retroceso generalizado de la izquierda, la gente de izquierdas siga dándole vueltas a si anarquistas, socialistas autoritarios, marxistas, socialistas blandos, comunistas, socialistas puros, libertarios y otras tribus. Yo debo tener una concepción política viciada por ser de ciencias aplicadas y no de ciencias puras o letras porqué no entiendo que todo esto tenga importancia más allá del análisis histórico. A día de hoy, y asumiendo que mi opinión es muy primaria a nivel teórico-histórico de los movimientos de izquierda, para mi cualquier propuesta o modelo, venga de quien venga, que implique una transformación hacia una sociedad donde las personas tengamos un mayor control sobre el sistema económico y político debe ser considerada. En mi caso pongo la condición de que no quiero pasar por ningún tipo de dictadura ni revolución violenta por el camino, pero prácticamente es la única condición. ¿Qué más da si quien propone algo es libertario bakunista o marxista o centrista o ecologista?

  4. desempleado dijo:

    Creo que «El General» se tomaría más de un par de cervezas antes de comenzar a opinar sobre la situación actual.

  5. Efectivamente, Jordi P, pues empieza a leerte las numerosas propuestas y modelos de cambio que ya existen y eliges, que nadie ha descubierto ahora la fórmula de la Coca-Cola. Y, entonces, te darás cuenta que con toda la variedad, hay puntos comunes para definir lo que es marxismo, anarquismo, nacionalsocialismo, socialdemocracia, situacionismo,… El anarquista te propondrá eliminar el Estado; el marxista socializar los medios de producción gestionados por un Estado… el que tienes que elegir eres tú y las propuestas ya las tienes, todas las que quieras y de todos los colores. El problema es que todas suponen sacrificios y riesgos, y, perdona si me equivoco, lo que tú no quieres son sacrificios ni riesgos.

    Un saludo.

  6. Cero dijo:

    Hola:
    Me aburren todas estas consideraciones sobre etiquetas ideológicas. Mirad, tengo amigos de izquierdas, y de todo signo, que se quedan en el discurso y no hacen absolutamente nada. A partir de ahora, cuando me interese conversar con alguien le preguntaré: ¿con qué banca operas? Si me lo quiere decir y no es de una banca convencional, sigo hablando. Y si no quiere, pues muy buenas. Y si me dice que es del BSCH o del BBV o de La Caixa, pues a la mierda. La única ciudadanía que ya considero digna es la económica.

  7. Jordi P dijo:

    Hereje Blasfemo, es evidente que hay numerosas propuestas que por cierto tienen una cosa en común, todas han fracasado. No estoy en contra de estudiarlas y planteármelas (lo he hecho bastante más de lo que parece), de lo que estoy es en contra de elegir una y «comprar» todo el pack . Básicamente porque creo que no funciona.

    Sobre los sacrificios y riesgos, hay un sacrificio que no estoy dispuesto a asumir y es apoyar una causa que para conseguir el poder tenga que cortar miles de cabezas o montar una dictadura. Primero por un motivo ético, esta opción ya la he elegido y muy firmemente, y en segundo lugar porque no funciona.

    Cero,

    Confieso que conmigo no podrías conversar. Aunque creo que tienes razón, en la vida vas acumulando errores y algunos cuestan de eliminar.

    Ya que pareces puesto en la materia, ¿puedes recomendar algunas entidades de banca ética que a tu modo de ver ofrezcan confianza?

    Saludos,

    • Cero dijo:

      Hola Jordi P:
      No soy ningún experto en finanzas éticas, pero tengo amigos que sí los son. Y lo que he aprendido de ellos es los siguiente:
      1) existen bancos convencionales que no nos sablean con comisiones: los que operan por internet. Al menos no les haces más ricos y son igualmente operativos (p. ej., oficina directa del Sabadell)
      2) existen cooperativas de crédito, que operan como bancos convencionales, pero al tratarse de cooperativas hay una gestión más democrática y trabajan para la economía productiva y no la especulativa (p. ej., caja laboral, caixa d’enginyers)
      3) existen bancas semiéticas, cuya gestión no es democrática, pero que trabajan para el mercado social (p. ej., Triodos)
      4) existen bancas éticas, cuya gestión es democrática y trabajan también para el mercado social. El problema de estas entidades es que son poco operativas al no tener suficiente capital social (p. ej., Fiare, coop57)
      Yo opero con una banca convencional por internet para domiciliación de nóminas, facturas y tarjetas, y el poco ahorro que puedo generar lo transfiero a una banca simiética. En los próximos meses analizaré de nuevo todo esto, porque últimamente han aparecido nuevas posibilidades en el sector de las finanzas éticas.
      La idea es muy simple. El mundo económico lo mueve el dinero, y hasta ahora lo mueve en una sola dirección. Hagamos que comience a moverse en otra dirección. No me interesan ya las definiciones ideológicas, sino las acciones económicas.

  8. InVino(Veritas) dijo:

    Pues sera porque tambien soy de ciencias, pero yo estoy con Jordi P. Si sacrificar y arriesgar pasa por atropellar derechos fundamentales o liarnos a tortas, entonces no creo que debamos ni arriesgar ni sacrificar nada. Para mi esa es la delgada linea roja.

    Y tampoco me gusta lo de «estos son los parametros idelogicos que hay, y aqui tiene usted que retratarse». Creer en Marx, Ayn Rand o Hayeck a estas alturas de la pelicula es probablemente tan util para entender la realidad como hacerse monosofista o nestoriano. Y no estoy diciendo con esto que no convenga leer a Marx o a Nestorio. Lo que digo es que minimizar el dogmatismo y favorecer la opinion frente a la creencia es un aspecto central del movimiento 15M. Y consustancial a la opinion es la falta de compromiso: si debatir tiene algun sentido es porque las opiniones se cambian. Me da la sensacion de que quienes critican el pensamiento debil y la falta de compromiso idelogico en el fondo no entienden que sus coordenadas ideologicas ya caducaron. Pobrecitos los carlistas del siglo XXI. Como Engels, seguiran gritando que la revolucion asi no se hace. Y como Engels no se daran cuenta de que en realidad si, asi es exactamente como se hace una revolucion. Lo que pasa es que no es la suya.

    Saludos camaradas, libertad o muerte, ni dios ni amo, este hermano suyo en Cristo, que es Uno y Trino y a veces no.

    • Gekokujo dijo:

      Vuelvo a insistir en que hay que huir de dogmatismos programáticos. Esto es lo que creo nos enseñaron los liberales del pasado y que enlaza con los presocráticos. Dicho esto, es de agradecer que el 15-M no predique una erradicación del estado. Creo que eso no sería realista, aunque por mi parte estaría encantado de que desapareciesen todos de la faz de la Tierra.

  9. Jordi P: Deja de ponerte tan riguroso y obsesivo con lo de la banca ética para tener una discusión, ¡hombre! No creo que sea tu única preocupación -por lo menos, la mía no lo es-. Veamos. Con puntos comunes me refería a que muchas de las ideologías tienen a su vez muy distintas tendencias en su interior, pero que comparten unas bases ideológicas para definirlas. Y no todas llegaron a fracasar -¿en qué términos?-: el nacionalsocialismo triunfó en Alemania y fue erradicado mediante el triunfo de una intervención militar; igual con el anarquismo español, o con el ukraniano.

    Yo no he dicho que uno se deba agarrar a una ideología como Biblia, eso es fanatismo irracional, obvio. Sin embargo, decir que se es completamente apolítico y exigir luego a alguien que solo le hable de «banca ética» es bastante incoherente. Te voy a decir un secreto que quizá no te guste: nadie es apolítico, porque serlo, ya es una postura política. Imagino, corrígeme si me equivoco, que tú probablemente desearías reformar el sistema de democracia parlamentaria para controlar más a los políticos y que estuvieran dirigiendo un pais políticos «decentes». Eso es socialdemocracia. No te preocupes, está bien, es tu opción y crees que es lo mejor. Yo soy de otro palo, espero que me lo permitas. Tú quieres seguir delegando -es lo que decía con lo de riesgos y sacrificios- en otros tu vida, los que tú consideras adecuados, claro, porque los de ahora no te gustan. Otros, preferimos arriesgarnos más y cambiar más radicalmente las cosas. La violencia puede ser necesaria o no; yo por ejemplo no me dejaría golpear alegremente por la policía confiando en no se qué beneficios de eso -y el efecto llamada verás que es temporal-.

    InVino(Veritas): Los que tenemos una ideología, sea la que sea, aunque sea de cosecha particular, ¿deberíamos abandonarla por la tuya que parece que es la luz y el camino? ¡Buf! Le dijo la sartén al cazo. Lo demás ad hominem a cascoporro. Por cierto, yo también soy «de ciencias», pero te recomiendo esto para que sepas lo que pienso con eso de ser «de ciencias» o «de letras».

    • Gekokujo dijo:

      Al citar anarquismo ucraniano me ha venido a la cabeza que los cosacos de allí se rigieron durante siglos por asambleas, en las que se escogía directamente a un jefe que tenía unas atribuciones bastante limitadas.

      Con tu acotación de lo que es político estoy totalmente de acuerdo. Es un problema quasi filosófico, pues el concepto de la nada que aplicas al apolítico viene a ser el mismo que se puede leer en el libro del Tao: Una botella se define tanto por su estructura como por el vacío que le da su utilidad, que vendría a ser la no-botella.

    • InVino(Veritas) dijo:

      Sr Hereje, lamento si no estaba claro en primer lugar, pero lo de coincidir con Jordi P. por ser de ciencias debe leerse en tono humorístico. Probablemente si yo fuese fontanero también estaría de acuerdo.

      Lo que no entiendo muy bién son sus alusiones a mis falacias ad hominem. ¿A qué hominem en concrento? Como tampoco entiendo muy bien eso de que intento venderle una ideología. Precisamente lo que venía a decir es que el 15M viene a demostrar que, ahora mismo, un movimiento puede ser tremendamente político sin encasillarse necesariamente en ejes ideológicos pre-establecidos. Por supuesto que cada cual puede tener la ideología que le plazca y discutirla públicamente, faltaría más. Pero creo que convendría evitar la tentación de incrustar en alguna categoría histórica a quien se niega a hacerlo de motu propio. Si ud me pregunta cuales son mis principios, yo le diria que los contenidos en la Declaracion Universal de Derechos del Hombre. Es posible que ud me diga que entonces debo ser o liberal o socialdemócrata. Bueno, entonces como prefiero la república a la monarquía debo ser también de los populares o de los optimates…

  10. Jordi P dijo:

    Hereje Blasfemo, creo que te confundes de pesona en la respuesta, el que ha puesto como condición la banca ética o similares ha sido Cero. Yo me he limitado a reconocer que no soy actualmente usuario de la banca ética. Es decir en ningún momento he dicho que sea apolítico, ni he puesto la banca ética como condición de nada. Tampoco en mis comentarios en ningún momento te obligo a nada. Explico mis planteamientos, partiendo de la base que pueden ser tan erróneos como cualquier otros.

    Por otra parte tu concepto de triunfar no es el mismo que el mío. Cuando yo digo que ninguna de las propuestas históricas ha triunfado, no me refiero a si han conseguido gobernar. Es verdad que el nacionalsocialismo ganó en Alemania y otros países, ¿Pero consiguió una sociedad mejor que la anterior? Mi concepto de triunfar no es solo si se gana el poder, sino constatar si después del cambio se consigue una mejora para el conjunto de la sociedad en términos de mayor libertad o mayor igualdad de derechos.

    Como cualquier transformación creo que se tienen que implantar por métodos democráticos, es probable que sea cierto y en un mundo encasillado debo entrar dentro de la categoría de lo que se llama socialismo democrático o socialdemocracia, aunque nunca me he considerado como tal, ya que considero a los socialdemócratas «reales» demasido adaptados al sistema actual. Además hay ideas libertarias, gran parte de las propuestas ecologistas y otras, que considero de simple madurez democrática y que puede defender una persona de cualquier ideología, que también me son afines.

    • Cero dijo:

      Hola:
      Por alusiones quiero decir que he dejado mi respuesta unos espacios antes de ésta. Pero quiero decir ahora que no se trata de negar la influencia que tiene la democracia política y las ideologías en el diseño de nuestras instituciones y formas de pensamiento y vida, algo que es obvio, sino de avanzar en nuevas propuestas suplementarias, así como en plantear la necesidad de ir superando el montón de contradicciones que arrastramos los que tenemos un pensamiento de izquierdas. Las ideas de hoy puede que sean los hechos de mañana, pero mientras tanto hay que ir haciendo algo. Y por supuesto, no hay en todo esto ningún mesianismo redivivo.

    • Gekokujo dijo:

      Estoy bastante de acuerdo contigo en que la medida del éxito en realidad no se mide en las urnas aunque los partidos, lógicamente, se empeñen en lo contrario.

      Respecto a las ideas ecologistas confirmo tu punto de vista. Me viene en mente el término «huella ecológica», pues creo que en el futuro ha de convertirse en un referente a la hora de examinar cuestiones como la propiedad, que debería ligarse a este término, algo que en tiempos de Marx todavía no era viable. Con esto vengo a decir que se pueden hacer planteamientos de izquierdas y/o ecologistas con una base racional que pueden ser perfectamente aceptados por una persona que tenga una mínima información y sentido común.

  11. parvulesco dijo:

    Saludos,
    el texto es un copia-y-pega del primer vínculo -me pareció interesante ofrecer una contra-perspectiva de realismo a opiniones más libertarias, que habitualmente pecan de cierto espíritu utópico e irrealizable. En el primer texto que colgué, hablaba de lo político de nuestras relaciones económicas -lo que sería ciudadanía económica. Cambiarlas sería un primer paso de emancipación política pero es iluso creer que se puede cambiar la sociedad simplemente esperando a que cada uno de nosotros caiga del burro y asuma sus responsabilidades cívicas espontáneamente.

    Precisamente existe un equilibrio entre acción política, que requiere unas direcciones más claras (y que a veces no se pueden consensuar) y cambio libre y democrático, que el movimiento libertario, para aspirar a algo realista, tiene que asumir para no ser un mero movimiento pequeñoburgués, en palabras de Engels.

    PD Sobre el tema ideológico, un factor importante es el analfabetismo de las sociedades del siglo XIX, así que tenían que renunciar a la complejidad de un pensamiento y limitarse a ciertas posiciones muy claras, para que su target pudiera asumirlas. Precisamente en este punto se ha mejorado muchísimo y por eso lo libertario sería más realizable.

    Gracias por los comentarios,

  12. InVino(Veritas) dijo:

    Pues yo lamento estar en desacuerdo, pero creo que por muy utópico que parezca, la única manera de mejorar realmente el sistema es promover el desarrollo de la responsabilidad cívica. Aunque entiendo las dificultades y la frustración que una perspectiva tan a largo plazo presenta, realmente creo que no hay otra manera.

    Porque ¿cúales son las alternativas? Si lo que se pretende es promover la participación democrática y convertir al ciudadano en actor principal político y económico, resultaría absurdo hacerlo suplantando a quién se pretende representar. Para eso ya tenemos al parlamento. No es posible transformar la democracia representativa en algo más asambleario sin contar con quien debe estar en esas asambleas. Y eso incluye a los ahora votantes del PSOE, PP, CIU y el Frente Nacional que prefieren, por las razones que sean, participar en su gobierno depositando un voto cada cuatro años. En el terreno de lo ético, lo contrario seria caer en el mismo error que Engels: secuestrar la voluntad del ciudadano de hoy para lograr la libertad del ciudadano de mañana. De la misma manera que el marxismo secuestra la libertad del trabajador de hoy para darle la liberta al uno del futuro, que ni está ni se le espera.

    Pero es que también hay razones en el terreno de lo pragmático. No debemos caer en la ingenuidad de pensar que una democracia asamblearia será algo tan facil como en Sol. En Sol la mayor parte de la gente está de acuerdo en lo fundamental, por eso están ahí. Una asamblea de verdad congrega a gente con puntos de vista diametralmente opuestos. Yo no creo en el mito de que somos tan cazurros que no podemos estar en desacuerdo sin matarnos. Pero tampoco creo en idilicas acadias donde , sin representantes políticos de por medio, un votante de ERC descubre el amor en una militante de la Falange y juntos hacen el amor en mitad de la asamblea. Es necesario que nos eduquemos en el desacuerdo, y eso requiere tiempo y mucha, mucha responsabilidad cívica. Por eso el mero hecho de debatir o de promover la democracia económica con pequeños gestos cotidianos son, pese a lo que pudiera parecer, pasos de gigante en la dirección correcta.

    Por otra parte no se qué tienen de malo los movimientos pequeñoburqueses, si Ipod tenemos todos!

    Saludos!

  13. Johnnie dijo:

    Hola,

    Yo creo que todos estos temas son interesantes en la medida en que debemos aprender de la historia para no volver a cometer los mismos errores. Y, obviamente, para robar ideas que ya hayan tenido otros antes.

    Como dice Jordi P., el objetivo es recuperar la máxima soberanía, devolver el poder, o parte de él, al pueblo, y si se hace de manera libertaria o de manera ecosocialista, la verdad, importa menos. Pero como hay que hacerlo de alguna manera, mejor escoger con conocimiento.

    A Engels le diría que o sopla o sorbe, que eso de criticar a los anarquistas por un lado por aliarse con los burgueses y por el otro por no montar un estado fuerte capaz de resistir y contraatacar no cuadra. La revolución se hace todos los días, cuando uno puede y con todas las armas disponibles.

  14. El señor Hereje Blasfemo escamotea lo más importante del artículo y el carácter profético de Engels, a saberse: ¿Comó no hacer la revolución?.

    -Los marxistas la hicieron, y bajo mi punto de vista, hay un enorme balance positivo en la URSS, como demuestran los estudios serios de historiadores rusos tras la apertura de los Archivos Soviéticos y no las novelas de niños pijos rusos a los cuales EEUU les puso un altavoz y se puso a distribuir por toda el área de difusión del Plan Marshall.

    -Los anarquistas no la hicieron.

    -En el fondo, todo anarquista es un conformista. No quiere hacer la revolución, no tiene una visión global de los peligros que esconde la jungla mundial. Pasando por ejemplo por el desarrollo del arma nuclear para poder defender tu patria revolucionaria. ¿O acaso cada individuo puede desarrollar su propia bomba atómica?. Son, como decía Marx, gente con buen corazón en un mundo sin corazón. Y por ello, doblemente peligrosos. El problema de los trágicos y sabios marxistas es que, como no lo vemos todo happy, necesitamos a los anarquistas para darle un barniz guay al asunto. Los anarquistas son útiles, pero luego, por su bien y por el de todos, deben ser reducidos, antes de que destruyan todo lo que han ayudado a crear.

    • Johnnie dijo:

      Partiendo de la base de que, evidentemente, sin arma nuclear no hay revolución, creo que tienes razón. Centrándose en que hay proyectos de cierta envergadura que son inasumibles por un sistema libertario, como mínimo a priori, que pueden tener su utilidad, eso no significa que nada pueda serlo. Como decían más arriba, quedarse con una ideología y tratar de que el mundo comulgue con las ruedas de molino que uno mismo se impone es una locura, y no funciona.

      Y no soy historiador (de ninguna clase) pero opino que lo del enorme balance positivo estaría bien exponerlo mejor, porque un enorme balance positivo durante 70 años no se salda con lo que hoy parece ser Rusia.

  15. pep dijo:

    Por contextualizar el artículo, Engels fue Delegado de la Internacional en España -en un intento de Marx para echar al bakuninismo-. Su texto está hecho con documentos de Lafargue, el yerno de Marx. En La AIT en España (Nettlau) se demuestra que los documentos de Lafargue y Engels no eran «exactos».
    En cuanto a lo que comenta Jordi P. yo tampoco le veo el mayor interés a las querellas con otras izquierdas. Sentado esto, y también el hecho de que con IV(Veritas) no le tengo esa alergia a la cosa pequeñoburguesa, tampoco veo muy operativos esos cantos a la unidad. Primero, porque me interesa más el tema de la ciudadanía económica que la ciudadanía política, ya que la democracia se hace primero en el puesto de trabajo. Segundo, porque no tengo nada claro donde hay que establecer esos límites -por poner un ejemplo, ¿hay que comprar los titulares sensacionalistas que acusan hoy a IU de haber traicionado a la izquierda por no regalarle sus votos al PSOE, o el discurso y la praxis de los sindicatos mayoritarios ante la crisis?. Tercero, porque juntar alegremente posiciones libertarias razonablemente abiertas a dialogar con posicionamientos marxistas ortodoxos con personal que considera que los anarquistas son doblemente peligrosos y, glups, deben ser reducidos por los ostentadores de la Verdad -en un posicionamiento que es común a los creyentes de la fe marxista o a los creyentes en la fe ultracapitalista con relación con algunas tendencias libertarias- invita poco a la colaboración. De todos modos, y como comentabas, el énfasis debe estar más en políticas y acciones concretas que en debates ideológicos o historiográficos.
    Saludos,

  16. Gekokujo dijo:

    Yo creo comprender bien los temores de los marxistas ante el «kaos» que pueden representar las tendencias anarquistas. Entiendo que la organización es su bandera, por lo que a efectos prácticos resulta aparentemente superior al anarquismo. Pero me gustaría puntualizar que en todo caso siempre hay que enmarcar las posturas de acorde con el lugar y el tiempo determinados, en lo que me atreveré a resumir como hechos sociológicos. En este sentido creo que el tiempo del marxismo pasó y además espero que no sea necesario recurrir a él otra vez. Pero no es menos cierto, y aquí me apoyo en lo que dice Pep, que en cualquier caso el meollo está en la ciudadanía económica. Entendiéndose esta como que el ciudadano dispone de una cierta independencia tanto del estado como de otras jerarquías. Ese es el fin inmediato creo yo de cualquier movimiento que se adjetive como libertario.

    Hablando de la bomba atómica se plantea la pervivencia de un modelo social genuinamente libertario en cierto entorno. Por ejemplo, si un estado como el Español podría diluirse en el contexto económico y político europeo. Supongo que un marxista diría que no. Que eso requeriría de un estado que impermeabilizara y protegiera a dicha sociedad, es decir la bomba. Otra cosa es el cómo se accede a ese modelo, pero creo que ejemplos como el de Gandhi demuestran que en ocasiones es posible lo que parece imposible.

    Una cosa más. Tampoco quiero perder de vista que las sociedades abiertas requieren de ciudadanos abiertos. En otro lugar ya se concluyó que no se debe idealizar a la «masa» popular, del mismo modo que no se debe hacerlo con las élites. En este sentido me preocupa que sean las tendencias egoístas de las personas las que echen por tierra cualquier intento de enmienda. Una sociedad modélica, si me permitís emplear este término tan alegremente, requiere de personas modélicas.

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