Cómo hemos cambiado (I): Recreativos de ayer, de hoy y de siempre

Pertenezco a una generación, la del baby boom, a la que le tocó una seria responsabilidad: administrar dignamente el tránsito desde el viejo mundo de nuestros mayores hasta el mundo nuevo, lleno de oportunidades, atracciones y todo tipo de utensilios destinados a perder el tiempo, de nuestros pequeños. Lo que están Ustedes leyendo es el inicio de una, espero, larga serie que se prolongará vaya Usted a saber hasta cuándo, y que versará sobre el maravilloso mundo en el nos hicimos mayores, los años ochenta, y todo lo que nos dejamos en el proceso.

Para comenzar, nada mejor que la piedra fundacional de todo lo que somos, pensamos y sentimos los individuos de nuestra generación: las máquinas recreativas.

La época en la que pasamos de tiernos e imberbes infantes que sólo pensaban en sí mismos a maduros adolescentes que sólo pensaban en sí mismos fue, indudablemente, una gran época: cayó el muro de Berlín, se celebraron las Olimpiadas de Barcelona, comencé a fumar y, pásmense, ligué, … Todo ello nunca habría sido posible de no ser gracias a la incipiente revolución informática, que llegó a nosotros bajo la forma de un caudal incesante de juegos que nos hacían reír, nos hacían soñar, nos hacían gastarnos cinco duros más cada vez que en la pantalla aparecía el funesto Game Over, … Bueno, a decir verdad probablemente todas esas cosas bonitas que ocurrieron por aquella época habrían sucedido igualmente sin máquinas recreativas, pero en tal caso nos habríamos visto obligados a prestarles atención, con todo lo que eso conlleva.

Todo comenzó en los mágicos años 70 (que afortunadamente pasaron ante mi sin que me diera apenas cuenta), cuando surgieron por todo el mundo las primeras máquinas recreativas, ya saben, el “Aerolitos” (una nave triangular que debía enfrentarse a malignos pedruscos que intentaban destruirla por la vía de dispararles y deshacerlas en piedras más pequeñas) y similares. Fascinados por un festival del humor de tal calibre, nosotros, muchos de nosotros, pasamos parte de nuestra más tierna infancia en la seguridad, el calor y la experiencia educativa de un salón recreativo, generalmente plagado de manguis, sucio, lleno de humo y donde, en toda mi vida, jamás tuve que padecer el horror de ver un libro dentro.

La cosa nos marcó, y los años ochenta pasaron como una sucesión de disfrutes incesantes conforme las máquinas recreativas se actualizaban, y no hablo de mariconadas como el Tetris o el Pang! (el Tetris es un juego ridículo que “te hace pensar”, y en cuanto al Pang!, no pasaba de ser una pálida imitación de “Aerolitos”, pero sin su glamour ni su savoir faire), sino de juegos como el Street Fighter, Mercs, Italia 90, Out Run, Golden Axe, Gunsmoke, … juegos, todos ellos, que aumentaban geométricamente la agresividad del usuario, convirtiéndole con premura en un ciudadano integrado y feliz.

Las máquinas, en aquella época, representaban un ideal inalcanzable: primero, cuando no había videojuegos caseros (otro día hablaremos de ellos), permitían soñar con un mundo repleto de artilugios informáticos como no habría soñado ni el más kitsch de los capítulos de Star Trek (serie, por otro lado, de la que no he visto nunca un solo capítulo); cuando apareció el Spectrum, las máquinas mostraban lo mismo que el Spectrum pero en “más mejor”: con miles de colores, con música atronadora (o al menos entonces parecía música atronadora), con un dinamismo y espectacularidad que invadía todos los poros de la piel talmente como si asistiéramos a un concierto de Camarón, con su arte y tronío incomparables, …

Todo acabó, naturalmente, en cuanto aparecieron las consolas. En pocos años las diferencias entre las máquinas recreativas y las personales se redujeron a ojos vista, hasta prácticamente desaparecer. Los salones recreativos desaparecieron a la misma velocidad, obligando a los niños contemporáneos a buscar otros divertimentos en los periodos de ocio que no pueden cubrir ni sus macroconsolas ni sus arrebatos propios de la insolencia y seguridad infantiles que alguien menos imbuido que yo de un cándido espíritu pedagógico llamaría delincuencia juvenil. Para sustituir a los salones recreativos, y como evolución de los mismos, surgieron como setas los salones de juegos en red, pero como esto ya me queda un poco lejos obviaré comentarles más al respecto.



22 comentarios en Cómo hemos cambiado (I): Recreativos de ayer, de hoy y de siempre
  1. Ah, que tiempos! Y qu juegos!
    Yo, a pesar de tener un Spectrum en casa, pasaba media vida en los recreativos. Las horas muertas jugando, o viendo jugar para aprender de los errores ajenos y ahorrar un dinerito, al Galaga, al Bank Panic, al Spy Hunter (que vicio), al Double Dragon. An juego de vez en cuando a estos y otros en mi PC gracias a emuladores como el MAME32…(suspiro). Echo de menos esos joysticks y botones indestructibles (a ver quien aporrea con esa saa estas mariconadas de teclados ‘multimierda’), pero los juegos me siguen pareciendo fantsticos.
    Cuantas cosas hicimos por primera vez en aquellos garitos infectos…
    Me ha encantado tu nostlgico artculo. Un cordial abrazo.

    PD: Si alguien tiene, o sabe de alguien que tenga, una mquina del Spy Hunter se la compro. No me importa el estado. Es que en el PC el jodo coche es ingobernable. :)

    Comentario escrito por CamaradaBakunin — 17 de septiembre de 2003 a las 1:57 pm

  2. Otro gran recuerdo, el Spectrum. Quien no aora pasarse 40 minutos viendo como se cargaba el juego y escuchando ese chirrio de la carga?

    y esos ojos totalmente rojos de irritacin por pasarnos horas ante el televisor con nuestro Spectrum?

    Tengo la PlayStation y no me ha causado el mismo placer que el Spectrum, as que la dej en el olvido a los pocos meses de comprarla. Ya no hay espritu en los chismes de ahora.

    Comentario escrito por Urizen — 17 de septiembre de 2003 a las 4:16 pm

  3. An recuerdo la primera vez que visit unos recreativos. En aquella poca, ya en franco declive por el ascenso de las consolas, los recreativos ocupaban un lugar secundario en los barrios (contrariamente a los ltimos 80, donde recuerdo uno en cada esquina) y vean como su clientela decreca de la misma manera que aumentaban las ventas de las videoconsolas. Mi primera partida fue con el Street Fighter, y no pudo ser ms desoladora. Aunque yo tena videoconsola (una Nintendo de 8 bits que recuerdo con mucho cario), mi experiencia con el juego de marras era nula, y eso me llev a una escandalosa derrota frente a un nio del lugar (fue en Cuenca) que se manejaba con los botones rojos y el joystick como si hubiera estado toda su vida practicando los puetazos y patadas en la mquina.

    Tambin recuerdo la primera vez que jugu a un juego de ordenador. El PC era un Amstrad (me parece, porque no era mo), y en l tuve la oportunidad de conocer el Monkey Island. El juego me gust tanto que, desde entonces, siempre que tena que poner un ejemplo de un juego muy bien hecho, citaba a la aventura grfica de piratas como referencia bsica (esto me pas hasta hace relativamente poco!).

    Hoy en da, con la prctica desaparicin de los recreativos y de aquellos primeros juegos de ordenador, me consuelo, como CamaradaBakunin, echando alguna partida a los emuladores que
    encuentro por ah. El Donkey Kong, Street Fighter, Rad Racer, Pinball… uff, qu recuerdos!

    Un abrazo

    Josh (el JR de periodismo-uv)

    Comentario escrito por Josh — 17 de septiembre de 2003 a las 4:24 pm

  4. Mucha maquinita y mucha pueta, pero el espritu de un recreativo siempre estuvo y estar en los futbolines. Quin no ha llegado a casa con la mueca dislocada y habiendo perdido hasta la camisa en el dichoso juego de marras? (la camisa en aquellos tiempos equivala a unas 150 calas). Por supuesto, se produca el fenmeno de las leyes tcitas (no vale rular ni pasarla con delanteros). Una de las preguntas que surga era si los macarrillas adolescentes que pululaban la zona vendran ya con el futboln de fbrica.

    Otra gran leyenda urbana era el encargao. Ser verdad que dorma en las mesas de billar? Qu clase de vida social tena, si se pasaba todo el puto da all?

    En fin, que los recreativos eran eso, recreativos, y en su calidad de recreativo no enseaban nada bueno para la vida. Adems, causaban lesiones irreversibles en la mueca que ya no dejan masturbarse con comodidad.

    Comentario escrito por Sagat — 17 de septiembre de 2003 a las 5:15 pm

  5. Gracias por los comentarios y muy honrado de encontrarme por aqu a gente de periodismo-uv.

    En otro orden de cosas, Sagat, lo has clavao. Lo poco que tengo claro en esta serie es que ms tarde o ms temprano hablara de las siguientes cosas: espacios de ocio del pasado, ordenadores de los ochenta, pelculas de los ochenta y… futbolines. Esto ltimo tena pensado, como indicas t, integrarlo en el post sobre los recreativos, pero la enorme importancia, consustancial a cualquier ochentero, del futboln me hizo optar por darle un espacio aparte, y ni siquiera anunciarlo como siguiente captulo, pues «si lo hago, seguro que todos los comentarios son sobre el futboln y cuando escriba el texto sobre el futboln nadie querr comentar nada».

    En efecto, visto cmo me has hecho notar esta grave falta en el anlisis de los recreativos, tena razn :)

    Comentario escrito por Guillermo Lpez — 17 de septiembre de 2003 a las 8:17 pm

  6. El otro da cay en mis manos una conversacin pica…

    http://www.km77.com/foro/conversacion.asp?idtopic=159186&idforo=0

    Estamos viviendo un «revival»? Por dios, espero que s.

    Comentario escrito por KR — 18 de septiembre de 2003 a las 9:36 am

  7. Espero como agua de mayo ese artculo sobre los futbolines.

    Por cierto, yo todava me echo una partidita de vez en cuando, aunque, claro, ya no es lo mismo.

    Me ha encantado el artculo, Guillermo. Lo voy a recomendar a mis amistades.

    Comentario escrito por Pedro — 18 de septiembre de 2003 a las 10:26 am

  8. Aqu servidor se cepill todas las maquinas de matamarcianos y de lucha desde mediados de los 80 a mediados de los 90 y puede presumir con orgullo de ser la nica persona conocida al menos en su entorno de haberse producido un quiste en la mano izquierda (la de aporrear la palanca… de la mquina recreativa) a base de golpear con saa esos mandos.

    Una cosa… de que estaban hechos los mandos de las mquinas recreativas? de hormign armado y aceros? Semejantes ostias habr visto que se llevaban y seguan idemnes.

    Y una cosa es segura. Los videojuegos ya no tienen ni de lejos la magia de las primeras recreativas ni de las primeras consolas de 8 y 16 bits.

    Comentario escrito por Ava — 19 de septiembre de 2003 a las 9:33 am

  9. Por cierto, veo que mencionas Star Trek y que no has visto ningn episodio. La verdad es que recomiendo esta serie (la original, luego se han hecho otras cuatro series bastante ms discutibles) a gente con cerebro y que al tiempo quiera divertirse. Es de las pocas series de ciencia ficcin inteligentes y con guiones pensados que existen (algn guin gan premios literarios). Lo de la parte de la diversin viene de que est hecha a finales de los 60 lo que le da una esttica y efectos especiales bastante curiosos o cutres, por decir algo, amen de que hay algunos episodios bastante risibles en cuanto a planteamiento y resolucin.

    Pero tambin es verdad que en esta serie se plantearon muchas de las bases de la ciencia ficcin moderna e inteligente, basandose sobre todo el jugar con los personajes. Y su gran mrito es el haber burlado en plena dcada de los 60 la temible entonces censura televisiva norteamericana (s, ellos tambin tenan censura en los 60) dedicando captulos crticos a Vietnam, las drogas, el racismo y el sexo interracial (entre razas de humanos y extraterrestres en todas sus combinaciones), aparte de tener un reparto extremadamente universal con personaje ruso incluido y que adems no era representado como un idiota o un figurn, sino que aportaba a la trama. Y eso en un pais y en los sesenta, que al menor asomo de crtica en esos temas te lapidaban en ejecucin pblica. El truco? Situarlo todo 300 aos en el futuro en una nave o en un planeta. El censor era idiota y no se daba cuenta.

    Por supuesto la serie fracas, dur tres aos tan solo. Luego volvi a resucitar, pero eso es otro tema.

    El problema es que si hay un gnero de ficcin que envejece muy mal con el tiempo es el de la fantasa futurista, as que no me extraa que haya gente que no pueda digerir esta serie.

    P.D. Ya se que esto no tiene nada que ver con el tema del log, pero como lo has mencionado, supongo que queda justificado este mensaje.

    Comentario escrito por Rec — 19 de septiembre de 2003 a las 10:37 am

  10. Yo ya no s si estaremos programados por alguna mente perversa, ser el Gran Hermano que nos gobierna, o algn virus informtico que ha dado el salto entre especies, pero el caso es que los de nuestra edad estamos programados.

    Hace unos meses un amigo de mi edad me dijo: «La verdad es que despus de ver los nuevos grupos que hay, a uno le dan ganas de pedir perdn a David Summers y los Hombres G, por decir que eran una mierda. En comparacin son buensimos» Dicho y hecho: otra vez de gira.

    Comentaba con otro amigo las horas de lectura empleadas en el Seor de los Anillos y va el capullo de Peter Jackson y perpetra la peli…

    Intento ir con mi padre a unos recres, tras aos sin ir, para echar una partidita de billar y advierto que no queda ninguno abierto. Vas t y lo sueltas aqu… volvern a abrirlos? Como han dicho por ah arriba, espero que s :)

    Salu2

    Comentario escrito por Didius — 19 de septiembre de 2003 a las 5:14 pm

  11. Bueno, ya decia yo que hacia tiempo que no salia por estos weblogs de Dios el tipico Trekkie!!!

    Hala, a recomendarnos la serie esa, no falla. El tema del dia es el de los RECREATIVOS. Que yo sepa Guillermo no ha nombrado la palabra KLINGON, ni la palabra VULCANIANO. O sea que a ceirse al tema, jodo!

    Bueno voy a reprender a todos los amantes de los «recres» que todavia no han citado otro de los grandes placeres de estos grandes tugurios:

    1. La maquina de Petacos. Lo de Pinball es para pijillos. Que gusto daba arrearle empujones y que te pitara «falta» (o «tilt» para los pijillos). Y el incomparable placer de cuando llegabas al millon de puntos y se iluminaba la lucecilla de «Bola extra» (extra ball para los pijillos)

    Y 2. Aquellos superrecreativos que ademas tenian una mesa de Ping-Pong…eso si que era el sumun. artidas de hora y media, sudando como cochinos,…con deberes por hacer y tu desperdiciando tu juventud en un local oscuro y que apestaba a tabaco.

    Comentario escrito por Enrobor — 19 de septiembre de 2003 a las 5:55 pm

  12. Por cierto, que se me ha ocurrido otra causa por la que han desaparecido casi completamente los recreativos: las mquinas tragaperras.

    Muchos de los recreativos se transformaron en locales de mquinas tragaperras.

    Comentario escrito por Pedro — 19 de septiembre de 2003 a las 8:46 pm

  13. A mi el Gauntlet me parece el mayor sacacuartos de la historia… algn sesudo responsable de Mrketing tuvo la malvola idea de idear un juego basado no en barritas de vida sino por tiempo!!

    Servidor con nueve aos se dejaba las de 100 y 25 en el dichoso Gauntlet que daba gusto :D

    Ahora, tengo una versin exactamente igual a aquella recreativa… Y NO JUEGO PORQUE NO TIENE GRACIA!! un fenmeno a estudiar…

    Un saludo!

    PD: guillermo lo que hiciste conmigo no tiene nombre.

    Comentario escrito por El Ente (membrillo) — 19 de septiembre de 2003 a las 11:03 pm

  14. Ojo que recreativos aun quedan, claro que no como los de antes, pero haberlos haylos y a 1 eurazo la partida! Eso si, que pedazo maquinas!

    Era logico que tarde o temprano los recreativos (los de antes) se fuesen al garete, porque cada placa recreativa solia costar entre las 100.000 y las 300.000 pelas, y con las monedillas de 5 duretes las amortizaban en 3000 aos y claro, los chavales queriamos accion y maquinas nuevas pero renovarse era mu caro!

    De todas formas no se consiguieron conversiones perfectas de recreativa a consola hasta que aparecieron las Playstations(1995). Ese momento es, sin duda, la fecha de defuncion de los recreativos old-school (por llamarlos de alguna manera)

    Cabe decir que un colega y yo tenemos como hobby tocar con guitarra y teclado grandes temazos recreativos de la epoca (double dragon y golden axe por nombrar alguno) el dia menos pensado tocamos en Donington Park :D

    Comentario escrito por Carcamal — 21 de septiembre de 2003 a las 1:56 am

  15. Venga, va, ya que estamos de nostalgias, ah va una todava ms grande, aunque comprendo que muchos no la compartireis.

    Por aquellos gloriosos tiempos, tendra yo catorce o dieciseis aitos, y me dedicaba a hacer juegos para el Spectrum. Y claro, las mquinitas eran el modelo a seguir, lo inalcanzable. Pero a lo que iba: en aquel tiempo, el equipo de desarrollo de un videojuego -uno de esos que tanto nos gustaban, a mi incluido- eran tres personas ms o menos, cinco si era un «gran proyecto». Siempre he pensado que aquellos juegos gustaban tanto porque eran «a la medida de una persona», no se si me explico. Luego empezamos a tener que hacer versiones de los juegos para otras «plataformas» (Amstrad, Commodore, etc.), y eso ya no era tan divertido (pasar un juego de Spectrum a Amstrad vale, porque el juego ganaba, pero hacer lo contrario era un autntico calvario) y los equipos se hacan ms grandes. Luego la cosa se fue profesionalizando, haba marketing y todo eso (fue entonces cuando aprend que «marketing» significa «pongamos una tia buena en la portada») Luego llegaron los PCs, pero por entonces yo ya dej aquella «industria» (seguramente, porque pas a ser una industria, bueno, y porque haba que ir a la universidad).
    Ahora mismo, por si alguno no lo sabe, el presupuesto para hacer un juego viene a ser el mismo que para hacer una pelcula: desde unos pocos millones de euros hasta varios cientos en el caso de proyectos «ambiciosos». El equipo est formado por cientos de personas, y en vez de tres meses se tarda dos aos. Tengo para m que eso tiene algo que ver con los juegos ya no tengan el mismo «sentimiento».

    No hace mucho, Dinamic, la gran firma espaola de videojuegos para Spectrum (PC ftbol y similares aparte) cerr. Parecer una tontera, pero sent como que algo mo se perda.

    Comentario escrito por Jos Luis — 23 de septiembre de 2003 a las 3:11 pm

  16. Ahora que has hablado del PC Futbol yo tambien me he puesto nostalgico…

    Donde estan aquellas gloriosas partidas de 20 horas al PC Futbol 4.0 en las que jugaban 7 personas llevando equipos de 2?

    Comentario escrito por Enrobor — 24 de septiembre de 2003 a las 8:31 am

  17. Cmo? Ha cerrado Dinamic?

    Desde aqu, mi ms sincero agradecimiento a los que estuvieran detrs de aquella firma, por permitirme tantos momentos de solaz y disfrute. Quin no recuerda aquellos «packs» Dinamic, con mitos como el «Army Moves», «Game Over» o «Don Quijote»?

    Comentario escrito por KR — 24 de septiembre de 2003 a las 9:17 am

  18. Dios mio! D. Quijote! Ese juego del Spectrum era un prodigio de la programacin, le dijeras lo que le dijeras siempre tenia la respuesta correcta, opor lo menos a mi me parecia eso. Cuando me canse del juego (tenia en una revista todo lo que habia ue hacer para pasarselo) me dedicaba a decirle barbaridades al Spectrum a ver si tenia respuesta… Las tenia!
    Respecto a las maquinas recreativas, yo slo estuve un tiempo visitando el Final Fight. sta trataba de dos tipos (lo que permitia jugar con alguien, a mi hacerlo solo me aburria) que tenian que atravesar un peligroso barrio. Tremendo!
    Por cierto Alguien recuerda que con un mchero elctrico algunos decan que conseguias creditos extra? Tenia algo que ver con ese prodigio del diseo industrial que era el cenicero metlico de la maquina.
    Que mundo ste!

    Comentario escrito por daniel — 24 de septiembre de 2003 a las 3:30 pm

  19. Al famoso «mechero electrico» que comenta Daniel en su mensaje, mi circulo de amistades de Recreativo lo denominaba comunmente como «Magic Click», y su origen era curioso de veras:

    Se trataba de destripar el encendedor piezoelectrico que usaba tu madre para encender los fogones de la cocina o en su defecto destripar el mechero piezoelectrico que usaba tu padre para fumarse los «Ducados».

    Si no sabeis lo que significa «piezoelectrico», ya sabeis chicos, al diccionario!

    Comentario escrito por Enrobor — 25 de septiembre de 2003 a las 11:06 am

  20. Al famoso «mechero electrico» que comenta Daniel en su mensaje, mi circulo de amistades de Recreativo lo denominaba comunmente como «Magic Click», y su origen era curioso de veras:

    Se trataba de destripar el encendedor piezoelectrico que usaba tu madre para encender los fogones de la cocina o en su defecto destripar el mechero piezoelectrico que usaba tu padre para fumarse los «Ducados».

    Si no sabeis lo que significa «piezoelectrico», ya sabeis chicos, al diccionario!

    Su uso era facil de veras: Acercabas el extremo que hacia la chispa a la ranura por donde se metian las monedas y al hacerlo funcionar, la maquina se hacia una paja mental electronica y de la nada te salian 40 creditos por lo menos. Pues eso, horas de diversion y a pasarse la maquina hasta el final.

    PD. Su uso podia entramar riesgos con aquellas maquinas que fueran un pelin viejas. Lease, yo me cepille una maquina de «DragonNinja» con este trasto. Le entro un cortocircuito, la pantalla se apago y la maquina caput, para entendernos

    Comentario escrito por Enrobor — 25 de septiembre de 2003 a las 11:09 am

  21. yo sigo teniendo mi emulador del amstrad y sigo jugando con el y sinceramente hay muchisimos juegos malos pero hay muchos juegos uqe todavia no he visto superados..gaunlet…abadia….armymoves..y nadie conoce el pirates?? la mejor aventura grafica de todos los tiempos

    Comentario escrito por jesus — 18 de octubre de 2003 a las 11:25 am

  22. por cierto los juegos de recreativas murieron con el street fighter demasiado vicio para que los juegos de lucha no dominasen el arcade…..una pena ese mitico Bomb jack que con un solo boton era la ostia….y ese golden axe que con 25 ptas te tirabas 1 hora jugando en la maquina hasta que te dolian las piernas, el fauloso kings of dragons era la ostia jugar tres

    Comentario escrito por jesus — 18 de octubre de 2003 a las 11:28 am

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