Traficantes de información – Pascual Serrano

Hay que reconocer que cuando me acerqué por primera vez a este libro lo hice con muchísima prevención. ¿El motivo? Pascual Serrano es colaborador habitual de Le Monde Diplomatique. Esto, en principio, no tiene nada de malo, si no fuera porque la vinculación con Le Monde Diplomatique supone acercarse a la esfera de influencia de uno de los principales estafadores dialécticos de la izquierda más verbenera e impresentable: Ignacio Ramonet, director del periódico y gurú eterno. Luego vi que Ramonet le había escrito un prólogo al autor y me dije: “Dios mío… ¡Nooooooooo!”, como si fuera Darth Vader en la ridícula escena final de la tercera parte de la Guerra de las Galaxias, de infausto recuerdo.

A pesar de ello, fueron varias las personas (algunas de ellas no sospechosas de ramonetismo) que me habían hablado muy bien de este libro, así que, horrorizado por la preocupante debilidad de mi dogmatismo sectario, me puse a leerlo. Y, en efecto, quienes me lo recomendaron tenían razón: estamos ante un libro excelente, que describe perfectamente la génesis, evolución y comportamiento de los principales grupos mediáticos españoles. Y lo hace ahorrándose peroratas estériles sobre lo malos que son: da por supuesto que su interés exclusivo es ganar dinero o ganar poder (y, generalmente, las dos cosas, pues ambas se realimentan), y parte de ahí para explicar cómo lo consiguen.

Además, el libro está bien documentado (uno tiene la sensación de que el autor sabe de lo que habla cuando encuentra reflejados en el libro las obsesiones o chascarrillos mediáticos que conocía previamente y que tampoco han tenido una gran difusión) y hace una descripción completísima de qué medios pertenecen a qué grupos. Por último, está muy bien escrito, claro y preciso como no suele ser habitual en un entorno como el de Le Monde Diplomatique y su retoricismo vacuo.

La estructura del libro se basa en dedicarle un capítulo a cada uno de los principales grupos de comunicación privados (Prensa Ibérica, Vocento, Planeta, Prisa, Mediapro, Telecinco, Unidad Editorial, Zeta y Godó), y con un maravilloso bonus final que podríamos denominar “la efervescencia ultraderechista” (Cope / Intereconomía / Libertad Digital). Nosotros vamos a centrarnos en describir algunas de las principales líneas de fuerza que se derivan del análisis del autor:

El periodismo independiente, siempre a la sombra del poder político. Se trata de una lección aprendida, como tantas y tantas otras, del Caudillo: aquí, para hacer negocio, y sobre todo para defender la democracia y el pluralismo bien entendido, conviene llevarse bien con los que mandan. Durante el franquismo la cosa estaba muy clara, de manera que La Vanguardia, ABC y demás medios críticos rivalizaban en desplegar loas al Caudillo (los medios que aparecieron en el tardofranquismo fueron castigados por su osadía y no sobrevivieron, en la inmensa mayoría de los casos, a la Transición). Luego, con la puta democracia, la cosa se complicó un poco: nacionalistas antiespañoles y dos (¡dos!) partidos políticos, PP y PSOE. Así que los medios tuvieron que acogerse a una determinada facción (lo cual no significa que le hagan ascos, en un momento dado, a un candoroso guiño del “enemigo”), o bien girar cual veleta según quién mande en cada momento. Así que tenemos medios pro PSOE (Prisa, Mediapro), pro PP (Intereconomía, Libertad Digital, Cope, Planeta, Vocento, Unidad Editorial), y pro quien convenga en cada momento (Prensa Ibérica, Zeta y Godó, el más virtuoso de todos, pues tiene que hacer equilibrios también con CiU).

Naturalmente, los medios reciben un justo premio a tantos desvelos, bajo la forma de publicidad institucional, licencias de radio y TV a mansalva y, si es preciso, legislación ad hoc, que el libre mercado es muy complicado y la libertad requiere hacer a menudo algunos ajustes menores, por ejemplo regalar licencias de TV analógica de mala manera al grupo afín que queremos crear (Mediapro – La Sexta), o inventarse una espectacular Ley del Interés General para joder a Prisa en la época de la Primera Guerra del Fútbol (1996-1998, más o menos). Por no hablar del antenicidio, las licencias de TDT y su sistemático incumplimiento de la ley y un largo, larguísimo, español, rosario de trapicheos. En resumen: la ley está para decorar el paisaje, y si es menester se cambia.

Las empresas son sagradas: aquí todos estamos en el mismo barco, todos arrimamos el hombro, y donde no llega el Estado (central, autonómico o local) ahí están las empresas para poner publicidad. Y cuidadito con emitir algún tipo de crítica. Las críticas sólo son admisibles si alguna empresa no ha puesto publicidad en nuestro medio, y en situaciones en las que la empresa en cuestión nos está jodiendo el negocio, en los casos en los que se dedique a lo mismo que nosotros (véase el rosario de editoriales e informaciones incendiarias que le dedicó Prisa a Telefónica en la ya mencionada Primera Guerra del Fútbol). No siquiera dejar pasar la ocasión de citar un fragmento del libro particularmente afortunado, referido a la lucha entre Intereconomía y Planeta por hacerse con los derechos de distribución de L’Osservatore Romano, el periódico del Vaticano. Al final fue La Razón quien se llevó el gato al agua. José Manuel Lara, presidente del grupo Planeta, pudo rubricar su triunfo siendo recibido en audiencia personal por el Pontífice. El grupo perdedor, Intereconomía, a través del diario La Gaceta, reaccionó así:

A ellos [Intereconomía] no se les escapó que el Grupo Planeta (…), además de accionista mayoritario de La Razón, es dueño del 50 por 100 de Prisma, editoria de revistas como Playboy. De modo que tenemos a la misma empresa editando y vendiendo Playboy y L’Osservatore Romano. La Gaceta no pudo evitar titular en portada del 27 de diciembre de 2009: “El editor de La Razón y Playboy, recibido por el Papa”. (pág. 95).

Doble discurso: a los grupos mediáticos españoles se les llena la boca hablando de su función social, de lo importantes que son para defender la democracia y el pluralismo (el pluralismo, por cierto, cuanto más concentrado esté, mejor y más plural), y de cómo el Estado tendría que darles todo tipo de facilidades y medidas de apoyo para apuntalarlos. Por otra parte, y por supuesto, la libertad de expresión es sagrada, si la entendemos como libertad del mercado para fusionarse con quien les parezca o para emitir o publicar bazofia de la peor especie. Así es la puta libertad.

El libro dedica un emocionado recuerdo a las medidas del Gobierno Zapatero para fomentar la democracia, consistentes en eliminar todas las trabas existentes en el control accionarial de las televisiones privadas, de manera que aquí estamos: con Telecinco comiéndose Cuatro y CNN+ convertida en GH 24. Por no hablar del rigor y seriedad con que se ha llevado el control de las emisiones de TDT local y sus requisitos de servicio público y producción propia.

¿Y los contenidos? ¿Qué decir de los contenidos? Pues veamos qué dice uno de los estandartes del servicio público bien entendido, Alejandro Echevarría, presidente de Telecinco:

Su concepto de televisión lo mostró cuando afirmó que Telecinco es “una empresa que produce televisión para vender publicidad”. Posteriormente añadió que la frase se había sacado de su contexto. Más tarde, preguntado como presidente de Uteca sobre fórmulas y modelos de futuro de la televisión respondió que “cualquier modalidad que sea capaz de aportar un ingreso será lógicamente positiva”. O dicho de otra manera, todo lo que dé dinero sirve. (pág. 216).

Recortar para vivir mejor: la libre empresa es muy sacrificada, y por eso los grupos mediáticos españoles rivalizan entre sí por ver quién es el que monta EREs más agresivos, quién exprime más al trabajador, quién externaliza más producción. No en vano el campeón en la materia, Telecinco – Mediaset, es el que más dinero gana. Para triunfar hay que apretarse el cinturón. Naturalmente, esto no significa que los directivos también se lo apreten en igual medida. Después de todo, si la empresa va bien será gracias a ellos, ¿no? Así que ahí tenemos a los directivos forrándose cada vez más, con sueldos esplendorosos, contratos blindados y stock options que da gusto verlas. Vean a Cebrián, se cargó Prisa y en premio se ha blindado para tres añitos más al frente de la nave, cabe suponer que para encargarse personalmente del ERE que afectará al 18% de la plantilla.

Los italianos mandan: uno de los rasgos más definitorios del sistema mediático español en la actualidad es la fuerte presencia del capital italiano, incomparablemente mayor que el de otros países. El Grupo Rizzoli controla la mayoría de Unidad Editorial (El Mundo, Veo TV, Marca, Expansión). De Agostini controla una parte sustancial de Planeta. Y, sobre todo, Silvio Berlusconi (Mediaset) es el dueño y señor de Telecinco y, a través de ella, también de Cuatro y de parte de Digital +, en cuyo accionariado ha entrado Telecinco como producto de su pacto con Prisa.

El autor dedica bastantes páginas a explicar las tácticas de Berlusconi en Italia como ejemplificación del modelo que se ha trasladado a España. Modelo mediático y, sobre todo, modelo de hacer negocios. Y no sólo hablamos de que se joda a los trabajadores y se forren los directivos, sino de una visión particularmente laxa (incluso para los estándares españoles) de la legalidad. Es decir, utilizar la legislación en su propio beneficio, llegar a acuerdos con quien sea menester (por ejemplo, la Mafia), robar lo que se pueda y emplear después el producto de tantos esfuerzos en comprar abogados, nuevos medios de comunicación y dirigentes políticos que te protejan de tanta ignominia:

Es importante recordar la estrecha relación entre Berlusconi, Aznar y el yerno de este último, Alejandro Agag. El primer favor que le debe Berlusconi a Aznar es el de haber abierto en 1999 el camino de entrada de Forza Italia en el Partido Popular Europeo (PPE), algo a lo que se oponían los democristianos italianos. Berlusconi necesitaba ese ingreso para borrar su imagen de empresario corrupto metido en política para evitar la cárcel. Entrar en el PPE era vital para ser respetado entre los conservadores europeos, barrer a la atomizada derecha italiana y ganar las elecciones (…) Fue el principio de una gran amistad; Berlusconi asistiría a la boda de Agag y Ana Aznar y les prestaría el yate en el que pasaron parte de la luna de miel. El papá de la novia expresó también su reconocimiento hacia Berlusconi en su libro Retratos y perfiles: “Berlusconi tiene un alto sentido de la amistad y la lealtad debida a los amigos. No olvida nunca a quien le ayudó, y siempre está dispuesto a devolver un favor”. El ex presidente español añade: “Berlusconi me dice que yo he sido su maestro en la vida política. Incluso me llama su profesor cuyas instrucciones sigue puntualmente” (pp. 210 – 211).

El fútbol y el suplicio de Tántalo: por último, es gracioso constatar la existencia de un argumento recurrente en el ascenso y caída de los medios de comunicación españoles: para crecer y ser los primeros se hacen con los derechos del fútbol, siguiendo la estela de Prisa y su exitoso sistema de televisión de pago en Canal + (otro magnífico ejemplo de legislación a la carta). Como estos derechos otorgan audiencias jugosísimas, las cantidades que se manejan son muy altas. Pero, naturalmente, también la competencia intenta quedarse el supuesto chollo, de manera que las cantidades suben y suben conforme hay varios grupos interesados en la puja.

Como además, en una particularidad más del escenario hispánico, los derechos no se negocian colectivamente, sino club a club (pues así puede pagarse más a Barcelona y Real Madrid, garantizando de esta manera la pervivencia de nuestro espectacular modelo de Liga bipartidista, a años luz del coñazo de la Premier League y su puñado de equipos competitivos), los contratos firmados, al final del camino, propician un escenario imposible: para rentabilizarlos, las compañías mediáticas han de negociar entre sí y compartir los derechos de emisión. Pero como todas quieren llevarse la parte del león, acaban ofreciendo varias opciones de pago (en concreto, dos opciones). Y ya saben Ustedes que el pluralismo de esta clase, en España, nunca ha funcionado bien.

Recuerden qué ocurrió en la Primera Guerra del Fútbol: Zeta acabó arruinada por no poder hacer frente a los pagos; Prisa, bastante tocada; y a Telefónica se le fueron las ganas, tras los años felices de Juan Villalonga, de seguir jugando a aprendiz de brujo en el sector mediático (y, tan pronto como Aznar les dio permiso, huyeron de él). ¿Qué ha pasado en la Segunda Guerra del Fútbol? Prisa, antaño el principal grupo mediático español, ha caído en barrena y está técnicamente quebrado. Su competencia, Mediapro, tiene una deuda cinco veces superior a su valor global, y no es ninguna tontería pensar que, una vez termine el reinado de Zapatero, se hundirá como ahora se está hundiendo Prisa. ¡La “izquierda” mediática, derrotada por el fúmbol y sus cantos de sirena! ¡Pero si incluso Unidad Editorial está al borde de la quiebra como resultado de comprar un diario deportivo!рекламараскрутка сайтов google


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  1. Comentario de Pedro Tomás Reñones Alcalde de Alhaurín (GIL) (02/02/2011 12:38):

    Si el libro habla de Exuperancia Rapú, estoy dispuesto a comprarlo, o mejor, a bajarlo.

  2. Comentario de David Mason (02/02/2011 12:42):

    Yo tengo la esperanza de que en unos años, Internet deje sin viabilidad económica a los empresarios mediáticos colaboracionistas con la dictadura del PPSOE. Eso, o que erupcione el supervolcán de Yelowstone y se vaya todo a la mierda, lo que pase antes.

  3. Comentario de Bunnymen (02/02/2011 12:53):

    ¿Conclusión?, tira tu tele y tu radio a la basura y lee un poco más,…el MARCA.

  4. Comentario de de ventre (02/02/2011 13:35):

    por curiosidad, ¿qué viene a decir de Prensa Ibérica?

    j

  5. Comentario de CusCus (02/02/2011 13:39):

    Interesante,

    puede usted, disimuladamente, enlazar el pdf del libro, sr. Alcalde? De paso sabremos si LPD tiene mas relevancia que rojadirecta.org.

  6. Comentario de Pedro Tomás Reñones Alcalde de Alhaurín (GIL) (02/02/2011 14:50):

    Me gustaría, pero era una declaración de intenciones hecha sin previamente saber de la posibilidad o no de la efectiva descarga.

    Mierda. Valgo para ministro socialista.

  7. Comentario de desempleado (02/02/2011 15:17):

    El libro es sencillamente magnífico.

  8. Comentario de Guillermo López (02/02/2011 16:53):

    El capítulo de Prensa Ibérica es muy divertido, he estado a punto de incluir en el artículo una cita proveniente de él, en la que cuenta cómo Moll cerró La Opinión de Granada porque quería especular vendiendo el edificio (de su propiedad) en el que estaba ubicada la redacción del periódico (que, por cierto, se gastaba casi todo su presupuesto en pagar el alquiler al dueño, es decir, a Moll, de manera que La Opinión de Granada tenía pérdidas que justificarían la decisión de cerrar el periódico.

    En general, la imagen que dan de Moll es la de un empresario que lo mismo vende periódicos que salchichas, con nula sensibilidad para con sus empleados, a los que cada vez aprieta más mientras reparte dádivas y regalitos entre los directivos (él, su familia, y sus acólitos). Como en los demás medios, vaya.

    Un cordial saludo

  9. Comentario de Andrés Boix Palop (02/02/2011 19:22):

    El libro tiene una pinta cojonuda y la reseña es tan buena que dan ganas de leerlo. ¡Incluso de descargarlo! (algo que yo veo como muy pesado y aburrido, así que pasar por eso tiene que ser por algo que valga la pena).

    Sobre la relación entre medios y poder, transcribo literalmente lo que me decía ayer un diputado valenciano del PSPV con el que coincidí en un acto. Es un tipo listo y socarrón (mis disculpas porque ya debe todo el mundo saber quién es con esa descripción) y comentaba que “el tema de la Sexta i con es va crear i li varen donar la llicència, si s’hagués fet manant el PP, jo hauria dit que era corrupció, però com s’ha fet manant el PSOE doncs em supose que estarà tot bé i serà legal i correcte”.

  10. Comentario de John Constantine (03/02/2011 12:55):

    A mi me parece divertidísimo, desde el punto de vista de la comunicación -y de como las gastamos los lectores de LPD, la verdad-, el episodio que ha concluído hoy con la eliminación física y sistemática de Vigalondo de “El país”. Creo que define a la perfección tanto a quienes colaboran y trabajan como a quienes dirigen los periódicos de esta país. Una feria de las vanidades y de la imagen que a la hora de la verdad, y cuando pintan bastos, se resquebraja a las primeras de cambio.

    Y , de “Público”, la verdad es que desde la marcha de Escolar no tengo datos de ventas, pero al margen de su utilidad como falo aparato gubernamental, me da que sus números deben resultar ruinosos cuando no hacen más que cargarse a sus mejores y mas independientes colaboradores (Rafael Reig y Mauro Entrialgo) y sustituirlos por próceres intelectuales como Sabina. La salida de Entrialgo ya es que ha sido gloriosa y la gente, que no es tonta, ya sabe muy bien de que pie cojean en realidad los gestores y dueños del periódico: del mismo que ABC o La Razón. Y con un público potencial de cierta inteligencia y capacidad crítica, estas maniobras son pura y simplemente suicidas.

  11. Comentario de de ventre (03/02/2011 12:57):

    a mí el que me gusta bastante es Juan Carlos Escudier, el pobre en El Confidencial recibe más estopa que CR7 en la peña barcelonista de ERC.

    J

  12. Comentario de Pedro Tomás Reñones Alcalde de Alhaurín (GIL) (03/02/2011 13:25):

    Habría que darle un accésit a Salvador Sostres a.k.a “como una lionesa de crema”

  13. Comentario de Andrés Boix Palop (LPD) (03/02/2011 13:29):

    Sobre la surrealista reacción al tweet de Vigalondo:

    http://www.publico.es/televisionygente/359617/una-broma-sobre-el-holocausto-le-sale-muy-cara-a-nacho-vigalondo

    Sinceramente, no sé qué acojona más si el sectarismo o la supina imbecilidad que demuestra todo este asunto.

  14. Comentario de John Constantine (03/02/2011 13:31):

    A mi, columnistas aparte -y la verdad es que tienen de todos los palos- “El confidencial” me gusta bastante porque informativamente hablando, reparte estopa a diestro y siniestro (otra cosa es que los lectores y autores de comentarios sean mas bien de determinado signo político). Y en su parte de economía son de los pocos que se atreven a rebatir gran parte del pensamiento “oficial” y tienen gente que siempre ha sido crítica con como hacen las cosas en este país tanto políticos como empresarios (Marc Vidal, Alberto Artero).

  15. Comentario de de ventre (03/02/2011 13:37):

    mmmmm, no sé que decirte, constantine. reparten a diestro y siniestro, pero sobre todo a siniestra. de todos modos, se les acaba viendo mucho el plumero, si no, no tendrían semejante nómina de abonados a los comentarios.

    en todo caso a mí no me disgusta, sabiendo de qué pie cojean, naturalmente.

    con la excepción inigualable del federico quevedo, cuya parcialidad pro-pp haría sonrojar a Carlos Davila si eso fuera posible.

    j

  16. Comentario de de ventre (03/02/2011 13:37):

    las críticas de cine y el fumbol están bastante bien

    j

  17. Comentario de asertus (03/02/2011 14:32):

    Pero si el confidencial es de lo más fachoso…

    http://www.elconfidencial.com/en-exclusiva/2011/mujer-garzon-nueva-york-guardia-civil-20110203-74365.html

  18. Comentario de pio baroja (07/02/2011 14:32):

    este Libro no lo he leido pero si uno anterior, que se titula desinformacion como los medios de comunicacion manipulan el mundo, y es un libro que recomiendo, porque ademas de que se lee bien, esta lleno de informacion, y desde luego te hace pensar, no es que descubra la bomba atomica, pero si que aporta informacion sobre tratamientos informativos de noticias de los que no tenia mucha informacion, pero que suponía que eran distorsinados.
    en ese libro hay partes verdaderamente graciosas, y asi se ven dos fotos despues del katrina, en las dos estan personas con el agua hasta la cintura y llevando comida en la cabeza, pero en una foto, la persona es blanca y en la otra es negra, y claro eso como sabra un avezado periodista permite sacar conclusiones y poner en el pie de foto de la primera, ciudadano vuelve a casa despues de abastecerse de comida, mientras que en la segunda era vuelta a casa con el fruto de un saqueo, es que hay que ver la agudeza visual del redactor, que pudo ver el ticket de compra en el primer caso.

    de todas maneras sobre la veracidad de los medios de informacion yo me vacune muy pronto, porque cuando estaba en el instituto organizamos una protesta por un tala de arboles, con manifestacion espontanea hasta el ayuntamiento, donde nos recibió el alcalde, y las noticias era para todos los gustos, se pasaba desde que eramos unos 20, cuando fue casi todo el instituto, hasta que se habian causado daños en el mobiliario urbano (por su puesto inexistentes), y si eso lo hacian con una noticia sin importantacia, pense , que haran con lo importante, pero lo mas hilarente de todo es que si bien en una radio entrevistaron a los verdaderos organizadores, en u periodido publicaron la entrevista de una supuesta organizadora de la que nadie de los que estabamos alli sabiamos que habia hecho, y alli aprendí como se forjan los lideres de nuestro tiempo

  19. Comentario de Abogangster (18/02/2011 12:16):

    Guillermo

    Me he leído el libro y no está mal, pero me deja un regustillo amargo por el ligero tono que tiene tipo “Diagonal”; sí, las anécdotas son muy graciosas, y te quedas con la copla sobre “lo malos que son los empresarios en general y los de la la comunicación en particular”… pero sólo se profundiza, y no mucho, en el primer capítulo –El Mercado de la Palabra-. A partir de ahí, el chascarrillo, la anécdota, el chiste… sobre cada uno de los grupos y sus directivos.

    Considero que al libro no le vendría mal una segunda redacción, da la sensación de ser un borrador, un proyecto que se ha enviado a la imprenta antes de tiempo; en ocasiones, el libro es una mera enunciación de periódicos, televisiones, radios,… pero poco más; además, si hay tanta participación cruzada entre empresas no vendrían mal unos cuadros aclaratorios. O haber detallado más, ya que estamos ante un trabajo de investigación; en este sentido, no estaría mal indicar la denominación completa de las entidades (no cuesta nada añadir S.A., S.L…) o haber acudido al Registro Mercantil en búsqueda de información en lugar de limitarse a señalar que la página electrónica de “X” no hace referencia a quiénes son los miembros del Consejo de Administración… (es cierto que el Registro Mercantil sí cuesta dinero, eso es otro asunto).

    Por eso señalo el tono “Diagonal” (o, si lo prefieres, “Le Monde Diplomatique”), ese tono colegueo, “yo te voy a contar la verdad”, con referencias que me recuerdan a teorías de la conspiración pero desde el otro lado. Y todo sin ofrecer respuestas o alternativas (no sé si las hay) a las preguntas ¿es posible una prensa de calidad sin hipotecas con el poder económico, político…? ¿quién pondría entonces el dinero?

    Pues eso, sí, un libro necesario pero al que le falta una revisión, mayor profundidad si es que la intención del autor era no limitarse a realizar un inventario de medios y propietarios. Si era esa la intención, perfecto. Si su intención era criticar esas estructuras de poder, en mi opinión se ha quedado corto. En este sentido, mucho mejor tu resumen sobre el libro y las ideas que en él se pretenden analizar que el libro en sí.

  20. Pingback de La Página Definitiva » Homicidio – David Simon (29/03/2011 19:01):

    […] de la policía de homicidios de su ciudad a lo largo de un año entero (que fue el año 1988). En aquella época los periodistas no estaban todo el día ocupados copiando y pegando teletipos y no…, y los medios pensaban en su negociado más allá de “y ahora saca a esta chony en bolas a ver si […]

  21. Pingback de La Página Definitiva » Cuando los catalanes te hacen papel (31/03/2011 17:37):

    […] no digamos ya si leías algo en Internet; que, al menos, en los medios convencionales tienes garantía de que lo que lees es de calidad, joder, como si te lees La Razón o El Mundo o te tragas el informativo de La Sexta o Telecinco. […]

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