Catar 2022 – Los rivales de la Roja (I): Costa Rica

Desde tiempos inmemoriales, es decir, desde aquellos años que se nos han caído a todos de la memoria por la extraordinaria placidez que en ellos reinaba, ha sido derecho inalienable de los españoles el que cada cuatro años tocaba dormitar en calzoncillos en el sofá, bajo la canícula del estío, mientras en la televisión retransmiten un México-Irán desde algún estadio cuyo nombre lleva demasiadas consonantes para quienes parlan lenguas herederas del latín. Dormitación que solo se interrumpía cuando los esforzados mercenarios eran los españoles, que fiablemente caían en los cuartos de final. Esta sagrada tradición ya se interrumpió hace dos años con la Eurocopa, que a buen seguro se les aparecerá a generaciones venideras de jugadores del Trivial Pursuit en la pregunta “¿en qué año se disputó la Eurocopa de 2020?” Pero hoygan, al menos fue en verano, y España ni siquiera lo hizo tan mal.

Pero este será el primer Mundial de la historia que no se jugará bajo la canícula, sino con el aguachirri de noviembre. Ya no respetan nada, aunque en Catar las temperaturas sí son las de verano de aquí. Las de verano de allí, en cambio son directamente incompatibles con la vida: ni de noche bajan de 30 grados. Por eso hubo que mover los partidos a noviembre. Las obras, en cambio, sí pudieron seguir en verano, con las consecuencias previsibles: 6500 obreros muertos desde que obtuvieron el Mundial según algunos, hasta 15000 según otros, en un país más pequeño que Guadalajara y con menos habitantes que Madrid ciudad. Muy apropiadamente, el Mundial se inaugura el Totensonntag, el día de los muertos en las iglesias reformadas (y que este año encima coincide con el 20N: lo tiene todo). Para que nadie más colapsara, los cataríes prometieron refrigerar todos los estadios. Lo que esto significa en términos de CO2 no queremos ni pensarlo, pero cabe esperar que será menos que lo que eche Arabia Saudí en los Juegos de Invierno que va a celebrar.

Y todo esto porque llegaron los cataríes y pusieron sobre la mesa el mayor montón de dinero y cocaina que se viera en ambientes deportivos. Han comprado todo, a David Beckham, a la prensa mundial, a espías de la CIA para investigar a los miembros de la FIFA, incluso a fans profesionales. A todos… excepto a Rod Stewart (intentaremos homenajearle en cada post) y a nosotros, porque al jeque le dio un patatús de la risa cuando valoramos LPD en 44.000 millones con la posibilidad de tener checks azules en los comentarios. Pues nada, ellos se lo pierden, y además siempre nos gustó mucho más Bahréin que Catar. Y aquí estamos: tras Italia 1934, Argentina 1978 y Rusia 2018, volvemos a dejar el mayor acontecimiento deportivo del planeta (con permiso de los JJOO, pero sinceramente, ver a una policía guatemalteca y a un cazador kirguizo disputarse el oro en lo que cojones sean “ISSF 10 meter air pistol” no da ni para dormitar) en manos de un régimen autoritario que despierta las envidias de los fachas mundiales (y me van a perdonar esta politización, pero esa combinación de monarquismo, autoritarismo, barbas hirsutas, supresión de cualquier actividad feminista o LGTBI, adoración del becerro de los hidrocarburos, la combinación de “tengo pasta y me pone cachondo enseñarlo”, y subordinación de todo a la religión única y verdadera, pues esto en España lo defiende quien lo defiende). Ya saben, “hacer negocios con ellos para que abracen la sociedad abierta”, que funciona de fábula.

 

¡La parte de los negocios desde luego!

 

El caso es que hubo un cierto debate en LPD sobre si debíamos hacer nuestro tradicional seguimiento, o hacer boicot. Y aquí ya empiezan las dudas: en este contexto, ¿qué es hacer boicot? ¿No acudir a Catar? Regalado. ¿No comprar merchandising del Mundial? Resuelto por la vía de a) ser pobres y b) ser adultos funcionales. Y además nos olemos que los jeques esto no lo han hecho para ganar dinero. Que se han gastado 200.000 millones en total, señores. Unas 60 veces lo que se gastó Sudáfrica para hacernos tan felices a los españoles. Creo que nuestros 18.99€ se la sudan. Ni siquiera lo hacen por el casito: lo hace por el amor. Gastarte dinero en que la gente piense que eres guay, el Síndrome Elonmusk. Así que se propuso ofrecerle desde LPD al mundo un reportaje alternativo, y la respuesta general fue un ilusionante “mira, haz lo que quieras”. Así que allá vamos (y les confieso que aún no sé si veré algún partido).

 

El rival

El primer rival en el grupo E, por desgracia, no salía en la foto “verano de 1941” con la que yo pensaba justificar todos los chistes. Y a pesar de ser un país centroamericano, ni siquiera ha tenido una Guerra del Fútbol. De hecho, son irritantemente prósperos y pacíficos para ser una excolonia española. ¡Así no vamos a ninguna parte!

 

Estilo de juego

Costa Rica se clasificó en el grupo de la CONCACAF, que es la confederación de Norteamérica, el Caribe, y todos aquellos que son demasiado pijos (en realidad demasiado flojos) para jugar con los chicos grandes de Sudamérica. Los “ticos” (sí, ese es su mote, prepárense para que hordas de comentaristas deportivos lo usen con toda naturalidad tras haberlo buscado como yo hace un minuto en la Wikipedia) no deslumbraron demasiado (menos goles que partidos disputados y cuartos de ocho, en un grupo que acabó liderando Canadá, esa potencia), y se lo jugaron a suerte o verdad en un playoff contra Nueva Zelanda, que ganaron por la mínima. Es decir: goles, poquitos. A cambio, también encajan muy pocos. ¿Estamos ante la Italia centroamericana?

 

Estrella

Fácil: Keylor Navas. Es el único que me suena, y jugó cinco años en el Real Madrid.

 

Con eso basta para ser la estrella, y si me apuran hasta presidente autonómico.

 

Homenaje a Rod Stewart

The Killing of Georgie, sobre el asesinato de un homosexual a manos de una banda callejera.

 

Nuestra propuesta al Comisario Político de la Anti-España

Parece que la tradicional ventaja de tener a chavales forjados en el calor de las liguillas infantiles en Córdoba y Sevilla aquí no servirá: los ticos vienen de un calor semejante. Quizás sea mejor estrategia bajar el aire acondicionado en el estadio Al-Thumama y alinear solamente a jugadores de la cornisa norte. Por otra parte, son un país que ha renunciado a tener ningún tipo de Fuerzas Armadas (una reacción a una guerra civil que tuvieron – ¿seguro que hemos sido metrópolis imperial de esta gente?), así que una actuación decidida y bélica debería abrir las puertas a una victoria no apurada, amplia si me apuran, que lance las campanas al vuelo de cara a la dura caída en los cuartos de final.


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  1. Comentario de Tartamundos Trotamudo (22/11/2022 16:27):

    Una cosa es no ver ningún partido del infame mundial y otra quedarnos sin la tradicional reseña de LDP. Me congratulo de que Carlos se haya animado.

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