El puchero sondeoscópico

LPD les adelanta cómo se equivocarán esta vez los sondeos preelectorales

Habitualmente, como Ustedes conocen sobradamente, a los efectos de saber de antemano qué pasará en un proceso electoral en España, tanto da recurrir a los sondeos demoscópicos publicados por medios de comunicación, difundidos por partidos políticos o por el propio CIS, o preguntar directamente a la Bruja Lola. A lo sumo, esto último garantiza, en todo caso, cierto nivel de ahorro, porque una encuesta es carísima, imagínense lo que es preguntar a miles de personas y luego contratar a un montón de gente para que cocine los datos, plagados de errores, olvidos y mentiras, y diga lo que el cliente que encargó la encuesta quiere oír.

Desde tiempos inmemoriales las encuestas se equivocan en España. Al menos llevan haciéndolo así en todas las Elecciones Generales desde 1993. Sistemáticamente las encuestas se apuntan a la última moda (“cuidadito con el voto oculto del PSOE”, “aquí no va a haber ni una miajilla de participación y el PP se va a salir”, y en general el principal motivo aparente de que las encuestas se equivocasen en la anterior ocasión) y luego patinan, marran y meten la gamba, o directamente aparece la ETA vestida de árabe y te jode los pronósticos, pese a lo cual la afición sigue pidiéndoles más y más.

Para que se vayan haciendo una idea, podríamos subdividir la elaboración de encuestas en tres categorías principales:

1. Las elaboradas desde el Centro de Investigaciones Sociológicas, organismo público que se encarga de hacer todo tipo de encuestas de tipo político y socioeconómico desde hace varias décadas. En su favor juega la amplitud de la muestra (que en unas Elecciones como las que nos ocupa abarca a unas 20.000 personas) y la calidad de sus profesionales. En contra que, precisamente por la amplitud de la muestra y la necesidad de contar con tiempo suficiente para interpretar los datos, las encuestas preelectorales del CIS suelen hacerse con un mes de antelación respecto de las elecciones, o incluso más tiempo, y eso significa que la “foto fija” tomada por la encuesta a la opinión pública española es relativamente antigua cuando se celebran las elecciones, y por tanto los resultados pueden cambiar bastante. Además, claro, siempre está la sospecha de la llamadita del ministro o Presidente del Gobierno para alicatar los datos, aunque tampoco puede decirse que, en el pasado, el CIS se equivocara mucho más que los medios (más bien al contrario), excepción hecha del espectacular pronóstico de participación en el referéndum para aprobar la Constitución Europea en 2005.
2. Las efectuadas por los medios de comunicación. Aquí entramos en el terreno de la droga dura. Muestras “representativas” de 800 personas para todo el territorio nacional, entrevistas telefónicas (dejándose en el camino a los teléfonos móviles y a cualquier atisbo de seguir criterios de estratificación en la muestra; que no todo sean señoras de 50 años y de clase media, para entendernos), o bien directamente encuestas “cocinadas” por el director del medio de comunicación al uso para demostrar que la sociedad española opina lo mismo que su línea editorial o para que la gente vote al partido afín. Podríamos decir “dime en qué medio te publicas y te diré qué resultados pronosticas” respecto de este tipo de encuestas. Las hay mejores y peores, pero históricamente las que marran de forma más espectacular suelen ser las de Sigma Dos (que habitualmente hace las encuestas para el diario El Mundo) y las del Instituto Opina, en especial cuando elabora el engendro conocido como “pulsímetro” para la Cadena SER. Se equivocan prácticamente siempre, con la única excepción, al menos en las Elecciones Generales, del Instituto Noxa (que se encarga de las encuestas para La Vanguardia), empresa que se ha acercado bastante a los resultados en los últimos tres comicios.
3. Y las elaboradas por los partidos políticos. Aquí convendría diferenciar entre las encuestas difundidas a los medios por el partido político en cuestión y las encuestas de consumo interno. Las primeras tienen igual relación con la realidad, y similares objetivos, que un vídeo de publicidad electoral. Las segundas tienen valor hasta el preciso instante en que se difunden como “encuesta interna que me he enterao pero el partido no quiere que se sepa porque los datos son demasiao buenos”, cosa de la que se encargan normalmente las tertulias radiofónicas y, últimamente, los confidenciales de Internet, y donde se suelen decir comentarios de la especie de “ojito que el PP lleva 20 puntos de ventaja”.
LPD, su página amiga, reproducirá y comentará aquí los sondeos preelectorales de mayor distinción y tronío, así como, de haberlos, los sondeos “a pie de urna” elaborados para algunos medios de comunicación (¡menudas risas vamos a echarnos!):

Encuesta del CIS: La encuesta debe estar, en líneas generales, bastante bien hecha, porque viene a decir que los que ya ganaron en el pasado ahora ganarán aún más, en la línea de la tradicional condición servil y genuflexa del español de bien, siempre acomodaticio para con el caciquismo local, tan nuestro.

Así, según el CIS el PSOE mantendría Castilla La Mancha y Extremadura (sin que se note mucho, y nada en el segundo caso, la pérdida de los atávicos barones), subiría en Aragón (PHN mediante, y lo que nos queda con la Exposición “Agua para todos” del año que viene) y Canarias, donde podría birlarle el Gobierno a Corrupción Canaria, y también aguantaría en Asturias.

El PP subiría significadamente en Madrid y la Comunidad Valenciana, manteniendo ambas, así como Castilla y León, La Rioja y Murcia. Ganaría las elecciones en Cantabria (donde, a pesar de esto, el pacto PSOE-PRC le dejaría de nuevo fuera del Gobierno), perdería la mayoría absoluta en Baleares (donde un pacto de todos los demás le dejaría fuera del Gobierno) y, con más probabilidad, perdería el Gobierno en Navarra, donde la venta a la ETA parece dar sus primeros réditos en forma de espectacular subida de Nafarroa Bai, que podría pactar con el PSOE e IU para formar un gobierno antiespañol más.

Además, el CIS evalúa la situación en cinco ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela, Sevilla y Bilbao), en las que todo seguiría igual. Y es que el español, ante el poder local, es reflexivo, sosegado y continuista de natural, ¡y eso que ya apenas queda terreno por recalificar!

Encuestas de medios nacionales: La referida droga dura de los sondeos efectuados para los medios de comunicación lo es más, por lo común, en este tipo de comicios. Las “macroencuestas”, así pomposamente anunciadas por los medios, suelen partir de una muestra que en las Elecciones a un parlamento autonómico oscilan entre los 500 y 1000 entrevistados y en los municipios aún peor. Si a esto unimos que la metodología de la encuesta suele basarse en entrevistas telefónicas, pueden Ustedes figurarse que cualquier parecido entre la encuesta “en bruto” y la realidad será pura coincidencia. Y de todas formas, esto tampoco importa mucho: desde tiempos inmemoriales, las encuestas de los medios de comunicación, convenientemente tamizadas en la “cocina” (la cocina del director del periódico), son el producto, con independencia de lo que hayan contestado los ciudadanos entrevistados (si es que tal entrevista se ha producido), de la mezcla entre lo que el director del periódico cree que pasará y lo que quiere que pase, de tal forma que, instrumentalizando la encuesta, intentará que la cosa se acerce lo máximo posible a lo segundo.

Y no se apresuren a censurar tal actitud. Los medios, pobrecillos, necesitan encuestas para sentirse importantes y pensar que lo que ellos dicen tiene alguna importancia. Así, cuando después la encuesta se equivoque (y se equivoca siempre), podrán decir: “Claro que se equivoca: ¡se equivoca porque nosotros hemos cambiado el signo de estas elecciones publicando encuestas maquiavélicamente diseñadas para generar el efecto electoral que queríamos! ¿Qué hay de lo mío?”.

Pero, al mismo tiempo, tampoco conviene soltar demasiadas barbaridades, y por otra parte, las encuestas de los medios (y los propios medios) se espían unas a otras para decir más o menos lo mismo y no meter demasiado la pata (o, mejor aún, meter la pata al unísono). Lo cual genera efectos esquizofrénicos: medios de distinta ideología política acaban publicando datos similares, pero cada uno los interpreta a su conveniencia para generar (o intentar generar, más bien) el efecto político que convenga a los suyos: así, tanto la encuesta de El País y el “Pulsómetro” de la SER como la encuesta de Sigma Dos para El Mundo indican que las cosas están reñidas en Navarra y en Baleares, comunidades ambas en las que gobierna el PP. ¿Cuál es la diferencia? En El Mundo se indica que el PP “podría perder” ambas comunidades, y los datos lo ubican en el límite de la derrota, pero sin traspasar dicho límite. Mientras que los medios del malvado Grupo PRISA dan por hecha la derrota del PP tanto en Baleares como en Navarra. ¿Y qué significa esto? Significa que en El Mundo se intenta consolidar el voto afín al PP, como diciendo: “movilizarsus no sea que perdamos estas regiones y se nos vayan con la ETA” (en Baleares hablan raro, así que no descarten que ETA acabe incorporándola a Euskal Herria). Y en El País, en cambio, la cosa va de movilizar al voto perezoso, como diciendo, en plan talante – gay, “con tu voto es posible”, al tiempo que se minimiza el pequeño detalle de que, además de con tu voto, la cosa será posible a base de pactar con el diablo del nacionalismo (particularmente diabólico, claro está, en Navarra). En un término medio encontramos la encuesta de Demoscopia para Antena 3 y Onda Cero, como diciendo “pongo una vela a Dios y otra al Diablo” (medio sueltan Baleares, pero agarran Navarra como buenamente pueden”). Que no es que nos la creamos más que las otras, pero hay que reconocer que se lo han currado poniéndolo todo perdido de gráficos y mapas que desde el rigor que nos caracteriza catalogaríamos de “superchupi”.

Esto, si la cosa está disputada. Si lo ven claro, la unanimidad es mucho mayor. Total, está claro, así que, ¿para qué equivocarnos todavía por más? Así que, según todas las encuestas de los diarios nacionales, el que manda holgadamente en alguna comunidad autónoma seguirá mandando ahora, y casi siempre por mayor diferencia que antes. Es una dinámica de notable interés político: el desgaste, en la España autonómica, no existe, salvo si hay partidos nacionalistas que vengan a enfollonar el asunto. El bipartidismo perfecto de Rodríguez Ibarra y adláteres tiene como resultado un edén democrático plagado de pequeños hechos diferenciales gestionados por caciques, pero no como en el bipartidismo del XIX (“ahora tú, después yo, y luego tú otra vez”) sino caciques de pura cepa PRIísta, según el modelo mexicano: “ahora yo, después yo, y más adelante también yo a no ser que me vaya a Madrid, en cuyo caso yo desde la distancia” (aunque esto último no suele funcionar, miren a Zaplana y lo rana que le ha salido Francesc Camps en la Comunidad Valenciana).

Encuestas de medios locales: tiene cierta lógica, después de todo, que los medios nacionales hagan particularmente el paripé en este tipo de comicios. Tampoco es plan de gastarse todo el presupuesto en una “macroencuesta” que pretenda ser mínimamente fiable en cada uno de los municipios y autonomías analizadas (en las Generales la cosa se supone que funciona mejor porque los errores en una circunscripción, dada la amplitud del universo muestral -la totalidad del territorio nacional-, se compensarían con los errores en otra; luego la cosa va como va, claro). Pero para paliar estas deficiencias están los medios locales, que a fin de cuentas sólo tienen que hacer una encuesta para su autonomía y a lo sumo para algunos ayuntamientos. Como en España los medios locales de Madrid son los medios nacionales, obviaremos la referencia demoscópica a esta comunidad autónoma, dando por hecho que el PP lo tiene muy fácil (para revalidar, e incluso para aumentar, sendas mayorías absolutas, en el Ayuntamiento y en la Comunidad), como así lo indican unánimemente los medios de diverso signo, como diciendo: “es que las listas de espera y el Tamayazo son avales de una buena gestión”. Pero si ellos lo dicen nosotros qué le vamos a hacer, no vivimos en Madrid y por ende tenemos la boina calá que venga un cosmopolita de la capital y lo vea.

Así que vamos a limitarnos a hablar de provincias, o de comunidades autónomas de provincias, como nos son consustanciales. Y no de todas, no se vaya Usted a creer, sino de una selección modelo “porque lo digo yo”, como si LPD fuera un medio de comunicación de los serios, de los que reciben licencias de radio y TV a cambio de su acrisolada parcialidad sistémica:

Comunidad Valenciana: El Levante (para entendernos, lo más parecido a un medio “progre” que hay en la Comunidad Valenciana, entendiendo, por “progre”, “del PSOE”) asegura que el PP perdería la mayoría absoluta a manos del PSOE y el barullo de progres fusionados en “Compromís per el País Valencià” (coalición de Izquierda Unida con el Bloc Nacionalista Valencià, una especie de ERC acomplejada). El PP se quedaría en los 48 escaños, mientras que PSOE + Compromís ascenderían a 51. Me encantaría poder mostrar alguna encuesta de Las Provincias (el equivalente conservador del Levante), pero en apariencia no la hay. Téngase en cuenta, en cualquier caso, que el Levante fue maltratado por el PP en la asignación de licencias de TDT (sólo dos licencias locales frente a la licencia autonómica que obtuvo Las Provincias), así que no descarten una “cocina” particularmente rencorosa para con el PP en el despacho del director.
La Rioja: Aunque Ustedes no se lo crean, La Rioja cuenta con publicaciones propias. Y lo que es más, he visto una de ellas con mis propios ojos: el Diario de La Rioja, que pronostica la revalidación de la mayoría absoluta para el PP. Y cuidadito con lo que hacen, que como pinchen en este enlace lo verán Ustedes mismos, yo declino toda responsabilidad. La encuesta garantiza la repetición de los actuales resultados e incluso una subida de un escaño para el PP.
Castilla y León: por increíble que parezca, mis pesquisas no han parado en La Rioja, extendiéndose incluso a Castilla y León: ¡El PP revalida su mayoría absoluta, según dice El Norte de Castilla! Menos mal que teníamos una encuesta para atestiguarlo. Pero cuidadito, que el PSOE sube como la espuma (¡hasta tres diputados más!), a costa no del PP (que se mantiene e incluso podría subir), sino de Unión del Pueblo Leonés. A la búsqueda del bipartidismo perfecto, una vez más.
Baleares: El Diario de Mallorca (del mismo grupo mediático que el Levante, así que probablemente afín a la hidra marxista) vaticina que el PP se quedará a dos escaños de la mayoría absoluta y que, en consecuencia, ¡oh felicidad!, Unió Mallorquina se convertirá en árbitro privilegiado de la situación, pudiendo optar, como en 1999, por el PP o por todos los demás. Pero no se preocupen, ahí llega El Mundo de Baleares para desfacer el entuerto: el PP mantiene, según su encuesta (para Sigma Dos), la mayoría absoluta por los pelos. ¡Quedaos en casa, rojos!
Navarra: El Diario de Navarra, en una brillante estrategia comercial que le otorgará el triunfo, es de pago, así que no he podido acceder a su, a buen seguro, sustanciosa encuesta preelectoral. Pero en el minúsculo PDF de la portada de ayer domingo se intuía que UPN “lo tiene difícil” para revalidar su actual mayoría de Gobierno. ¿Y qué significa esto, en términos electorales? Pues ni idea. Hay otro periódico, “Diario de Noticias”, pero en apariencia no se ha molestado en hacer un sondeo (aunque sí refleja los resultados de los sondeos de medios nacionales, en general desfavorables para UPN). Y menos mal, porque aquello se habría puesto todo perdido de progretarras. Miren cómo acaba su editorial de hoy, miren: “Pero, ¿cuál es el riesgo de que Navarra sea gobernada por navarros? ¿Es mejor que esté teledirigida desde Madrid por políticos que, cuando no conviene a sus intereses, recurren leyes forales? La mayoría de los ciudadanos sabe cuál es el auténtico peligro para Navarra y lo han anticipado en su intención de voto. Porque miedo, sólo tienen los que temen al cambio”. Enternecedora combinación entre el “¿qué hay de lo mío?” implícito y el victimismo contra “Madrid” marca de la casa – batzoki.
Aragón: En Aragón hay varios medios de comunicación, pero sólo uno importante: El Heraldo de Aragón, que lleva toda la campaña haciendo un sondeo diario, en plan “Pulsómetro”. En la encuesta del domingo se pronosticaba un descenso del PSOE y la Chunta Aragonesista de un escaño, que ganarían el PP y el PAR respecto a 2003. Sin embargo, la situación se mantendría igual que en la anterior legislatura: el PSOE podría elegir socio (PAR -el socio actual- o Chunta) y un hipotético pacto PP-PAR no llegaría a la mayoría absoluta. Jodidos regionalismos, qué verbeneros son, con lo fácil que sería que mandase o bien A o bien B, ¿no creen? ¡Pongamos un mínimo del 20% de los sufragios para poder acceder al Parlamento!.
Cantabria: El Diario Montañés publica una encuesta que pronostica lo que, más o menos, pronostican todos los demás: el PRC de Revilla crece (entre dos y tres escaños), sobre todo a costa del PP (que perdería entre uno y dos), pero también del PSOE (podría perder uno). El PP ganaría las elecciones, pero el PSOE podría otorgarle de nuevo a Revilla el Gobierno autonómico. A no ser que el PP también ofreciera dárselo, en cuyo caso, quién sabe, … ¿Asumirá el PP la responsabilidad de romper España pactando con un líder político antiespañol, aunque con bigote?
Canarias: La verdad es que LPD no se ha caracterizado históricamente por su interés por estas bellas islas, pero el resto de los medios de comunicación tampoco, así que… ¿por qué sentirnos culpables? Sin embargo, Canarias es en estas elecciones, por una vez, uno de los focos de atención, por la posibilidad cierta de que el PSOE desbanque a CC como fuerza más votada (y, a partir de ahí, cambie el signo del Gobierno canario o, más probablemente, CC decida hacer un “Revilla” para continuar mandando, con el PSOE, con el PP, o con quien se les ponga a tiro). Eso es lo que indican todas las encuestas, en concreto la del diario “La Provincia“, que pronostica una subida de siete puntos para el PSC (el Partido Socialista Canario, no los que pactan con terroristas; bueno, también, pero como más indirectamente) y un descenso porcentual en torno al 5% para PP y CC. Como consecuencia, el PSOE sacaría 22-23 escaños, CC 21 y el PP 16-17 (lo gracioso del caso es que el reparto de escaños en Canarias parece hecho – y, probablemente, esté hecho- para beneficiar a CC, que con un 1% más en votos que el PP le supera en cinco escaños, y con un 5% menos que el PSOE tendría uno o dos menos).
Murcia: Si en alguna comunidad autónoma está claro que el pescado está totalmente vendido, es en la Región de Murcia. La cosa oscilaría entre el 55% y el 60% de los votos para el PP. Una mayoría sin igual en ninguna otra región española. Y los medios murcianos obran en consecuencia, por la vía de no hacer sondeos o bien ocultarlos, con tanto tino que no he encontrado ninguno. Y miren que me he dedicado, con la vocación del fanático, a devorar ejemplos de Nuevo Periodismo como “La Verdad” de Murcia”, “La Opinión” de Murcia e incluso “El Faro” de Cartagena, pero nada. Después de todo, ¿para qué hacer sondeos, o simular que los hacemos, si la cosa está clarísima?
Extremadura: La principal referencia, la encuesta de El Periódico, resulta eminentemente tranquilizadora: sin Ibarra, todo seguirá igual que con Ibarra, y el PSOE sacará la mayoría absoluta, no vaya a ser que su proyecto para Extremadura (cualquiera que sea éste) no pudiera culminarse por sólo cuatro añitos más. Eso sí, ajustadísima, con 33 o 34 escaños (dos o tres menos que en 2003, que se repartirían entre PP e IU). El diario Hoy no publica ninguna encuesta propia, que yo sepa, pero publica algo mucho mejor: una encuesta del PSOE en la que este partido afirma perder uno o dos escaños que ganaría el PP. Eso es ir de sobrados y lo demás son tonterías. El asunto es tan enternecedor que dicha encuesta genera reacciones que nos hacen pensar por momentos que Extremadura, en realidad, es Suecia: “El PP, satisfecho con la encuesta del PSOE“.
Castilla – La Mancha: Si Murcia fue una labor baldía, Castilla-La Mancha, comunidad “eterna” del PSOE donde la marcha de Bono no tendrá, en apariencia, efecto alguno sobre el electorado, no iba a ser menos. Además, aquí partíamos con el importante handicap de que se trata de una comunidad plagadita de provincias, y los diarios, en cambio, tienden a estar más bien adscritos a una provincia. Si a ello unimos el tradicional compromiso de Castilla-La Mancha con las nuevas tecnologías, claramente reflejado en el poderío en diseño, contenidos y actualización de los diarios de la región, no cabe extrañar que ni hayamos encontrado encuestas ni nada que se les parezca mínimamente. Y oiga Usted, a mí no me mire mal, que por intentarlo no ha quedado, me he revisado de nuevo cabeceras de referencia a nivel mundial, como la Tribuna de Toledo, el Diario de Hellín e incluso “Lanza Digital”.
Asturias: Ha sido también complicado, pero al final un periódico, La Nueva España, de bello nombre, nos ha proporcionado una encuesta en la que viene a decir que todo sigue igual, con PP y PSOE empatados (aunque el PSOE vencería por un 1% y un escaño de diferencia), lo cual garantiza la revalidación de la actual coalición gobernante y, ¡horror!, la aparición del mismo regionalismo verbenero que ya cuenta con honda implantación en otra región que, al no tener lengua propia, decidieron inventársela: Aragón y su Chunta Aragonesista. En este caso el engendro se denomina URAS-PAS y podría sacar un escaño, que le arrebataría al PSOE (todo lo demás se mantendría igual).отзывы работа киевпосуды для дома


Compartir:

Nadie ha dicho nada aún.

Comentarios cerrados para esta entrada.