NOTA: este articulete ha aparecido en la edición papel de hoy, en El País, pero no, snif, en la edición digital. Lo cuelgo por aquí para su difusión y todo eso:
Personas avanzando con tranquilidad y hablando con el de al lado. A mi lado, por cierto, hay un físico. Trabaja en Sanitat. Es el chico de la radioterapia. Lo echan en un mes. Meditación: en un mes, glups, Catalunya superará al Gran Estado de Texas en penas de muerte. Notas estéticas: a) hay pocas pancartas. Lo que indica que el 15M ya se ha formulado. Y, b) hay muchas personas con la camiseta de su escuela, de su CAP o de la cosa que pasa en su barrio. Lo que indica que, desde que el 15M lo dejó, en verano, no ha parado de escribir. Incluso camisetas. Entre tanto relajo, resulta difícil hacerse una idea de la envergadura de lo que se está produciendo en la ciudad. Y en el mundo. Algo que, si lo piensas, es para mear y no echar gota. Se está produciendo la primera manifestación global desde que en el siglo XIX se inventó el 1º de Mayo. Se están estrenando la primera agenda, el primer programa, la primera organización ciudadana del siglo XXI. Y ha sido la idea de un nuevo sujeto histórico, que ya no se verbaliza por el lugar en el que trabaja, sino por el lugar al que el capitalismo financiero lo conduce. Ni el Estado ni los partidos parecen visualizar a ese ciudadano. Ni a ese sistema económico, ni a la fractura democrática que dibuja.
Guillem Martínez
Entiendo la necesidad de hablar de muerte, que es lo que toca. Pero nadie dijo que de verdad vayan a despedir al pobre chico de la radioterapia. A la mitad de sus compañeros, más bien, y dentro de seis meses.
Ayer en la mani había peña que no había nacido el 15-M.
tranquilom. He ablado con tus jefes. No despediran a tus compañeros pero a ti sí. Ha sido una negociación dura