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Se acabó. O eso parece. Aunque queda todavía un camino largo, esto tiene toda la pinta que el lento proceso de descomposición de ETA, que dura ya 20 años, está en fase terminal. Lo conocido ayer es, por ello, y como es obvio, una excelente noticia.
De aquí a un año, si todo va bien, tendremos todos más claro si efectivamente esto es el punto final o si queda todavía alguna estación del calvario (en todo caso -a estas alturas nadie tiene demasiadas dudas de ello- tampoco quedarían en el peor de los casos muchas por recorrer). Pero si todo transcurre como todos esperamos, con las inevitables consecuencias políticas y las medidas de gracia que jurídicamente es posible conceder en estos casos (y que es el único «premio» de que dispone el Estado para incentivar la definitiva liquidación de la banda), nos podremos felicitar todos y, desde ese mismo instante podremos empezar a desmontar, punto por punto, el aparato de medidas de excepción jurídicas que hemos construido durante estas últimas décadas con el argumento de que eran imprescindibles para luchar contra ETA. ¿Porque eran para luchar contra ETA, verdad?
A mi juicio, estas medidas de excepción no han contrinuido a debilitar a ETA ni a acelerar su desaparición, en contra de lo que es la opinión más común. ETA, como cualquier banda terrorista, ha acabado desapareciendo cuando ha perdido todo o casi todo el respaldo social, cuando se ha quedado sin una brizna de comprensión respecto de la utilización de la violencia para conseguir objetivos políticos. Todo ello, claro está, unido a una presión policial que es a la larga mucho más eficaz si se comporta con un escrupuloso respeto al Estado de Derecho y a las garantías constitucionales.
ETA ha desaparecido porque Hipercor, el asesinato de Miguel Ángel Blanco, las sucesivas rupturas de treguas, el masivo asesinato de cientos y cientos de personas… ha ido drenándole, poco a poco, apoyo social. Para que este drenaje sea más rápido y definitivo es esencial que la ciudadanía viva y reconozca su Estado como democrático y respetuoso con sus derechos y libertades. Contra una dictadura está justificado luchar, en muchas ocasiones, con medios violentos. En una democracia inobjetable, no. Entre ambas situaciones hay una zona de grises donde habrá quien encuentre, por irracional que nos parezca a otros, motivos para luchar con armas contra un Estado poco escrupuloso. Mientras que cuanto más lo sea, menos bazas da para conservar miradas de comprensión sobre quienes lo combaten con medios bárbaros. ETA ha perdido a día de hoy, desde hace ya mucho tiempo, casi todo su apoyo social. Por eso, y no por la presión policial, lleva años boqueando y ha acabado por rendirse.
En cualquier caso, no sabremos qué habría pasado si no hubiéramos adoptado medidas de excepción justificadas por la necesidad de combatir el terrorismo. A lo mejor tengo razón y esto habría acabado antes (o más o menos a la vez). A lo mejor no y los que defienden la eficacia de medidas como la Ley de partidos tienen razón y esto ha acelerado el proceso y ayudado (mucho o poco). No lo podemos saber. Podemos hacernos una idea, pero en el fondo es imposible estar seguros sobre contrafácticos. Las cosas, en cualquier caso, han sido como han sido. Hemos tenido medidas de excepción. Como las mismas se justificaban para combatir a ETA, hay que exigir desde ya que todas y cada una de las múltiples derogaciones parciales de nuestras garantías constitucionales que hemos justificado por la existencia de la banda terrorista se acaben en el momento en que se confirme la definitiva desaparición de ETA.
Ahí va un listado de cosas que hemos de exigir (y seguro que me dejo algunas):
– Derogación de la Ley de Partidos Políticos que permite la ilegalización de formaciones por defender opciones políticas idénticas ajenas al marco constitucional.
– Rectificación de doctrinas jurisprudenciales de muy dudosa constitucionalidad como la conocida «doctrina Parot». En su caso, si es preciso, modificar las leyes para que estas interpretaciones antigarantistas queden definitivamente excluidas.
– Eliminación de las agravaciones de penas para cierto delitos que eliminaban la posibilidad de redenciones de las condenas por los supuestos que ordinariamente las permiten.
– Inmediata recuperación de la norma ordinaria en materia de escuchas telefónicas a abogados con clientes (o de las conversaciones en prisión entre ambos), esto es, su prohibición, para todo tipo de delitos.
– Aplicación del criterio de cercanía dentro de la disponibilidad penitenciaria para todos los presos en España.
– Recuperación de las normas ordinarias en materia de secreto de sumario, incomunicación del detenido, contacto con el abogado y tiempos de detención para todo tipo de delitos.
– Reafirmación de las cautelas con las que ha de decretarse la prisión provisional. Para todos los delitos.
– Comenzar a pensar en serio en la desaparición de la Audiencia Nacional, tribunal de excepción que altera el reparto territorial ordinario con el que se distribuye la competencia de los distintos órganos judiciales en materia penal que se justificaba por la necesidad de «alejar» del País Vasco los juicios penales a etarras.
Como puede observar cualquier lector mínimamente atento, todas o casi todas las medidas listadas empezaron introduciéndose en nuestro ordenamiento para combatir el terrorismo pero, de una manera u otra, una vez nos hemos acostumbrado a ellas, han desbordado sus límites iniciales y se han aplicado en muchas (o pocas) ocasiones a otro tipo de delitos. Lo que es una muestra más, por si era necesaria, de la gravedad y riesgos que comportan la adopción de medidas de excepción debido a la enorme capacidad de contagio que éstas tienen.
Hemos de aprovechar el fin de ETA para recordar que la razón por la que nuestro consenso social, político y jurídico aceptó estas restricciones gravísimas a nuestras libertades y garantías fue la necesidad de combatir el terrorismo etarra con más armas y menos restricciones. Desaparecida la amenaza definitivamente no hay justificación de ningún tipo para que subsistan. Acabada ETA hay que pasar a acabar con las medidas de excepción.
31 comentarios en Se acabó ETA: toca desmontar las medidas de excepción
Comentarios cerrados para esta entrada.
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Hola Andrés, puedo estar de acuerdo contigo en la mayoría de tus exigencias pero con la última frase del artículo. No recuerdo en el comunicado de ETA que ponga nada de que se ha acabado o se disuelva o cosa parecida.
Saludos
Comentario escrito por Berlin — 21 de octubre de 2011 a las 12:23 pm
apuesto que el pp va a poner todas las excusas y problemas del mundo para no quitar dichas medidas y seguir vendiendo la burra que tantos réditos políticos y electorales le ha dado
que si no han entregado las armas, que si no se han disuelto, que si no han pedido perdon, que si no se han entregado, que si «mira que no aman ejpaña»….
Comentario escrito por pescadilla — 21 de octubre de 2011 a las 12:32 pm
Creo que te falta el tema del habeas corpus, que está en la Constitución y dice que cuando te detienen te tienen que acusar de algo en 24h, pero que para casos de terrorismo se puede alargar hasta 5 días.
Comentario escrito por Jesús — 21 de octubre de 2011 a las 1:47 pm
Se olvida del terrorismo de raíz islamista.
Comentario escrito por Biel Bascunyat — 21 de octubre de 2011 a las 1:49 pm
No, Biel, no me olvido. Pero dado que el terrorismo islamista no es una amenaza constante ni genera la disrupción social que generaba el etarra, no me parece que las medidas excepcionales diseñadas para combatir uno se justifiquen para el otro.
Por ejemplo, la Audiencia Nacional, ¿por qué facilita la labor de un juez a la hora de investigar sin presiones sociales o a un tribunal para juzgar sin tener que convivir con la masa social que apoya a los terroristas en el caso del terrorismo islamista?
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 21 de octubre de 2011 a las 2:06 pm
Ninguna de esas medidas será derogada. La desaparición del terrorismo de ETA no significa la desaparición del terrorismo en general. Me refiero al islámico, al del 15-M, el okupa, el que vaya surgiendo inevitablemente a medida que el neoliberalismo empiece a retrotraernos al siglo XIX. Y este terrorismo que podría surgir no encontraría sus simpatías en un espacio limitado como la Comunidad Autónoma Vasca. Nuevas formas han de llegar necesariamente. Es la ley de acción-reacción. Así que la Audiencia Nacional, los servicios judiciales y la policía (únicas instituciones públicas que defienden los neoliberales) tienen tajo para rato. Más todavía que los estampadores de camisetas verdes.
Saludos
Comentario escrito por Oliveral — 21 de octubre de 2011 a las 2:41 pm
Terrorismo del 15-M? Joder, si son los manifestantes más muermos y tranquilos que recuerdo desde que salgo a manifestarme. Ojalá hubiese un poco de acción, así tal vez se cambiase algo, pero poca pinta tienen.
Y terrorismo Okupa? Salvo algunas excepciones los okupas se limitan a ocupar (como bien dice el nombre)un lugar abandonado, que lo cuidan, le da una utilidad y en muchos casos sociocultural. Sólo hay que recordar el reciente desalojo del ‘gaztetxe’ Kukutza en el País Vasco, en el que todos los vecinos estaban en contra de ese desalojo y hablaban maravillas de esos «terroristas» que tú dices.
Los políticos, y sobre todo los de derecha, viven de meter el miedo en el cuerpo, por eso muchos políticos (y periodistas) llevan tiempo beneficiándose de ETA y su final no les conviene… Existe mucho negocio a partir de la banda. Pero si se acaba, ya meterán el miedo con otras cosas. No te preocupes…
En cambio, el pueblo debería preocuparse más bien del terrorismo empresarial y del terrorismo estatal. Ese sí es peligroso. El sistema asesina mucho más…
Salud!
Comentario escrito por Antuán — 21 de octubre de 2011 a las 3:27 pm
Por cierto, muy buen artículo. Que no había dicho nada. Me alegra ver profesores que no sólo se limitan a su faceta.
Salud!
Comentario escrito por Antuán — 21 de octubre de 2011 a las 3:28 pm
7# A eso me refiero, Antuán. De la misma manera que Gadafi deja un vacío de poder, el Movimiento Vasco de Liberación deja un vacío en la mente colectiva. Y es que todo pueblo, al igual que todo individuo, necesita un amigo y un enemigo. Un ángel y un fantasma. Es la naturaleza dialéctica del ser humano. Para hacer de las meadas en los árboles un movimiento terrorista sólo necesitamos tomar unas cuantas palabras del diccionario y colocarlas en el orden adecuado. Eso y un poco de coreografía. Porque si todo el mundo está convencido de que tengo un rabo de cuarenta centímetros, las tías a las que no me follo y yo incluído, entonces tengo un rabo de cuarenta centímetros. O como si lo tuviera.
Comentario escrito por Oliveral — 21 de octubre de 2011 a las 4:48 pm
Andrés:
La desaparición de la Audiencia Nacional no lo verán tus ojos ni los míos, lamentablemente….
Al margen de la cuestión del terrorismo ya fue un auténtico «atentado» al derecho la ampliación de la competencia en el marco de los delitos de «defraudaciones», saltándose el Tribunal Supremo la intención del legislador….
Así, en principio la Audiencia Nacional únicamente tenía la competencia sobre los delitos de alzamiento de bienes, quiebra, insolvencias punibles, estafas (y creo que me dejo alguno, pero es todo consultar el Código del 73) Esto es, los delitos de Defraudaciones del Código del 73.
Pero nuestro entrañable Tribunal Supremo, ante el nuevo Código Penal del 95 se saca de la chistera que los delitos de defraudaciones no deben de serlo en sentido restringido típico (coño, el pilar del ordenamiento penal) sino en el concepto material de defraudación y vino a atribuir la competencia del conocimiento de los delitos societarios (entre otros) que NUNCA estaban en la mente del Legislador al configurar esta competencia «especial».
Tan ingeniosa interpretación (contraria a la ley) nos ha permitido procedimientos tan divertidos como el del célebre caso de los descodificadores de Canal Satélite, o la competencia de la Audiencia Nacional en cualquier procedimiento contra la Administración Pública, que debería tener su sede natural en la propia CCAA donde radica la Administración.
En fin, todo a mayor gloria de nuestros SUPER-Juzgadores de Instrucción.
PD: no quiero parecer prepotente, pero no entiendo como alguien con antigüedad en la carrera judicial puede seguir años y años y años después en un Juzgado de Instrucción (por muy Juzgado Central que sea)…. a no ser que existan favores políticos y corruptelas variadas, que es lo que a la postre favorece la misma existencia de la Audiencia Nacional.
Un saludo.
Comentario escrito por EsPrueba — 21 de octubre de 2011 a las 9:21 pm
Bravo, Andrés, eso se tiene que decir.
Amnistía Internacional pide que España rinda cuentas por violaciones de DDHH
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/21/espana/1319211842.html
Va a dejar las armas el Estado español?
Comentario escrito por parvulesco — 22 de octubre de 2011 a las 12:22 am
No os preocupeis, que encontrarán otras posibles aplicaciones a las medidas de excepción.
De momento, ya ha salido el tema de los terroristas islamistas. Y eso da todavía más juego que el de ETA, que esos tienen conexiones internacionales, ya se sabe, Al-Qaeda, los talibanes, y todo eso. Poco importa que ni siquiera el mismísmo Mullah Omar sepa dónde está España, seguro que tienen tropecientas mil células durmientes dispuestas a sembrar el caos en nuetro país, de forma que quedan automáticamente justificadas -y progrogadas- todas las medidas de dudosa legitimidad democrática necesarias.
Además, si unos maderos algo celosos le dan una paliza a un gudari siempre existe la posibilidad que algún juez investigue un poco, pero si el presunto criminal es extranjero y lleva chilaba, no van a mover un dedo.
Y para el caso que resulte increíble, o la gente se ría de la cantidad de paquetes de Dixan que llevan decomisados, ya encontrarán otras excusas. Para empezar, que no se puede bajar la guardia con ETA, que todos sabemos que ni se han arrepentido ni han entregado las armas ni se han ido a entregar a la comisaría más cercana. Después, siempre puede salir algún abuelete del Grapo que en lugar de irse de viaje con el Inserso prefiere atracar sucursales del Santander. O se puede buscar anarkos radicales de los peligrosos en los colectivos okupas o la izquierda extraparlamentaria en general. En fin, que nuestros políticos, a la hora de buscar enemigos para justificar ciertas medidas, son muy hábiles, ojalá tuviesen la mitad de ese talento a la hora de sacar el país de la crisis.
Comentario escrito por Lluís — 22 de octubre de 2011 a las 12:07 pm
Profesor Boix:
da miedo comprobar el cristal con la que se ve «el tema vasco» fuera del País Vasco. Su decálogo es el decálogo del abertzalismo radical: hágaselo mirar, por favor. Las medidas excepcionales son propias de todo Estado de Derecho, porque el nuestro no es un mundo feliz, aunque se pretenda. El art. 55.2 CE está ahí, y deberá mantenerse otros 20 – 30 años, hasta que el último reducto de Eta acabe. Dice mucho eso de «se acabó», «el fin del terrorismo», pero acabamos de empezar otro final: ya hemos tenido otros. Tanta memoria para unas cosas, tan poca para otras. Menuda tiña tiene usted a la Ley de Partidos. Le recuerdo que sin ella Eta mataba a 50 personas en España al año. Con ella se acabó la impunidad, y habrá que mantenerla, por si algún otro grupo decide que la democracia no es suficiente para convencer a sus conciudadanos de sus ideas. Supongo que ha leído mucha propaganda periodística ayer y esto le ha nublado la razón que siempre brilla en sus entradas. Si viviera en el País Vasco -que no vive ni ha vivido- sabría que hay un antes y un después de la Ley del Partidos. El antes es que con el censo electoral se buscaban datos de objetivos que luego morían. Anualmente, Eta recogía de las instituciones una cantidad de dinero ingentísima para matarnos y amenazarnos, está en las pruebas de las ilegalizaciones (espero que no le parezcan también un montaje). La impunidad permitió durante años que terroristas (sí, terroristas, personas vinculadas a la estructrura violenta de Eta orgánicamente) aprovechasen la dignidad de la democracia para avalar un proyecto totalitario: sí, también totalitario, pero no se asuste, no por nacionalista, sino por marxista – leninista. Lea el último libro de Iñigo Bullaín sobre el MLNV y su proyecto democrático en Tecnos, no tiene pérdida.
El después es que se acabó la impunidad y la sinvergonzonería elevada al cuadrado. Se acabó pedir el respeto de derechos humanos y después no condenar el atentado en el que matan a tu ser querido por el «conflicto». O directamente colaborar en cuestiones logísticas como poco. La ley de partidos no pretendía acabar con Eta, sino defender la democracia: ya sé, me va a decir que también nos tenemos que defender de PP y PSOE (los demás partidos, por lo vista no sofronizan la democracia), pero que yo sepa, estos llevan bastante décadas sin matar a nadie.
Las medidas excepcionales se quedan, profesor Boix. Hasta que estos animales inhumanos que hemos tenido como vecinos, se acostumbren a votar, ir al Parlamento, tratar con respeto a la gente, gobernar, gestionar e ir a los tribunales a resolver sus conflictos. Y después, cuando acabemos con las escisiones y todos tengamos la cabeza fria, que derogen las «leyes excepcionales». Y siquieren, que se vayan de una vez de España: que me den tiempo a buscarme otro país. Pero un poco de tranquilidad, por favor.
Un abrazo y siga con su magnífico blog
Comentario escrito por J. — 22 de octubre de 2011 a las 2:05 pm
«ya sé, me va a decir que también nos tenemos que defender de PP y PSOE (los demás partidos, por lo vista no sofronizan la democracia), pero que yo sepa, estos llevan bastante décadas sin matar a nadie.»
Pues mire, hace no tantos años, en una galaxia no muy lejana habia un grupo llamado GAL…
Comentario escrito por BunnyMen — 22 de octubre de 2011 a las 8:06 pm
El Gal no fue un grupo terrorista de partido. Lo fue de Estado: por cierto, horrible, sí, cuando Eta se cepillaba todas las semanas un par de ciudadanos. En todo caso, el terrorismo de bodeguilla es también uno de los justificantes favoritos para contextualizar los 900 muertos y miles de victimas de Eta. Eso y la tortura presuntamente generalizada. De todos conocidas. Pero en todo caso, te parece que el psoe era en los 90 un partido militarizado con soldados civiles y militares aterrorizando a más de la mitad de la población de una Comunidad Autónoma? Para hablar del MLNV hay que leer un poco más que a Aizpiolea y escuchar los sermones de Iñaki de Calcuta…
Comentario escrito por j. — 23 de octubre de 2011 a las 2:33 am
«Y después, cuando acabemos con las escisiones y todos tengamos la cabeza fria, que derogen las “leyes excepcionales”.»
Ya, claro. Quién se va a creer esto en Españistán. Los ideólogos y ejecutores de estas medidas de excepción tendrían que ir a la cárcel, como Barrionuevo y Vera.
Comentario escrito por parvulesco — 23 de octubre de 2011 a las 8:06 am
Una historia espeluznante que nada tiene que ver con el terrorismo y que ayuda a entender las razones por las que resulta suicida no querer garantías:
http://elcomentario.tv/reggio/muertes-de-perro-la-poeta-y-2-de-gregorio-moran-en-la-vanguardia/22/10/2011/
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 23 de octubre de 2011 a las 10:57 am
Lo curioso es que yo no he hablado en ningún momento del MLNV. Lo ha sacado usted para contraponerlo al grupo terrorista GAL por que al parecer hay terrorismos justificables y otros que no. Entiendo que al parecer la línea para aplicar cierta ley debe ser aterrorizar “a más de la mitad de la población de una Comunidad Autónoma”. ¿Es ese el ámbito?, ¿Debe ser un 50%?, ¿O quizá es que si un partido ejerce el terrorismo desde el estado queda fuera porque se le supone una entidad distinta?, O mejor aún, ¿PSOE queda fuera por que ellos lo valen?, por que si eso va de modificar las reglas del juego según convenga a un equipo nos dejamos de chácharas y admitimos que la vida es así de injusta y punto.
Comentario escrito por BunnyMen — 23 de octubre de 2011 a las 12:17 pm
Sin tener formación legal ninguna, desde la ignorancia total, me gustaría saber qué punto de la ley de partidos permite la ilegalización de formaciones por defender opciones políticas idénticas ajenas al marco constitucional.
En cuanto al último comentario sobre Patricia Heras, yo tengo un amigo que casi va al talego porque lo confundieron con un atracador. Y al juez le daba igual que fuese un profesional muy respetable y reconocido al que ni puñetera falta le hacía asaltar viejas para nada. Si no se llega a desdecir la testigo, un año despues, a chirona que va por atraco a punta de navaja en cajero. No se si estaba ya en vigor esta ley de partidos, pero creo que hubiera dado lo mismo.
Comentario escrito por baranda — 23 de octubre de 2011 a las 1:54 pm
Parvulesco: Vera y Barrionuevo ya estuvieron en la cárcel. Menuda memoria. Para mi gusto, poco tiempo. Pero estuvieron. Y ellos no idearon nada, nuestra costumbre excepcional viene de mucho antes, como bien sabes. Lee a Schmitt y a Agamben, tan de moda entre los tontainas progres (por ejemplo, el Ministro filosófico-metafísico). En ellos encontrarás a Donoso Cortés, nuestra mayor aportación al pensamiento de la postmodernidad. Las cosas necesitan su tiempo. Seguro que ahora va en serio que lo dejan, ¿por qué no tener cautela y desconfiar? Y otra cosa, en los tiempos del Gal, ójala tuvieses la más mínima idea de lo que era ser policía, gobernador civil, Guardia Civil o militar en el País Vasco: no tienes ni idea, supongo. La excepcionalidad es lo que Eta buscaba: si no me equivoco son dialécticos, no tontos de los cojones. Venían de estudiar Argelia, Fannon y la acción reacción. Veremos qué hacen en Noruega (de donde nos mandan mediadores) con el tipejo que asesinó a 80 niños este verano: de momento ha tenido un periodo de incomunicación mucho más grande que nuestros terroristas domésticos.
Comentario escrito por J. — 23 de octubre de 2011 a las 10:22 pm
No marees la perdiz, J., que sí, te doy las gracias por ser tan leído y tener ratos para iluminarnos con tu sabiduría a los cortos de intelecto que rondamos por aquí.
Lo que no termino de entender, será que soy tonto, es cómo una persona tan versada como tú no entiende mis únicas dos líneas: digo que no puede escapar impune quién participó en las medidas de excepción como la ley de partidos, las torturas que denunció AI y el TEDH, los ataques a la libertad de expresión (Otegi, Egunkaria), las medidas penales de las que habla Andrés, etcétera. Porque una cosa es el Estado de derecho, al que como ciudadano le doy pasta para que ostente el monopolio de una violencia que veo legítima, y la otra este monstruo disfuncional que es España donde te vienen abogados falangistas de parte del Estado a cerrarte la consulta soberanista de turno. La próxima vez que leas a Weber procura entenderlo también.
Vaya, que efectivamente no tengo ni idea de lo que era ser militar en el País Vasco y la verdad es que me la suda no poco sino mucho. No podemos regalarle la legitimidad al Estado así como así. Porque si no pasa lo que pasa, que vienen enterados como tú a ejercer de tontos útiles y hablar de futuros totalmente hipotéticos en los que sí se desmantelan las medidas de excepción, mientras sigue sin tocarse nada. Mubarak decía lo mismo en Egipto y estuvieron treinta años treinta con el estado de excepción.
Comentario escrito por parvulesco — 23 de octubre de 2011 a las 10:56 pm
Sí, sí, Parvulesco, que todo se resume en lo siguiente: los que no somos nacionalistas somos falangistas (ya sabes que a mí me gusta resumir mucho). Y además, qué coño, si a tu hermano lo matan en Madrid con 18 años haciendo la mili, pues nada, también te la suda, por lo visto Eres un angelito. La España actual te parece mucho a la Egipto de Mubarak: te aconsejo que hagas la maleta y te marches allí, a que los hermanos musulmanes te enseñen un poco de libertad, ahora que están con la revolución. Y más: como la ley de partidos la votaron los partidos mayoritarios, en vez de meter en la cárcel a los parlamentarios, metemos a los ciudadanos, por animales que legitiman con sus votos a los partidos (y así podrás hacer tu consulta soberanista sin oposición, no quedará prácticamente nadie para votar en contra). Ya sabes también por dónde me paso yo los informes de AI, ¿verdad? Pues por donde tú te pasas los militares muertos por lo visto. Te veo muy preocupado por el cierre de Egunkaria, aquél periódico que el día del asesinato de Miguel Ángel Blanco escribio el editorial: «En el Estado mueren más de 3000 personas por muerte de tráfico al año», o el que igualmente escribió lo de «Ortega Lara vuelve a la cárcel» cuando fue liberado. ¿A que no sabes quién era el director de el periódico entonces y escribió los editoriales? Va, no te lo voy a decir, que luego me dices que voy de enterado y además soy un tonto útil. Es lo que hay: todo se resolverá con la independencia y eliminando el Estado de excepción permanente que parece sufrir España. Entonces estaremos delante de una auténtica democracia. Por cierto, siempre que uno escribe en un blog «monopolio de la violencia» cita a contiunación a Weber. Es un truco bien conocido. No tengo yo tan claro que Weber que sea un liberal a tu estilo, fíjate. No digo que no lo hayas leído, pero me da más la impresión de que lo has leído al revés, de atrás adelante. Vete una temporada a Italia o Alemania, y lee a todos los autorcillos que desde hace décadas equiparan las esferas de acción políticas weberianas, con el Estado de excepción de Carl Schmitt. De hecho, el viejo liberal antimarxista, fue el predecesor, en parte, del nuevo decionista nazi. Cosas de la vida y de los entererados. Pero eso, rápido, consultas soberanas por todos lados para hacer España un país como Egipto.
Comentario escrito por J. — 24 de octubre de 2011 a las 10:54 am
Yo no creo que Eta se haya debilitado, como estoy leyendo en tres mil sitios, por esa pérdida de apoyo social, sino más bien todo empezó por su «error táctico», por llamar a la hijoputez supina de alguna forma, de ampliar los asesinatos fuera de los gremios armados como policía y ejército. Eso consiguió que se luchase contra el miedo en el País Vasco. Ahí tenemos que quitarnos el sombrero ante Basta Ya y otras asociaciones de este tipo que organizaron a finales de los noventa ejemplares y valientes movilizaciones corriendo verdadero riesgo.
A partir de la tregua del 98 el PP se lanza cual perro de presa contra los terroristas, que reciben golpes constantes y encuentran topos hasta en la sopa. A eso hay que añadir la estupenda y eficaz ley de partidos, sobre la que no comento nada, ya lo ha hecho muy bien más arriba J.
Así que no sé qué especie de distorsión hace pensar en que Eta no cae por el empuje de diversas medidas en su contra, sino más bien porque sus apoyos sociales se debilitan y ellos, preocupados, deciden ser buenos. No sé si habéis visto los dos últimos programas del Follonero. Joder, me río de la pérdida de apoyos sociales.
Lo que ocurre es que en esta España tan polarizada, cainita, partidista y maniqueísta, resulta difícil reconocer que la política del PP en materia antiterrorista tras la tregua del 98 es el gran golpe que en este país se da a Eta, tal cual.
Eficacia policial, mayor colaboración con Francia, ley de partidos y valentía por parte de vascos amenazados. Esas son las patas de la mesa. Los garrulos siguen siendo garrulos.
Comentario escrito por Alfredo MG — 24 de octubre de 2011 a las 1:49 pm
no entiendo muy bien que cambio pudo suponer que matasen sólo militares y policias o gente de otras profesiones
Comentario escrito por pescadilla — 24 de octubre de 2011 a las 4:57 pm
#24
Sobretodo, porque los que empezaron a asesinar políticos fueron los poli-milis, que acabaron en bloque en el PSOE de los GAL y muchos de los cuales andan hoy en las herriko kavernas explicando las maldades de las medidas de reinserción.
Comentario escrito por popota — 24 de octubre de 2011 a las 6:08 pm
«Menuda tiña tiene usted a la Ley de Partidos. Le recuerdo que sin ella Eta mataba a 50 personas en España al año» Bueno, y sin las leyes de igualdad de Bibiana Aído, a ver si va a ser eso. No sé, creo que ya desde muchos años antes de la Ley de Partidos ETA no era capaz de matar a 50 personas al año, sino a 5, así que la relación causa-efecto no la veo. Modestamente, claro.
#24, pienso que el cambio era que cuando se cargaron a Miguel Angel Blanco fue cuando se montaron manifestaciones con ataques a Herrikotabernas incluidos, no antes. Cuando mataban a militares y guardias civiles, a los entierros iban 4 gatos, probablemente muchos no iban por «no señalarse», pero cuando se cargaban a catedráticos, concejales, periodistas, ertzaintas, etc, ya no era así, ya iba más gente, bien por la indignación, bien porque no entre la masa no «se señala» uno tanto.
Comentario escrito por Otra Jota — 24 de octubre de 2011 a las 7:01 pm
J, la lías. No es tan difícil. Para mí los de ETA son idiotas con pistolas que tienen que ir a la cárcel sin más concesión que la de cumplir a rajatabla la ley del Estado de derecho. Pero precisamente soy mucho más crítico con el Estado ya que éste se me presenta como «uno de los míos» y me pide pasta (y no le puedo decir que no, tampoco eh) para ejercer violencia «de modo ordenado» y construir hospitales y escuelas, pero cuando en vez de eso se dedica a financiar bancos irresponsables, guerras con cien mil muertos y linchamientos ilustres, infraestructuras sin ton ni son, al Ejército y literalmente palizas a mis propios amigos y además echa a gente de sus casas, pues su pretendida legitimidad se me cae a trozos, qué quieres que te diga. Si tiene que ser mi matón que se lo curre más, oiga. Llámame de piel finita.
Salvando mucho mucho las distancias, tu hermano militar de 18 años (que yo en mi mente veía a un condecorado coronel o algo así pero bueno) se puede comparar con Gilad Shalit. Y aquí está la cuestión muy muy chunga de que, aunque seas un mandado, estás representando una estructura colectiva culpable de crímenes y la gente te culpará por eso. No lo justifico, pero si entras en una de estas estructuras, pues implícitamente estás aceptando sus crímenes, o no? Vaya, es una de las cuestiones más chungas que hay por ahí en materia moral, pero bueno.
Puedes dar mejores argumentos, no?
«pues vete a Egipto» – ein? Esto es un pilarraholismo como una catedral.
«nacionalistas o falangistas» – dónde he dicho yo eso
– sobre el Egunkaria, tu argumento te retrata. Tú sabes qué es la liberta d de expresión? Tú sabes las barbaridades que dicen continuamente la Razón, el Mundo, el ABC, la Vanguardia? También los cerramos? Vaya demócrata…
– la definición de Weber sobre el Estado la puedes encontrar en un manual de primero de políticas. Me interesa porque relaciona violencia y legitimidad y yo me pongo así porque me cuesta mucho legitimar la violencia, tú, lo siento, soy así.
Comentario escrito por parvulesco — 24 de octubre de 2011 a las 7:26 pm
#26 pues eso dice mucho de la gente..,ejem, de bien, y no para bien precisamente ¿no?
Comentario escrito por pescadilla — 25 de octubre de 2011 a las 10:40 am
La exposición de Andrés me parece directa y sencilla, la verdad. Las medidas de excepción se montaron y se justificaron ante la población usando el terrorismo como argumento, se aprobaron usando la palanca de la mayoría y luego se ha permitido que desborden el esquema original hasta convertirse en norma. Hay que denunciarlo.
El link a la historia de la chica que se cortó el pelo a lo Cindy Lauper es aterradora. Una vez decides que la policía puede saltarse los derechos de alguien si ese alguien es terrorista, solo hace falta redefinir lo que es un terrorista para saltarse los derechos de todo el mundo, y de ahí al balcón no hay más que un paso.
Cuando se entra a debatir cualquier tema relacionado con ETA, en seguida surgen los sentimientos y el sufrimiento, inevitables. El pueblo necesita la educación democrática que permite saber que no se debe legislar en base a eso, que las garantías democráticas tienen que ser para todos o no son para ninguno.
Entre otras cosas, hay que ser muy inocente para creer que existe una clara distinción entre nosotros los demócratas y esos malditos asesinos. Somos mucho más parecidos de lo que los que usan esas dos frases hechas creen, y ya va siendo hora de que nos demos cuenta.
Comentario escrito por Johnnie — 25 de octubre de 2011 a las 12:02 pm
A todo esto, yo venía a comentar que Público ha publicado un artículo hablando sobre el tema, aunque un poco flojo.
http://www.publico.es/espana/403245/el-nuevo-escenario-abre-la-puerta-a-la-revision-de-las-normas-de-excepcion
La chicha está en algunos comentarios de los defensores de las medidas de excepción, con extras en los comentarios en plan «Sin AN los narcotraficantes tendrían vía libre, y los pederastas también». Distorsión de la realidad «a la CT».
Comentario escrito por Johnnie — 25 de octubre de 2011 a las 12:09 pm
¿Se acabó ETA? Para nada. Esas medidas excepcionales están más que justificadas y por lo tanto deben mantenerse.
Comentario escrito por Javi — 21 de noviembre de 2011 a las 11:41 am