Hoy la cita de rigor la extraemos de su propio blog. Una página, sin duda, que “hará las delicias” del respetable…
“Es el momento de repensar la gestión de nuestro Sistema Nacional de Salud y apostar por las reformas, el cambio y la innovación”.
Alberto de Rosa. Director General de Ribera Salud.
Di que si Alberto, di que si. ¡Figura!
Bueno, poco a poco se van cumpliendo los presagios que LPR hizo en su momento (es en este momento cuando nos regocijamos en nuestra poltrona oficial y mientras nos llevamos un bombón de foié a la boca, mascullamos entre dientes un “yoyalodije…”). Nuestro Sistema Nacional de Salud, y en especial su rama “valensiana” tiene una deuda galopante y preocupante, el “apocaeclipse” sanitario otrora en ciernes ya se encuentra entre nosotros dispuesto a hacer de las suyas y nuestros gestores sanitarios (los mismitos que nos metieron en este berenjenal dicho sea de paso) se hallan inmersos en una vorágine de medidas y contramedidas cuyo único fin es “salvar el Sistema” mientras el resto de los mortales susurra aquello de “virgencita, virgencita, que me quede como estoy…”
Podríamos detenernos en analizar la más que grave situación de nuestros vecinos de arriba (los Catalufos), los cuales se despiertan día si y día también con una nueva cafrada ideada por el Govern del Molt Honorable. Más que nada por aquel viejo dicho de “cuando veas las barbas de tu vecino afeitar…” y todo eso. Y les aseguro que daría para mucho. Pero esto es La Paella Rusa y no La Botifarra amb Mongetes, y lo que pase más allá de Vinaròs como que nos la bufa. Por lo tanto adoptaremos la tan “valensiana” costumbre del meninfotisme y proclamaremos a los cuatro vientos eso de “Que cada borratxo es mesure el seu guitarró”.
Nos hemos levantado refraneros, la verdad. Pero vayamos al grano. Como habrán podido constatar todos aquellos que son usuarios de la Agencia Valenciana de Salut, la cosa no ha llegado a los niveles de nuestros odiados/amados vecinitos. Los tan cacareados recortes sanitarios todavía no se han manifestado claramente o al menos el usuario no los ha sufrido en carnes, el personal sanitario todavía no se ha declarado en huelga y ni nuestro bienamado President (el Sr. Fabra, sí, ese, el que apenas dice nada) ni el Conseller Rosado han soltado prenda acerca de los hipotéticos “ajustes” que se nos vienen encima en materia sanitaria.
El Conseller Rosado, una simpática ausencia espectral de la que nada se sabe desde que tomó posesión
El hecho de que todo este asunto se haya llevado sin llamar mucho la atención no quiere decir que no se haya movido ficha. Tal vez la proximidad de las elecciones del 20 – N y el miedo a que una mayor publicidad de estos ajustes fuera motivo de un descenso del número de votos del PP en la Comunidad (venga, va, no se rían, que esto va en serio) sean alguna de las causas de que las primeras medidas de contención del gasto aplicadas por la Conselleria apenas hayan trascendido. Porque alguna cosita si se ha hecho…
Así a principios de Octubre se cerraron 262 camas hospitalarias en la Comunidad Valenciana en los hospitales públicos, con el objetivo prioritario de ahorrar un montante total de 84.460 €/día (euro arriba, euro abajo). Les adjunto gráfica molona donde se detallan los respectivos cierres:
Hospital | Camas |
Hospital General de Alicante | 51 |
Hospital de Elda | 35 |
Hospital General de Elche | 26 |
Hospital de Orihuela – Vega Baja | 16 |
Hospital de la Vila Joiosa | 16 |
Hospital de Sant Joan | 15 |
Hospital Clínico Universitario Valencia | 53 |
Hospital de la Plana | 30 |
Hospital General de Castelló | 20 |
TOTAL | 262 |
El mayor número de camas cerradas se dio en la provincia de Alicante, unas 160 (principalmente en el Hospital General de Alicante y Elda), seguido de Valencia, donde inexplicablemente todos los cierres de la provincia se los comió el Hospital Clínico Universitario, unas 53 aproximadamente. El nuevo “Buque Insignia de la Sanitat Valensiana” (La Fe) no cerró ni una sola siendo el Hospital con mayor número de camas de la provincia (¿extraño, no?). Castellón se comió el resto. Como se pueden ustedes imaginar ni uno solo de los Hospitales con modelo de gestión privada (Alzira, Torrevieja, Elx – Crevillent o Manises) cerró ni una sola cama. Les recordamos que su modelo basado en el pago capitativo + pago por procesos no contempla ni de lejos cerrar una cama. Si no, se les acaba el chiringo. Y pronto.
La secretaria autonómica de Sanidad, Nela García, vendió el asunto como un Plan de Optimización de Recursos, explicando que “tras el cierre de pabellones hospitalarios en verano y ante las buenas temperaturas que se estaban produciendo a principios de otoño no hacia falta activar la capacidad de todos los centros”. De manera coyuntural y transitoria, dado que el coste aproximado de una cama/día no quirúrgica es de unos 300 € aprox., el cierre de las 262 camas (el tamaño de un Hospital comarcal, por cierto, como el Lluís Alcanyís de Xàtiva) supondría un ahorro mensual de 2,6 millones de eurazos según sus datos.
Como pueden constatar, los criterios de cierre de camas han sido consensuados, proporcionales y representativos. Per la banda dels collons. Y ahora viene la pregunta del millón, que a todos nos debe estar rondando (o debería) por la cabeza. ¿Se ahorra dinero cerrando camas? Vamos a intentar darle respuesta, aunque conociendo a esta página y al que suscribe ya pueden hacerse una idea de cual será la respuesta.
Vamos a partir de la base de que el número de camas por habitante no es el indicador más relevante a la hora de medir la solidez de un Sistema de Salud. Tener muchas camas de hecho no es un sinónimo “exacto” de tener un buen sistema. ¿¡Cómorrrr!? Pues va a ser que si. La ciencia avanza que es una barbaridad y en materia de cirugía mayor los procesos postoperatorios son mucho más cortos que antes y ya no precisan del ingreso de un paciente durante más de una semana tras su salida del quirófano. Si a eso sumamos el gran número de intervenciones de cirugía menor que han pasado a no requerir un ingreso, siendo realizadas en el mismo día, podemos afirmar que más que el “número de camas”, el mejor indicador de eficiencia sería el “recambio de pacientes por número de camas”. O la cantidad de veces que puedes usar tu cama en un período de tiempo asignado en relación a las camas que tienes. Creo que han cogido la idea, ¿no?
Esto tendría su lógica si usted viviera en un país como Finlandia o Noruega, con camas de sobra y listas de espera quirúrgicas cuasi nulas, pero les recuerdo que vivimos en Marruecos del Norte, y es más, en la región con menor tasa de número de camas/1.000 habitantes del Estado, esto es, Lo Regne de Valensia, donde este numerito se sitúa en 2,5 camas/1.000 habitantes frente a los 4,5 de nuestros bienamados vecinos del norte (si bien ellos tienen mayor porcentaje de camas pertenecientes a Centros Privados que nosotros) o las 5,7 camas/1.000 habitantes de la media entre los 27 países de la UE más Turquía, Islandia, Noruega y Suiza. No deja de ser paradójico que con las abultadas listas de espera para ser operado que nos gastamos y con el Plan de Choque que la administración tiene concertado con instituciones privadas a tal efecto (y que a todas luces nos resulta más caro que si las intervenciones se realizaran en Hospitales Públicos por las tardes) nos permitamos el lujo de ir cerrando camas. Vamos, digo yo.
¿Pero se ahorra? Poquito la verdad. Lo entenderán con el siguiente razonamiento. El coste de toda cama hospitalaria incluye tres conceptos (grosso modo) que pasamos a explicar.
Ojo: Si algún enfermo no puede ser ingresado en su Hospital de referencia y hay que trasladarlo a otro centro con camas, tenemos que computar el gasto de desplazamiento del enfermo (ambulancia medicalizada) más los posibles pagos por procesos que hubiera que pagar si este es transferido a un hospital modelo “Alzira”…que baratitos ya le aviso que no son. Y les recuerdo que estos no han cerrado ni una sola cama…
En la práctica, el grueso de las camas cerradas ha correspondido a camas de especialidades quirúrgicas. Por lo que al final de la corrida lo que estamos es demorando las operaciones a realizar. Si enviamos a estos pacientes a Hospitales Privados para que sean operados en un plazo aceptable mediante el Plan de Choque, difícilmente ahorraremos dinero ya que tenemos que pagarles por procesos y ya hemos dicho que esto barato no sale. Por el contrario, si sencillamente hacemos esperar a los pacientes unos meses más tampoco es que hayamos mejorado mucho, ya que la faena pendiente va a seguir ahí…es más, estos pacientes puede que empeoren dificultando la operación posterior. Taparnos los ojos no hace que el problema desaparezca…no se si me explico.
Conclusión. ¿Se ahorra uno un durillo cerrando camas? Hombre, algo se ahorra. Pero viene a ser prácticamente “el chocolate del loro”. ¿Entonces, a que se debe esta puesta en marcha? Como siempre dos opciones:
A) Nuestros gestores no han pensado las cosas dos veces y son un poco “zotes”. Creen que pueden modular la demanda y por tanto el gasto actuando como si gestionaran un “parque de atracciones”, esto es, “si cerramos las atracciones nadie podrá subir en ellas y no ahorraremos el gasto de mantenerlas”. Desgraciadamente esto no es “Terra Mítica” y la única manera de gestionar la demanda en materia sanitaria en un Sistema Público es a través de políticas de prevención o de “curar en salud” (procurar que tu población no enferme o no lo haga gravemente). Esto por lo general es difícil de poner en marcha, complejo en su ejecución y da resultados a medio y largo plazo. Vamos, proyectos ideales para nuestros gestores…
B) O bien (lo que nos olemos desde la LPR) es que a día de hoy la Consellería de Sanitat está tan “canina” en cuanto a dinero se refiere que le vale incluso con esas migajas para ir rascando unos eurillos. Esta segunda opción de “tota pedra fa marge” o “al pobret tot li fa” es mucho más preocupante, obviamente y demuestra hasta que punto la cosa está muy pero que muy malita.
Aun así todo esto del cierre de camas es pecata minuta comparado con la que se nos viene encima o con la que ya está cayendo en todo el tema de pago a las Farmacias o a Proveedores de Material Sanitario. Les iremos informando de la evolución del “Apocaeclipse” a medida que tengamos más información…
Avance de la Parte II…”De negocios fértiles”: ¿Qué le parece que el 20% de la Sanidad Valenciana esté gestionada por un fondo de capital riesgo británico?
Etiquetas conseller Rosado, crisis económica, Especial Sanitat Valensiana, Privatizaciones, recortes
Magnífico post, como todos los de la serie. Gracias.
Para abundar un poco echarle un vistazo a esto: http://elmussol.net/?p=305
Ahora si que nos van empezar a venir todas las hostias (las de verdad) juntas, con el Gran Mariano en la Moncloa. Ánimo, que no hay mal que dure más de dos legislaturas.
Saludos.
Indigna y sobre todo da miedo.
Pingback: Sanitat Valensiana (V): De recortes estériles y negocios fértiles (primera parte) |
Si ya lo decía la abuela: «Salud y economía son la mejor lotería.»
Todo tiene que ver.
BRAVO!!! En pie me hallo, aplaudiendo como un descosido ante un artíiculo extraordinario (como todos los de Sanitat Valensiana).
Todo es acojonante. Dos datos para recalcar la cafrada de cerrar camas:
– Creo que fue la misma Nela Garcia la que dijo que con el buen tiempo había menos gripes. ¿Y los infartos, traumas varios, urgencias quirúrgicas, etc.? Acojonante, digo
– En la Marina Baixa de un 2° hospital comarcal (200.000 habitantes censados, entre 50.000-75.000 más de hecho) se ha pasado a cerrar camas. O en Ontinyent. O no abrir el de Lliria… acojonante.
Esto lo arreglamos entre todos así que he decidido no ponerme enfermo hasta que pase la crisis. Excelente post. Nos tiene muy mal acostumbrados.
Buenas en general bastante de acuerdo con el tema.
Puntualizar que probablemente si que se ahorre en personal y bastante sin necesidad de despedir a nadie ya que en general en la mayoría de los hospitales hay bastante personal con contratos (no estaturarios) temporales, bajas, jornadas reducidas que si se cierran camas no son tan necesrios de cubrir.
El que resulte rentable cerrar camas para un hospital así como otras muchas cosas en la sanidad como las listas de espera es debido a que los hospitales públicos no funcionan como empresas, es decir no ganan o pierden dinero, si no que son simplemente gasto para el sistema, si la gestión de un hospital fuera independiente (no quiero decir con ello privado ni fundación, que les veo venir) y este hospital «cobrara» por procesos correctamente tarificados a la administración (al fin al cabo se trata de un servicio) es decir que la administración no tubiera como gasto el hospital si no que ese gasto fuera cada proceso, ningún hospital cerraría camas e interesaría al hospital hacer cuanto más cosas mejor. Ahora se da el contrasentido de que para una empresa resulta mejor no trabajar (que sería facturar) que trabajar ya que independientemente de lo que se trabaje el hospital cobrará lo mismo.
Es por eso por lo que supongo que los políticos propugnan otro tipo de gestión, pero lo que no piensan es que con ese otro tipo de gestión se va a multiplicar el gasto, no necesariamente por avaricia si no porque ese tipo de medidas que se hacen en los hospitales para reducir gastos (cerrar camas, listas de espera) en realidad no reducen gasto del hospital si no del sistema. Por otro lado si en hospitales concertados y fundaciones no se realizan intervenciones complejas yo creo que es más porque están incorrectamente valoradas más que por las capacidades de estos hospitales.
Muy buen artículo, sí señor!! Mi más sincera enhorabuena!