RBBE REDACCIÓN PAZO DA MAZA Amiguitos, quién no le ha chupado el sobaco a una mujer obesa, quién no ha asido los pellejos de una escuálida hembra para darle por detrás. No todo va a ser churrasco, vino y fueros viejos. Nos lo enseñaron nuestras propias madres: La vida ofrece un sin fin de opciones beta. Una de ellas, como no, relativa al balompié. Trátase del fútbol sala. Engendro que todos hemos catado. En Desmontando a Harry, Woody Allen realizaba un divertido ejercicio de humor e ironía en la pieza «El Hombre Desenfocado»… sólo sé que me reí y lo pasé bien. Más tarde, las imágenes regresaron a mi cabeza y pude entender algo más: las dificultades de un hombre difuminado en medio del absurdo, o una existencia absurda en un mundo acribillado de sinsentido. Tranquilos. Ahora vendría la conexión con el tema que voy a tratar, pero no la haré evidente, simplemente, me centraré en los hechos futbolísticos y dejaré que seáis vosotros los que en algún momento podáis extraer algún símil con la parábola cinematográfica que cité antes, de la cuál me arrepiento, recristo.
Brasil, campeón del mundo. Enhorabuena. Es justo que así sea, también es cierto que ha coincidido en esta edición quizás el mejor bloque de jugadores que una selección haya tenido jamás: Lenisio, Marquinho, Shumacher, Falcao, Cisso, Vinicius, Betao, Gabriel, etcétera, sin contar a Neto (cierre del Interviú Movistar) que se perdió la cita por lesión… acaso pudiéramos señalar la portería como el punto más débil del equipo brasileño. En realidad, esa alineación no tiene parangón respecto a otros brillantes equipos que Brasil haya lucido en una competición internacional.
¿Y España, qué? Pues subcampeona, tras perder en los penaltis después de una agónica prórroga y en el último lanzamiento. La Selección ha dejado claro que sigue siendo fácilmente el combinado más poderoso del mundo después de mantener en vilo a los catorce mil brasileños que se agolpaban en el pabellón de Maracanacinho; una selección española que cuenta ya con la historia a su favor: ha empatado por dos veces en casa del gran favorito y luce los galones propios de una potencia.
En cuánto a la final, es preciso señalar que fueron los brasileños los que tuvieron el balón, si bien la disposición de los de Venancio López en media pista propició que este porcentaje de posesión fuera sobre todo carente de verticalidad, de modo que el cuero no salió alegremente de su zona de inicio. Aún así, era normal que fueran ellos los que tuvieran más ocasiones: es un equipo con más recursos ofensivos, sobre todo en el aspecto individual (uno de los talones de Aquiles del combinado español, con Daniel lesionado a las primeras de cambio y sin grandes especialistas en este aspecto del juego), aunque muchas de ellas llegaran con tiros lejanos que dejaron una vez más claro el nombre del mejor portero del mundo: Luis Amado. Pero, bajo mi punto de vista, Brasil sigue siendo un equipo bastante anárquico (obliga la naturaleza de sus jugadores) que con algo más de orden táctico no tendría sombra en el mundo.
Porque España ofreció un planteamiento táctico perfecto, a la vista del rival, la pista, el entorno, la ocasión. Y tuvo con una actitud competitiva encomiable con una defensa mixta en media pista. Aprovechamos las pérdidas brasileñas para azuzar su portería. E incluso jugamos con mucho criterio en el ataque posicional. Con un Kike que sigue siendo una referencia inexcusable, con un Álvaro ya fundamental en la selección, la veteranía de Javi Rodríguez, la garra y calidad de Marcelo, el trabajo de Eseverri, Andreu, Torras y la valiosa aportación de los nuevos: Borja, Fernandao u Ortiz.
La pista, eso sí, no ayudó nada, pues dificultaba la circulación de la bola y sospecho que tampoco ayudó a los brasileños, y en parte éste es uno de los aspectos más lamentables de este Mundial. No es un error nuevo, se viene repitiendo ya demasiadas veces. El caso es que, en definitiva, la actuación de España no tiene ningún debe, pues se quedaron a un lanzamiento de realizar un hito histórico en este deporte que hubiera sido el hecho de ser campeones mundiales por tercera vez consecutiva.
Por lo demás, el juego no fue espectacular, en realidad no lo fue en ningún partido del mundial. Los encuentros más disputados no ofrecieron grandes alardes individuales o colectivos, aunque cabe destacar el orden táctico de España, la mejora de este aspecto en el combinado brasileño respecto a anteriores ediciones y la pujanza de selecciones como Italia, Argentina o Irán, así como el papel fantasma del combinado ruso en este torneo. Fuera de esto, poco o nada que añadir en lo referente a novedades en el juego. Con un manejo bastante precario de la circulación de balón (a excepción de los cuatro mejores) se han visto bastantes carencias técnicas y tácticas en equipos más preocupados de no encajar un saco contra los favoritos que de otra cosa -siempre encerrados, los muy perros, en doce metros o en media pista y achicando balones-. El mejor ejemplo de juego especulativo fue el Argentina-Italia, con dos escuadras que hubieran jugado más cómodas sin porterías…
Pero hagamos un análisis más global de la situación. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí? ¿Cuál es el futuro de este deporte? Bajo mi punto de vista, y con las reglas actuales, esta disciplina está en su techo, me explico. Las reglas de la Liga Nacional, referente de competición en todo el mundo, han permitido, además de otros factores, que durante la última década el juego de los equipos españoles profundizase en el aspecto táctico y estratégico. Inclusive, los brasileños que vienen a jugar a España se han empapado de estas mejoras. Sin embargo, las reglas FIFA a las que se ha plegado la competición española son otra historia.
Una de ellas es el saque con el pie. Éste reduce las posibilidades de riqueza estratégica del juego, pues en fútbol-sala el hecho de poder sacar con la mano otorga mayor dinamismo y espectacularidad al juego; también la cesión al portero, que es un arma para los equipos menos dotados, así como la posibilidad del saque al campo contrario, que permite a los equipos mediocres alejar inmediatamente el peligro de su campo y dedicarse a destruir; y la propia pista, pues esa goma convierte en un juego trabado, carente de velocidad y ritmo, lo que en parqué sería un espectáculo inigualable por la rapidez con la que se desplaza el esférico en esa superficie.
Estas reglas no parecen el mejor modo de seguir progresando. Bien al contrario, como lo demuestra la mejora de selecciones de segunda fila -una mejora basada en el desarrollo físico y la técnica individual- su nivel sigue distando de igualarse en lo táctico a las grandes escuadras: sus competiciones se han desarrollado en el marco de las reglas FIFA, por lo cual no han tenido el margen para progresar en el conocimiento de los medios tácticos del juego, y no ha habido una profundización en los aspectos colectivos de las jugadas de ataque, lo que propicia que siga habiendo espectáculos esperpénticos de intentos individuales que no tienen lugar en España desde hace años.
Más cosas. El hecho de que la Liga Nacional se pliegue a las reglas de la zona FIFA atiende a una doble razón: por un lado, el poder pelear en igualdad de condiciones con el resto de selecciones que habitualmente juegan con las mismas en sus competiciones nacionales y, por otro, favorecer que la FIFA ampare este deporte. Pero la realidad lamentable es que a la FIFA tampoco le interesa que un juego que sobre el papel es el hermano pequeño del fútbol, si bien en la realidad se parece más al baloncesto o el balonmano, se convierta en un elemento que reste ingresos al balompié internacional que se organice por su cuenta y riesgo.
¿Y España qué? El futuro a corto plazo está asegurado, pues el grupo actual, con algunas incorporaciones, probablemente repita Mundial, pero la duda se plantea en el futuro a medio y largo plazo, con una generación de jugadores en la que no está muy claro que se llegue a los tiempos de bonanza de las dos victorias anteriores. La irrupción de nuevos talentos en la División de Honor no acaba de producirse a no ser de modo anecdótico y no parece que esa tendencia vaya a variar en el corto plazo. Y en esto creo que tienen responsabilidades los propios clubes, con un trabajo de cantera que no cumple con las necesidades de la alta competición futura, salvo honrosas excepciones.
El caso es que los clubes han malgastado con demasiada frecuencia excelentes presupuestos que sólo les han servido para lucir por un año o dos plantillas de relumbrón. Han descuidado el fortalecimiento de sus estructuras y la inversión en la cantera, motivo por el cuál el futuro creo que es bastante incierto. Las condiciones laborales del grueso de jugadores en este país han mejorado, pero aún están lejos de otros deportes potencialmente competidores como el baloncesto o el balonmano, y la presencia de la Liga Nacional en los medios tiene sus claros y sus sombras, con poca regularidad o presencia en la parrilla televisiva y con nulo espacio en los informativos a no ser durante la final de Copa o los play-off.
La situación económica actual también ha pesado en un deporte que sigue estando en manos de personas muy concretas, proyectos que no acaban de cristalizar en el inconsciente de una ciudad o una provincia, a diferencia del fútbol -siguen desapareciendo clubes-, de forma que no hay que descuidarse. Estos tiempos exigen de los responsables bastante responsabilidad y compromiso como para no deshacer algo que ha costado, aunque sea con sus defectos, mucho. Esta selección que tenemos es envidiada y ha sido modelo para otras disciplinas con mucho más calado históricamente.
Poco más, dejo que seáis vosotros los que determinéis quién está desenfocado: si el abajo firmante o la realidad de este deporte que con todo, me sigue enganchando una y otra vez.
Abajo firmante
23 octubre, 2008 a las 9:36 am
Fíjate, yo también me reí con esa escena, y luego hablando con mi jefe me dio algunas claves más para entenderla
He oído alguna vez decir a mi padre que al biscuter lo llamaban sin-sin, «sin pelas para comprarse un coche, sin huevos para comprarse una moto»
El FS profesional, todos lo practicamos como amateurs, porque el campo grande no hay Dios que lo aguante, es el sin-sin del balompié
23 octubre, 2008 a las 10:53 am
Tengo una duda:
Tengo entendido que una vez existió algo que se llamaba futbito, (que entre hombres decimos fubito)y que coexistió con el fútbol sala. ¿Alguien puede ilustrarnos?
Otra duda:
¿Es verdad que el fútbol sala es el deporte con más federados de toda España?
A mí personalmente me gusta jugar más al fútbol sala que al fútbol 11. Será porque soy maricón perdido.
Dejé de ver fúbol sala allá por el principio de los 90. Era insoportable ver cómo los equipos se la pasaban una y otra vez al portero porque no tenían los huevos suficientes como para sacar el balón jugado desde abajo.
23 octubre, 2008 a las 11:36 am
Cualquier deporte que no se juega al aire libre, es de maricones. Solo se admite el futbol sala, con amigos y por sudar un rato y tomarte una cerveza luego. Y si el futbol sala es al aire libre, mejor. En los pabellones suele oler a pies y a sobaco…y cuando no pillas unos hongos como puños.
23 octubre, 2008 a las 12:42 pm
Vaya… lo del parqué y la velocidad del esférico… ¡eso sí que lo conocemos todos! y cual madalena de prus me retrotrae a cuando yo se lo demostraba a mi madre una y otra vez… hasta que un aciago día ella se empeñó en demostrarme a mí que mucho más rápido iba la bola a través del «éter» de la ventana, directamente al camión de la basura…
Y tenía razón
23 octubre, 2008 a las 12:48 pm
Yo, al margen de secundar totalmente la opinión de Tácitus, diré que en España el fútbol sala ha tenido un éxito notable también gracias a la apuesta que en su día hizo RTVE al retransmitir regularmente partidos.
Llegar el sábado por la mañana despues de aguantar las colas del hipermercado de turno o de darle cera al coche para que brille hasta el lunes, y econtrarte en la pequeña pantalla un aperitivo del partido bueno que se jugaba 8 horas despues, y que además tu juegas con tus amigos de toda la vida y en cuyos partidos se repartían hostias como panes, era bastante estimulante… por lo menos para despertar el hambre.
Dicho esto, el abajo firmante, dada su ubicación geográfica, puede que sea el mismo redactor que nos ilustró sobre el desarrollo de las pasadas Olipiadas en Pekín… lo que confirmaría la afirmación de Álvarez que sabe un huevo de todos los deportes.
Y me da en la nariz, que dada su ubicación geográfica, es asiduo de la pista del Prone… cuyo gran éxito ha sido llegar a toserle y restarle público al Breogán en una ciudad de provincias (ahí es nada).
23 octubre, 2008 a las 1:01 pm
La realidad es que es el deporte más practicado en españa, por delante del paddle. En Inglaterra o demás países bárbaros los descampados tienen mejor césped que cualquier campo de segunda y mejor que el del Málaga, pero aquí de toda la vida se juega al futbito en pista de cemento con porterías semioxidadas. Y además es lo que nos marca nuestra forma de jugar: toque en corto, calidad, sobeteo del balón y pocos tiros a puerta desde fuera del área.
23 octubre, 2008 a las 1:10 pm
Un mundial de fútbol sala es, en mi opinión, una contradicción en sus propios términos. Este deporte sucedáneo es apto para que el hombre medio pueda divertirse jugando al balompié sin tener que cumplir una serie de exigencias: campo grande, dos equipos de once tíos, botas, espinilleras, guantes, resistencia, técnica individual, etc.
Es como si hacen un mundial de streetball. O como si hacen pabellones conpista de atletismo y celebran competiciones en pistas de 100 metros de perímetro. O como si hacen competiciones de ciclismo con ruedecillas de apoyo. Que sí, que para ganar hay que ser bueno, pero si que eres bueno déjate de pijadas y juega al fútbol de verdad.
(Disculpad, había puesto mi comentario bajo el artículo anterior, así que lo pego aquí.)
23 octubre, 2008 a las 1:27 pm
El fútbol-sala dejó de interesarme tras el descenso del mítico Dulma-Astorga, que disputaba sus partidos en el no menos mítico Pabellón Felipe Miñambres… También influye que ese año dejé de vivir en Astorga, de acuerdo, y que el Ademar es mucho Ademar.
23 octubre, 2008 a las 1:49 pm
#6 «…Y además es lo que nos marca nuestra forma de jugar: toque en corto, calidad, sobeteo del balón y pocos tiros a puerta desde fuera del área…» No estoy muy de acuerdo. Los brasileños son campeones del mundo de futbolsala y en futbol chutan fortísimo. El problema son esas pelotas enanas y sin bote, híbridas de fútbol y balonmano que solo valen para meter punterones con riesgo de quedarte sin uñas. No sé en que modalidad, furbito, futbolsala o lo que sea, se llegaban a sacar los corners con el pie. Entre la bola enana, el par de metros entre el que sacaba el corner y el potencial rematador del mismo… te acabas mosqueando de la impotencia, y metiendo un punterón a la altura de la cara del portero, y si había suerte le reventabas la vena yugular, le dejabas inconsciente y metías gol de rebote (entre espasmos del portero claro).
Por lo menos el sucedáneo-tenis Paddel, cambió totalmente las reglas del tenis (paredes, raquetas, etc) y es hasta divertido. Siempre entre amigos claro. Igual de patético resulta ver un campeonato profesional de paddel, como de futbol sala.
Por cierto, ¿no tenía uno de los jugadores brasileños de la final de futbolsala, una barriga tipo Del Bosque acojonante?
23 octubre, 2008 a las 2:47 pm
«Llegar el sábado por la mañana despues de aguantar las colas del hipermercado de turno o de darle cera al coche para que brille hasta el lunes, y econtrarte en la pequeña pantalla un aperitivo del partido bueno que se jugaba 8 horas despues, y que además tu juegas con tus amigos de toda la vida y en cuyos partidos se repartían hostias como panes, era bastante estimulante… por lo menos para despertar el hambre».
Añádele la resaca y habrás descrito la esencia del fútbol sala español.
23 octubre, 2008 a las 4:57 pm
Queda claro. ¡Éste es el artículo sobre futbol y homosexualidad que tanto tiempo llevabamos esperando!
23 octubre, 2008 a las 5:26 pm
Bueno, no secundo lo del fútbito, ni tampoco lo del fútbol gay, si bien entiendo que es humor y como tal lo interpreto. Al igual que tampoco secundo que yo haya hecho nada de la Olimpiada, porque no lo hice, al igual que no secundo que sea un sucedáneo del fútbol, o que el que participó tuviera una barriga de Del Bosque. Lo único que secundo es lo de asiduo de la pista del Prone, correcto…en fin. De cualquier modo, me alegra el hecho de que algo que yo he escrito tratando de compartir mi particular visión haya sido leído, en cualquier caso, y emplazando a quién corresponda a la noche, donde me extenderé matizando lo aquí vertido, agradezco dispareis sobre el tema, y podamos entrar en el tema que principalmente ocupa mi pensamiento: el sexo y las penetraciones por banda. Continuará a las 22:30 pm. Hasta entonces:
http://www.youtube.com/watch?v=DGufyN7Vp7c
23 octubre, 2008 a las 7:06 pm
Nunca he seguido este ¿deporte? pero cuando escucho el término «fútbol-sala» no se porqué siempre me vienen a la cabeza extraños nombres del tipo Cacao, Cogorro, Fali, Edesio, Morruga, Choco o Javi Limones…
23 octubre, 2008 a las 8:46 pm
Habéis visto lo del entrenador croata de regional que se suicidó?
http://www.elpais.com/articulo/deportes/suicida/Croacia/entrenador/desesperado/acoso/equipo/elpepudep/20081023elpepudep_7/Tes
23 octubre, 2008 a las 8:51 pm
Perdón por el off-topic.
23 octubre, 2008 a las 9:36 pm
Creo que le llamó Juanma Lillo la noche anterior para darle ánimos…
23 octubre, 2008 a las 10:21 pm
Pensaba hablar sobre fútbol-sala, pero el azar ha querido que me fije en los nick. Bartleby, el escribiente, de Herman Melville:curiosa historia la de Melville. Admiró toda su vida a Louis Stevenson(La Isla del Tesoro) y procedió a emularlo en vida, pasando a la posteridad. Pero antes, invadido por la propia tristeza a raiz de la muerte de Stevenson, decidió viajar hasta su tumba en una isla del Pacífico(Martinica, creo, donde los nativos le llamaban en su lengua «contador de historias»). El viaje estuvo plagado de incidentes, contrajo una extraña fiebre que a punto estuvo de acabar con su vida, naufragó, fue a parar a una isla de caníbales donde convivió con ellos durante tres meses, y por fin, y al borde de la muerte, decidió que ya no era necesario viajar hasta la tumba de Stevenson, pues Stevenson no había muerto, Stevenson vivía en él.
Segundo punto, Bartleby, como se conoce al autor sin obra, a raiz de la novela del propio Melville, da pie al recuerdo de Juan Rulfo, escritor en soledad, que eficientemente escribía cuentos soberbios, los revisaba y corregía durante días, para luego quemarlos. Fue un amigo el que sustrajo algunos de su escritorio y los llevó a una editorial. «Sólo» escribió Pedro Páramo y el Llano en Llamas, y pasó el resto de su vida esquivando la pregunta que frecuentemente le hacían de para cuándo su próximo libro. Nunca.
Tercer punto. El entrenador croata que se suicida. Nada que objetar. Probablemente fuera lo más conveniente, y debería cundir el ejemplo entre el gremio, un acto de honestidad y decencia en esta época confusa necesitada…de grandes gestos. Ahora podrá hablar con Helenio Herrera, Bill Shankly, o en el peor de los casos podrá tener una visión más sosegada del juego, alejado de los focos y de la inmediatez del resultado.
Cuarto punto. Siento discrepar, y doy mi opinión: creo que en la lista de Cacao, Cogorro, Fali, Edesio, Morruga, Choco o Javi Limones sobran Cogorro, Fali, y el propio Javi Limones.
Quinto punto. Había un modelo de zapatillas de fútbol sala marca Penalty, que se llamaban Penalty Morruga.
Sexto punto. Choco dió sus últimas patadas al balón en Bielorrusia, donde para su sorpresa, una bomba derribó una casa vecina a la suya.
Séptimo punto. Nixon, ese monstruo del siglo veinte, ignorado por sus asesores, acostumbrados a desoir sus decisiones tomadas en la esquizofrenia alcohólica que sufría durante sus mandatos de presidente(ciertamente fue así, no es un recurso literario).
Octavo punto. Siento haberme extendido tanto. With a little help of my friends.
Noveno punto. Mirad la hora a la que he colgado el comentario y leer el anterior. Perdonad.
Cuarto punto.
24 octubre, 2008 a las 12:41 pm
#17 A mí me sale que lo has colgado a las 10:21, pero supongo que es la hora inglesa y que tú lo escribiste a las 11:21, aunque ya me lío, ya no sé dónde sale una hora y dónde la otra…
24 octubre, 2008 a las 12:58 pm
Quería dar el último toque de calidad, pero al igual que Salinas, Abreu, Cardeñosa ó Escobar, en él último momento, la cagué, la eché por encima del larguero, la metí en propia puerta. Pensaba que había puesto que lo colgaría a las 22:20, y no, era a las 22:30. En fin…a veces la bordas, y otras la echas por la borda.