.tribuna:Dos minutos de gloria (sic transit gloria mundi)*

¿Qué, reconocen a ese señor que lleva la camiseta del Hércules de Alicante? El que está al lado de Goicoechea. Sí, aquel medio batallador del Valencia Club de Fútbol que asombraba a Europa con el ocho a la espalda allá por el cambio de siglo. ¿Cuánto tiempo sin verlo campar por ahí, eh? Quizás ustedes se preguntarán, ¿cómo ha llegado hasta ahí? ¿cómo ha caído tan bajo? No se preocupen, el Doctor Glategoja -natural de lo que él llama Comunidad Valenciana  Regne de Valencia y con consulta de éxito especializada en neurodegeneraciones provocadas por las drogas de síntesis- se lo contará, que él lo sabe de primera mano.

Todo comenzó en junio de 2000, justo después de la primera final Champiñonera del Valencia. Farinós recibió una fabulosa oferta del Milan que no pudo ni quiso rechazar. Pero el Milan se dirigió entonces al Valencia con ánimo de negociar, éstos le remitieron a la cláusula de rescisión, y el Milan se rajó. Ahí el Inter vio el cielo abierto en su guerra por llevarse un jugador deseado por su rival milanista, y también por media Europa en aquella época. Pagó la cláusula y se lo llevó envuelto para regalo. Comenzaba así la huída de talentos en pos de una “mejora en todos los aspectos” (Mendieta dixit). Ese mismo año le siguieron Gerard y Piojo López, al siguiente el propio Mendieta. Y ahí acabó la carrera profesional de todos ellos. De todos, menos de Farinós, que aún disfrutó de un pequeño paréntesis de 2 minutos de gloria.

Aconteció que durante la temporada 2001-02: Farinós no jugaba ya ni a las canicas con su equipo, el Inter. Pero hete aquí que en el sorteo de cuartos de final de la UEFA salió un Inter-Valencia, con otro ex-valencianista en el banquillo, el artista antes conocido como Cúper Veteyá. Entonces al flamante nuevo inquilino se le ocurrió la mejor idea de toda su vida, alinear a Farinós por primera vez en toda la temporada para su visita a Mestalla. Ahí es nada. Pero no fue ese el partido de ida. Dos semanas antes el Valencia rindió visita a San Siro, apenas unos meses más tarde de la peor noche en la historia del equipo valenciano en ese mismo escenario, su segunda final Champiñonera consecutiva, la del penalty de Pellegrino y los sollozos de Cañizares. Y se volvió a repetir el mismo resultado que aquel otro aciago día, aunque esta vez con un regusto mucho más dulce. Primero marcó Matterazzi, pero pronto salió el diablillo de Rufete a pinchar el empate con su tridente. Uno a uno, y todo dispuesto para la fiesta de Mestalla.

Sin embargo, no tardó mucho en cambiar el guión tras que echara a rodar el balón. A los 3 minutos, De los Diablos Santos (que curiosamente comparte ahora vestuario con Farinetti) desde el centro del campo, por querer ceder diarréicamente a Cañizares, lo que hizo fue darle un pase medido a Ventolá, que recorrió todo el campo valencianista sin mayor oposición hasta fusilar a Cañizares. 0-1. Desde entonces se produjo el mayor vendaval de fútbol que jamás hayan visto mis ojos en directo. Hasta cuarenta ocasiones de gol en 90 minutos por parte del Valencia. Sólo una más (aparte del gol) por parte del Inter. Pero ni una de ellas entró, con un Toldo insuperable bajo los palos, que comenzaba así su leyenda como bestia negra del Valencia Club de Fútbol. Un Toldo que, ante tal avalancha, no sabía ya cómo hacer para perder un poquito más de tiempo. Hasta el punto de que en el minuto 76 vio la amarilla por tal motivo. Y en el 88 otra más. Expulsión, para darle aún más suspense al partido. El árbitro se llamaba Claude Colombo, ya, claro. Y el Inter que había agotado todos los cambios.

 

Así pues, tenía que ponerse alguien los guantes. Y se los dieron al primero que se ofreció, el más chaparrito, pero con más cojones aunque le llamaran Farinetti, paradojas de la vida. Al ponerse la camiseta de Toldo  parecía un niño cuando se prueba la ropa de su padre. Le llegaba por las rodillas, es que ni se le veían los pantalones. Ya cuando se calzó  las manoplas, parecía uno de los Hermanos Tonetti. No os digo cuál, que cada cual se haga su propia composición. La cosa es que aún tuvo suerte, pues en esos dos minutos más los cinco de prolongación solo le tiraron a puerta una vez, desde fuera del área, flojito, y al cuerpo. Sea como fuere, el caso es que acabó entrando al vestuario a hombros de sus compañeros. Ese fue el único paréntesis de gloria que consiguió vivir dentro de una cancha de fútbol después de junio de 2000.

De ahí hasta su aterrizaje en el glorioso Hércules de Alicante, poco más hay que contar salvo aquel día en que estuvo a punto de destrozar la carrera de Sissoko. Pero hasta en eso falló, así que mejor nos lo saltamos también. La elipsis, qué gran invento.



11 Comentarios en “.tribuna:Dos minutos de gloria (sic transit gloria mundi)*

  1. Agarkala Dijo:

    Los Veteyá deben ser una familia muy amplia, porque creo que los últimos 10 entrenadores del Valencia se apellidaban así.

  2. Glate Veteyá Dijo:

    Hummm, no. Pero se agradece ver que en Madrid y Barcelona esas cosas no pasan. Menos mal.

  3. choni Dijo:

    Yo vi a Rafa Paz de portero una vez en Pucela. Eso sí que da sudores fríos.

  4. Zimemrman Dijo:

    Muy bueno, hay que ver la vueltas que da ésto. ¿Farinós es valenciano?

  5. tartamundos trotamudo Dijo:

    Farinós es valenciano, sí. Del Barrio de la Torre, sito en la misma capital.

    Creo que después del Inter pasó por el Villarreal y el Mallorca (cedido en ambos casos). Puede que llegara a militar en algún equipo inglés (o estuvo de pruebas).

    Por cierto, que uno de los requisitos que se exigen a un entrenador para que fiche por el Valencia es que si nombre o apellido tenga dos sílabas, para no romper la estructura del «Equis vete ya». Con nombres de tres o más sílabas no funciona.

  6. miguelcrockett Dijo:

    Ah, los sollozos de Cañizares vuelven a aparecer traicioneramente en RBBE para amargarnos el día con su recuerdo, cual mal de Sísifo…

  7. Héctor Dijo:

    Pues con Valdano el orfeón mestallense también cantaba el veteyá de maravilla, aunque tuviera 3 sílabas

  8. Glate Veteyá Dijo:

    Cierto, Farinós jugó también en Villarreal y Mallorca. En el primero cedido. En el segundo al principio también, pero al final creo que llegó a ser propiedad del Mallorca. Cuando acabó su contrato se quedó sin equipo. Entonces fue cuando marchó a entrenarse con el Charlton At inglés. Pero nunca jugó con ellos, solamente le dejaban entrenarse hasta que encontrara alguien que lo contratara. Y ese alguien fue el Hércules.

  9. Montecristo Dijo:

    ¿Y esa vez que ese pasado, presente y futuro delincuente conocido en el mundo del balompìé con el nombre de «Burrito» Ortega le pegó un hostión en pleno entrenamiento? Creo que uno o dos meses después al argentino lo enviaron envuelto p’a regalo a Italia.

    Desde aquí lanzo la propuesta de fundación de un nuevo club: el Desechos C.F., compuesto por jugadores que, sin haber alcanzado la treintena y después de haber jugado en grandes clubes, extrañamente llevan varios años languideciendo de forma penosa y lastimosa por patatales tercermundistas (como Alicante o incluso peor). Una humilde propuesta de primeras incorporaciones:

    Bizzarri, Soldevilla, De los Santos, Farinós, Gerard, Kluivert, Guayre, Carew, Brechet (que lateral!!!)…

  10. tartamundos trotamudo Dijo:

    Valdano y la derrota útil, ese grandioso concepto que merece una entrada en RBBE por sí mismo.

  11. ben weasel Dijo:

    Aún sueño con Toldo haciendo 2423628956 paradas a bocajarro y despierto llorando y con sudores fríos. Fue un vendaval de ocasiones perdidas para la historia.