RBBE REDACCIÓN VALE DO LIMA Siguiendo con nuestro estival programa de platicar acerca de equipos de mierda que a nadie interesan, toca hoy el turno al otrora triunfante Deportivo de la Coruña, al que más de uno daba con sus huesos en Segunda pero que ya veremos si no acaban antes ahí sus pretendidos sustitutos en el bonito papel de nuevos ricos, léase Villarreal o Sevilla. Porque lo de ganar dos Copas del Rey, no sé cuántas Supercopas y vencer a todos los grandes de Europa por el inmenso error de querer participar, al más puro estilo Don Erre que Erre, en la Liga de Campeones –llegando a semifinales, ojo- en lugar de en la HUEFA para rellenar un poquito más la vitrina está muy bien, sí, pero el verdadero milagro es que el desencanto tras las vacas gordas no te lleve a categorías inferiores como a Nottingham, Sampdoria o Parma. Y lo cierto es que muchos pontificamos en este sentido hace pocos meses, cuando sólo el Levante privaba a los gallegos de cerrar la tabla, pero por una vez, el buen hacer de un entrenador, que no sintió vergüenza alguna en recurrir a un tan honrado como en desuso sistema de tres centrales (que a otros reparte octavillas con forma de Copa de Europa en temporadas de demolición) recondujo la situación y convirtió en digna una temporada que se avecinaba ruinosa. De hecho, llegaron a la Intertoto, y por esa vía se han metido en Europa, dónde, con mucha suerte, llamarán nuestra atención si llegan a la final o a semifinales contra algún grande. De afición curiosa, tan elegante y fina fuera de Riazor como dentro, dónde rara vez se escapa un silbido contra uno de los suyos –en contraposición con sus rivales, los dentro y fuera de Balaídos zarrapastrosos vigueses-, es conocida en el resto de Galicia como ‘turcos’, parece que por una canción de Os Resentidos, olívicos que encontraron criticable el hecho de que en Coruña se hable poco gallego, algo que, sin ir más lejos, ocurre también en Vigo. El apelativo es poco conocido en el resto de la península, y es que los Montes de León, la Sierra del Xurés y el Macizo Galaico en general siempre han sido una buena barrera protectora tanto para la tecnología demoníaca como para el folklore romaní. Uno aún recuerda a Fermín Bocos, en su etapa en Telecinco, preguntarse qué tenía cierto aficionado del Celta contra Turquía cuando, en vísperas de una final de Copa de ésas que pierden siempre, el celtarra de turno aludió a sus rivales con espuma no cervecil en la boca. Una funesta costumbre ésa, la de entrevistar a las aficiones desplazadas, no sabemos si es por ganar audiencia entre la parentela que se queda en casa o es que anda realmente caro lo de contratar a dos o tres profetas que debatan sobre el achique de ehpasios o las diferencias entre el fútbol latino y la escuela centroeurropea. En tiempos de manifiestos en defensa de lenguas sin problemas de supervivencia, algo así como tomar posiciones en las principales esquinas sin dueña de Haifa para, hucha en mano, abordar a los transeúntes para que colaboren con la noble causa de preservar pura y limpia a la gloriosa raza aria, era nuestra intención publicar el siguiente artículo en gallego, pero como nuestro enviado especial sólo sabe escribir correctamente en catalán al verse privado en su infancia de poder conocer y usar cualquier otro código, os ofreceremos, previa traducción al castellano de España, el devenir de la plantilla que durante más tiempo –que no mejor, porque las semifinales alcanzadas por Altintop y sus amigos no son moco de pavo- defendió los intereses del Turco esta temporada.
RUMANÍA, ENVIADO ESPECIAL La actualidad se nos echa encima y nosotros nos la sacudimos para, como ya empieza a ser tradición, cargarle el muerto a otro. Porque necesitábamos que alguien que no fueran los becarios veraniegos de AS ni Marca (ni del Superdeporte, huelga decir) nos contará qué cojones está pasando en Valencia. Y no hablamos de las típicas amputaciones de dedos por malos usos de la pirotecnia, brotes de esquizofrenia masivos por abuso de drogas de síntesis ni tampoco de guettos rumanos o de agresiones punibles con la Ley de violencia de género en la mano, no, que todo eso ya nos lo sabemos (aunque habrá que empezar a buscar nuevas explicaciones distintas del efecto del viento de Levante entre los habitantes de la capital del Turia y alrededores, que a los del Empordà ya les han jodido el plan al aparecer recientemente un estudio -que ahora no encuentro en la red- que demuestra que la tramuntana no afecta, para bien ni para mal, a la salud mental de la gente). Lo que necesitamos saber con cierta urgencia es, concretamente, qué pasa en el Valencia Club de Fútbol, porque para el ojo no avisado ver en el lapso de tres días a Soler, Villalonga -del que no conocíamos nada bueno ni, mucho menos, relacionado con el fútbol más allá del fotón que encabeza este artículo- y un tal Soriano -que no es el Soriano del Barça, aunque en su afán por ser presidente aquí ya no descartábamos que hubiera optado por presidir otro club dels Països- se nos hace inexplicable: ¿Quién es el presidente? ¿El propietario? ¿Fichan a Aragonés y a Xavi? ¿O venden a Silva y a Villa? ¿La acequia de Mestalla es, en realidad, un pozo ciego del que emanan vapores sépticos que nublan el raciocinio de todo aquél que ocupa el palco? ¿Y el bigotón de Azkargorta, eh, eh? ¿A cuánto va el metro cuadrado de terreno en la Avinguda d’Aragó? ¿Y a cuánto irá mañana? Demasiadas preguntas que la prensa deportiva, a pesar de que lo más importante que tienen que cubrir esta semana son los amistosos de pretemporada y la tensión músculofacial de Cristiano Ronaldo que demuestre si va o si viene (dando por hecho que al Tour o al tenis le van a hacer el caso justo), son incapaces de responder de manera satisfactoria. Así que hemos acudido a Trotamudos Tartamundo para que siguiera con la serie iniciada con El mayor puticlub del mundo y nos dé las claves para interpretar por qué el Valencia va a bajar a Segunda B más pronto que tarde, si es que manifestaciones de decenas de miles de paletos que dejen pequeños los saraos protrasvase junto con onerosas inversiones a cuenta del erario público no lo impiden antes y nos llevan a la próxima liga tercermundista de 21 equipos. Con todos ustedes, el señor Tartamundo.
RBBE REDACCIÓN VARSOVIA «Ya era hora de que gentuza com esta se largaran de España, lo que no entiendo como un equipo como el Ajax paga 3 kilos por este mindungui, si no sirve ni para jugar en el equipo de un barrio. Supongo que ya se habra recuperado de la ulcera que le entro cuando ganamos la EURO08. Hasta nunca gentuza!!!!» (sic a casi todo) Ojo, que no lo decimos nosotros, lo dicen en los foros del Marca, que es donde nos han puesto sobre aviso de la más que posible pérdida de uno de los puntales de la Liga de la Estrellas. Se marcha al Ajax Oleguer Presas, señera de esta casa, del que cuando nos lanzamos a la red pretendíamos seguir las andanzas de manera exhaustiva y en más de un año no le hemos prestado demasiada atención pero que ahora merece, por lo menos, una cálida despedida de la Real Bitácora Balompédica Española: adiós, Oleguer. Ale, ya. Aprovechando el artículo, la salida de Oleguer pone en cuestión dos lugares comunes del fútbol europeo: el primero, que el Barça no sabe vender. El segundo, que el Ajax trabaja bien la cantera (y que, en consecuencia, es un club vendedor). Porque ya nos dirán en qué están pensando los de Amsterdam al pagar tres millones de euros, que fácilmente se convertirán en cinco y pico, por un tipo que apenas ha jugado los dos últimos años y cuando lo ha hecho, ay, cuando lo ha hecho… ¿no tienen a ningún surinameño de dieciseis años y uno noventa para hacer las veces de central en la potentísima Eredivise? Vamos, que incluso El Mundo Deportivo habría considerado que pagar tres millones de euros, en lugar de cobrarlos, por quitárselo de encima sería una buena venta. En fin, es ley de vida: la llegada de Guardiola ya cubre con creces el flanco catalanista de este nuevo proyecto culé, mientras que en el Ajax hay que pensar en sustituir a los Roger -ya retirado- y Gabri -que poco le falta-, que hicieron gala de su catalanidad, a diferencia de Oleguer, cuando estaban a más de 3.000 quilómetros de Madrid, valientes. Las risas vendrán cuando los cívicos hinchas del Ajax que es, junto con el Hotspurs londinense, el club judío por excelencia, traduzcan el afamado «Camí d’Ítaca» del de Sabadell y se den cuenta de que además de fichar a un catalanista han fichado a un simpático propalestino. Habrá que estar casi tan atentos a esto como a qué harán los hinchas del Fenerbahce cuando descarguen de internet las portadas del Interviu protagonizadas por NuriBer. A ver si el Barça completa de una vez por todas los pagos del trapaso del Profeta del Gol y deja de disimularlos con estos fichajes, aunque puede que le hiciera mucho más bien al Barcelona, y también al Ajax, que, en lugar de Oleguer (y Gabri, y Roger…), les devolviéramos directamente a Cruyff, pero oigan, menos es nada.
RBBE REDACCIÓN VARSOVIA / TORRERO – LA PAZ, ENVIADO ESPECIAL En Zaragoza, la afición por el baloncesto, medida en número de personas que se reúnen en el Príncipe Felipe, de media, para disfrutar de los partidos de la liga doméstica, ya era la primera de Europa, pero la temporada próxima se va a disparar hasta el punto de que el CAI tendrá que disputar sus partidos enmedio de los Monegros para poder dar cabida a la multitud de aficionados-al-basket-de-toda-la-puta-vida que, en realidad, no son más que renegados futboleros que no pisarán la Romareda hasta que el Pikolín FC vuelva a competir en Primera. Y veremos cuánto tardan, porque las expectativas que están levantando Agapito & Marcelino son casi tantas como las que levantaron la temporada pasada cuando, en julio y agosto, apuntaban sin rubor a la Champions y así les ha ido, así que no se puede descartar nada (el año de Paco Tristón Flores fue infinitamente más aburrido, pero en poco más de nueve meses volvieron a Primera con cara de «aquí no ha pasado nada»). Porque lo del Zaraguay de esta temporada ha sido de traca: la llegada de un señor con muchísimo dinero a un equipo histórico les creó la ilusión de ser un equipo grande cuando, en realidad, los señores con mucho dinero son indicadores cuasi perfectos de todo lo contrario, con la salvedad de que los equipos que parasitan acostumbran a pegarse el gran hostión justo después de que el potentado les abandone, no durante su primer año de inversión, como ha sido el caso. Sin solución de continuidad se pasó, en julio, de apuntar a la Champions para, a medida que iban viniendo los disgustos (la pronta eliminación europea contra un equipo griego liderado por Javito debería haber sido un buen aviso), rebajar sus pretensiones: HUEFA, intertoto, zona tranquila, evitar el descenso… (quién no lo ha vivido; entrar sereno en una discoteca, que hasta te fijas en la camarera, para, copa tras copa -no va con segundas, vaya, lo de segundas tampoco iba con segundas-, aceptar a las cinco de la madrugada encamarte con cualquier gorda antes que tener que matarte a pajas como un mico en la soledad de tu habitación). Y para evitar el descenso se contrató, que hay que ser melón, a un señor cuyo gran objetivo de la temporada era meter a un equipo aragonés en Segunda, y a fe de Dios que lo consiguió. Gracias a ello, el año que viene podremos ver un Huesca – Zaragoza que va a dejar los enfrentamientos entre los hools del Chelsea y el Millwall a la altura de una batalla de almohadas. Ahora bien, siempre podrán celebrar los maños ser el único equipo histórico que se va a ahorrar la vergüenza de jugar la «Liga BBVA», por lo menos esta temporada. Sin más preámbulos, Danuto, enviado especial de la RBBE al barrio de Torrero – La Paz, desmenuza la temporada del Zaragoza en el que va a ser, probablemente, el último artículo sobre este equipucho de Segunda hasta que regresen a la Liga de las Estrellas.
RBBE REDACCIÓN VARSOVIA Cada vez nos lo ponemos más difícil. Si bien es cierto que esta Bitácora, desde siempre, ha mostrado una preferencia clara por la República Checa, hasta el punto de hermanarnos con ella (o, mejor dicho, con ellas), no es menos cierto que de fútbol checo tenemos más bien poca idea a la que nos sacan de Nedved, Poborsky y sus mullets. Las generaciones siguientes a la de aquella Chequia cuasi triunfante en la Euro del 96 no las tenemos muy controladas, para qué vamos a engañarnos, y poco os podemos decir de Koller más allá de que es alto, o de Rosicky más allá de que es bajo, que esto no es el blog de Maldini. Bueno, de Cech sí que podemos decir algo más. Y si estos tipos son los de más relumbrón, qué podremos decir de, pongamos por caso, un central, aunque este central haya fichado recientemente por el Atleti o, todavía mejor, tenga los cojonazos de jugar al fútbol profesionalmente con barba. Este es el caso de Tomas Ujfalusi, que sigue la serie inaugurada por Zambrotta y continuada por Wilhemsson, serie que a buen seguro va a continuar con Van der Vaart en cuanto se confirme su fichaje por el Real Madrid. Y la verdad es que de él podemos decir bien poco (no más de lo que dirá la prensa, expeditivo donde quieren decir duro, rápido donde quieren decir descolocado y todo cuanto tópico al uso se os ocurra), pero de quién sí que podemos decir algo más, y espero que lo demostréis en los comentarios, es de su mujer. Madre mía, como está la ex miss Chequia. En el interior de la entrada, el fotoreportaje.
RBBE REDACCIÓN VARSOVIA Tarde y mal, para variar, pero oigan, esto no es un yoyalodije sino más bien un peroquémedices, que no es lo mismo, ni parecido, pero que merece igualmente una entrada en esta, nuestra Bitácora. Empecemos por lo de la guerra. No sé si a ustedes les habrá pasado alguna vez lo mismo que a mí: van a una librería, descubren un libro que parece que hable de fútbol y lo compran. El problema viene a la hora de léerselo, cuando se dan cuenta que oiga, de fútbol, exactamente de fútbol, no habla. A mí me ha pasado varias veces, pero la más grave de todas fue con La guerra del fútbol, de Ricardo Capucinsqui (lo va a escribir correctamente su puta madre, con suerte), que habla mucho más de guerra que de fútbol, y en cualquier caso, la guerra del fútbol es sólo uno de los artículos que componen la compilación. Pero nunca pensé que tener a mano las crónicas del comunista polaco fuera a servirme de nada, pero mírennos ahora, interpretando con soltura noticias como ésta: bolsas de orina e insultos racistas contra Panamá en El Salvador. Ah, qué mala es la memoria. Alguien debería contarles a los salvadoreños que no fueron los panameños sino los hondureños los que les dieron cera en el 70 con una excusa similar: los disturbios entre las aficiones en un partido de clasificación para el Mundial dio pie a la deportación de inmigrantes salvadoreños afincados en Honduras y, con ello, al inicio de la guerra de las 100 horas (la famosa guerra del fútbol de Capucinsqui). Aunque puestos a contar, sirva este artículo para explicarles los incidentes a los ciudadanos salvadoreños que no estuvieron en el estadio, porque la prensa autonómica titulaba al día siguiente cosas como «Sí, se pudo», «Milagro» o «Triunfo de la fe», mientras que las bolsas de orina no aparecían por ningún lado. Parece de todos modos que esta vez todo va a quedar en nada, y el único damnificado ha sido Guimaraes, seleccionador de Panamá, que fue despedido al no poder clasificar a su equipo para la siguiente ronda. Encima de puta, pone la cama. ¿Y el amor? De amor no sé, pero de sexo a pelo se habrá hartado Sergio Agüero, y ya hay que tener ganas, con la hija de Dios. Si en su día fuimos el primer medio europeo en hacernos eco del rumor de que Agüero podía estar percutiéndose a la hija fea de Maradona, ahora seamos probablemente los últimos en informar del embarazo con el que ha colmado de felicidad a la familia. Es en casos como éste donde se pone de manifiesto la sabiduría de la Naturaleza: si bien creíamos que la regla era un mecanismo para que dejáramos en paz a nuestra mujeres por lo menos durante una semana al mes (o dándole la vuelta, para que ellas tuvieran una excusa real para no follar), queda demostrado que la utilidad real de la menstruación es servir de aviso periódico para que todas aquellas chicas que se calzan con la ayuda de un espejo puedan saber con bastante exactitud si están o no en estado de buena esperanza, evitando así que féminas como Giannina se sorprendan al cabo de nueve meses cuando algo se les caiga de entre las piernas. Dice Cerezo que si sale varón, lo va fichando ya para el Atleti, que apellidándose Agüero Maradona sólo puede ser un crack. Y es probable que sea un crack, pero no sólo: en la RBBE también esperamos que la criatura crezca para seguir sus andanzas, que si tiene algo del padre y mucho del abuelo nos va a dar grandes tardes de gloria, y no precisamente en los terrenos de juego.
RBBE REDACCIÓN VALLECAS Corren malos tiempos para el barcelonismo. Sin un mal título que llevarnos a la boca, enterrando en vida a los “fantásticos” Deco, Eto’o y Ronaldito, con una junta directiva que está demostrando una seriedad próxima a los Hermanos Marx, y fichando jugadores que lo tendrían complicado para ser titulares en el Betis. Pero yo siempre he pensado que cuanto peor esté algo, más motivos hay para el optimismo. Veo difícil que las cosas puedan empeorar aún más, aunque nunca se sabe, igual mañana dicen que venden a Messi para traer a un extremo nigeriano que ha descubierto Txiki. Pero yo voy a ser optimista, para compensar el ambiente y sobre todo porque me lo pide el cuerpo, que ya tendré tiempo de ser realista cuando los resultados no me den motivos para el optimismo. Y no pienso hablar de la directiva ni de Laporta, salvo lo estrictamente imprescindible.
RBBE REDACCIÓN EL PARDO Hace unas semanas, como en la guerra, feliz mas hundido tras haber visto a camaradas y amigos caer bajo la metralla del mobbing, fui a celebrar que yo seguía vivo. Y celebrélo por todo lo alto, tajándome como un bendito. Estuve en el Moe, local que repetidamente recomienda esta casa, no en vano, jóvenes azafatas sudamericanas que lo quieren todo y lo quieren ahora hacen noche pared con pared en el triste, lúgubre y aburrido Eurobuilding, que parece decirlas cual Poltergeist 3: id al Moe, id, degustad la verdadera Hispania. El caso es que yo no me fui a ninguna habitación que no fuera la de mi casa. Y al llegar, ciego como una mona pero entero como para morir por España, me encontré con La Muerte. Una mujer de larga y pálida melena, ataviada con una gabardina negra de inmensas hombreras, danzaba girando sobre sí misma frente al portal. Yo la esquivé para meter la llave como la histórica estocada de El Fundi en San Isidro 2008 ‘o la puerta o yo’, no sin advertir su rocambolesca presencia. Pero como es lógico, ella se percató también de la mía y con su hermosa cabellera cana, de espaldas a este redactor, giró el cuello y me sonrió con arrugas y misteriosos enigmas a partes iguales. Mi ser, que había matado a la cerradura limpiamente, no pudo sino entrar en queo un pelín tenso pensando: he visto al mismísimo Satán, vaya por Dios, ahí me estaba fiscalizando a mí, ni más ni menos, el Demonio. Al día siguiente, en los albores de la violencia doméstica que todo español honrado experimenta más de una vez por semana, no sé cómo salió el tema, pero le comenté a mi costilla eludiendo alguna tarea cotidiana que no recuerdo –faltaría más-: cuidado, que vi a La Muerte hace una noche, danzaba en círculos frente al portal, se detuvo ante mí y, sin cesar su tétrico baile, me esbozó una sonrisa, la cual yo entendí como el final de mis días, mucho cuidado conmigo. Riose la Santa Varona que me aguanta, hasta explicarme que de Muet-te nada. Que se trataba de una puta loca del vecindario a la que ya conocería si fuese a hacer la compra alguna puta vez en mi vida, pues yace frente al supermercado, igualmente engalanada con ese escalofriante abrigo oscuro, todos los putos días del año hablando sola y gritándole a los perros. Entonces, extraje una lectura del sucedido gracias al cual depuse generosa y suavemente en días posteriores: la imaginería católica no hay que tomársela ni muy en serio, ni muy en broma. Es lo mismo que se le exige sin normas a los lectores de esta casa, pero como aquí los comentarios son tan brillantes o más que las entradas, termina uno creyéndose el conjunto y haciéndose uno, cosa, Una, como España, y si bien gritamos Viva El Rey, Viva España y Viva la ETA, Viva España en General, no debe el Creador confundirse con el vulgo y sí saber localizar su polla sita más o menos entre las piernas: No, señores, no, nunca, esta casa, La Real Bitácora Balompédica Española, ha renegado de Luis Aragonés. Ni me líen, ni me metan en tamaña lata de callos Litoral. Ahora viene un punto y aparte –tecnicismos en el interior.
RBBE REDACCIÓN VARSOVIA Que no se va a hablar más de la Eurocopa, mis cojones, hombre ya. Porque llevo tres semanas amordazado, impedido para dirigirme a la parroquia errebebera, discriminado no por razones de preferencia sexual, que sería hasta respetable, o de raza, que sería lo normal, sino por mi desafección hacia el equipo de la Real Federación Española de Fútbol. Pero mientras un solo informativo de Cuatroº nos recuerde de nuevo que somos campeones de Europa, yo tengo todo el derecho del mundo a explicar cómo de mal me siento, como si esto fuera el foro de la Super Pop. Y es que qué duro es ser antiespañol, y que jamás había sido así, porque ser antiespañol en Catalunya no es que fuera normal, es que era hasta fácil. Uno nace en un entorno determinado, con una familia determinada y unos amigos determinados y antes de que te quieras dar cuenta estás intentando buscar excusas racionales, con más o menos éxito y gracia, para justificar una postura que ni siquiera recuerdas haber escogido y por la que nadie te ha interrogado. Y hasta hace una semana y pico ser antiespañol me había dado, en lo tocante a lo estrictamente futbolístico, más alegrías de las que les había dado a ustedes no serlo, no me lo negarán. Pero se intuye un cambio de ciclo en la última década y media: hemos pasado de una selección catalana que llenaba Montjuïc contra Bulgaria mientras la española caía en los cuartos del Mundial de USA, a otra selección catalana que ni llena contra Argentina mientras que España se proclama campeona de Europa con todas las de la ley. Y yo sin perderme detalle. Mecagoendiós.
Con motivo de las celebraciones del Orgullo Invertido en la capital de España, cual ave migratoria, la capitanía general de la Redacción El Pardo de la RBBE pasó el fin de semana en la otra capital, la de Castilla y León, también conocida como Valladolid o Kiwi. Sí, la ciudad de los Kiwis, que es el código que adoptamos para reírnos de los lugareños en su cara sin que se dieran cuenta. Una sanísima costumbre que empezamos a poner en práctica en Nueva York denominando «cocos» a los morenos y «limones» a los chinos. Ahora se unen los «kiwis». Y más que vendrán conforme siga viajando. El caso es que, de bar en bar -por cierto, que me atrevería a decir que Pucela lo mismo es la ciudad con mejores pinchos de España, y a buen precio, etarras de mierda- en la amena lectura de los textos que hay en todo urinario público, comprobé que pocos locales no tenían su pintada «Viva Burgos, puta Pucela». Mientras me subía la bragueta arqueando las piernas y orientando la lengua hacia el orificio nasal derecho, medité la idea de que si no sería ese el rasgo más característico de los burgaleses. Unos tipos que dicen «puta Pucela». Ese y ninguno más. Porque qué más se puede extraer de una gente que habla poco, siente menos, se oculta en pueblos pequeñitos y vive una media de ciento diez años gracias a los cambios de temperaturas de menos ocho a cuarenta y tres en quince días. Pues que no les gusta Pucela y que están completamente esterilizados. Sin embargo, hubo un tiempo en el que Burgos figuraba en el mapa como marca de calidad. Fue una época en la que el Vampiro Balint, quien luego asaltara al micro a pie de campo de Televisión Española en el Mundial de EEUU cuando era utillero de Rumanía pidiendo explicaciones de por qué no le pagaba el club castellano lo que le debía, y quien se pareciera a Jack Nicholson con mullet, metía golazos como soles asistido por el autor, junto a Fonseca, de los mejores tantos de la 91-92, Ayucar. Burgos figuró en el mapa, otrora había alumbrado a Juanito, pero ahora era la localidad de jubilación tipo Marina D´Or de ilustres suplentes de grande, como Miguel Tendillo. Y también fue el primer equipo que experimentó las bondades de un sistema proto-Lillo con Theo Vonk y su Real Burgos de cuatro puntas que se fue a segunda como un chorongo succionado en el váter de un avión. Con el honor de haber presenciado el Real Madrid B 4 – Real Burgos 1 sentado junto a Miguel Bastón, con goles de Morales, hemos contratado los servicios de El Jerbo del Pinacho. Un noble caballero que sin más aspiración que el Honor y el servicio a Dios Nuestro Señor, colgó en Youtube un montón de videos de la elástica carmesí para mayor gloria lacrimógena de quien os guía. Hete aquí su visión, generosamente ilustrada, de aquellos días de ensueño. Con Ustedes, la historia del único club español con tres descensos federativos en sus vitrinas -y el cuarto ahí, ahí.