RBBE REDACCIÓN EL PARDO No me importa que Italia me dé por el culo. Coincido plenamente con ese paÃs en todo lo referente al balompié: el equipo de mi pueblo que no es el mÃo ha de morir, lo que hay al sur no es mi paÃs aunque lo ponga en el mapa, no pienso hacer nada por jugar la pelota y me voy a esperar aquà dando hostias y mareando la perdiz a que tú que eres tan listo la pierdas y yo te joda a ver qué cara se te queda, ma io no tengo auto arbitrina, la nariz de Luis Enrique y el himno power pop del Lazio en estudio y en escalofriante a capella (compare, por ejemplo, con el himno del Lugo y cuénteme hasta qué estrato propio del Homo Antecesor ha caÃdo su alma), junto a Maradona follándose todo lo anterior en su conjunto con la punta del priapo en perfecto castellano y patrocinado por ‘Mars’. En fin, que si en el 94, joven, pueril e impresionable, fui con Italia a muerte en la final y siento el ridÃculo de Baresi y Baggio como propio, difÃcil será que ahora albergue el más mÃnimo sentimiento de odio y desprecio hacia lo que, además, considero Madre Patria de mi paÃs. Estamos hablando de una nación maravillosa donde existe una expresión como ‘Il dolce Far Niente’ (el placer de tocarse las pelotas). Qué clase de persona que no se sienta español, sino español puro, puede odiar al pueblo transalpino sin lágrimas en los ojos fruto del despecho. Y vale que una cosa es una y otra cosa esa otra. Escupiré sapos y culebras a las madres de los componentes de la azzurra el domingo. Pero, como el recado que deja Al Pacino al Manostijeras en Donnie Brasco: si tenÃa que ser alguien, que seas tú.
RBBE REDACCIÓN EL PARDO ¡Hola corazones! Como decÃamos ayer, nuestra Patria es maravillosa. No sólo la proyección internacional de nuestro paÃs nos otorga un papel de los más honestos y decentes del panorama internacional, también somos una sociedad pujante en todos los ámbitos. Lo que se traduce, balompédicamente hablando, en que el juego de toque, alegre, y goleador de nuestra selección es un reflejo de la envidia y admiración que el resto del planeta siente por nosotros. La mezcla de nuestra polÃtica y nuestro fútbol nos convierte en una especie de Suecia de los noventa: somos tan estupendos que tenemos la frivolidad de jugar como en la playa con los amigos. De hecho, nuestras mujeres también follan y, aunque no sean tan altas, tampoco tienen mucho que envidiar a las escandinavas. Véase el eje Córdoba-Sevilla, tal vez epicentro mundial de las tÃas buenas. Todo es maravilloso. Somos como una flor. La amapola, por ejemplo, esa hermosa planta, también roja, que los yonkis con estudios recogen en las cunetas de las carreteras secundarias y comarcales. Qué estado de éxtasis ¿durará para siempre? –me pregunto-. Pues no -me contesto-. Hoy, conversando en una escalera de incendios con un amigo, he visto cómo se cernÃa en el horizonte la ruin silueta del odio carcomido. Esa envidia rural que lleva a José Carreras a cantar en Monza y reivindicar, junto al lÃder de la neofascista Liga Norte, una selección catalana y otra aún más risible para La Padania. Señores, nos podemos cruzar en cuartos con RumanÃa. Le comentaba yo a mi amigo, a este respecto, que me hubiera resultado simpático que Italia hubiera caÃdo eliminada por los pupilos de Ceaucescu por toda esa mierda racista a gran escala que tiene montada Berlusconi. Y se ha quedado helado. Me ha mirado con los ojos muy abiertos y me ha dicho articulando sólo un extremo del labio superior: mira, tÃo, yo estoy en un bar con un España – RumanÃa de cuartos, nos eliminan, hay dos rumanos gritando al lado y los acuchillo setenta veces siete. Tras una pausa, ha añadido: ¿no serÃa mi obligación como ser humano? Asà están las cosas. Pasemos ahora, a continuación, a analizar lo visto hoy con nuestro muy frÃo y calculador ojo del culo.
RBBE REDACCIÓN EL PARDO Cuesta decirlo, pero después de la paliza de curro que me di ayer con el partido, no tengo ganas ni de comentarlo, ni de ver los goles, ni ná de ná. Y se trata de la Patria, nuestra Patria, que es una buena Patria. Pero el curro intensivo acaba con cualquiera. Aunque hay que amar a España y más ahora. Podemos decir que nuestro paÃs, por lo menos, no ha apoyado la jornada esa europea de trece horicas diaras; podemos decir que se alinea ahora con Belgrado y Moscú en contra de los que desataron la guerra de Irak cuando se ponen del lado de unos tÃos que no eran mu malos mu malos como los malonchis de sus enemigos, pero traficaban con los órganos de los prisioneros serbios con bridis de Carod con cava incluido para la memoria de los que tienen ojos, que no está nada mal. En fin, nuestra Patria es Grande. Y momentos como éste, el de ayer, son los que tendremos que recordar toda la vida y estar hablando de ellos en cada reunión familiar. Asà quwe [todo este texto es el de las 17 horas, a partir de aquÃ, a Dios gracias, me han sacado a emborracharme por las preciosas terrazas de la capital en una tarde primaveral] que no me jodáis, hoy más que nunca, tal vez, en toda nuestra historia, España ha estado a la vanguardia del pensamiento humano y su Gobierno, encarnado en el adjetivo que queráis, ha podido satisfacer tanto a Zizek. Sigamos, que hemos ganado. Comienzo fulgurante, champagne, nos lo vamos a comer todo. ¿Caerá RBBE en la falsa euforia del primer dÃa? Claro, por su puesto. ¿Qué es esa tonterÃa de que empezamos bien y luego nos comemos la mierda? España, de toda la vida, empieza que da asco. Joder, recordemos ese España Uruguay de Italia 90 con Sosa tirando por el váter su posible fichaje por el Madrid años más tarde, Marca mediante. España nunca ha empezado bien. Ahora lo hacemos. Vale. Contra una selección diezmada. SÃ. Pero qué bonito. Nuestra etnia corretea, mea, torea, a la nación que, pronto, por su historia, postulados y razón, gobernará el mundo: los nobles eslavos. Esa categorÃa humana igual a verdad. Que se apiaden de nosotros, los mediterráneos, sólo somos sociales. Ellos lo son y más, hasta la excelencia del individuo. Viva la HungrÃa post invasión soviética. En fin, que Ramos da asco. Y no sólo aquÃ, en el Madrid también. Es el Cristiano Ronaldo del lateral derecho. En el Madrid sólo se conoce un lateral, Roberto Carlos. Por hijoputa, malandrÃn, bufón mediático y rompetónicas. Ah, qué es esto. Pues que un cabrón tan a su bola siempre puso los giros de guión. A la Séptima me remito. Ayer, si no es por el negro que escuchó la Marcha Granadera con la mano derecha en el corazón, ese melenitas mojadas al viento serÃa ya leyenda negra como Antonio Zubizarreta. Casillas también pintó la mona en el gol, pero delante de él, Puyol, habÃa uno de los mejores defensas de la historia ibérica en una isla de su momento de forma. En su caÃda crepuscular por haberlo jugador todo, las lesiones de este año nos lo han puesto cocidito y en su salsa al servicio de España. Bien también Iniesta con sus fintas. No es propio de españoles con La Roja un desparpajo mayor que el suyo en el segundo; Pocos, viene a ser como arrodillarse para rematar de cabeza un de la muerte. De Villa no diremos nada. El hijo de un minero siempre será ¡¡¡ESPAÑA!!!!! Pero lo mejor, Luis Aragonés, Sabio de Hortaleza, con sus cambios. El viejo no es tonto. ¡Joder! Es un ludópata. Ésta es su última partida en lo que le queda de existencia y sabe cómo la jodió en la anterior. Insiste en un modelo, lo mueve a su antojo. El empaque de la segunda parte, años luz del canguelo tradional español en la primera, fue obra de sus cambios. Qué bien hechos. Y qué mierda Torres, tan querido por esta casa, llorando como una mona. No tenemos gran cosa, pero hemos despuntado como el mejor equipo junto a Holanda. En Suecia, paÃs donde las mujeres follan, se conformaban con eso y ya cuando eran buenos. Hay que saber vivir. Y mirar a los ojos a los secesionistas con un: mas no es bello ser hispano, mas no es torerÃa encamarse para matar al más puto de la tarde que no para de calamochear. Se trata de este San Isidro, de El Fundi. Qué siginifica, hostia ya, saber, por nuestras pulsaciones, que lo suyo, lo de ir en bicicleta al campus a disfrutar de las de libre elección, no tiene nada que ver con arrastrarse lascivo, morir vivo y dejar un cadáver de pie al que, enamorado y consciente a su manera de su palidez, canta Bambino, el gitanito aceitunado de Utrera hecho leyenda en Cataluña: PAYASO. Estamos vivos, hermanos españoles, subimos y bajamos, nos conocemos el negocio de vivir casi, casi, como su Todopoderoso Creador. Viva España. Viva el Mediterráneo. Moñigos, morid.
RBBE REDACCIÓN VALLECAS Aquà viene la segunda entrega de esta premonición eurocopera. Si los dos primeros grupos fueron calificados de flojitos por este sagaz analista, los dos que veremos a continuación son verdaderamente mollares. Uno de ellos por categorÃa y por historia (Francia, Italia y Holanda en el mismo grupo es mucho prestigio junto), y el otro porque en él está nuestra gloriosa e invencible selección. Y ya sabemos que el grupo de España siempre es el más importante, sean los que sean nuestros acompañantes. La prueba está en la última Eurocopa. Estábamos en un grupo que decÃan que era flojo, junto con Rusia, Portugal y Grecia. Flojo por los cojones. La final fue Portugal-Grecia, o sea, los dos de nuestro grupo. Siempre nos ponen en el grupo más fuerte, de toda la vida. Es la fatalidad que nos persigue. Me instan a que ponga apuestas concretas. No soy partidario. En Eurocopas y torneos de este estilo no me parece rentable. Suelen ser partidos raros, los equipos en la primera fase juegan con miedo, abundan los empates y las sorpresas. Estoy más por la labor de apostar en vivo, o por jugar en pocos partidos, sin combinadas y siempre a favor de la mejor cuota en partidos igualados, o del empate en los que parezcan desiguales. Pero que no sea rentable no significa que no sea divertido, asà que sazonaré estos comentarios sobre equipos y futbolistas con unas pocas apuestas baratas por si cae algo, más que nada para no perder el hábito ludópata.
RBBE REDACCIÓN VALLECAS Los mandamases de la RBBE son unos listos. Ellos se dedican a los artÃculos en los que se comentan las cosas que han pasado, los one x one, y demás comentarios a toro pasado, y a mà me encasquetan (con perdón) los comentarios sobre lo que pasará. Asà ellos siempre aciertan y yo, de vez en cuando, me estrello. Yo tengo que hacer la previa de la Eurocopa, asà a ciegas, sin saber si Iniesta se repondrá de la colitis, si al final jugará Pograbnyak (si teneis huevos, escribidlo bien sin copiaros), si Católico Ronaldo habrá fichado por los de los cuernos o tendrá la mente (por pequeña que sea) enla Eurocopa, si llamarán a Bonera o a Gamberini para sustituir a Cannavaro, etc. Menudo marrón. No voy a proponer apuestas en combinadas concretas, simplemente diré lo que me parece que podemos esperar de cada equipo, y a partir de ahÃ, y de lo que cada cual intuya o sepa, quien quiera jugarse unas perras que lo haga.Â
Porteros: Casillas y Reina. Defensas: Sergio Ramos, Capdevilla, Albiol, Marchena, Fernando Navarro, Arbeloa, Juanito, Pablo. Medios: Albelda, Xabi Alonso, Riera, Xavi, Iniesta, Cesc. Delanteros: Silva, Villa, Luis GarcÃa, Torres, Güiza y Bojan. Hostias -dice uno- es la selección más mediocre que he visto en tiempo. A lo que otro responde: tú es que eres muy joven y no viviste el Mundial del 82. [Vaya a un bar cualquiera e inserte aquà el debate tipo sobre la necesidad de convocar, o no, a Gucci y a Baúl e imaginemos que acaba tal que asÃ:] (…) también es cierto que Zipi y Zape no están tampoco como para ser titulares sà o sÃ. Además, que ya todos tenemos claro que es un asunto personal entre Luis y Raúl, de imposible arreglo pese a a quien pese. Del Bosque será una ruina de seleccionador. Y que alguien explique qué hace tanto ex-madridista pululando en el entorno de Villar. Y aquà es cuando llega Gatinho, se saca la chorra y al tiempo que pide un orujo, la posa sobre la barra, para pontificar: Es cÃclico. Salvo la excepción del mejor seleccionador de la historia de España -más aún que Javi, si cabe, que la cagó agrediendo a periodistas y tal-, Miguel Muñoz, que sustituyó a otro miembro de la órbita madridista, el nefasto SantamarÃa, en democracia se han ido alternando seleccionadores madridistoides con ajenos a la Verdadera Fe: Muñoz-Suárez-Miera-Clemente-Camacho-Aragonés (Sáez no cuenta, fue un simple interino). Por tanto, y aunque LuÃs siempre ha sido felado por la prensa madrileña hasta hace poco, ahora toca madridista, entre Del Bosque y el polÃglota Camacho anda la cosa, casi ná. Y como Suárez con Buyo y Chendo (y hasta ¡Salguero!) y Javi con la Quinta en pleno, Aragonés ha tenido que lidiar con lo mismo, crepusculares futbolistas del Madrid que, aunque sólo sea por mera estadÃstica, realizan alguna que otra buena acción esporádicamente y ya por eso se enciende la maquinaria de agitprop en busca de que el español medio, madridista, se identifique algo más con ese subproducto perdedor, y por tanto, rechazable para el merengue estándar, que es la Selección. ¡Si al pobre Iñaki le pidieron a Pavón! Y ojo, que está claro que Raúl, lamentablemente, es uno de los cuatro mejores delanteros españoles, pero hay jugadores que no pueden ser suplentes, y lo que no puede ser, no puede ser. Lo de Arbeloa sà que clama al cielo. Lleva un año pidiendo a gritos ser internacional y lo convoca precisamente cuando está lesionado. Juanito, Pablo, Marchena, un lamentable desde hace tiempo Albiol… Es que tampoco hay más, quizá Jarque o hasta Lopo cuando esté bien merecen ser probados, pero el panorama es desolador. Bueno, y si llama a esos dos -y a Moisés Hurtado y Raúl GarcÃa-, tenemos directamente la Antiespaña, conformada al 75% por catalanes/nacidos en Cataluña, lo cuál dejarÃa los Ãndices de audiencia de Cuatro -hijos de puta, dad todos los partidos en abierto- al nivel de Testimonio o Jazz entre amigos. Y que alguien le enseñe la puerta de salida del Barça y de la selección a Javier Hernández Creus, gay de gueyes, que dirÃa Don Federico. Dicho lo cual todos apuramos nuestras copas de soberano, dimos la última calada del Ducados y, sin mediar palabra, nos fuimos a casa a meditar.
Aquà en grande, para que la pongáis de fondo de pantalla y podáis hacer partÃcipes de vuestra indignación a vuestros compañeros de despacho.
Nada que ver con el que proponÃamos de manera colegiada desde la RBBE. Ellos sabrán lo que se hacen.
Si ya ha terminado de reÃr, seguimos. Teniendo en cuenta que nuestro último desempeño en una Eurocopa fue caer en la primera fase, podemos soñar con la posibilidad de mejorarlo en la edición del próximo junio. Además, clamamos venganza en un grupo muy parecido al de Portugal, con la salvedad de que evitamos a los antiguos anfitriones y a Nuno Gomes, que son sustituidos por Suecia, a la que acabamos de ajusticiar. En definitiva, el grupo de la muerte. Ése con Francia, Italia, Holanda y RumanÃa tampoco está mal, pero no tiene a España. Por lo demás, no se han cortado un pelo a la hora de dirigir el sorteo: el grupo de Austria es un bochorno tan grande como el de su propio equipo. Además, para que no se sientan desamparados tras perder, uno tras otro, sus tres partidos, se les ha colocado en un grupo lebensraum junto a la madre Alemania, Polonia y Croacia -serÃa más propia la presencia de la República Checa en el lugar de ésta, pero de esta manera será un grupo más amigable merced a los colaboracionistas ustasa-. Si fuéramos austrÃacos, propondrÃamos un Anschluss con tal de pasar la primera fase. El grupo de los otros anfitriones también obedece a principios eminentemente racistas, como buena nación centroeurropea, y se ha colocado a la digna selección suiza junto a la de sus principales focos de inmigración, Portugal y TurquÃa. Saltarán chispas por conseguir entradas, aunque esperamos que si los inmigrantes no pueden votar en Suiza, tampoco deberÃan estar legitimados para asistir a partidos contra la nación que les da de comer y les limpia la mugre. Volvemos a lamentar que no se hubieran intercambiado checos y croatas para que esos dos grupos quedaran perfectos, pero hay que disimular un poco la temperatura de las bolitas. Luego tenemos al ya referido ‘grupo de la muerte’ para la mayorÃa de la gente no española, con RumanÃa de comparsa como suele ser habitual cuando se clasifica -en 2000 la metieron junto a Inglaterra, Alemania y Portugal-, que son pocos, pobres y no se quejan. Lo peor de este grupo es, sin duda, que sus dos clasificados se cruzarán con España y la otra que se clasifique en cuartos, por lo que ya pueden estar tranquilos los aficionados al fútbol de clús, que sus internacionales se ahorrarán dos partidos. Otra prueba de que el sorteo ha estado dirigido para jodernos, como siempre, es que nos han mandado a Austria, dónde no hay gallegos que nos puedan animar, no como en Suiza, por lo que deberemos confiar nuestro soporte a parejitas y familias de noble sentimiento español pero faltos de alcohol y mala hostia. Asà que antes de que volquéis aquà vuestras
frustraciones impresiones sobre el sorteo, unámonos como una sola garganta y caguémonos en todo al grito de alabÃ, alabá, alabÃ, bombá, España, España, y nadie más.
Sea por la mayor repetición estos dÃas de los tÃpicos lamentos de las comunidades autónomas de ultramar reclamando la autorÃa para nuestros ancestros de un presunto genocidio que llevaron a cabo los antepasados de ellos mismos, sea por el poco comentado hecho de que el catalán se cuele como lengua oficial hasta en las cumbres iberoamericanas merced a la presencia de Andorra, o bien porque el interés del fútbol de esta semana no llega ni al nivel del de una liga de empresas para mayores de cuarenta y esto provoque que uno pase la tarde escuchando una homilÃa de las de Don César en la que se nos advertÃa que la polÃtica exterior de Zapatero nos ha llevado a tal callejón oscuro que es de bien nacidos agradecer que el pequeño paÃs a caballo entre España y Francia –por una vez no hablaba de los vascos, sino de los mucho más inteligentes andorranos- refrendara el pasado año el Acuerdo de Viena contra la realización de pruebas nucleares, la conclusión a extraer, en todo caso, es que no es un buen momento para ser español, y como no podÃa ser de otro modo, la selección de fútbol profesional patria no iba a ser una excepción. Pero mientras en lo polÃtico no se levantará el pie hasta marzo, la Roja tiene en los próximos dÃas una inmejorable ocasión para escampar la crispación en torno al ¿equipo? y volver a vender ese humo o humor –lo que usted prefiera- negro antes de ir a la Eurocopa a tope de ilusión, con jugadores jóvenes y talentosos deseosos de engrandecer la leyenda de nuestros sagrados bandera y escudo, éste último sobreimpresionado de peculiar forma en la nueva camiseta que vestirá a nuestros seleccionados a partir de los bolos previos a la competición.
El fútbol como deporte, tal y como hoy lo conocemos, nació en 1863 en una taberna de dudoso nombre de no menos dudoso origen y reputación – Freemason’s Tavern, Great Queen Street, Londres, Inglaterra, Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Commonwealth- al escindirse de otro deporte desde entonces llamado rugby, variante que debe su nombre a la universidad que fijó sus reglas, aunque si los padres fundadores hubieran tenido un poco más de vista y espÃritu pedagógico (y menos orgullo localista) podrÃan haberse anticipado a la RBBE y llamar a lo uno ultratennis light y a lo otro, ultratennis hard. De esta misma familia de deportes con balón en campo de hierba al aire libre nacieron luego el fútbol australiano, o ultratennis bondage, el fútbol americano, o ultratennis fetish – y mucho más recientemente el fútbol a siete, o ultratennis mature-, todas ellas variantes más o menos respetables por la indudable virilidad que exudan sus practicantes. La historia de nuestro deporte empezó a torcerse de manera irremediable al engendrar el fútbol de salón, también llamado fútbol sala, futsal, fútbol a cinco o futbito, invento que, contraintuitivamente, no se debe al concejal de deportes de Cherrapunji, la zona del mundo con mayor Ãndice de pluviosidad, sino a los brasileños, igual con la intención de protegerse del sol, vaya usted a saber, aunque obviando que esta primera aproximación del noble deporte del balompié a la comunidad homosexual tenÃa antecedentes desde el mismo dÃa que un súbdito francés se puso a darle pataditas a un balón de cuero. La última vuelta de tuerca, el golpe cuasidefinitivo al cromosoma Y del ADN del fútbol, podemos situarlo con cierta precisión al final de la nefasta década de los ochenta y a principios de la no menos nefasta de los noventa, cuando mientras en el mundo se aceptaba como normal el uso de hombreras o crepados masculinos, en el mismo Brasil decidieron regular la práctica del -hasta entonces respetable- deporte del balompié en calas, golfos, playas y otros accidentes geográficos marÃtimos caracterizados por acumular obscenamente arena y obreros de veraneo. Nada que no hubieran hecho, lo de jugar en la playa digo, los primeros ingleses que llegaron al mismo Brasil, o a las costas sur y norte de la PenÃnsula Ibérica. Pero aquéllos, a diferencia de éstos, lo hacÃan porque no tenÃan más cojones. Y éstos… bien, estos lo que no tienen precisamente son cojones. Vienen a ser los maricones de playa de toda la vida de Dios.