Nacionalismo y los cornudos de la vieja izquierda moderna. Gran angular

El Tricentenari. Históricos momentos. Todo un pueblo detrás de un líder hacia su libertad. Etcétera. Baja el telón.

Sube el telón. Hará cosa de un mes, el periodista Toño Fraguas (no) nos sorprendía con el enésimo artículo que -desde la izquierda, aunque también podría ser desde la derecha- critica los conceptos de nación y pueblo por “artificiales”:

Son los herederos del Antiguo Régimen, líderes peligrosos, guías iluminados, portavoces del “pueblo” que en realidad sólo sirven a las clases dominantes.  Y no dudan a la hora de emplear esos conceptos, el de “pueblo” o “nación”, para desviar la atención y engañar a miles de infelices que creen estar dando su vida en nombre de algo que en realidad no existe.

¿Lenin, 1914? No, Fraguas 2013

Vaya, otro texto –otro más- cacareando el hit CT del verano “el nacionalismo no puede ser de izquierdas y tal”, justo en estos históricos momentos del procés cap a la llibertat d’un poble, pero qué drama. Cuántos pals a les rodes. Pero… puede ser el nacionalismo de izquierdas? Rosa Luxemburgo te dirá que no, que el nacionalismo ha sido, es y siempre será burgués, es culturalista, es esencialista, es del Antiguo Régimen, es étnico, es excluyente y divide a la clase obrera. Aquí lo único verdaderamente de izquierdas es el internacionalismo: “proletarios de todo el mundo, ¡uníos!” y fin de la cita y todos felices.

Que precisamente el independentismo catalán (que no nacionalismo, aunque muchos cosmopolitas no-nacionalistas no los distingan) sea más mayoritario en las izquierdas que en las derechas y que toda la cúpula oligárquica catalana sea mayoritariamente españolista? Hechos sin importancia. Que el anti-imperialismo en África, Asia o América Latina era de hecho un movimiento fundamentalmente por la soberanía? Irrelevante. Que el cosmopolitismo siempre acostumbró a ser imperialista? Circulen. Que el civil rights movement de Luther King o Malcolm X en los Estados Unidos también se llamara black nationalism y el segundo hasta apostara por la segregación? Nada, nada. Que es posible que eso del nacionalismo burgués de Rosa Luxemburgo fuera un caso histórico particular -Primera Guerra Mundial- y que quizá mejor nos iría si analizáramos caso por caso? Mande? En todo caso, nunca se va más allá.

A mí sí me gustaría ir más allá. El debate es y sigue siendo pertinente, lo es mucho, porque oculta una realidad mucho más profunda en la izquierda, no sólo española, sino global, ya que el lugar que en los análisis en España tradicionalmente ocupa el nacionalismo como máximo común divisor de la clase trabajadora, en el mundo anglosajón lo ocupan otras formas sociales de identidad como el género, la sexualidad o la raza. Al igual que la identidad nacional, estos mismos vectores sociales también son acusados de falsos ídolos, de antirevolucionarios o pequeñoburgueses, porque dividen a la clase trabajadora y diluyen su conciencia de clase. En la larga discusión de tuiter que siguió, Toño Fraguas mismo me decía que, al igual que los pueblos, las razas tampoco existen – dile a Malcolm X o a Mandela que “el concepto ‘raza’ quedó abolido en 1959” (sic) o que “el racismo ahora es creer que hay razas” (sic). Pero las clases sociales, ah, eso sí, eso sí que existe. Son duras como la piedra. Ya. Qué incluyente.

Precisamente este mismo discurso tan moderno, ilustrado y progresista (¡hasta menciona el Antiguo Régimen o el buen salvaje!) atribuye la derrota de la izquierda americana en los sesenta a la emergencia de todos esos movimientos de identity politics que el capitalismo sí supo integrar en su seno y en su forma neoliberal nos liberó a todos del terrible yugo fordista. Ahora bien:

The various forms of identity politics associated with the “new social movements” coming out of the New Left during the ’60s, ’70s, and ’80s (feminism, black nationalism, gay pride) were themselves a reaction, perhaps understandable, to the miserable failure of working-class identity politics associated with Stalinism coming out of the Old Left during the ’30s, ’40s, and ’50s (socialist and mainstream labor movements). Working-class identity politics — admittedly avant la lettre — was based on a crude, reductionist understanding of politics that urged socialists and union organizers to stay vigilant and keep on the lookout for “alien class elements.” Any and every form of ideological deviation was thought to be traceable to a bourgeois or petit-bourgeois upbringing.

Michael Rectenwald en What’s Wrong with Identity Politics citando a Ross Wolfe en The Charnel House

Aquí la cuestión de fondo es que si la Old Left había conseguido algo en Estados Unidos era únicamente para los hombres blancos de clase trabajadora y que el resto se joda. Cuando negros, mujeres o gays reclamaban sus demandas, se les decía, sistemáticamente: “primero la revolución y luego ya veremos”. Me suena. Pero la realidad es tozuda e insiste: y es que los negros no tuvieron su propio New Deal rooseveltiano hasta los sesenta con el civil rights movement del doctor King; según el muy progresista American Way of Life fordista de posguerra, las mujeres siempre quedaban relegadas en el hogar y dependiendo exclusivamente del sueldo del marido; los disturbios de Stonewall fueron en 1969. Si el capitalismo triunfó en los Estados Unidos, es por el carácter fundamentalmente intolerante y excluyente –sí, excluyente, Savater- de los cornudos de la vieja izquierda moderna tan dominada por hombres blancos, del que feministas, activistas LGBT y black nationalists inevitablemente terminaron desertando, alienados por un discurso crudo y reduccionista que en el fondo los excluía precisamente por ser negros, mujeres o gays.

Sin acusarle de racismo o sexismo, ése es el mismo paradigma –tan, tan eurocéntrico– en el que fluye Fraguas, superficialmente de izquierdas pero que aspira a asimilar todo ser humano al prototipo hegemónico de la modernidad –ése sí fue el gran engaño histórico de la burguesía europea– que es el rico hombre blanco sin rebatirlo y por lo tanto se esmera en borrar del discurso cualquier posible desviación por “irracional” o “pequeñoburguesa”. Ésos son los monstruos de los sueños de la Razón, malditas manchas en la utopía, aluminosis en los fundamentos del falansterio, imperfecciones en una diáfana tabula rasa.

Y es que, para el liberal, las clases sociales no existen. Tampoco existen las razas para el blanco, ni los géneros para el hombre. Para un cosmopolita como Fraguas, ni los pueblos ni las fronteras existen; sólo son una invención del provinciano y paleto nacionalista, pobre necesitado de líderes que lo engañen. Pero lo que para el privilegiado no existe, para el oprimido es una realidad indiscutible. Y cuando el oprimido deja entrever esa misma realidad, el privilegiado (sea su privilegio su blancura, su riqueza, su género, su secta religiosa o su lengua), desde su tranquila hegemonía, se ríe en su cara y lo trata de loco: “pero si ya vivimos en igualdad! Las X sois unas victimistas, todo el rato quejándoos. Pesados.” El agravio, invisible para unos y la dura realidad de otros. Ya sabéis bien de lo que hablo.

Es muy triste, pero es verdad. Si entendí a un nivel visceral y profundo lo que significan raza o género como constructos sociales –no de boquilla, hasta Josep Anglada “no es racista pero”- fue por el proceso reflexivo de sondear en mi propia identidad nacional como catalán. Aún salvando las distancias entre una cosa y la otra –la tremenda particularidad histórica y social de cada una-, todas estas formas de identidad social –incluyendo la clase económica- son categorías equivalentes de marcadores simbólicos según los que la sociedad se auto-organiza y evoluciona. Sí, muchos sabemos perfectamente que son artefactos, meros constructos sociales artificiales e inventados, pero esto no quita que aún duelan. Porque aunque no queramos creer en ellos, al oprimido se le recuerda constantemente su condición de negro o mujer o pobre o gay o chií, aunque sea mediante una minúscula gota malaya.

“Obviamente somos antirracistas y feministas y pro-autodeterminación y etcétera”, nos dirán los cornudos de la vieja izquierda moderna. “Pero todo esto en el fondo es artificial. Lo verdaderamente importante y existente es la clase social”. Lo que olvidan es que, en el relato de Marx, la clase no es tu nivel de ingresos y yastá. En absoluto. La clase en su definición marxista viene determinada por la posición (social) en la división del trabajo: o uno tiene capital –los medios de producción- y es capitalista o no lo tiene y tiene que vender su cuerpo –es obrero. Lo que Marx nos dice que el capital, sobre todo, es una relación social – es decir, que es un constructo social tan etéreo y artificial como lo son la raza o el género (¡que lo son!). Si los cornudos de la vieja izquierda moderna sostienen en cambio que la clase es algo real y material, es porque, irónicamente, caen en el fetichismo de la mercancía de considerar las pétreas creaciones del capitalismo no como lo que esencialmente son: meros productos sociales. Es en esta tensión social dialéctica entre capital y trabajo –la famosa lucha de clases-, la contradicción fundamental del capitalismo que los liberales niegan tratándonos de locos, que se termina generando una acumulación de capital tan brutal que deviene crisis sistémica o genocidio (económico).

Pero esta dinámica se puede extrapolar fácilmente a las otras métricas sociales. Cuando decimos que “los nacionalismos se retro-alimentan”, es porque, precisamente, también la identidad nacional obedece una tensión dialéctica. Y es que los seres humanos, tan tozudos, decidimos resaltar con más fuerza aquello por lo que nos atacan: el salario, la lengua, el color de piel, las costumbres judías, la religión… Si no, es que ni sería un problema… Pero lo es y se va retro-alimentando en un toma-y-daca continuo que muchas veces se cruza con otros vectores sociales. Descubrir estas dinámicas es tarea de la sociología.

De modo simétrico a la izquierda gringa, está la Movida española como reacción a los progres, arrogantes y prepotentes, siempre caracterizados por una profunda alergia al discrepante:

Para la autora [Patricia Godes], por muy antifranquistas que fuesen, la mayor parte de esta gente había sido educada, aunque no les gustase, por curas, mujeres-madre amas de casa avasalladas y hombres autoritarios y machistas con bigotillo franquista. Los pelos largos y las patas de campana no podían borrar de la psique ciertos tics inevitablemente heredados que, según este libro, se manifestaban sobre todo en un profundo desprecio por los gustos de las clases populares.

Álvaro González

Como si Belén Esteban fuera mejor escritora que Muñoz Molina Detrás del «sólo la clase social realmente importa» y «no existe nacionalismo de izquierdas» subyace un duro, moralista y elitista ramalazo dogmático («sólo lo que a mí me afecta realmente importa – lo demás son vicios pequeñoburgueses (!)»), que no hace más que reafirmar lo hegemónico, siempre en la boca del futuro líder de masas que al fin y al cabo sólo puede aspirar a sustituir la élite ya existente (como un Juan Carlos Monedero), guiado por esa pulsión tan lampedusiana y tan poco dialéctica -«que todo cambie para que nada cambie» que casi deviene moralsantinista, mi reino por un sillón en el consejo de Caja Madrid. ¿Es eso de izquierdas? La cosa no puede ir por ahí. Porque lo realmente excluyente y divisorio no está en la discrepancia, -sea esa racial, nacional o sexual-, sino en la alergia a la discrepancia. En suma, ¿puede ser la identidad nacional de izquierdas? Sí, se puede.

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59 respuestas a Nacionalismo y los cornudos de la vieja izquierda moderna. Gran angular

  1. Josep Pradas dijo:

    Me ha parecido muy oportuna tu reflexión, porque remite a un debate abierto en la izquierda, un debate que se remite a al menos 50 años. La identidad nacional puede ser de izquierdas si se cree de izquierdas, pero también si obvia que el origen del nacionalismo es muy confuso: devino del uso de la burguesía francesa en el poder para arrastrar a las masas populares a la defensa de las conquistas revolucionarias amenazadas por el absolutismo austriaco, allá por 1792. La identidad nacional fue un instrumento de movilización popular al servicio de intereses burgueses; pero con el tiempo la izquierda se quedó con el icono de la movilización popular, y punto.
    Yo creo que a estas alturas, para debatir si el nacionalismo puede ser de izquierdas (es obvio que todos aceptamos que puede ser de derechas), es necesario debatir antes sobre cómo definimos hoy eso de ser de izquierdas (me parece que está muy claro qué es ser de derechas). Después veremos si la izquierda y el nacionalismo son tan compatibles. Yo apuesto a que no tanto como a algunos les gustaría, pero supongo que se me puede considerar un purista de la izquierda, y para nada me remito al concepto de clase social, que es otro constructo.

  2. asertus dijo:

    Sólo defendemos proletarios de nuestra nación, los de la otra son una clase social diferente. :)

  3. Johnnie dijo:

    Eso es como un equilibrio inestable, con la bolita posada justo en la cima de la montaña, rodeada de valles de derechas.

    La reivindicación parte de una voluntad de estar en una sociedad más justa y tal y cual, pero para el resto suena como una voluntad de montarse una partida de escatergories paralela y es a lo que se va, porque los líderes son los que son y al final los que escriben las leyes y manejan el asunto son ellos. Pretender que un cambio de bandera te va a solucionar los problemas sin explicar cómo, que es lo que deberían hacer las sociedades avanzadas, es de derechas, como llevan dos años demostrando Rajoy y compañía. Y aunar esfuerzos al grito de primero la independencia y luego lo demás es exactamente eso.

    Como me decía una amiga el otro día, ¿el rock sinfónico de los 70 puede ser divertido? Hombre, pues por poder…

    PD: Por cierto, lo de que los catalanes están oprimidos, como los negros de Alabama de 1950, es para enmarcarlo. Montad una marcha del millón de catalanes a Madrid, eso sí que será para verlo.

  4. parvulesco dijo:

    El post iba a señalar el factor desmovilizador de decirle a los compañeros «sólo la clase es verdaderamente importante, lo demás no». Ahora mismo, pero se remonta desde el fracaso del socialismo en un solo país de Mitterrand a principios de los ochenta, el escenario clave de lucha de la izquierda es el europeo, no el nacional, de modo que cómo nos posicionamos a este nivel pasa a ser muy relevante. Cómo un trabajador alemán y un griego pueden unir esfuerzos, cuando ahora mismo están enfrentados en una tensión de suma cero? No se puede insistir en que el factor nacional no existe ni es relevante, porque precisamente si primero jodieron a los alemanes y luego a los griegos es por este factor. Dárselo a la derecha es perder. Vaya, es lo que ya está pasando en España.

    Johnnie,
    al parecer tienes graves problemas de comprensión lectora.
    – “primero la revolución y luego ya veremos” – es obviamente una crítica implícita al equivalente «primero la independencia y luego ya veremos». Personalmente, si me tuviera que quedar con uno, me quedaría con el primero, pero sé que para aunar esfuerzos es conveniente tener en cuenta a mucha gente para la cual sí es importante, así que es relevante no presentarlo como una incompatibilidad, porque no lo es.
    – «lo de que los catalanes están oprimidos, como los negros de Alabama de 1950, es para enmarcarlo.» no sólo no digo yo eso, sino que es extremadamente insultante que insinúes que lo digo, te descalificas a ti mismo. Por cierto, la Via Catalana tuvo 1.6 millones de participantes.

  5. Johnnie dijo:

    Pues habrán sido las negritas, que no me dejan leer tus significados, vuelvo a releerte y, mira, vuelvo a entender lo mismo. Como decía en mi anterior comentario, uno puede tratar de ser de izquierdas y nacionalista, pero camina por el borde de un precipicio y tiene que andarse con cuidado, porque a poco que te despistas pasas a ser nacionalista y de izquierdas y entonces dices algo que es nacionalista sin ser ni de izquierdas ni de derechas y, bueno, ya sabes bien de lo que hablo.

    Se puede querer la independencia desde la izquierda, como parte de un discurso coherente que razone un sistema intrínsecamente más justo y más molón, pero no con esa voluntad de aunar esfuerzos de la que hablas, que en el fondo esconde lo que te he echado en cara, que ser catalán es tan terrible en la España de hoy como ser gay, mujer o inmigrante, que hay que solidarizarse porque todos somos catalanes. Y no.

    Y obviamente no es lo mismo decirle a la gente que salga a la calle y se de un abrazo que que se vaya andando hasta Madrid, la carga que lo segundo supone, y más si se llegaran a esas cifras, otro nivel de voluntad de ser oído (y, por tanto, de marcharse si no).

    • Alfred dijo:

      O sea que para ser oídos (?) teniamos que haber cogido el AVE (¡Ah, no!, ¡a pie!) y plantarnos, ¡ep!, pero en Madrid (?), y un millón de personas, pidiendo permiso para autodeterminarnos. Qué ridículez de argumentos… ¿Sabe lo que supone -e implica- en un país de 7 millones de personas movilizar a 1’6 de punta a punta del mismo?

      Felicidades por el artículo. De un libertario independentista (pues sí, también los habemos)

      • Johnnie dijo:

        Bueno, yo ni idea de qué haríais una vez llegados a Madrid, lo que digo es que impresionaría todavía más que lo de la vía catalana, es una cuestión de grado. No sé por qué cuesta tanto entenderlo.

  6. parvulesco dijo:

    Es que yo no soy nacionalista, Johnnie, y lo tengo muy claro. Pero digo que si la izquierda española quiere comerse algún rosco, tiene que presentar un proyecto que dé cabida al problema nacional que no sea ir a remolque de lo que diga el PP ni tampoco un «sólo la clase importa, la identidad nacional no». Porque hay mucha gente a los que sí les importa que ya estás descartando de entrada. Hay dos respuestas posibles: la estándar -«primero la revolución y luego ya veremos», con su carácter desmovilizador- o tenerlo también en cuenta e integrarlo.

    En todo caso, ni sé por qué contesto, ya que tus respuestas encarnan demasiado bien la arrogancia que precisamente critico en el artículo. Si quieres podemos seguir discutiendo, no tengo problema, pero sólo fíjate. Tampoco cuesta tanto decir: puede existir opresión no sólo a nivel de clase económica, sino también a nivel de género, identidad sexual o raza, cada una con su intensidad particular. Uno puede estar muy oprimido respecto a clase, muy privilegiado respecto a género y un poco privilegiado u oprimido respecto a identidad sexual por ejemplo. Son vectores independientes.

    *Es más, eso puede pasar también a nivel nacional* y precisamente no reconocer que esto sí puede pasar es el gran problema de la izquierda española. No, rápidamente colocas la acusación de que pongo al mismo nivel a Cataluña 2014 con Alabama 1950 como si fuera un estúpido colosal. El ejercicio de humildad no cuesta tanto, joder. No reconocer que pasa esto sí es darle alas a la derecha.

  7. parvulesco dijo:

    Bueno, es que, joder, precisamente «no reconocer que puede pasar esto es darle alas a la derecha» es exactamente lo que pasó en los Estados Unidos en los sesenta – el neoliberalismo sí supo integrar a las identity politics.

  8. Antonio Pan dijo:

    Este tema se envenena fácilmente, como puede verse aquí. Meternos en laberintos identitarios es lo que tiene. Para mí la cuestión es más de ámbito de decisión, y podemos usar la excusa que queramos -cultural, étnica, histórica- para poder decidir ALGO. Decir que la solución es Europa, es muy bonito y tal, pero esperemos entonces bien sentados, o mejor, acostados.

    Mi tesis es que las ideologías son funcionales a los intereses y no al revés. Por este hilo propongo que hay un independentismo positivo y un independentismo negativo, parafraseando -pero cambiando el sentido- los tipos de libertad de Isaiah Berlin. Uno, el positivo, tendría que ver con poder alcanzar la soberanía política de los individuos de un territorio apelando a derechos históricos, nación, pueblo, etnia, religión etc, es decir, el clásico de los nacionalistas, tradicionalmente ligados a las derechas. En cambio, el negativo -que yo suscribo- se propone la independencia por negación, negación del status quo existente, utilizando -literalmente- al otro nacionalismo, para que se dé una posibilidad -remota si queréis- de construir una democracia republicana lo más saludable posible.

    Creo que esto es lo que intuyó, por ejemplo, la ecuménica Teresa Forcades y que otros también lo intuyen, buena gente que en otro contexto para nada apoyarían algo así. El otro día vi un debate en youtube de la gente de la Tuerka sobre el proceso catalán y me pareció que el Pablo Iglesias, el Monedero y el Iñigo Errejón veían con cierta envidia todo este tema, el problema es que son… de Madrid y no tienen un asidero-excusa para poder escapar de ese esperpento político que es España, con su monarquía, su franquismo sociológico y sus élites extractivas.

    Y sobre Europa… es un bonito ideal, pero no debemos perder de vista que este proceso de construcción apolítica de Europa sucede en la época de la total hegemonía del neoliberalismo y que es funcional a él. ¿alguien cree que es posible decidir en el marco de la UE una nacionalización de la banca, una renta básica o cualquier decisión de este calibre?

    En fin, quizá sólo hay que ver dónde se sitúa el enemigo. La alta burguesía catalana no sabe cómo parar esto, más allá de financiar generosamente a Ciutadans. Es posible que puedan hacerlo utilizando todos los resortes y provocando las divisiones que hagan falta, pero la semilla está echada. La gente está hasta los huevos.

    PD Puestos a hablar de ideales, yo, como barcelonés, preferiría una Barcelona ciudad-estado, que abarque su área de influencia, es decir, toda Catalunya

    PD2 HO VOLEM TOT

    • galaico67 dijo:

      Es que u os montais una Confederación Catalana o esto va a acabar en todo el poder para el Barcelonés ( Barcelona , valle del Llobregat y algo del Maresme).
      Eso si, y basado en mis breves experiencias en las verdes praderas prepirenaicas, antes de un par de años Girona se alza en armas y os planta aduanas en los accesos al Pirineo: dadnos libertad si quereís ir a esquiar.

  9. Johnnie dijo:

    Aquí el que me ha acusado de tener graves problemas de comprensión lectora has sido tú, así que no sé a santo de qué a la vuelta me llamas arrogante. Vale, puede, pero me parece que no estoy sólo.

    Y eso precisamente es lo que estoy diciendo, Antonio también lo ha dicho en su comentario, es un tema que se envenena fácilmente y lo que yo he hecho a sido señalar puntos de tu discurso que chirrían un poco.

    Por ponerte un ejemplo, el discurso de estos días de Andrés Boix tiene muchos elementos de cambio, de mejora, de búsqueda de sistemas que funcionen mejor que lo que tenemos y para ello no necesita recurrir a ninguna bandera. ¿Podrían todos los pueblos de España, simultáneamente, querer una reorganización que diera más soberanía a los territorios desde la perspectiva de la izquierda integradora e igualitaria? Pues sí, pero el dilema del prisionero dice que a no ser que confíes completa y totalmente en tu compañero, no te vendas por él. Y para la izquierda española es, entendiblemente, muy complicado confiar en la izquierda catalana independentista si esta dice que se tiene que pensar lo de pactar con la derecha nacionalista.

  10. Invino(Veritas) dijo:

    Tambien convendria preguntarle al Sr Fraguas si cree que URRSS representaba un internacionalismo libre de prejucios etnicos, si la antigua Yugoslavia era un eden libre de tensiones nacionales, o si la letra del himno cubano ( «que morir por la patria es vivir») es un canto al internacionalismo de clase. Y que decir de la China moderna , dispuesta a partirse la cara por unos cuantos atolones, o del delirio nacionalista en Corea del Norte. Supongo que un izquierdista bienpensante me diria que esto son desviaciones aberrantes del autentico programa marxista, pero lo mismo te dira un neoliberal bienpensante respecto al actual oligopolio capitalista que padecemos.

    Yo creo que nacionalistas, en minuscula, somos todos. Para observarlo, el experimento es bien sencillo. Imaginense que yo, si fuera de Barcelona, dijese : «La presunta modernidad de Barcelona es un timo, es una ciudad de carton piedra para turistas, dada mas a la modernez que a la modernidad y que esconde su provincianismo y su cutrez bajo un barniz barato de disenyo «. Si yo dijese esto a un grupo de barceloneses, siendo yo de Barcelona, probablemente generaria una discusion. Algunos estarian de acuerdo y otros no, pero seguramente ninguno se sentiria atacado personalmente. Si yo dijese esto mismo y al mismo grupo, pero siendo yo de Madrid, el efecto seria probablemente bastante distinto. Lo mismo puede aplicarse a Andalucia, Seattle o Japon: tenemos una tendencia instintiva a la respuesta grupal ( a pesar de lo que diga la doctrina liberal imperante) y yo creo que negar esto es negar una realidad observable. Lo mismo puede decirse de los otros conflictos grupales que mencionas. No es lo mismo decir «las mujeres somos muy maniáticas » que «las mujeres sois muy maniáticas» o saludar diciendo «que pasa negro» si uno es o no de ese color. Por supuesto el que es ajeno al grupo puede no entender donde esta el problema (si al fin y al cabo el esta diciendo exactamente lo mismo) y la reaccion tipica suele ser situarse mentalmente en otro grupo , por exclusion. Por eso convendria preguntarle al Sr Fraguas si no es tambien nacionalismo quejarse continuamente de que alemania nos impone esto o lo otro, y no deberiamos mas bien renunciar a la soberania, pedir la anexion a Alemania y unirnos al proletariado aleman para luchar contra la Merkel. Sospecho que la idea no le entusiasmaria demasiado , aunque el, sin duda, diga que es mas de quitar fronteras que de ponerlas.

    Lo que no creo es que esta pulsion, aunque «natural», sea necesariamente algo bueno. A decir verdad tampoco se si es necesariamente algo malo, supongo que como con casi todas las pulsiones dependera de lo que uno haga con ella. En el caso concreto del Nacionalismo en mayuscula, que es la elevacion de esa segregacion del hipotalamo a doctrina politica, supongo que es un mal necesario en procesos de descolonizacion, como cohesionante frente a una situacion opresiva. Lo mismo puede decirse del feminismo o de la lucha por los derechos LGTB. En el caso particular del movimiento independentista catalán, aunque creo que existe un grupo importante de gente que como Antonio Pan o Parvulesco se suman por rechazo a una situacion actual abominable o como via hacia un cambio, tambien creo que estais minoría politica frente a quienes hacen del asunto una cuestion meramente identitaria. La prueba esta en el Parlament, donde los dos partidos que abanderan la cuestion, CIU y ERC, son tan nacionalistas y cleptocraticos como pueden ser el PP o el PSOE. Que la cuestion nacional es usada como espantajo para apartar la mirada de otros sitios es, creo, bastante obvio, y baste contrastar la imagen del Molt Honorable llegando en helicoptero al Parlament hace unos anyos con su actual rol mesianico rodeado de 1.6 millones de personas. Quiero creer que , sociologicamente, Catalunya no es todavia mayoritariamente nacionalista, pero si no lo es ya lo sera dentro de poco. Porque si algo caracteriza a los nacionalismos es su capacidad de reforzarse recíprocamente y no creo que el PP vaya a dejar pasar esta oportunidad para hacer lo mismo desde Madrid. Entiendo que, ante la situacion que vivimos, la gente sienta la imperiosa necesidad de hacer algo. Pero hacer algo no significa hacer cualquier cosa, y esta, en particular, creo que nos lleva derechitos a un desastre todavia mayor.

  11. emigrante dijo:

    Después del comentario de Invino me queda poco que añadir, un aplauso. Voy a enmarcar la frase «es la elevacion de esa segregacion del hipotalamo a doctrina politica» aunque personalmente creo que se trata de adrenalina, la hormona del miedo, la ira y el estrés, y se segrega en el riñón que está más cerca de las gónadas.

    No sé en que medida «los cornudos de la vieja izquierza» perjudican a la causa nacionalista apartandola de sus objetivos prioritarios, pero me parece evidente que el nacionalismo perjudica a la izquierda. No hay más que ver en qué se está quedando el PSC que incluso circulan teorías conspiratorias que dicen que todo es un plan de Mas y Rajoy para cargárselo. Por otro lado, la diferencia entre derecha e izquierda en temas de feminismo y movimiento gay está meridianamente clara mientras ésta ha abandonado la lucha de clases. No será que el problema es justamente al revés? Hoy por hoy, considero que las desigualdades sociales son una fuente de injusticia mucho mayor que cualquier ofensa territorial.

    Acusa a la izquierda de falta de compomiso con los nacionalismos oprimidos, acaso pretende que un movimiento de izquierdas de una región X apoye el nacionalismo la región Y? Trate de darle la vuelta al calcetín para ver qué clase de esperpento le sale y pídale a la izquierda nacionalista catalana que apoye al nacionalismo español. Ridículo, no? Creo que la izquierda española es suficientemente comprensiva con el nacionalismo periférico y que hace bien en no meterse en ese berenjenal porque sólo puede salir escaldada.

    A mí también me da mucha envidia el nacionalismo catalán. En el fondo sólo quieren independizarse de la idea de España que representa la derecha, yo también me quiero independizar del PP pero como carezco de excusa identitaria me tengo que joder. No me queda más salida que lucha de clases y eso implica luchar mientras que la independencia representa una huída. Llámelo posibilismo, factíble… yo lo llamaré cobardía. Admitámoslo, no hay nada como el nacionalismo para movilza a la peña cuando suena la corneta, si la izquierda a fracasado en un proyecto integrador es porque éste no mola tanto como un buen chute de adrenalina al grito de «viva yo y los de mi pueblo».

  12. parvulesco dijo:

    Hombre, InVino, de acuerdo, pero una cosa son normas básicas de buena educación y otra es la violencia estructural contra pobres, negros y mujeres, sea en forma de austeridad, guerra contra las drogas o abuso sexual. Obviamente es una falta de educación si te viene Cayetano de Alba o como se llame y le dice a un español cualquiera «es que los pobres no os sabéis buscar la vida», «normal que os desahucien», etc. pero yo estoy hablando del desahucio en sí y eso no es una línea de diálogo, es una realidad y muy dura. La dureza de ser pobre no está sólo en el hipotálamo. Pues lo otro igual. A eso iba el artículo.

    Johnnie, vivo en Estados Unidos, precisamente en Harlem en Nueva York. Si he saltado, que pido disculpas, es porque comparar el sufrimiento de los afroamericanos en el deep south de los cincuenta con los catalanes ahora me parece algo simplemente repugnante, es como compararlo con los judíos en 1939, ese nivel. No he dicho eso ni lo he pensado nunca, es que nunca.
    Sobre el tema,
    http://www.dailykos.com/story/2011/08/29/1011562/-Most-of-you-have-no-idea-what-Martin-Luther-King-actually-did

    Emigrante,
    entonces no me he explicado nada bien. El tema es que si uno habla de clase social en España, la peña no le empezará a decir que es un problema del hipotálamo, de que es provinciano, paleto, excluyente y no sé cuántas barbaridades más. Sólo si habla de identidad nacional. Personalmente, a mí me gustaría vivir en una España republicana, federal y de izquierdas (bien, viva la clase obrera)… que también respetara mi identidad nacional como catalán (mal, pequeñoburgués, le haces el juego a la derecha, etc). Yo no veo ninguna incompatibilidad en eso, precisamente es la izquierda española que en su intolerancia sí la ve (¡es que ni CiU ni PNV la ven!) y me obliga a escoger entre una cosa y la otra. Y esto es dispararse al pie no en la lucha nacional, sino en la lucha de clase, como ya vimos que pasó en los sesenta en USA que al final ganó el neoliberalismo por los propios errores de la izquierda.

  13. Antonio Pan dijo:

    Qué debate más majo, saludos a todos.

    Pese a mi comentario anterior, la verdad es que no me siento muy optimista con todo este asunto y es plausible lo que dice Invino, que se desate un desastre violento o vete tú a saber qué. La Historia nos recuerda que nuestras élites no han dudado nunca en joder el país creando enemigos interiores, enfrentando a unos con otros y cediendo soberanía (léase a Garcés) a cambio de mantener privilegios, chanchullos y mamandurrias, como diría Esparrancia. Percibo una sutil agresividad in crescendo no sólo en el facherío patrio, sino en gente corriente como la que escribe aquí, leída y tal. Volviendo al hilo del asunto, respecto a los cornudos de la vieja izquierda, me gustaría saber de qué izquierda hablamos, nómbrenme una listita de intelectuales, de líderes, por favor. Comparto la idea de que las cuestiones de género, ecologismo y tal -siendo todas ellas importantes y colaterales a la explotación de los trabajadores- eclipsaron a la madre de todos los pecados, siendo una de las características de la posmodernidad, aquí y en todas partes, y así estamos ahora. Véase sinó la evolución de Iniciativa per Catalunya-Verds -¿qué tipo de nombre es ése?-, esos rojos herederos del PSUC que destiñeron a un verde/rosa, por no decir del PSC/PSOE, que de modestos émulos de Olof Palme se fueron, pasito a pasito, a émulos de Tony Blair, acabando por emular al PASOK.

  14. Casio dijo:

    Yo sólo digo una cosa, como nos dejeis sólos con el carquerio mesetario, os invadimos, pero por cabrones.

    Firmado, un madrileño.

  15. parvulesco dijo:

    A ver, Antonio Pan, al nivel más mainstream pienso en Savater, en los del manifiesto por una lengua común de junio del 2008, el manifiesto «a favor de la izquierda y del federalismo» de «centenares de intelectuales» de noviembre del 2012, a nivel político los que conforman la mayoría españolista del PSOE y UPyD. Su relato es muy homogéneo: estamos manipulados por Mas, todas estas agresiones son invenciones nuestras, el nacionalismo no es el camino porque es étnico y excluyente, etc, etc.

    Inicialmente Cayo Lara se posicionó contra el derecho a la autodeterminación con idénticos argumentos nacionalistas («la soberanía reside en la nación española y son todos los españoles que tienen que decidir») pero al final cambió de opinión por presiones de ICV. Paco Frutos tiene un artículo hablando de la subordinación de las izquierdas al proyecto nacionalista y tal, etc. También estaba pensando en Antonio Orejudo que escribe en eldiario.es.

    En mi opinión lo que de hecho pasa es que muchos en Catalunya (y al parecer también en el PV) querríamos una España a la suiza, esencialmente confederal, y con idéntico peso para todas las lenguas (una idea sería que en las escuelas se tuviera que aprender la lengua materna más otra lengua del Estado más). Pero la izquierda española antes citada bebe mucho más de la tradición francesa y jacobina, que ve en el nacionalismo periférico como un problema a eliminar o simplemente sobrellevar, y omite el suyo, que haberlo, haylo. Pero aquí está el problema, que la minoría catalana no puede imponer el modelo suizo a la mayoría de los españoles, así que dada la incompatibilidad de modelos es mejor separarnos.

  16. Destripaterrones dijo:

    A ver, hay tanta sustancia, tanto en el texto como en los comentarios, que no sé ni por dónde empezar. Poco que añadir a los comentarios de InVino y de emigrante.

    ¿Conoces algún sitio dónde conseguir la correspondencia íntegra y ordenada entre Rosa Luxemburgo y Lenin sobre la cuestión nacional?

    Todas las acusaciones que has mencionado tras la segunda cita de Fraguas son, en el 99,9 % de los casos, ciertas. Y desvalorizarlas no requiere adoptar una visión izquierdista.

    ¿Cuál es la diferencia primordial entre independentismo y nacionalismo? ¿Qué casos de independentismo no nacionalista hay, aparte de USA y la CSA? Lo digo porque, al menos yo, entiendo el nacionalismo como un movimiento político que tiene la independencia entre sus aspiraciones, de forma más o menos remota, pero que la tiene. La defensa de la tierra propia sin ánimo de independencia ninguno, y sin consideraciones de diferencias nacionales de calado, la llamo regionalismo.
    Y que independentismo y nacionalismo son como el punto y la i.

    Discrepo en lo de asociar cosmopolitismo e imperialismo, y a la vez en considerar que el caso de la Primera Guerra Mundial es «puntual». Yo más bien opinaría lo contrario. Salvo la Segunda Guerra Mundial, en la que diversas ideologías (en sentido marxista del término) pretendieron dominar el mundo (era cosmopolitistas, claro), la geopolítica es más que nada una lucha entre Estados, lo que se traduce la práctica totalidad de las veces en una lucha entre nacionalismos. Internacionalistas eran Liebknecht y Jaurès, y eran de izquierdas. Aunque aquí te doy la razón en lo fundamental de tu texto: las personas somos más que pertenecientes a una clase, tenemos más dimensiones, y el movimiento obrero internacional no supo o no pudo aceptarlo, de ahí que los antagonismos nacionales se impusieran a los de clase, y trabajadores de diversos países se mataran entre ellos.

    Respecto a que los agravios se perciben o no dependiendo de si los sufres o no, puede ser, pero hay que tener en cuenta la subjetividad del agravio, y que a veces, muchas, ésta deja de ser razonable. En resumen, que no costaría mucho racionalizar y objetivizar qué es un agravio y qué no. Pero claro, ésto no interesa a nadie, a los «agraviadores» por negarse en redondo a reconocer nada, ni a los «agraviados», para los que es más cómodo poder definir el agravio enteramente a discreción.

    «Sólo lo que a mí me afecta realmente importa, lo demás son x»- Como descripción del nacionalismo no está mal.

    Cataluña no la conozco, por lo que no opino, pero aquí en el PV el nacionalismo no quiere ningún proyecto confederal, no está formado por pobrecitos prohombres cívicos que desearían una España mejor, pero que se ven abocados a la independencia por la intransigencia española. Aquí el independentismo es nacionalista, es etnicista y culturalista, y no es capaz de basar su reivindicación de independencia en argumentos racionales, es sentimental y visceral. Desprecia al resto de españoles (también, aunque va a menos, a los catalanes).

    Respecto a la idea de las lenguas, el caso es que la lengua española es la única común a todo el territorio. Dudo que en Suiza las tres lenguas gozaran de oficialidad si no existieran tres importantes países donde se usan. El romanche, que podría ser asimilado, salvando las distancias, con las lenguas minoritarias en España, es nacional, que no oficial. No veo por qué un chaval de Valladolid ha de aprender euskera o catalán, la verdad, habiendo tantos idiomas ahí fuera por aprender. Sí entiendo que estaría bien que existiera alguna asignatura tipo «filología y cultura hispánica» (por ibérica) en la que se mostrase la diversidad lingüística y cultural. Creo que éso sí que podría ayudar a limar según que asperezas.

  17. parvulesco dijo:

    PV = País Valencià.

    «Respecto a la idea de las lenguas, el caso es que la lengua española es la única común a todo el territorio.»
    Ajá. Y en Latinoamérica también, por qué será.

    «No veo por qué un chaval de Valladolid ha de aprender euskera o catalán, la verdad,»
    Primero porque en un Estado guay que reconociera su carácter plurinacional lo normal es que si yo tengo que aprender catalán y luego castellano, un chaval de Valladolid tendría que aprender castellano y luego catalán. Pero por razones prácticas con otra lengua del Estado ya estaría bien.
    Pero la segunda razón es por un tema de cohesión social. Si aprendiera catalán por ejemplo es mucho más probable que viniera a Catalunya, terminara por entender la identidad nacional catalana y apoyar unas instituciones más integradoras que las actuales en ese sentido. Precisamente pasa justo lo contrario y por eso hay secesionismo en CAT. Es casi matemático.

    Escribí este post precisamente para evitar este tipo de comentarios. Tampoco es tan difícil el ejercicio de humildad de darse cuenta de que en España existe un problema nacional y que hay una nación privilegiada por encima de las otras. La arrogancia de no reconocer eso es lo que divide a la izquierda, no que tengamos otras identidades nacionales.

    A un nivel profundo entendí lo que era racismo y sexismo por ser catalán. No porque la opresión sea la misma, obviamente, sino por la misma incomprensión que despierta el explicar el agravio al privilegiado. Como escribí un agravio puede ser una pequeña tontería, pero se van acumulando en el tiempo, hasta dibujar tensiones que a trazo grueso hasta pueden llegar a llamarse España contra Catalunya y tal. Intentadle explicar a Rajoy lo que es la violencia contra los pobres, os dirá que las reglas del juego son iguales para todos y tal.

    • Destripaterrones dijo:

      A Parvulesco, párrafo a párrafo,

      1º Disculpa la confusión. De todos modos, ya tienes una opinión sobre lo que hay en Euskadi.

      2º Una cosa es que haya que respetar y satisfacer las sensibilidades que existan, y otra pretender que los descendientes de agresores o presuntos agresores paguen (entiéndase en el sentido más amplio posible) por hechos que ocurrieron hace siglos.

      3º Lo que afirmas viene a ser como negar que el castellano sea lengua de Cataluña, y éso no es independentismo, es abiertamente nacionalismo. Independientemente de las razones por las que lo sea (me remito a mi 2º párrafo), el caso es que sí lo es, algo que no se puede decir del catalán en Valladolid. Y antes que los derechos de las lenguas o de los pueblos está la libertad personal.
      La afirmación sobre la cohesión social, lo siento, pero me parece un sofisma.

      4º Efectivamente, en España existe un problema nacional, pero no entiendo en qué consiste el privilegio, más allá de que saber español sea obligatorio constitucionalmente y saber otras lenguas no (en la práctica sí que lo es en según que ámbitos), que se puede arreglar sin necesidad de ir tan lejos como tú propones. A mí me parece arrogante no reconocer que el castellano es, vuelvo a repetir, por las razones que sean, lengua común a todos.

      5º A un nivel profundo entendí lo que era xenofobia por ser vasco con parientes castellanos no vascoparlantes, y amigos que tampoco lo eran. No porque la opresión sea la misma, obviamente, sino por la misma incomprensión que despierta el explicar el agravio al privilegiado. Como escribiste un agravio puede ser una pequeña tontería (o algo nada pequeño ni tonto, como ser discriminado para acceder al empleo público), pero se van acumulando en el tiempo, hasta dibujar tensiones que a trazo grueso hasta pueden llegar a llamarse Discriminación con todas las letras. Intentadle explicar a Mintegi que el castellano es el primerísimo idioma de Euskadi, os dirá, contra la evidencia factual, que el verdadero idioma de Euskadi es el euskera.

  18. Antonio Pan dijo:

    Sobre el tema de la lengua, me temo que no soy tan ortodoxo como parvulesco, para mí no es fundamental. Sí que es verdad que para mucha gente los que hablamos catalán lo hacemos por capricho o para dar por culo, MVM tenía una anécdota deliciosa al respecto. Para mí lo ideal es una Catalunya independiente radicalmente bilingüe porque, al fin y al cabo, sería la proyección institucional de lo socialmente existente, aunque sí es verdad que hay algunos que les gustaría desterrar cualquier atisbo de españolidad, pero es una pequeña minoría.

    Sobre el debate del internacionalismo/nacionalismo bla, bla, bla, no estaría de más echarle un vistazo a un textito, cogido del sinpermiso.info, del malogrado Andreu Nin sobre el asunto:

    Socialismo y nacionalismo
    Andreu Nin · · · · ·
    Consideraciones preliminares

    Los caracteres del socialismo no son, ni pueden ser, pura y exclusivamente, económicos. El socialismo es la más perfecta y admirable realización del ideal pedagógico social, en armonía con el fin que a la educación asigna Herbert Spencer: “conducir al hombre a la vida completa”.

    Desgraciadamente — decía en estos o parecidos términos en estas columnas el compañero Morato – el principio de la lucha de clases no nos es suficiente para resolver los múltiples y variados problemas — que la complejidad de la vida social plantea.

    El problema social no es una simple cuestión de estómago. En todo caso, el problema exclusivamente económico será el fundamental, constituirá el alma del socialismo, sin el cual éste no tendría razón de existir; pero no deja de representar más que un aspecto — claro está que el más importante — de la cuestión social, cuya solución ha de “conducir” al hombre al pleno goce de la vida.

    He aquí por qué, después del económico, hay un problema que atrae poderosamente mi atención, como socialista y como hombre, como simple observador de los hechos y de los fenómenos sociales y respondiendo a una viva inquietud espiritual: el problema nacionalista.

    Persigue como fin el nacionalismo — dice Rovira y Virgili (periodista y político) — la liberación de los pueblos. Persigue como fin el socialismo la liberación de los hombres.

    La liberación de los pueblos y la liberación de los hombres producen las más profundas convulsiones en los países modernos.

    No habrá paz en la tierra hasta que se dé satisfacción a esos inmensos anhelos de libertad que sienten los pueblos de nuestro siglo.

    Nacionalismo y socialismo son dos términos antitéticos al parecer, pero cuyos fines se confunden y se complementan recíprocamente, existiendo entre ambos una íntima e indestructible conexión. Uno y otro amenazan los cimientos mismos de la sociedad actual. Ninguna doctrina tan revolucionaria como ellas.

    Ataca el nacionalismo la organización y la estructura de los estados, absorbentes, unitarios, centralistas, tiránicos y dominadores y combate el socialismo el régimen capitalista, la propiedad privada y la moderna forma de la esclavitud representada por el salario.

    Si el socialismo lograra, con su esfuerzo, que se derrumbe completamente el único poder de la burguesía, desapareciendo con él la injusticia de la desigualdad económica de lo que despreciativamente llamaba con razón Fourier (socialista utópico del siglo XIX) la sociedad civilizada, el nacionalismo conseguirá, por su acción cada día más viva y más intensa, vencer en todos sus reductos a la burguesía arrebatándole su fuerza y su instrumento de opresión más formidables: el estado.

    Digno es por demás el problema nacionalista de atraer la atención nuestra. Así lo han entendido los hombres más eminentes y prestigiosos del socialismo internacional, que se han ocupado de él con preferencia a otros muchos, interviniendo incluso algunos de ellos, de una manera decidida, en la acción y en la obra de los movimientos nacionalistas (el caso de nuestro camarada flamingand (de Flandes) Huysmans es ya suficientemente representativo).

    En varios países, los partidos socialistas prestan al nacionalismo su más decidida colaboración; en otros, tienen un carácter marcadamente nacionalista.

    Nadie se atreverá a negar que merece, cuando menos, esta cuestión, por su inmensa trascendencia, que sea objeto de nuestra curiosidad y de nuestro estudio.

    En el socialismo español falta quien, desde nuestro punto de vista doctrinal, haya hablado de este palpitante problema con la amplitud que requiere.

    Este vacío vamos a llenarlo nosotros, lamentándonos de que plumas más autorizadas que la nuestra no realicen esta misión, desproporcionada, por su importancia y su complejidad, con la insignificancia de nuestras facultades.

    Constituye para el articulista el más vivo anhelo que alguien tome la palabra en esta cuestión; que se discuta, que se debata, que se conceda al problema nacionalista la importancia que indiscutiblemente merece.

    Con ello me daré por suficientemente satisfecho.

    Calma, calma… Con los nacionalistas, no; con el nacionalismo, si

    Soy un ferviente admirador de Fabra Ribas [con el que polemiza Nin en este artículo]. Aprecio en lo mucho que vale su talento, su acometividad, su actividad inagotable, su espíritu inquieto y batallador, su inmensa y sincera fe en nuestros ideales. Sigo con profundo interés todos los detalles de su meritísima labor periodística y aquilato y compruebo en mi apostolado por Cataluña los óptimos resultados que produce. Comparto con él casi todas sus opiniones sobre la doctrina, la organización y la táctica del partido. Su obra merece todos mis entusiasmos y todas mis simpatías. Lamento que, en una cuestión tan trascendental como la planteada en mi primer artículo sobre “Socialismo y nacionalismo”, disienta, el fraternal amigo, de mi criterio.

    Y, ¡válgame Dios! ¡Con qué furia y con qué denuedo arremete contra mi artículo!

    Fabra es un espíritu rígido, dogmático, rectilíneo. Si yo tuviese la afición o la manía de las filiaciones, generalmente arbitrarias, quizá no dudaría un momento en pegarle la etiqueta de “guesdista”. Tiene la acometividad de Guesde (dirigente del socialismo francés) como asimismo sus concepciones enjutas, duras como el acero. Piensa como el viejo luchador socialista, pero no siente como Jaurès (dirigente del socialismo francés) ni se compenetra con su flexibilidad de espíritu y su exuberancia sentimental e ideológica.

    Así se comprende que ante mis afirmaciones nacionalistas se revuelva airado, alarmado por el fantástico temor de que se produzcan escisiones en el partido.

    Los comentarios que ha sugerido a Fabra Ribas mi artículo son a todas luces apasionados, inspirados por una inconcebible obcecación.

    Calma, amigo Fabra, calma… Razonemos, discutamos, oponga a los míos otros argumentos, pero no nos apasionemos ciegamente.

    Como ya anuncié en mi primer artículo, me propongo tratar el problema nacionalista con mucha extensión, con la extensión que, a mi juicio, merece. Me propuse estudiarlo metódicamente, con calma y serenidad.

    De intento, dejé de publicar el segundo artículo en el número de la semana pasada, convencido de que alguien terciaría en el debate. Fabra lo ha hecho. Aunque sólo sea por cortesía, no puedo dejar de contestarle, alterando el orden por mi preestablecido, pero rogándole que, hasta que dé por terminado mi estudio, se abstenga de intervenir en la discusión.

    Entonces podremos debatir largamente, con toda la amplitud que requiere el interesantísimo problema que ha motivado mi artículo.

    Ante todo, amigo cordialísimo, es preciso calmar los nervios… calma, mucha calma…

    ***

    Fabra confunde lastimosamente el nacionalismo con los nacionalistas, que son dos cosas completamente distintas…

    Sin haber ni tan siquiera mentado en mi primer artículo el nacionalismo catalán, el distinguido escritor, con una energía y una viveza dignas de mejor causa, arremete contra los explotadores nacionalistas, contra las “bastillas” de la cuenca del Ter y del alto Llobregat, contra el sistema de delación practicado por la Lliga y la Defensa Social…

    A renglón seguido, las emprende contra la izquierda catalana, a la cual ataca duramente por su alianza con Lerroux…

    Conformes, conformes en un todo con sus apreciaciones, amigo Fabra.

    Como usted — y permítame reproducir lo que me dice en carta particular, haciéndome suyas todas sus palabras — “odio y detesto cordialmente a esa clase media catalana que no supo hacer triunfar la Solidaridad Catalana, que se fue al Congreso para adoptar los mismos procedimientos que los sicofantes de las demás regiones y que en 1909 no tuvo riñones para afirmarse e imponerse, contribuyendo a dirigir y encauzar un movimiento que podía haber acabado con la guerra, con el centralismo y con la monarquía”.

    Quizá por haber convivido con ella, por razón de mi procedencia política, sienta por ella un odio y un desprecio superiores a los de mi queridísimo amigo y compañero…

    Fabra desvía la cuestión. Yo no hablé para nada ni del nacionalismo catalán ni de los nacionalistas de Cataluña.

    Ya les tocará su turno en el metódico desarrollo de mi estudio.

    Observo que el artículo me resulta excesivamente extenso y que aún queda mucho por decir. “Todo se andará”… con paciencia y calma.

    Como conclusión a lo expuesto en estas mal pergeñadas líneas, afirmo que el socialismo es en todas partes francamente nacionalista; que España constituye, en este sentido, una lamentable excepción y que el problema nacionalista vive y palpita como cosa sustancial y humana, a pesar nuestro.

    Yo no relegaré nunca a segundo término el principio de la lucha de clases, como parece desprenderse de las palabras de Fabra. Cuando me convencí de que “es la lucha suprema, una lucha al lado de la cual todas las otras parecen pequeñas escaramuzas” abandoné las filas de los partidos burgueses y me abracé a la gloriosa bandera roja de la Internacional.

    ¡Que conste!, pero que conste también que no comprendo que, en nombre del internacionalismo, se combatan las justas aspiraciones de los pueblos oprimidos, incurriendo por inconcebible paradoja, en pecado de patrioterismo.

    Que nos pongan todos los motes que quieran pero que no nos llamen españolistas…

    (Este artículo es un debate de juventud, Andreu Nin tenía entonces 22 años, cuando todavía era miembro del PSOE en 1914)

    Andreu Nin (1892-1937), secretario del Comité Nacional de la CNT en 1921, uno de los fundadores de la Internacional Sindical Roja, miembro de la oposición de izquierdas del PCUS y co-fundador del POUM, fue uno de los dirigentes y pensadores marxistas más importantes en España en la primera mitad del siglo XX. Fue asesinado por agentes de la policía estalinista.

    La Justicia Social (Reus), febrero de 1914

  19. Santi dijo:

    Destripaterrones:

    «A mí me parece arrogante no reconocer que el castellano es, vuelvo a repetir, por las razones que sean, lengua común a todos.»

    Disculpa que me meta, txo, pero este aguerrido asunto hay que desliarlo un poco. Primero, tal y como se han hartado de contarnos, los territorios no tienen lengua. Es por ello que tú te puedes permitir decir que el idioma primero en el PV (una forma un tanto rara de decir idioma mayoritario del PV) es el castellano. Es decir, que no ha lugar a decir, «bueno, sí, el euskera es minoritario entre los habitantes, pero es el único idioma propio de este país, porque el otro surgió fuera -eso habría que verlo- y además está implantado en tantos otros sitios». Pues no, propios del país -si es que hay que usar la dichosa expresión- en tanto que usados por sus habitantes, no hay más remedio que reconocer que son el vascuence y el castellano.

    Establecido lo anterior, queda uno inmediatamente desautorizado para utilizar la expresión idioma común. Queriendo decir común a todos los habitantes de Espanha. Puesto que si consideramos en primer lugar que el bilingüismo perfecto, en general, es un caso excepcional entre los hablantes individuales (tengo entenido que los estudiosos lingüistas ponen en duda la propia legitimidad del concepto), y desde luego impensable en un grupo social complejo, tendremos, sí, a una incluso ínfima si quieres, a efectos dialécticos, minoría de personas cuya lengua madre no es el castellano. Es imposible, por tanto, que el castellano sea la lengua común de todos los espanholes. Y la falta de atención a los conceptos, por menudos y fastidiosos que sean, se puede deducir arrogancia, claro, que el hable usted cristiano lo tiene la gente en Espanha grabado a fuego.

    • Destripaterrones dijo:

      A Santi,

      OK, acepto la corrección y el matiz, y por consiguiente pido disculpas a quien se pueda sentir ofendido por la expresión. Por aclarar:
      Primer idioma = idioma mayoritario (el aumentativo era para indicar grado, claro).
      Idioma común = Idioma que se comparte, sea o no propio y/o mayoritario.

      Pido disculpas también si mis mensajes suenan arrogantes o agresivos, nada más lejos de mi intención.

      • Santi dijo:

        Para nada suenan así tus mensajes, ni hay disculpas que dar, discúlpame tu a mí. La arrogancia (intelectual) -era por usar la palabra que parvulesco y tú os habéis andado lanzando- es la de considerar que porque el español es el idioma mayoritario en España (lo cual en puridad quiere decir, el que más gente conoce como primera o segunda lengua), ello debe de ser equivalente a que es el idioma común de los españoles. Ya he argumentado arriba en dos pasos por qué esto no puede ser, que es una falacia, vamos.

        Nada más lejos de mi intención que quedarme en este debate ni interrumpir otros más interesantes. A mí la clave del asunto (en abstracto) me parece que debe partir del hecho de que no es España la que se ha cargado las tramas sociales, tradiciones, comunidades naturales, es el gran dinero. Y que ir a por la independencia, a por su Españita, con estos perros guardianes del gran dinero (que son siempre, me parece a mí, los que ganan las elecciones) es una cojonuda majadería. Además de ser un poco, esta vuelta a primer plano de la cuestión nacional ingenua (porque no hay previa identificación de quién es el verdadero soberano; que no digo, por cierto, que sea la que parvulesco pregona) como la promoción de una hipotética vuelta a la naturaleza. Entretenimientos mientras nos machacan desde arriba, en alegre comandita, las clases cosmopolitas.

  20. galaico67 dijo:

    Y, como de costumbre, la cuestión acaba derivando a mirar el dedo (la lengua) en vez de la luna (la pasta).
    Tanta paz dejeis ( una Restoespaña liberal y cristiana, gobernada por la élite de toda la vida, en castellano, of course) como gloria lleveís ( una Catalonia liberal y cristiana, gobernada por las elites de toda la vida, en catalán, of course), pero dejar de dar la murga con el concepto de pueblo y tal, que el rollo no va de eso, por mucho que os duela en vuestro corazoncito.

    • Destripaterrones dijo:

      Galaico67,

      Yo me he ceñido al texto. De todos modos, en cuestiones de pasta creo que poco hay que reprochar o rebatir a los independentistas/nacionalistas catalanes (a los vascos sí) , son los paganos del R78, más allá de que la diferencia «esencialista»/»culturalista» que creen tener tampoco es tanta, y que pueden eliminar algunas sinergias si se dejan dominar por la «rauxa».

  21. parvulesco dijo:

    Destripaterrones,
    es que estoy hablando de personas, en este caso el chaval de Valladolid y yo mismo. Si a mí se me impone el castellano, por simetría a él se le tendría que imponer el catalán, al margen de contextos y otras cosas. Sobre el tema de la cohesión social, que es lo relevante: por ejemplo, Estados Unidos – tengo tres colegas (blancos), uno de las Great Plains (Iowa), otro del norte de California y uno de Atlanta. Las regiones son tan diferentes como Finlandia y Chipre, pero después dos estudian en Portland y luego todos en Nueva York, miles de kilómetros y se juntan y hablan y se sienten de la misma «esfera de interacción cultural», hay cierta homogeneización, porque hablan inglés y pueden irse de costa a costa sin problemas. Esto obviamente pasa porque al igual que los borbones en Francia el inglés ahí se impuso por la fuerza y el genocidio. Ésta también sería la vía Wert, «españolizar a los niños catalanes», la francesa-jacobina que he dicho. La otra vía sería la suiza. No pueden ser las dos a la vez, no es nada estable y entonces te salen a la vez independentismo y centralismo, fuerzas centrífugas y centrípetas.

    Galaico, Casio,
    es que precisamente es eso, la izquierda tiene que elegir una de esas dos vías e ir a por ella, pero es un problema que abordar; sobre todo ahora que las fronteras nacionales se van al garete en Europa para mí el modelo suizo tiene más sentido. Si se deja de lado al final mi abuela, que es muy de izquierdas, le molará el discurso de la derecha porque ésta sí lo aborda.

    • galaico67 dijo:

      Parvulesco, creo que en tu elección de personajes americanos partes de un error de selección de la muestra. No creo que sean tipos representativos de California, Alabama e Iowa, precisamente, si es que en un país como EEUU hay de eso, los modelos representativos del buen español/catalán/vasco que aquí nos empeñamos a cincelar a base de martillo.
      Luego entramos en lo de las imposiciones. En primer lugar a ti no se te impone nada que no sea más alienante que estudiar la teoría de conjuntos – ¿Todavía se enseña eso en primaria?- , analisis sintactico o gimnasia. En todo caso el Estado, ya sea central o autonómico, se lo impone a los padres. Tu, objeto de la imposición, no cuentas y como se ha demostrado – es lo que se dice de la inmersión y yo me lo creo- durante todos estos años de catalán si o si, la imposición de una lengua no materna en edades tempranas no provoca daños cerebrales ni conductuales, al menos permanentes. Otra cosa es toda la construcción nacional que impregna todo el proceso educativo- tu no has conocido el pollo y las OJE, yo si, y viendo niños con las banderitas con la estelada en el colegio estoy viendo exactamente y simetricamente lo mismo- y que no te/os parece nada impositiva ni modificadora de la sociedad . Asi que, visto desde fuera, podriamos pensar que existe una imposición del hecho nacional catalán ( como existe una imposición del hecho nacional español) contra la que una persona justa y honesta debería combatir, pero que se obvia, ya que el pueblo y la lengua son lo importante. Ahora escribes que en justa correspondencia a esa imposición, en las escuelas vallisoletanas debería imponerse el catalán, por simetría…bueno, esto tiene varias opciones: los vallisoletanos podrían preferir ser impuestos en galaico-portugués, más util para relacionarse económica y carnalmente con la lusofonía, los gallegos podriamos imponer la enseñanza obligatoria del gallego en Cataluña y el catalán en Galicia…marear la perdiz hasta el infinito y más allá para alejarnos de lo evidente: por mucha falta de fronteras y rayas, por muchas normativas comunes impuestas desde fuera y por mucha globalización que creas que nos viene encima, las «famiglias» que mandan ahora harán todo lo posible para seguir mandando dentro de las rayas que consideran ahora su area de negocio. Como familias reinantes o como feudatarias, ( siempre dispuestas a cambiar de amo, eso si) que paguen su cuota a reyes en Centroeuropa, America del Norte o las planicies de Extremo Oriente.
      Así que para acabar todo este rollo: creo que una sociedad puede dividirse en dos, tres o cuarenta diferentes, puede crear sus hechos diferenciales, considerar insostenible seguir siendo parte de un todo e intentar abrirse. Pero de ahí a que compremos la moto de que es esto lo que está pasando en Cataluña hay varios pasos. Hay pasos interesantes – ver el recorrido de las CUP, ver que dan de si las tropocientas organizaciones autonomas, ver si esas tropocientas llegan a elaborar un proyecto común – pero tambien hay mucha basura. Siguen los mamporreros habituales del PPsoE con su proceso neoliberal, siguen los de ERC apoyando este proceso – ¿El ara no toca del siglo XXI?-, sigue Millet y compañia riendose de todos, sigen las famiglias jugando a los de siempre…así que tu puedes llamarlo proceso nacional que yo lo llamo lucha de clases. Bueno, más que lucha de clases es endrogamiento de clases. A unos los endrogan con el terrorismo, la unidad de la patria y a otros con que son un pueblo y no son más ricos porque no les dejan.
      En cuanto lo intenteís me uno a Casio, cabrones. Y si fracasamos, al primer catalán que me encuentre escapandose de los mossos, cruzando la raya, se lo devuelvo por mi cuenta yo mismo.

    • Destripaterrones dijo:

      Parvulesco,

      Es que yo en ningún momento he dejado de hablar de personas. Haces un razonamiento «al margen de contextos», pero es que los contextos (no lo históricos, aclaro) importan. Contextualizando, vemos que el castellano tiene arraigo en Cataluña, mientras que el catalán no lo tiene en Valladolid. Por ello, pensando en las personas, no es necesario que los vallisoletanos aprendan catalán por obligación. Que se fomente su conocimiento voluntario ya es otra cosa. Y considerar el castellano como «ajeno» a Cataluña, como creo deducir de tu texto, es, como mínimo, erróneo.
      Y creo que lo de «catalanizar» Valladolid es algo que va más allá del modelo suizo:
      http://en.wikipedia.org/wiki/Linguistic_geography_of_Switzerland#National_languages_and_linguistic_regions

      Por cierto, eso de denominar «vía Wert» a lo de «Xizar» a los «niños Y» es reduccionista, pues Wert no inventó nada. Yo mismo puedo considerarme un niño «euskaldunizado».

      • parvulesco dijo:

        A ver, pero todo es España, no? Barcelona y Valladolid no pertenecen a la misma unidad de destino en lo universal? Si España es una unidad política y social, el catalán tiene tanta influencia en Valladolid como el castellano en Catalunya. Si no ya me estás reconociendo que Catalunya es un algo diferente. Joder ya. Es que no estoy diciendo que el castellano es ajeno a Catalunya, es mi segunda lengua por algo (si nos ponemos históricos te diría por Felipe V y Franco), pero mi lengua materna es el catalán. Por simetría el chaval de Valladolid tendría que aprender castellano y luego catalán. Por cohesión social también. Te digo yo que *para preservar la unidad de España (ie cohesión social)* o se elimina el catalán de Catalunya o se impone una segunda lengua en Valladolid. Es que no hay otra y me parece más sensato lo segundo, aunque como vivimos en democracia si no se acepta pues muy bien y CAT se va. *En cualquiera de estos dos escenarios la izquierda podrá luchar sin divisiones nacionales.* Supongo que ya te has leído sobre lengua y nación en Imagined Comunities de Benedict Anderson, pero va sobre eso.

        • Destripaterrones dijo:

          A Parvulesco,

          Yo nunca he dicho que Barcelona y Valladolid pertenezcan a la misma unidad de destino en lo universal (joder ya también).
          España es una unidad política, sobre lo de unidad social se podría discutir, según lo que entendamos por unidad social.
          Yo no es que te lo reconozca, es que creo que Cataluña es «un algo diferente» a Castilla, y aun así puede seguir siendo España. El Goierri también es «un algo diferente» al Gran Bilbao, y nadie discute que pertenezcan a la misma unidad política y social.
          Y sí, no tengo ningún problema en decir que el catalán es ajeno a Valladolid, sin que éso sea bueno ni malo en sí mismo. Como entiendo que la lengua está para servir a las personas y no al revés, no veo por qué debería implantarse una lengua en un sitio en el que es inexistente.
          Sobre lo de la simetría, la cohesión social, y que «no hay otra», pues lo que veo es que ahonda en lo antes expuesto. Que vienes a decir que el castellano en Cataluña es, a pesar de su implantación actual, ajeno, y que hay que «compensar» implantando el catalán en zonas castellanoparlantes. No deja de ser una reivindicación legítima, pero no es el modelo suizo, sino algo que va más allá. Y un punto de vista netamente nacionalista.

        • galaico67 dijo:

          Para ponerte en el plano feten, de izquierda y tal, ni el catalán ni Cataluña tienen derecho a nada. Que los ciudadanos de esa división administrativa – unidad de destino en los universal tambien, que ya lo sabían los Carolingios..- decidan que están hasta el ombligo de los convecinos , por carcas, meapilas, fachosos recalcitrantes y largos de mano y que visto que no les hacen ni puto caso decidan plantear una división societaria fundada en esa división administrativa me parece encomiable. Pero las masas no están por eso, porque los carcas, meapilas, fachosos y largos de mano locales que dirigen el cotarro siguen a lo suyo, sin pausa y a un par de años de cumplir objetivos.
          Y como dices de los old leftists americanos, la revolución queda aparcada hasta que se consiga «algo», en este caso la independencia indolora. Una revolución donde , apartado el carca mesetario y los falsos izquierdistas castellanos, van a retomar el estado del bienestar, revocar la privatización de la sanidad, quitar el peaje de las autopistas y volverse a hacer amigos de sus vecinos…Y los alemanes ¿ Que dicen de esto?

          • Gekokujo dijo:

            Puede que alguno tenga en mente algo como lo que tu planteas. Yo, en mi modesta atalaya lo que veo es una progresiva depresión de occidente. La salida de España y a ser posible de la UE son imprescindibles si se quiere cambiar en algo la actual deriva. No, no hablo de un futuro radiate, hablo de salvar los muebles, lo que se pueda mientras se pueda. Se puede desconfiar perfectamente de las intenciones de la derecha catalana, pero de lo que no tengo dudas es del instinto sanguinario de la derecha españolista. Yo creo que hay una gran diferencia.

          • Gekokujo dijo:

            No es lo mismo que te aborrezcan por rojo a que lo hagan por rojo y catalán. Y esto es lo que la izquierda española no parece querer entender. Yo además soy gay, con lo que honestamente creo que veo la cuestión a través de un prisma que me ofrece diversos puntos de vista. Estoy orgulloso de las tres cosas y sinceramente el estado Español actual rezuma odio contra lo que soy de manera integral.

  22. galaico67 dijo:

    «En suma, ¿puede ser la identidad nacional de izquierdas? Sí, se puede.»
    Hay que ver lo que ha dado de si la «identidad nacional» y como es posible que hayamos vivido sin tantos cientos de años. Mientras había que viajar a pie no había gran problema con la identidad, ni con el idioma ni con la cultura del pueblo, pero si uno lo lee ahora parece que estaban nuestros tataratataratatarabuelos meditando sobre su identidad nacional y lo oprimidos que estaban por el castellano – del castillo- que cobraba los impuestos y administraba justicia en nombre de su señor. Pero porque el castellano no era del lugar y hablaba raro, no por los impuestos. Lo que le indignaba era no entenderlo y que fuera de otra kultura.

    • Gekokujo dijo:

      En la edad media no existian los estados-nación moderno. Eso no es un impedimento para aplicar este mismo análisis. No sé si lo ves.

      • galaico67 dijo:

        No, lo que veo es que la identidad nacional traumatiza profundamente al individuo actual pero no traumatizó profundamente al individuo pre-revolución francesa. Y mientras la izquierda nació para que el pobre se llenara la barriga y pudiera descansar de vez en cuando, la identidad nacional nació para poder alistar obligatoriamente a jovenes que no compartían nada – a ver que comparten o compartían un lleidatan y un gironín- y poner en marcha la guerra de masas, aparte de llenar de pajas mentales ( una vez satisfecha la necesidad de comer caliente y tener un techo) las cabezas de los sofisticados hombres del siglo XX.
        Y si me argumentas eso de que es que no había estado-nación moderno es argumentarme que el estado nación es un invento moderno y el nacionalismo de rayas y límites otro, siendo lo natural el estado geografico y las ciudades -estado…o lo que te apetezca divagar .

        • galaico67 dijo:

          Y que conste que todo esto es divagación personal, que mi idea de estado y nación era una a los quince años , otra a los veinticinco y otra muy diferente a los cuarenta muy pasados. Y que puedo pensar, de modo similar a otro dicho, que el que a los quince años – y con la Historia con la que te adoctrinan en la escuela y la literatura – no es un patriota, no tiene corazón, Pero el que a los cuarenta lo fía todo a una patria y es capaz de envolverse en una bandera- ya sea la de su patria natal o la de su club de futbol-, vivir sus colores y ofenderse por su causa lo que es es profunda e irrecuperablemente gilipollas. O un aprovechado del tamaño de la montaña de Montserrat.

          • Gekokujo dijo:

            Hasta el siglo XVIII, esto es, el nacimiento de los modernos estados, no podían existir los nacionalismos, estrictamente, puesto que aún no se entendían las naciones en el sentido moderno. Curiosamente con la Guerra de Sucesión Española en Catalunya cristalizó, se quiera o no, el embrión del moderno concepto de nación.

            Pero los siglos precedentes no estuvieron exentos de innumerables ejemplos. Cosacos contra rusos, turcos contra eslavos, cátaros contra católicos, la busca contra la viga, prusianos contra teutones, celtas contra romanos, demócratas contra tiranos, esclavos contra señores, comunistas contra capitalistas… y así ad infinitum… Siempre, siempre, hay dos bandos, que son un constructo social o lo que quieras, pero fueron y son muy reales. Cuando Marx habla de la dialéctica histórica yo veo esto.

          • galaico67 dijo:

            Pero resulta que las fuerzas turcas no eran solo turcos, ni los cosacos eran una raza especial, diferente de rusos, polacos o ucranianos, sino una cultura escapando del dominio señorial….no hay identidades nacionales. Si hay guerra es que hay bandos, pero lucha por la comida, el agua, el dinero o porque no se follen a tus mujeres no es «defender la identidad nacional»

            Muy bueno lo de Cataluña embrión del estado nación noventa años antes de la revolución francesa y cien años antes de que Napoleón destrozara el antiguo régimen europeo y removiera todas las estructuras el antiguo sacro imperio. Goethe y los romanticos germanos se inspiraron en Casanovas, sin duda…

  23. parvulesco dijo:

    Destripaterrones,
    entiendo que mi argumento es para sacar de quicio, pero me parece útil para entender más nuestras posiciones.

    » no veo por qué debería implantarse una lengua en un sitio en el que es inexistente.»
    Es que en mi escuela el 100% de la lengua materna es el catalán. En Catalunya también habrá escuelas mixtas y escuelas con el 100% de su lengua materna en castellano. El tema está en dónde pones el límite administrativo, es decir, la misma definición de «sitio» es problemática porque quién decide lo que engloba. Porque estrictamente tienes escuelas «monolingües» y «mixtas» repartidas tanto por Catalunya como en el global de España, porque en principio Catalunya es parte de España, no? Como Valladolid también es parte de España, el catalán no es ajeno al vallisoletano, al igual que el castellano no es ajeno al chaval de Sort porque Sort está en Catalunya.
    Lo que quiero decir que si me insistes que el catalán es ajeno al vallisoletano, en el fondo entiendo que me estás diciendo que Catalunya no es parte de España, sino algo diferente.

    • Gekokujo dijo:

      Es más, una escuela catalana en Valencia levantaría ampollas, cuando no es más extraña a ella que una Deutsche schule, que está implantada con toda normalidad. Manda…

    • Destripaterrones dijo:

      Es que tanto las mismas Cataluña y España son convenciones, y el concepto de sitio al que aludes es otra convención.

      No, en todo caso estaría diciendo, siguiendo tu razonamiento, que hay partes de Cataluña que no son España. Y siguiendo ese mismo razonamiento, se podría llegar a negar la subjetividad de Cataluña.

  24. parvulesco dijo:

    Lo que quiero decir es que Catalunya es tan plurilingüe como España es plurilingüe, porque Catalunya está dentro de España (por ahora).

  25. InVino(Veritas) dijo:

    Parvulesco, no era mi intencion sugerir que los grupos de los que hablabamos no sufriesen o sigan sufriendo opresion. Lo que trataba de decir es que el instinto de grupo se puede activar ante situaciones reales y actuales (negros, mujeres y LGTB), pasadas (consultese el historial de agravios a Catalunya) o puramente imaginarias (no mencionare aqui a nadie, para no herir susceptibilidades). Estando de acuerdo en que recurrir al nacionalismo ni quita ni pone razones a priori, quiza convendria entonces analizar cuales son las razones en el caso concreto que nos ocupa, esto es, la independencia catalana.

    Aunque las fuerzas vivas del movimiento independentista no vacilan en sostener una cosa y su contraria (esto es que el movimiento tiene raices economicas cuando toca hablar en Spain, y que es de cariz nacional y etnico cuando toca hablar en foros internacionales) aceptemos por un momento el pulpo de que la independencia esta motivada a) por el expolio fiscal y b) por el centralismo esencial espanyol, incompatible con el espiritu federalista catalan. Respecto a lo primero, antes de empezar a tirarnos piedras, convendria aclarar que cosa es un expolio y de cuanto estamos hablando. Supongo que estamos todos de acuerdo en que si tenemos 17 ccaa y cada una de ellas tiene un balance fiscal (positivo o negativo), por definicion tendremos una media y habra algunas comunidades que esten por encima y otras que esten por debajo. Este concepto tan sencillito es, sin embargo, completamente ajeno a la prensa espanyola y catalana, que a menudo se sorprende del hecho de que haya comunidades que reciben mas y otras que reciben menos, como si pudiera ser de alguna otra manera… Centremonos por tanto en lo sustancial, que no es si alguien cobra mas o menos, sino cuanto se cobra de mas o de menos y en el caso concreto de Catalunya si su deficit puede calificarse realmente de un expolio pseudocolonial que justificase la independencia. Aunque es dificil conocer cifras concretas ( y mas que lo va a ser a partir de ahora, dado que el inefable ministro Montoro ha decidido suprimir las balanzas fiscales para que solo podamos hablar del calado de boinas) , la cuestion es si ese 6.5 u 8 % de deficit fiscal a una comunidad que posee el 117% del PIB per capita del pais representa un atraco con violencia. Por comparar un poco, en Alemania las comunidades mas pobres reciben algo asi como un 8% de su PIB en compensaciones directas (esto es, sin tener en cuenta las inversiones en infraestructuras federales). En Restospanya la situacion no es muy diferente, con cuatro comunidades que superan el 8% de inversion (aunque en este caso si se tienen en cuenta los gastos estatales). Respecto a lo que contribuyen los ricos, este calculo es algo mas complicado dado que en Alemania lo que se computa (y lo que es particularmente polemico) es la ecualizacion horizontal (Esto es dinero que los länder ricos dan directamente a los pobres) y que no llega al 2% del PIB de los primeros. Mas datos ici (http://www.imf.org/external/pubs/ft/wp/2009/wp09124.pdf). Yo los estudios que he visto por ahi ( y que son de origen hispano-catalaunico por lo que no los considero muy de fiar) ponen la horquilla de deficit fiscal (sin contar infraestructuras federales) en los länder mas ricos entre el 4 y el 9 % del PIB. Pagan mas las comunidades ricas en Espanya? Seguramente si, y el sistema es manifiestamente mejorable en terminos de transparencia. Pero tambien hay que recordar que la diferencia en PIB per capita entre los mas ricos y los mas pobres es de un 150% del PIB per capita en alemania mientras que en Espanya es de un 200% (mas o menos la misma que entre Grecia y Suiza), por lo que tampoco es de extranyar que aqui las transferencias fiscales sean mayores. Es necesario dar mas transparencia a las balanzas fiscales? Si, sin duda. Reducir el flujo monetario de comunidades ricas a pobres como propone el FMI ? Es posible. Justifica este expolio la independencia? Uds sabran, pero en mi opinion, no, ni de lejos.

    Respecto a b) Espanya es intrinsecamente centralista, y los deseos federalistas de Cat. no tienen cabida, decir dos cosas. En primer lugar, que la primera afirmacion es falsa. En los datos del CIS a la pregunta en una hipotetica reforma de su estatuto debe su autonomia tener mas competencias, la mayoria de la poblacion responde que muy de acuerdo o bastante de acuerdo en todas las comunidades autonomas excepto en Murcia (y porque en Murcia, la verdad es que me tiene un poco perplejo). Lo que es cierto es que los espanyoles son centralistas con los demas, porque cuando se pregunta por los estatutos de autonomia de otras CCAA la respuesta suele ser no. Y a esto Catalunya no es ninguna excepcion: desde los Valencianos nos copian porque nos tienen envidia, a el cupo vasco es perfido y hay que quitarlo; pasando por si Aragon se declara nacionalidad historica nosotros ya veremos lo que hacemos; y llegando a la reclamacion de una relacion bilateral con el Estado. Catalunya, que yo recuerde, solo ha hecho un intento por cambiar el encaje autonomico y fue con el estatut del tripartito. Estatut que al final fue solo del bipartito y que si fue torpedeado por nacionalistas de montera o barretina es porque fue incapaz de sumar a otras comunidades y a una mayoria social que preferia, y sigue prefiriendo, el estado autonomico al centralista. Ante ese fiasco la respuesta parece ser «pues me llevo el scatergories». Me parece perfecto, pero no se si os habeis fijado en quien conduce el coche.

    Entiendo perfectamente que la ilusion es lo ultimo que se pierde y que ante una Espanya tomada por doppelgangers de Carmen Polo y Millan Astray, cualquier aventura parezca tentadora. Pero no logro ver cual es el plan genial que lograra acabar con CIU y ERC una vez lograda la independencia. En una Catalunya independiente, CIU promete que se acabara el cancer y los independentistas sensatos prometeis que se acabara CIU. Y yo sigo sigo viendo non sequiturs por todas partes. Espero equivocarme, de verdad, pero lo cierto es que no me hago muchas ilusiones.

    • Gekokujo dijo:

      No hay plan genial, lo que ocurre es que el estado español ya no es que de grima, es que empieza a asustar. ¡Sauve qui peut!

      • galaico67 dijo:

        ¿Y no te da grima la plana mayor de consejeros de Mas? ¿Conjuntivitis? ¿Alteración del nervio optico? ¿ Consumo de sustancias alucinogenas?

        Coño, tener huevos a meter a Bildu a gobernar…

        • Gekokujo dijo:

          A mi Mas me da grima, pero lo que votan los españoles me da pavor. A Mas se le puede cambiar por algo más digerible. Lo que manda y mandará en España es llana y simplemente insoportable. Los catalanes no pueden hacer nada ahí más que achicharrarse. Para eso mejor levantar campamento y probar suerte en otro lugar.

          • Gekokujo dijo:

            Es más, ya no vivo en España ni crea que vuelva. He perdido totalmente la fe en ese estado.

          • galaico67 dijo:

            La necesidad o conveniencia de montar un campamento no se discute. Que se haga porque España de pena politicamente, no se discute. Que sea un tema de pueblo, derechos nacionales y opresión identitaria es lo que da a risa floja.
            Si resucitaran los cenetistas, los mossos no iban a tardar un cuarto de hora en correrlos a estacazos y el proyecto político catalán es inexistente, mención aparte de quedarse con las llaves de la caja. Si eres capar de mostrarme uno que secunden organizaciones que abarquen a un 15-20% – Bildu- de los votantes te envío un chupito a Andorra.

          • galaico67 dijo:

            «A Mas se le puede cambiar por algo más digerible»
            Un chupito no, mejor una tónica…

  26. Gekokujo dijo:

    Galaico, muchos rusos de clase baja cuando querían libertad huían a la estepa, dónde vivían los cosacos. Por esta razón el parentesco es notable y de ahí el odio secular. Era una cuestión que tenía matices culturales y sociales.

    Por supuesto Mas + Puig + Mossos es una ecuación que a mí particularmente no me gusta nada. Pero creo que es más fácil cambiar esta que hacer nada en España. La inercia no es la misma y mis opiniones al respecto de entrada ya son sospechosas.

    En Andorra el proceso constituyente tuvo un impulso determinante cuando un grupo, recalco, un grupo de personas se presentó en Casa la Vall a protestar. Ponerte a dar guarrazos a tu vecino no es lo mismo que un mosso a un perroflauta. Y mucho menos si hablamos de un policía acuartelado lejos de casa.

  27. Hola. He leído el artículo entero y los comentarios en oblicuo. Así que hablo con la autoridad que me confieren mis cojones negros.
    Que quede claro, primeramente, que a mí esto del eje izquierda-derecha me chirría un poco, y tampoco sé qué hace a la izquierda «de izquierdas» y a la derecha «de derechas», pero bueno, intentaré guiarme por todos los prejuicios y lugares comunes con los que me llevan bombardeando la putacabesa desde pequeño.
    Solo quería decir que, como creo que ya ha dicho Galaico, aunque también puede que no, el independentismo «por la pasta» por supuesto que puede ser de izquierdas, y de hecho parece serlo, como bien apunta Parvulesco. Y estoy de acuerdo con el que dice por ahí arriba que, en ese sentido, poco se les puede reprochar a los que lo defienden. A diferencia de los vascos, que es como para matarlos, habida cuenta de lo ventajoso del concierto económico.
    Ahora bien, el nacionalismo/independentismo (que yo, como buen cosmopolita no nacionalista, no distingo muy bien) identitario, el de «somos un puevlo hespezial y nuestra mierda huele mejor que la de los sucios españoles», ese creo que jamás podría ser de izquierdas. Asumiendo, claro, que el racismo y las actitudes excluyentes y discriminatorias sean propiedad exclusiva de la derecha, que me parece demasiado asumir — aunque ya he dicho que me iba a guiar exclusivamente por perjuicios y lugares comunes, así que acépteseme barco. Y a la vista de la cantidad de banderas esteladas que se ven ondeando por los Països Catalans, me parece que una gran parte del independentismo que por allí se cultiva es de esta segunda clase, del malo. En muchos casos, alentado desde los poderes públicos para arañar unos cuantos votos más a costa del fanatismo y la ignorancia, lo cual no lo hace menos preocupante.

  28. Gekokujo dijo:

    Hoy mi padre me comentaba que a él la cultura catala, así a bulto, se la trae al pairo. Le aburren las sardanas, els castellers el folckolre general. Me ha comparado el rico legado del arte musulmán con la discreta aportación de los catalnes/as. En realidad tiene razón, Catalunya es un average país en muchos aspectos. Pero eso no supone ninguna razón de peso para defender lo que se crea que hay que defender. Cuando se produjeron las manifestaciones del 15-M, Barcelona estaba ahí, como cualquier otra ciudad en la que las personas reclaman algo o simplemente exclaman «que hay de lo mío». Cuando el TC tumbó el estatut, casi nadie en España salió a la calle en solidaridad con los catalanes. No lo recrimino, lo contrario hubiese sido toda una sorpresa. Simplemente digo que sólo nosotros vamos a defender nuestra lengua, nuestra identidad y por supuesto nuestros bolsillos, porque nadie, y mucho menos España, lo va hacer.

    • galaico67 dijo:

      No se dice «Simplemente digo que sólo nosotros vamos a defender nuestra lengua, nuestra identidad y por supuesto nuestros bolsillos, porque nadie, y mucho menos España, lo va hacer.»
      sinó «Simplemente digo que sólo nosotros vamos a defender nuestros bolsillos, y por supuesto nuestra lengua y nuestra identidad , porque nadie lo va hacer mejor, como está demostrado desde siempre. Pero eso si, de buen rollito».

      Debes ser el último mohicano que no se ha enterado que el camino esta empedrado con pasta…

  29. Gekokujo dijo:

    Perdón por los gazapos, el pad del portátil tiene vida propia…

  30. Félix Dzherzinsky dijo:

    ¿Qué tal si miramos al Poder a la cara?

    ¿Qué os da más miedo, un empresario-capitalista que tiene el poder de hacerte trabajar y de que lo dejes de hacer o un escritor que no sabe/no le da la gana toquitear la gramática para satisfacer a un «colectivo de género»? Por ende, dada la blandura «welfarstatiana», lo que ha pasado es que nos/nas dirijamos al «enemigo fácil».
    Lo demás, paparruchadas de cobardes colocados con «buena conciencia».
    Como diría Sartre, «Salauds»¡¡¡¡

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