En la política catalana, la religión (católica, por supuesto) siempre ha tenido mucho peso. Al fin y al cabo, tenemos un partido autodefinido como cristiano en el gobierno (UDC); cuando habla, el abad de Montserrat sale en TV3; La Vanguardia publica su sección de religión e, incluso, hay monjas «antisistema». Leñe, incluso Mas se propuso como el Mesías en su último cartel electoral:
Sin embargo, con la salida de la marginalidad del independentismo, la gestión del (en pie) Procés y de la Generalitat convergente, hemos pasado de ser una sociedad rectamente botiguera y misaire, con algunos arrauxats sueltos por ahí, a parecer directamente La Vida de Brian (en pie y ovación). En efecto, a los ya habituales grupos y grupúsculos políticos de la esquerra independentista (PSAN, Arran, JERC…) se le han sumado un montón de grupos, plataformas, iniciativas y asociaciones que, haciendo política ellas también, han venido a configurar un muy fragmentado panorama político.
Desde los más políticos en el sentido tradicional y CT de la palabra como Procés Constituent o Independència per Canviar-ho Tot (aka, IndependènciaxCT, finísimo humor), hasta los más ciudadanos como la PAH, Xarxa d’Economia Solidària, Desbanka, ILP por la Renda Ciudadana Garantizda, Assemblea Groga, Plataforma en Defensa de les Terres de l’Ebre… estos grupos conforman un puzzle hiperfragmentado cuyo éxito puede depender, en parte, de ser capaces de evitar que el día a día se los coma, pensar en grande y en común.
A esto quiere responder Parlament Ciutadà.
Parlament Ciutadà es, entre otras muchas cosas, uno de los primeros frutos de la revolta de Itziar González. Dada la existencia de un poder único (la dictadura financiera), hace falta crear un contrapoder (¿recuerdan a Montesquieu? Pues les han engañado, en la España del s. XXI no aplica, afrancesados que son ustedes) ciudadano. Lo pueden ver como un lobby. Lo pueden ver como un intento más de juntar a todos los colectivos que luchan por alguna causa social. Lo pueden ver como un think tank. Lo pueden ver como una bella idea imposible de llevar a la práctica. Veanlo como quieran. Nadie sabe muy bien como verlo, definirlo y, mucho menos, como se organizará.
Por eso, este pasado fin de semana (18 y 19 de octubre de 2013) Parlament Ciutadà organizó sus primeras jornadas. Una mezcla de coming out más empezar a escuchar a diferentes asociaciones a las que invitaron a reflexionar juntas. Se juntaron la PAH con Desbanka y la ILP por la Renta Ciudadana Garantizada. La FAVB con la Plataforma de Defensa de les Terres del Ebre, Ca La Dona y el Grup Tècnic de l’Espai de Coorinació 15M. Ecologistas en Acción con la Xarxa d’Economia Solidària, Som lo que Sembrem. Y me dejo. Muchas.
Hablaron. Se escucharon. Se definieron necesidades de coordinación, de aprendizaje y de acción directa.
Y quedó un mensaje: «Cal implicar al 99%. Tothom ha de sentir que es fonamental en la construcció de l’edifici comú.«