23 años y un día: el neoliberalismo aplasta al pueblo

Ayer, día 4 de junio, se cumplió el 23er aniversario de esta foto:

World Press Photo

El año en que el neoliberalismo aplastó (literalmente) al pueblo. Pueden leer una buena descripción de los hechos de Rafael Poch o una descripción más extensa en inglés.

Situense: en 1989, la URSS aún existía y el comunismo aún no había caído.

Resumiendo mucho (y, por tanto, siendo tremendamente simplista e injusto), tras unos pocos años de experimentos económicos (incluyendo una importante descentralizacion), la chinos de ciudad veían como sus sueldos cada vez servían de menos (la inflación de 1988 y 1989 fué de cerca del 20%) y, como, en cambio, los agraciados con las privatizaciones de fábricas (y los caciques locales o provinciales) iban enriqueciendose.

A esto únanle una quiebra absoluta del sistema tradicional de «seguridad social», tradicionalmente a cargo de las empresas públicas, ahora quebradas, privatizadas o en quiebra técnica.

El partido, dividido entre «derechistas» (partidarios de mayor libertad política acompañando una mayor libertad económica) e «izquierdosos» (en el contexto chino, conservadores), no parecía tener una dirección clara y las luchas internas eran tremebundas.

Zhao Ziyang («derechista», en 1988, primer ministro y el más firme candidato a líder del partido) se mostró comprensivo con los ciudadanos que protestaban :

We can say that if a country wishes to modernize, not only should it implement a market economy, it must also adopt a parliamentary democracy as its political system. Otherwise, this nation will not be able to have a market economy that is healthy and modern, nor can it become a modern society with a rule of law. Instead it will run into the situations that have occurred in so many developing countries, including China: commercialization of power, rampant corruption, a society polarized between rich and poor.

(Extraído del libro «Prisionero de Estado», escrito 20 años después de los hechos).

Como hemos podido comprobar no hace tanto en Cairo, a ningún gobierno autoritario le gustan mucho las protestas en la calle y, aprovechando que Zhao estaba en Corea del Norte, los apparatchiks del partido (enriquecidos ellos y sus familias durante la privatización) la liaron y convencieron al partido de defender la estabilidad (es decir, su enriquecimiento y latrocinio de recursos pñublico). Meción especial a Li Felip Puig Peng, que declaró la ley marcial en Pequín.

En resumen: el partido quedó limpio de reformistas (en sentido político, sobreotodo, pero aprovecharon para pasar cuentas con Zhao y sus seguidores que eran más partidarios de reformas «de mercado») y quedaron los «nepotistas».

El final del artículo les parecerá patillero, pero confío en ustedes: les pongo deberes.

Sumen 2 y 2, tengan en cuenta que en 1989 Thatcher había ganado a los sindicatos; Reagan se jubilaba en la gloria y cuáles son las preferencias económicas de los dirigentes que quedaron en el partido y entenderán la afirmación inicial.

Un poco de bibliografía por si les interesa:
* Hay un articulo de WANG Hui en Le Monde Diplomatique de Abril de 2002. Acceso libre en: http://www.christusrex.org/www1/news/hui-4-02.html
* Un ladrillo de historia económica China de 1949 a 2008 (muy reveladora del contexto socio-económico en que se desarrolló el comunismo en China): WU Jinglian, Understanding and Interpreting Chinese Economic Reform, ed. Mason-Ohio. No está traducido en España. Aviso: es durillo.
* El siempre muy accesible Rafael Poch-de-Feliu y su La Actualidad China. un mundo en crisis, un mundo en gestación. Crítica. 2009. Largo, pero es una muy buena introducción.

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6 respuestas a 23 años y un día: el neoliberalismo aplasta al pueblo

  1. desempleado dijo:

    Leído el primer artículo. El libro de Poch que citas debe leerse TRAS leer el que escribió sobre la caída de la URSS. Es entonces cuando todas las piezas del puzzle encajan. Los dirigentes chinos aprendieron de lo sucedido en la Unión Soviética y dejaron clara su opción: neoliberalismo «dentro de un orden». Supongo que lo sucedido en la Revolución Cultural les había metido el miedo en el cuerpo. Es curioso, fueron capaces de aprender de sus errores.

  2. CusCus dijo:

    Ojo, desempleado, que Tian’anmen sucedió antes de la caída de la URSS.

    Fué en 1992, con la URSS ya extinta y el Este de Europa privatizando a saco, cuando Deng hizo su viaje al sur, de donde salió lo de «gato negro, gato blanco…» y una virada hacia el aperturismo económico, «derrotando» (temporalmente) a la línea más conservadora (ie, maoísta). Luego, Jiang Zemin, ascendido al poder en 1992, se encargó de seguir en esta vía nepótica.

    Pero la lección que sacaron de Tian’anmen es la que siguen aplicando: la legitimidad del partido viene de que la economía tire. Si se para, ay, ay, ay. De ahí que un sudor frío les recorra el cuerpo ante la perspectiva de tener menos de un 8% de crecimiento de PIB. Y la «sociedad harmoniosa» de Hu (nepotismo, pero sin pasarse mucho).

  3. desempleado dijo:

    Cierto. Sin embargo, ¿no crees que los dirigentes chinos prestaban muchísima atención a las aventuras de gorby en la Rodina?

  4. CusCus dijo:

    Si, si. Gorbachov sirvio de contraejemplo para la reforma del comunismo chino.

  5. Viacheslav dijo:

    pie de foto
    no son mossos d’esquadra, son tanques.

  6. Latro dijo:

    Hombre, lo de «neoliberalismo» y China, me perdonan ustedes pero es entre rocambolesco y tendencioso. El «neoliberalismo» en China no existe, ni existio, ni existirá con esta gente. Existe lo de siempre, el «que me funciona a mi». Y el que diga lo contrario le paso con un tanque por encima.

    Pero por aquellos lares cualquier fan del «mercado» y la «mano invisible» recibirá el correctivo necesario – ahi sólo hay una mano, la tiene el partido, y le importa bien poco darte de bofetadas con ella hasta que te canses. Que ahora las cosas son menos «comunistas» que antes, si, pero porque le conviene a quien le conviene, y lo serán en la medida que le convenga, y punto pelota.

    Diran ustedes, cual es la diferencia. La diferencia es que eso queda claro. No como en nuestro Occidente, donde tienes que escoger entre los malos, que usan toda esa parafernalia como coartada, y los tontos, que se lo creen. Alli ni lo uno ni lo otro, sino 1984 pero con estética 2012

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