Intelectuales orgánicos
Debate sobre los Nacionalismos
NUNCA MÁS NOS AVERGONZAREMOS DE NUESTROS POLÍTICOS
BARTOLIN:
Hace tres años no existía Gran Hermano, por lo que si un personaje quería dejar de ser anónimo y convertirse en famoso, tenía dos opciones: una era seguir el modelo "Antonio David", es decir, iniciar una relación con un famoso/a, lo que inmediatamente da derecho a salir en "Tómbola", y de ahí a la fama.
Este modelo de salir del anonimato está alcanzando un auge desmedido y ha sido utilizado entre otros por Yola Berrocal o Fidel con indudable éxito tanto a nivel de imagen como a nivel económico.
El otro método para alcanzar la fama está muy de moda en Estados Unidos, una sociedad mucho más avanzada que la nuestra, y consiste en salir a la calle con una ametralladora y disparar a todo lo que se mueva (no es imprescindible hacerlo en la calle porque también se puede hacer desde una terraza o dentro de un restaurante).
Como en el primer método, garantiza una gran fama (incluso a nivel mundial), y aunque es cierto que es difícil el éxito económico, cuando menos uno podrá gozar de alojamiento y comida gratis durante treinta años y un día.
Bartolomé Rubia, Bartolín para los amigos, era un concejal de La Carolina (un pueblo de Jaen), que quería ser famoso, pero a quien ninguno de los dos métodos expuestos anteriormente para alcanzar la fama parecían convencerle, por lo que después de mucho cavilar urdió una idea magnífica que le permitirá alcanzar un doble objetivo; por un lado recorrería España en tren (desde La Carolina a Irún) con el aliciente de que sólo pagaría el viaje de ida, porque de vuelta lo traerían a casa la Ertzaina o la Guardia Civil, y el otro sería que con un poco de suerte, gritando a viva voz frente a la sede de Herri Batasuna que era concejal del PP, a lo mejor hasta lo secuestraban, lo que supondría un salto a la fama similar al de Ortega Lara.
Pero no hubo suerte y en vista que pasaba el tiempo y nadie le hacía excesivo caso decidió la forzar la puerta trasera de un coche de un supuesto votante de Herri Batasuna, para una vez dentro llamar desde su telefóno móvil a la policía y decir que lo habían secuestrado y lo habían abandonado en aquel coche, pero como Bartolín no es Mc Gyver no pudo forzar el vehículo, por lo que decidió llamar a un taxi. Una vez dentro del taxi, y cuando el conductor preguntó "¿A dónde le llevo?, Bartolín salió precipitadamente del vehículo gritando "Socorro, socorro, me quieren secuestrar", el taxista se marchó asustado y los vecinos alertados por los gritos del concejal avisaron a la policía. Bartolín fue recibido en La Carolina como un héroe, logrando el doble objetivo que se había trazado, que el viaje de vuelta le saliera gratis, y convertirse en famoso, pero su plan, que era perfecto, quedó al descubierto porque un testigo lo identificó, ya que parece ser que cuando Bartolín estaba en Irún, entró en una farmacia y le preguntó al dueño si conocía algún lugar en donde hubiera un zulo de ETA, ya que tenía intención de instalarse como okupa en un zulo durante algunos días.
Ese pequeñísimo error de Bartolín dio al traste con su plan, y las represalias no se hicieron esperar porque días después era expulsado del Partido Popular. No cabe duda de que Bartolín es un político vocacional, y ahora que ha conseguido ser famoso lo tiene más fácil. Mi consejo es que aproveche su tirón para crear un partido político ambicioso mediante una coalición con Mario Conde y José María Ruiz-Mateos, a buen seguro que sería un proyecto político atractivo y una alternativa al bipartidismo que actualmente preside la escena política española.
