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Mi colaboración de la semana pasada con la edición de la Comunidad Valenciana de El País versó sobre un tema clásico pero que, desgraciadamente, hay que revisitar. Porque probablemente nada más tópico y ritual, desde un cierto punto de vista, que denunciar la situación de nuestro modelo público de escuela. Y es lamentable que, quizás, me temo, suene incliso tan obvia y evidente la queja como que nada hay que hacer para arreglar el problema. Que nada se puede hacer. Mientras tanto, la degradación continua. Y en la Comunidad Valencia, de manera acelerada (los ejemplos son numerosos y se suceden a toda velocidad, el último de ellos en forma de suelo público regalado de manera infame a los empresarios, y a la Iglesia, especializados en la enseñanza privada y concertada).
La escuela pública no sólo es mejor y esencial para construir una sociedad más justa, más igualitaria y más eficiente, por mucho que las dinámicas sociales de los últimos años nos cieguen y nos hagan no darnos cuenta. Es, además, la única que permite que poco a poco una sociedad avance y se desarrolle, alcance cuotas de libertad y de pluralismo modernas y, además, logre, aunque sea en parte, igualar las oportunidades de todos. Que algo va mal en España, mucho peor que en otros países, se ve, mejor que en ningún otro sitio, en lo mal que va la escuela pública en España. Porque la educación pública no sólo es mejor, más importante y a medio y largo plazo más eficiente. Es que, si se me permite copiar la broma de un profesor de mi Facultad, es algo más. Es la única y verdadera.
Mientras no seamos plenamente conscientes de ello las cosas no mejorarán. Pero no basta ser consciente. Porque, a día de hoy, me temo, creo que casi todos lo somos. Hay, además, que rebelarse contra el sentimiento de que, aunque la cosa dé vergüenza ajena y propia, como uno solo nada puede hacer, lo mejor es seguir la corriente general y buscar, dentro del desastre, salvar a tu familia y a tus hijos. La triste realidad española es que todo el mundo, con muy contadas excepciones, es consciente del suicidio colectivo que supone fomentar que con dinero público, de todos, se incentive la enseñanza privada. Pero las clases medias, e incluso las bajas, a pesar de ser conscientes de ello, plenamente conscientes, y de sentir vergüenza por participar en el juego, piensan que el tema no tiene arreglo. Y que, por ello, lo que hay que hacer es tratar de minimizar problemas dentro de ese contexto y, si se puede, lograr que sea a ellos y a sus hijos a quienes el Estado financie, en lugar de una escuela pública de calidad e integradora (quimera a la que se renuncia por imposible), una escuela privada, pagada por todos, pero que excluya a las clases sociales más desfavorecidas. Así el niño va con las monjitas, pero sin pagar, como si esto fuera un público. Pero sin moros, ni gitanos, ni inmigrantes (o con muy poquitos, y muy seleccionados) gracias a unos apaños infames que entre todos consentimos y alentamos. El hecho de que a nadie se le escape lo asqueroso del modelo que construimos y que a pesar de eso tenga la fuerza que tiene hace que la cosa sea más deprimente si cabe.
En fin, que allá va lo que escribí. Sin mucha esperanza de que a corto plazo vayamos a asistir a un cambio, pero con la convicción de que, al menos, hay que decir estas cosas en voz alta a ir tratando de ayudar a que cambien.
Menos tonterías y más escuela
ANDRÉS BOIX 24/01/2011
Dentro del triste panorama social y político en el que nos hemos acostumbrado a transitar llama poderosamente la atención la falta de interés que generan los problemas verdaderamente esenciales que padecemos. Porque, aunque sólo fuera gracias a la crisis, éstos debieran ser ya totalmente evidentes para la mayor parte de los ciudadanos y para la clase política.
El primero de ellos es un problema económico. Se trata del hecho, ya a todas luces innegable, de que somos mucho más pobres de lo que en realidad hemos pensado durante estos años y de que el estilo de vida que, a todos los niveles, públicos y privados, nos habíamos otorgado habrá de adaptarse a esta dura realidad. A muchos ha llegado por sorpresa la noticia de que probablemente esos niveles de bienestar serán difícilmente alcanzables en el futuro con el modelo económico, por llamarlo de alguna manera, de los últimos años.
El segundo se refiere a los alarmantes retrocesos en cohesión social y respecto de la idea de igualdad de oportunidades en medio del silencio suicida de casi todos. Hemos aceptado que los servicios públicos que han de garantizar la justicia social se deterioren de modo alarmante y que se gestionen no con criterios cívicos sino de supuesta eficacia. Que luego, a la hora de la verdad, no es tal. Nada hay más ineficaz que una sociedad que es incapaz de sacar partido a gran parte de sus integrantes, dándoles todas las oportunidades para que desarrollen sus talentos y retornen, a su vez, lo más posible, a la comunidad.
Ambos problemas confluyen de manera especialmente singular cuando nos paramos a pensar en los destrozos que, entre todos, estamos causando al sistema educativo. Entre todos porque, aprovechando que nadie tiene mucho interés en denunciarlo, el Consell está destinando crecientes recursos a subvencionar la enseñanza en manos privadas en detrimento de la mejor escuela posible, que aquí, ahora y siempre es y será la pública. Algo de lo que son conscientes todas las sociedades desarrolladas, que si tienen algo en común es precisamente tener muy claro que la base de la convivencia cívica y de la mejora de oportunidades para todos pasa por un sistema educativo básico público, gratuito, a cargo del Estado y de la mayor calidad posible. Un objetivo tan esencial como difícil de alcanzar si quien manda destina cada vez más dinero a pagar la factura de centros privados e incluso les cede suelo público para que sean cada vez más y más.
Más grave es que son las propias clases medias las primeras en saber que su pretensión de llevar a los niños a centros concertados tiene poco que ver con la excelencia de los mismos y mucho con un intento de protección y segregación de sus hijos, a los que se pretende evitar el trago de convivir con otras capas de la población. Así de duro y así de triste. Pero digamos la verdad y reconozcámoslo. Lo saben los partidos políticos, que por este motivo se cuidan de dejar abiertas todas las facilidades para que se pueda seguir logrando, por vías indirectas, un objetivo del que, en el fondo, nadie puede sentirse orgulloso. Porque no hay nadie que no sea consciente de que tal planteamiento, además de ser egoísta, condena a nuestros hijos a vivir en una sociedad globalmente mucho peor. Por mucho que nos consolemos pensando que el barco tendrá una enorme vía de agua, sí, pero el niño irá en camarote de lujo.
Andrés Boix Palop es profesor de Derecho Administrativo en la Universitat de València
27 comentarios en Menos tonterías y más escuela
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Mi abuela que en paz descanse, era maestra durante la República, y me hablaba de clases al aire libre, aulas de mayoría gitana sin el tópico de la violencia y el absentismo escolar…
Creo que era parte de la corriente “Kraussista”. Todo esto acabó desapareciendo con el franquismo. Pero, ¿Cómo es posible que incluso lo de Franco parezca bueno comparado con lo de ahora?
Pese a contribuir más en la hecatombe pública y favorecer el clasismo, si yo tuviera hijos, consideraría una irresponsabilidad dejarlos en manos de este sistema.
Porque cuando el barco se hunde, hay que rescatar a los niños primero.
Comentario escrito por gottlieb — 31 de enero de 2011 a las 2:36 pm
Yo estuve en dos colegios privados durante cuatro años de mi vida. ¿Mi conclusión? no son mejores que los públicos. No sé de donde sale esa falsa idea.
Comentario escrito por Ruboslav — 31 de enero de 2011 a las 4:02 pm
yo, que estudié siempre en colegio, instituto y universidad pública, me produce un gran pesar personal lo que se oye de la educación pública ahora, como la han degenerado ; recuerdo al empezar la uni que yo había leído a buero vallejo, pío baroja (antiguo alumno de dicho instituto público, by the way), cela, etc, y mis amigas de ursulinas y carmelitas, como contraste cultural y educacional, afirmaban apudorosamente con total convicción que fotos de fetos de 8 meses o más eran de 2-3 meses
yo me sentía, modestia aparte, con una formación muy superior; ahora, como comentas, la gente se ha acabado rindiendo a la presión de facto que ha llenado las aulas públicas de todos los que por h o por b rebajan el nivel educacional y la calidad; como decia una amiga de la familia, directora de un instituto en unza zona conflictiva de la capital: una clase de 20 puede aguantar 3-5 niños con problemas, no 14, al final los 6 «normales» se rinden y se van también
en los con concertados echan a todos los que no les «gustan», con el beneplácito de los autoridades
Comentario escrito por pescadilla — 31 de enero de 2011 a las 4:50 pm
Es posible que la cosa cambie bastante de Comunidad a Comunidad, ya que las competencias están transferidas. Por quehaceres profesionales, llevo un par de años participando en unas pruebas que se hacen a todas las criaturas de 4º de Primaria y 2º de Secundaria en Vascongadas. La prueba es censal, es decir, se hace a todos los alumnos y alumnas, en total unos 38.000. Los técnicos de educación que dirigen el estudio comentan que lo más influyente en el rendimiento de los churumbeles es el nivel sociocultural de los padres. A similar nivel sociocultural, similar rendimiento, y las diferencias entre públicos y concertados-privados, irrelevantes (y en todo caso, algo favorables a los públicos).
Con la escuela pública hay que hacer una lectura de base: no es lo mismo una escuela pública de Neguri (el barrio más «rico») que una en Otxarkoaga (barrio degradado). La cuestión es los subterfugios que se buscan los concertados para «seleccionar» alumnado, que aunque se lo van poniendo más difícil, se siguen apañando cosas (me censo en casa de una tía que vive cerca del colegio que quiero, el colegio no cobra, porque es concertado, pero luego pasa a los padres facturas de 150 euros por un chandal de uso obligatorio, 200 euros por comedor, 100 por desgaste de patio etc.). El resultado: el alumnado más modesto económicamente (evidentemente, muchos inmigrantes), al público.
Y una cosa más. Eso que afirmas, Andrés, de que la gente tiene muy claro que a largo plazo lo mejor es la pública, lo pondría muy en cuarentena (una simple impresión). El personal manda a concertados (es curioso, los papis dicen privados)a sus hijos porque la pública «es un cachondeo», «no hay disciplina», «no se prima el esfuerzo», en definitiva, «son mejores» los privados (pues págatelo tú, cabrón).
Comentario escrito por kirikiño — 31 de enero de 2011 a las 5:21 pm
Yo diría más. Cuando yo estudiaba y antes me consta que también, los centros privados no tenían muy buena reputación por lo general, aunque aquí también había clases. Estos quedaban un poco como reducto de “zotes” a los cuales sus padres tenían que pagarles un instituto para que los aprobaran.
La exigencia estaba en los centros públicos, los cuales copaban siempre los primeros puestos de nota media más alta por promoción en la prueba de selectividad, y eso que presentaban de media siempre más alumnos que los centros privados (en muchos privados era normal que los alumnos aprobaran a condición de no presentarse a la prueba de selectividad).
Comentario escrito por Bunnymen — 31 de enero de 2011 a las 5:25 pm
Efectivamente Bunnymen, en el colegio privado al que fuí, había mucho pijo rebelde que no aprobaba ni a la de tres. Paradojas de la vida (en realidad, no tan paradoja), a día de hoy tienen trabajos mejor pagados de lo que yo podré tener nunca porque importa un huevo que no sepas juntar sujeto, verbo y predicado cuando tus padres están podridos de pasta: pasas a jefe directamente. ¿Que qué soy yo? administrativo en paro.
Comentario escrito por Ruboslav — 31 de enero de 2011 a las 5:45 pm
Yo estudie en un colegio publico, hice el instituto en uno publico y tambien la universidad.
Pero me dejais un poco a cuadros, yo pensaba que la idea de tener colegios concertados era precisamente meter a las clases mas bajas codearse con las altas.
Todo ese rollo de llevar uniforme para que no se supiera quien era el rico y quien el pobre…
Comentario escrito por domingo — 31 de enero de 2011 a las 5:58 pm
Domingo, el uniforme es para ahorrarse dolores de cabeza con la indumentaria de adolescente. luego te cuentan milongas sobre la igualdad, el orden…
Joder, en la universidad yo no veía una pauta de nada entre los que habían estudiado en público o en privado, depende de cada uno. Y para establecer pautas lo que he dicho antes, nivel sociocultural. Que influye mucho más si tus padres tienen estudios superiores, si se habla más de un idioma en casa, los hábitos de lectura…
Comentario escrito por kirikino — 31 de enero de 2011 a las 8:47 pm
Por cierto, en semi off-topic, me gustaría saber si la amable concurrencia tiene la impresión , igual que un servidor, que la noticia ésta de la Merkel y la búsqueda de ingenieros es una inocentada ideada por algún inútil de los que pueblan la multitud de departamentos de comunicación de algún que otro ministerio -y ya medio desmentida por algún que otro medio poco sospechososo de complicidad Pepera como el diario monárquico «La vanguardia»-. Que a estas alturas del siglo XXI el personal se trague masivamente que las búsquedas de ingenieros cualificados se hagan de este modo rayano en el landismo me parece no se si indicativo de la estulticia o la desesperación que ya anega al personal por completo. Pienso
Comentario escrito por John Constantine — 31 de enero de 2011 a las 9:54 pm
Pues a diferencia de vuestros casos persnales, yo estudie en concertado, y el nivel era más alto que en el público, la mayoria de mis amigos estudiaban en el público y si notaba la diferencia, al menos con respecto a mi colegio, habia otros privados con menornivel. mis padres no me lo permitieron por medio a que terminara como bandarra profesional debido a qu apuntaba maneras, y yo creo que ahi esta la diferencia, no por el nivel del profesorado que seguramente es mayor en la pública, sino por la disciplina, de los curas en mi caso,no podias faltar a clase sin toque a los padres, mientrs que en el publico podias hacer multiples pellas sin grandes represalias. Con respecto al uniforme, a mi si me parece una solución, yo no lo tuve que llevar, pero rodeado de pijos de provincias como estaba, hubiera tenido utilidad, os lo aseguro. Con respecto ahora, tengo un amigo profesor de instituto, y aunque el personalmente nunca h tenido ningun problema, si me cuenta que el problema son los chavales conflictivos, y que la solucion del profesorado, impotente ya de encontrar otra solucion, es que intenten no contagiar su actitud al resto de la clase, adolescentes totalmente influenciables, y ya se sabe que ser el malote mola, y permite pilla cacho de toda la vida
Comentario escrito por lalo — 01 de febrero de 2011 a las 2:17 am
La escuela pubnlica de hoy necesita profesores como este:
http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/news/3381782/Headbutt-teacher-back-in-class.html
Comentario escrito por Bunnymen — 01 de febrero de 2011 a las 10:48 am
¡Gracias por el destape que estáis haciendo, que es muy ilustrativo! Yo la verdad es que fui a un cole público durante toda la EGB (en Alicante) y luego a un instituto también público (ya en Valencia). Y nunca tuve la más mínima sensación de que en estos centros el nivel fuera inferior al de los privados. Me parece lamentabilísimo, por este motivo, ver cómo están las cosas ahora y cuál es el clima social. Es obvio que se trata de un retroceso indudable.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Bruselas/censura/recortes/gasto/educativo/Espana/elpepusoc/20110201elpepisoc_4/Tes
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 01 de febrero de 2011 a las 10:52 am
Yo por lo que se (de segundas, tengo dos amigos profesores de secundaria), los principales problemas graves que han lastrado tanto a la escuela secundaria son dos:
1- La inmigración. Mal asimilada.
2- La peleita que se traen PP y PSOE con el tema, dejando a los profesores con programas rigidos de los que no pueden salirse, aunque el tipo que de clases lleve enseñando la asignatura desde Matusalén y no lo considere apropiado.
Y sobre el punto 1 esta noticia:
http://www.libertaddigital.com/economia/por-que-espana-fracasa-ano-tras-ano-en-el-informe-pisa-1276412914/
Y sobre esta noticia este comentario.
“Acaba de llegar un chaval ANALFABETO de 13 años a la escuela donde trabajo.
13 años? segundo de ESO.
No sabe leer ni escribir. Es del magreb.
Lo tengo en clase de segundo. Aburrido como un muerto, decide incordiar.
No tengo ninguna arma. Puedo echarle de clase para que incordie en el pasillo con otros expulsados, o quedarmelo en clase.
No pasa nada. El año que viene estará en tercero, por ley. Se le aprobaran las asignaturas con asterisco, y tira p’arriba, que aquí no hay fracaso escolar. Un niño que repita cuenta como fracaso escolar, o sea que le haremos pasar de curso y santas pascuas, no vayamos a joder las estadísticas
¿Informe PISA, puntuación baja, decíais?)”
En mi opinión, o más bien reflexión que quiero plantear, ¿Tan difícil seria dentro de la escuela publica tener parte del profesorado especializado para este tipo de alumnos como el del comentario?.
El flujo inmigratorio ya esta en marcha desde hace años, y va a existir si o si.
¿No vendría mejor coger el toro de los cuernos y ponerse a trabajar ya para que alumnos de nivel inferior o con problemas idiomáticos pudieran coger el nivel, en digamos un año lectivo?, hacer grupos específicos que luego que juntaran de una forma más natural con el resto del alumnado sin que ello signifique una bajada del nivel general. ¿o mejor como parece que va ahora? pasar del tema, aprobarlo y que acabe siendo una estadística de paro.
No se como lo veis por aquí, pero creo que seria bastante más provechoso eso a medio plazo que desviar la pasta a la privada (o concertada) para aislar a nuestros nenes.
¿O esto es muy dificil y largo para trasmitirnos al populacho y queda mejor cosas como «moro malo», y da más votos?, no se…
Comentario escrito por Bunnymen — 01 de febrero de 2011 a las 12:23 pm
Yo estuve en colegio e instituto concertados. Para la selectividad se cargaron aproximadamente al 50% del alumnado. Ninguno de los que se presentó a la selectividad suspendió. Mi nota de selectividad fue superior a la media que traía de instituto. Teníamos 4 evaluaciones y 2 exámenes de cada asignatura por evaluación (control y examen). Durante las 3 semanas anteriores a la selectividad, a los que habíamos aprobado el curso, nos estuvieron examinando de la materia completa relativa a la selectividad.
También conozco casos de institutos concertados que son tragaderas que se limitan a imprimir aprobados.
La carrera la hice en universidad pública.
Creo que la mayor diferencia público-privado se da en la universidad.
Aunque vía Erasmus la universidad pública también tiene su propio método de hágase usted mismo una carrera universitaria en 10 días. He visto como en el plan antiguo de derecho hubo gente que en el año de Erasmus aprobó 10 asignaturas correspondientes a los cursos de 4º, 5º y alguna que le quedaba colgando de atrás. Como referencia diré que la carrera constaba de 25 asignaturas. No fue un caso aislado y nadie dentro de la Üniversidad puso la más mínima pega a ese tipo de prácticas.
Comentario escrito por menipo — 01 de febrero de 2011 a las 2:33 pm
Lo que cuenta no es exactamente así. En mi entorno es una vulgaridad mandar a los niños a un privado o concertado, y más aún a uno religioso. Algo, digamos, propio de panchitos que llevan a los niños a las monjitas por ignorancia. En el cole público de mi hijo, de 25 niños, hay 3 inmigrantes (un italiano, una brasileña y una estadounidense) Es una proporción que no pueden soñar los infinitos coles de monjitas del barrio. Vamos, que paradójicamente, los coles de pobres son los concertados.
Comentario escrito por AnonymousCoward — 01 de febrero de 2011 a las 2:40 pm
El problema, es que aquí la gente solo se indigna por la censura de las páginas de descarga (habiendo otros métodos para descargar).
Lo de moro malo no pienso que nadie se lo crea, más bien se usa para quién ya está convencido.
Pero claro, Zapatero lleva años hablando de integración sin haber hecho nada. Y al votante del PP se le está sugiriendo, que ellos no se dejan integrar y por eso hay que echarlos.
Respecto a los pre-ninis, creo que hay un problema de autoridad. Pero hablando claro, lo que falta y que funcionaba antes, es el miedo. Hoy en día nos parece que es de “fachas” utilizar el miedo para conseguir respeto, pero es un método natural, efectivo y contrastado. Otras cosas con los gamberros solo funcionan en las películas.+
Comentario escrito por David Mason — 01 de febrero de 2011 a las 2:52 pm
Sobre públicos y privados, la casuística es diversa. Comunidad Autónoma, ciudad o pueblo, barrio de ciudad… En Euskadi súmale a eso que tenemos pública, concertada monjil, Ikastolen Elkartea (asociación de ikastolas), Kristau Eskolak, privada de la muerte, etc.
Anonymous, por si quieres responder (ya que has dado tanto detalle), ¿nivel socioeconómico del barrio? porque sólo tres inmigrantes, y uno estadounidense, ya es casualidad.
Luego está lo que trae Bunnymen, los refuerzos en el mercado de invierno. Todos a la pública, of course.
Y lo que vivimos los que tenemos más de 30 se parece bastante poco a lo que hay ahora. Pero es que pensadlo, joder, cuánto ha cambiado nuestra sociedad en 10-15 años. Yo estoy seguro que los escolarizados entre 1980-1995 vivieron una situación muho más parecida a los del periodo 1995-2010. Vamos, es que ni comparación.
Comentario escrito por kirikiño — 01 de febrero de 2011 a las 4:43 pm
Suscribo casi al 100% lo que dice Lalo con respecto a mi caso personal. Yo fui a La Salle en Euskadi, y también tengo una amiga profesora que dice lo mismo, al menos cuando estaba en un instituto en Arroyomolinos lleno de pseudopijos hijos de nuevos ricos por entonces (albañiles, fontaneros y demás), que le preguntaban con arrogancia por qué iban a estudiar si sus padres, sin estudios, cobraban más que ella como profesora. Ahora supongo que la mayoría de ellos estarán en paro, pero sorprendentemente no me dan ninguna pena. Luego la cambiaron a un insti de Pan Bendito y estaba encantada, decía que los chavales gitanos allí son super educados y respetuosos con ella, y que la llamaban «señolita» como las marionetas de Gomaespuma…
Fui a la universidad pública. Primero a la UPV (del País Vasco, no Politécnica de Valencia), podrida de pasta y con una educación lamentable, caótica y deficiente, y luego a la Complutense, pobres como una rata y sin embargo con una educación completa, imaginativa (para suplir las carencias), profesional y de una gran calidad docente.
Comentario escrito por Karraspito for President — 01 de febrero de 2011 a las 8:51 pm
Algún día se acabará el “concierto” y todo el dinero público que se va a esos “empresarios de la educación” se destinará a la educación pública… en este sentido, respeto más a los empresarios de la educación tipo legionarios de cristo u opus dei que, por las razones que sean (se niegan a mezclar niños y niñas, tienen determinado ideario ultra… no entro ahora a cuestionarlo) se niegan a recibir dinero público y mantienen una enseñanza privada 100% que a los otros empresarios de la educación que sí aceptan encantados la subvención que supone un concierto porque si no se les acaba el chollo… ay, la clase supuestamente empresaria de este país… mucho neoliberalismo pero aceptan encantados las subvenciones… otro gallo cantaría si se cortase el grifo de lo público… claro que al momento saldrían con la milonga de que si la libertad, que si los derechos, que si la educación privada ahorra dinero al Estado que puede utilizar para otras cosas, que si los puestos de trabajo…
En Madrid, y en el sector guarderías, por lo que me toca y conozco (no conseguimos plaza en la pública, quedamos el número cuarenta y algo en lista de espera) hay una cosa muy curiosa: becas públicas para la escolarización en guarderías privadas; con un par, en lugar de destinar ese dinero público para crear más guarderías públicas o aumentar la dotación de las existentes, la CAM se dedica a apoyar la escolarización en centros privados…
Comentario escrito por Abogangster — 02 de febrero de 2011 a las 12:01 pm
karras#Fui a la universidad pública. Primero a la UPV (del País Vasco, no Politécnica de Valencia), podrida de pasta y con una educación lamentable, caótica y deficiente, y luego a la Complutense…
coñe, ¿no serás mi ex? ¿lic. en física?
aquí en pamplona hay mucha gente que no ha sentido el bajón de nivel por el exceso de inmigrantes ya que han elegido la opción D (en euskera), mientras que los inmigrantes eligen el modelo A, en castellano, el cual se ha salvado gracias a ellos, y todos contentos
(huelga decir que los de aquí que no quieren que sus hijos estudien en euskera tampoco los llevarian nunca a un cole público)
Comentario escrito por pescadilla — 02 de febrero de 2011 a las 12:04 pm
Yo fui a la Universidad Pública (Politécnica de Valladolid, sección Informática) y lamento decir que, en aquellos tiempos (1ºs de los 90) el nivel era lamentable. Profesores dando asignaturas de manera completamente teórica con contenidos desactualizados e inservibles, equipos informáticos de mas de 10 años de antiguedad (usabamos ordenadores sin tarjeta gráfica ni disco duro y ni siquiera Windows 3.1). En los profesores había de todo, pero la sensación generalizada es que lo único que sacaba uno de la carrera era el papel con el título.
Comentario escrito por John Constantine — 02 de febrero de 2011 a las 3:14 pm
«¿Tan difícil seria dentro de la escuela publica tener parte del profesorado especializado para este tipo de alumnos como el del comentario?»
Bunnymen, precisamente mi jefa, la Espe, hace todo lo contrario. Se carga todo lo que huela a apoyos, al menos en la publica. Asi, la degradacion de la escuela publica es aun mayor y puede justificar el desvio de fondos a la privada y concertada.
Lo ultimo, que los que lleven a sus hijos a colegios de privados puedan desgravar, por el ahorro que supone su loable actitud al erario publico. Ver para creer.
Ejemplo reciente de lo que ocurre en la enseñanza publica madrileña: a mi colegio llega una niña china de 10 años que no tiene ni papa de castellano. La niña es muy despierta y tiene buena capacidad, como demuestra en matematicas, pues cuando solo hay numeros lo coge todo al vuelo, aunque no entienda el idioma. Pero en las demas asignaturas se pasa el rato dibujando porque no se entera de nada. Hace un par de años hubiese pasado por un aula de enlace, donde estoy seguro que en 6 meses o menos habria aprendido nuestro idioma y hubiese podido pasar a un aula normalizada sin mayores problemas. La Espe y su secuaz Luci Figar, se han cargado las aulas de enlace. Y han reducido las plantillas de todos lo colegios publicos de la CAM. Apoyos, por tanto, imposible. Apelaremos a la divina providencia…
Perdon por el ladrillo y por las tildes.
Comentario escrito por labuelo — 02 de febrero de 2011 a las 11:10 pm
Labuelo,
Cierto que la tendencia de mi empleada, la Espe, parece que va con tendencia a privatizar hasta la policía y los bomberos.
La cosa es, que esto no es como la sanidad (bueno, no tengo pajolera idea de cómo va la sanidad), todo instituto tiene representantes de la asociación de padres alumnos.
Ya que hay una voz, ¿no habría que usarla?, gritar si es necesario?
Amplificar este problema en los medios, que dejen de convencernos un rato de que la ampliación de la jubilación y las contenciones salariales son por nuestro bien y que le dediquen un poco de espacio y tiempo a concienciar a padres que la espantada no es salida más que momentánea, pero derivara en una degeneración aun mayor en un futuro (muy) próximo. Por ejemplo, el día que los públicos sean una especia de gulags de retención de menores pobres/conflictivos y se decida quitar ayudas y desgravaciones a la privada y la pública haya dejado de ser una opción para cualquier padre que se preocupe de sus hijos.
Comentario escrito por Bunnymen — 03 de febrero de 2011 a las 9:56 am
La idea en una línea. Si destrozas la publica, ya puedes empezara subir precios en la privada. Y cualquier padre con conciencia, tragara si o si.
Perdón por el doble comentario.
Comentario escrito por Bunnymen — 03 de febrero de 2011 a las 9:59 am
labuelo, lo que cuentas es que es para cagarse en Dios. Que aplican recortes ya me lo imaginaba, pero joder, ¿que desgrave?
Aquí hay polémicas porque los concertados, que se supone no pueden cobrar a los padres, cobran. Alguno lo ha denunciado, y cuando se ha comprobado que efectivamente pasaban la receta todos los meses, en el centro han puesto una bellísima excusa: «no, vamoh a vé, no les cobramos, lo que pasa es que los gastos que tienen que hacer en el chándal, las excursiones, el desgaste de patio, etc. se lo prorrateamos y cobramos al mes, para que no sea de golpe y cueste menos». ¿No es maravilloso? luego se descubrió que otras cosas se cobraban a parte, pero eso eran «imprevistos». Sus muertos.
Comentario escrito por kirikiño — 03 de febrero de 2011 a las 10:02 am
Bueno, acabo de ver que he pecado de tremendista, quizá este asunto (el del alumnado inmigrante) se solucione al gusto de nuestros políticos, el solito y sin hacer nada. parece que empiezan a saltar la valla hacia el otro lado. Y no, no es coña…
http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad/noticias/2795313/02/11/Por-primera-vez-un-inmigrante-quiso-saltar-la-valla-de-Ceuta-para-dejar-Espana.html
¡Deténganle, que me quedo sin pensión!
Comentario escrito por Bunnymen — 03 de febrero de 2011 a las 1:09 pm
Kirikiño, en Madrid cobran igualmente, y la Administracion mira para otro lado. Durante los tres cursos anteriores a este ha estado habiendo movilizaciones en defensa de la enseñanza publica (con varias jornadas de huelga incluidas), con seguimiento de alrededor del 30% en Primaria y el 65% en Infantil. Desconozco los numeros de Secundaria.
Se sumaron tambien algunas asociaciones de padres a las manifas.
Pero el gobierno de Aguirre, como el que oye llover. Y con la mayoria absolutisima de que goza, pues ya se sabe, se pasan todo por el forro.
Ahora bien, excepto lo de permitir a los concertados cobrar, todo lo demas esta contemplado por la ultima ley educativa aprobada por el gobierno del PSOE, todo hay que decirlo.
Comentario escrito por labuelo — 03 de febrero de 2011 a las 6:01 pm