Un país de bicis

Publicado ayer en El País, en su edición de la Comunidad Valenciana:

Un país de bicis
ANDRÉS BOIX 15/11/2010   

A veces da la sensación de que a la alcaldesa de Valencia y a quienes mandan en la ciudad ni les gusta demasiado el Cap i Casal ni tienen excesivo cariño a sus vecinos. Hay ejemplos paradigmáticos, como la permisividad, cuando no agrado, con la que contemplan el masivo incumplimiento de todo tipo de normas que logra convertir todos los fines de semana el centro histórico en un gigantesco vertedero. O, en una línea semejante de desconexión con la realidad social de un barrio emblemático y desprecio por su patrimonio histórico, así como por la opinión de los vecinos, la desconcertante obcecación con la que defienden el delirante proyecto de embaldosar los espacios peatonales de las grandes vías de la ciudad al módico precio de casi 5 millones de euros. Los residentes en la zona andan alucinados. El resto, también. Aunque sólo sea por descubrir que incluso en tiempos de crisis se puede destinar con alegría dinero público a semejante extravagancia. Como es evidente, ni la alcaldesa ni su equipo desean, en realidad, hacer daño a la ciudad y a sus vecinos. Los apabullantes resultados electorales que vienen obteniendo demuestran, de hecho, que no es ésa la percepción que se tiene sobre ellos. Pero sí es verdad que su apego a viejas modas y realidades caducas a veces le hace a uno dudar. Es cierto que el cambio de orientación en las políticas públicas es siempre lento y difícil. Pero hay cerrazones especialmente llamativas. Como cuando, como en este caso, los ciudadanos han pasado página de forma masiva y son los políticos, en cambio, quienes se resisten a acompañarlos.

Una creciente marea social, cada vez más visible, cree que el dinero (y no necesariamente tanto, por cierto) hay que gastarlo en reformar la planta viaria actual, hija de políticas desarrollistas actualmente superadas y desacreditadas, para permitir que ganen espacio, comodidad y seguridad tanto peatones como ciclistas. Pero, desgraciadamente, la realidad demuestra que no es fácil que los políticos municipales lo entiendan. El inmovilismo, además, no sólo es cosa de Rita Barberá. De hecho, son muchas las ciudades del país que, a medida que van ganando población y tamaño, se enfrentan a estos mismos problemas y, lamentablemente, están cometiendo errores semejantes a los que se han padecido en la capital. Elche, Alicante, Castellón… incluso Torrent o Paterna empiezan a dotarse de carriles-bici con la timidez y falta de proyecto global que ha lastrado el diseño en Valencia.

Conviene, por ello, aprovechar el inminente debate parlamentario en torno a la ley valenciana de movilidad para forzar a los ayuntamientos a garantizar mejor que los ciudadanos puedan elegir libremente cómo desplazarse gracias a un diseño urbano que permita cierta tranquilidad sea cual sea la opción elegida. Incluso cuando van a pie o en bici. La ley tiene que habilitar a las ciudades que así lo decidan a establecer peajes en sus centros más castigados por el tráfico. E imponer medidas de planificación para cualquier nuevo vial en proyecto, o para el momento en que se acometa la reforma de los ya existentes, de tal modo que se garanticen espacios suficientes a los peatones y vías ciclistas reservadas allí donde son esenciales (en las calles de más de dos carriles). Sólo de esta manera acabaremos logrando que peatones y ciclistas tengan también derechos. Y un país con más bicis y menos coches.

Andrés Boix Palop es profesor de Derecho Administrativo de la Universitat de València.



2 comentarios en Un país de bicis
  1. 1

    Me ha gustado mucho tu artículo, creo que describe perfectamente la postura de incoherencia política en la que Rita Barberá está llevando el tema de la reforma de las grandes vías. Que por cierto hoy me leo que ahora NO va a hacer la reforma (como si una inversión de 5 millones de euros dependa únicamente de la caudilla populista urbana en la que se ha eregido nuestra alcaldesa).
    Por otra parte la falta de planificación municipal hace que a estas alturas no tengamos un plan de movilidad local dónde por ejemplo se describa como debe ser la sección viaria de cada calle de nuestra ciudad, itinerarios… sino por el contrario a cada reforma viaria le venga pareja una lucha sin cuartel para calzar soluciones ante la fuerza de la demanda de la opinión pública. Vamos un ejemplo de política populista no planificada en toda regla. Recuerdo la reforma de la avenida del puerto que ya resultó dificil que a regañadientes colocaran un carril bici en la reciente autopista al mar en que convirtieron la citada avenida, legado urbano que por cierto nos ha dejado las 2 semanas de la 32 y 33 edición de copa america. Otro palpable ejemplo de no planificación urbana y pérdida de oportunidad.
    Pero el problema no es colocar un carril bici más o menos, el problema es que desde hace 20 años no hay una planificación en materia de movilidad, que ordene pormenorizadamente las secciones viarias de manera que en el momento de acometer reformas urbanas tengan estas un porqué y no nazcan del capricho y de la ocurrencia del momento.
    A esto hay que añadir el desprecio demostrado a la movilidad de dos ruedas porque en el fondo piensan que este tipo de transporte pertenece a un grupillo ecologistas caprichosos que lo único que pretenden es recortar los derechos de los ciudadanos de bien que van a trabajar en coche y que reduciendo sección viaria a las calzadas van a organizar unos atascos de tres pares de cojones con el consecuente perjucio de la ciudadania.
    Y no podemos esperar mucho más allá de ese tipo de comentarios en el entorno de nuestra alcaldesa, porque no tienen ni quieren tener idea de cuales son las tendencias en materia de movilidad en el mundo.
    Si esta crisis ha de servir de algo pienso que ha de ser para aprender a aprovechar mejor el dinero público favoreciendo las inversiones sostenibles y planificadas.

    Comentario escrito por pau valldecabres — 16 de noviembre de 2010 a las 9:56 pm

  2. 2

    Además, hay que tener en cuenta que el método de movilidad que más utilizan las personas en valencina es la movilidad a pie.
    También estoy bastante de acuerdo con lo que comentó Alguien.

    Comentario escrito por Yo — 25 de noviembre de 2010 a las 9:08 am

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