Las lecciones balompédicas de la derrota del Barça fueron muy interesantes. Quedó demostrado, se dijo, que si al árbitro por lo que sea no le caes bien, enfrente tienes a un Bayern enchufado, Messi está plof, Xavi no anda fino e Iniesta no la huele, el equipo no carbura nada. El símil aeronáutico es pertinente. Si en pleno vuelo un meteorito destruye la cola del avión, un motor se incendia, un virus ha jodido el ordenador central de la aeronave, el copiloto confiesa de repente que se sacó el título por CEAC y una gaviota que se ha posado en un hombro del piloto le ha arrancado y se ha comido sus globos oculares, pues sí, es muy probable que te marques un Comunidad Valenciana.
Del Madrid también hay sesudos análisis. Puede que Modric no sea la mejor opción para dirigir el juego, que Pepe ha naufragado, como Khedira y Xabi. Sin embargo, por una vez, la verdad, la realidad ha sido mucho más prosaica en ambos casos. En todo lo que han sido balones divididos y voluntad de controlar el partido, tanto Madrid y Barça han sido como poner a Candy Candy a manejar el martillo neumático en una obra.
Como cuando íbamos a Alemania con la boina y los enseres cogidos con una cuerda. La misma seguridad en uno mismo frente a los alemanes rubios de dos metros que se sabían todas las letras de ABBA. Once alfredos landas arrugando la boina entre las manos temblorosas hemos enviado, tanto Barça como Madrid, a Alemania.
Eso sí, para los catalanes es menos doloroso. Este año ya habían demostrado que contra los niños en la liga española, bien, pero que los equipos serios se les atragantaban. Empezando por el Madrid. Tito cogió el testigo con el marrón del recuerdo de Guardiola. Una empresa que es como arrebatarle el share a Jesucristo, sólo Hitler lo consiguió y a qué precio para el resto de conversaciones sobre política que le quedaban a toda la humanidad. Luego la enfermedad y que Messi se ha gripado, alguna vez tocaba. Además del factor biológico, la gente envejece y como Xavi no se ponga a entrenar con Punset lo normal será, fíjense qué primicia les trae LPD, que termine retirándose.
El caso es que su fin de ciclo es asumible. Pero lo del Madrid es mucho peor. Todo estaba listo para la décima. El desembolso, el entrenador. Un equipo configurado para partirse la cara en Ipurua que coge y cae con una falta de carácter escandalosa. Y lo cierto es que encima, al estilo Segurola, que empezaba todas sus crónicas con un ‘se veía venir’, en Turquía ya se dieron síntomas graves de burbuja balompédica.
De todas formas, el madridismo ya ha encontrado un placebo. ¡Que fichen a Lewandowski, que fichen a Lewandowski! Se ha podido leer en redes y foros. A ver lo que tarda el Marca en dedicarle una portada. Pueden cantar a Chimo Bayo: gasto, gasto, la destrucción ya está aquí así que todos a bailar. Y el detalle definitivo, la salida de Kaká. Como si en una noche que no ligas decides como último recurso sacártela en mitad de la pista y hacer molinetes a ver si alguna Lolita te toma por el tío simpático.
En fin, los partidos de vuelta, contra alemanes que son, van a ser ‘apasionantes’. Aunque yo, como merengue, después de haber visto mi partido en rojadirecta con locutor alemán, estoy tan quemado con nuestros amos que igual hasta quiero que pase el Barça. Van a terminar generando más consenso que en la época del buen estadista que era Adolfo.